Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Los
medios egipcios se dividen entre los que intentan presentar la situación
electoral como "normal" y la candidatura de Moussa Mostafa Moussa —al
que llaman el "candidato del último minuto" por entregar la
documentación 15 minutos antes del cierre— como "seria". Los medios
oficiales tratan de hacer que aparezca como un candidato que tiene algo que decir, pero la paradoja es que
lo bueno que se diga tendrá que ser dicho por el presidente al-Sisi, que para
eso es el jefe. Para asombro del mundo exterior y de los perplejos internos, el
candidato alternativo dice que el presidente lo ha hecho muy bien todo.
Entre
estos últimos, el medio que mejor ha documentado la "conversión"
opositora de Moussa es Egypt Independent. Es difícil en estos tiempos borrar
las huellas de la web y lo mostrado por el diario es más que suficiente para
sacar los colores al sistema. Con el titular en forma de pregunta que todos se hacen, "Who is the relatively unknown presidential contender?", se señala en el diario:
However, some have questioned the seriousness
of Moussa’s candidacy, as he seems very fond of rival Sisi. In September 2017,
Moussa created the ‘Moayedoon’ (Supporters) campaign, which called upon Sisi to
run for a second presidential term.
On top of this, Al-Masry Al-Youm reported that
Moussa’s Facebook cover photo, until Monday at least, showed Sisi with word
‘Moayedoon’ next to it.
In another post from January 23, he writes
“Long Live Egypt… President Abdel Fattah al-Sisi for presidency,” with a
campaign photo of Sisi attached.*
Son estas dos capturas de pantalla de sus páginas en las redes las que muestran que hasta hace una semana, el hoy aspirante a la presidencia
de Egipto, el país más poblado del mundo árabe, como se suele decir, era un rendido
admirador del presidente al-Sisi, al que apoyaba en todo con esa devoción
acrítica que caracteriza a los aduladores de la zona. ¿Qué ha motivado el
cambio? Sencillamente que el régimen se había quedado solo y necesitaba un
candidato para hacer ver que eso tiene una apariencia democrática.
Capturas de pantalla sobre el apoyo a al-Sisi /fuente Egypt Independent |
Cuando los medios ya estaban explicando qué ocurre cuando se
presenta un solo candidato según la constitución y las leyes electorales que de
ella emanan, a quince minutos del cierre, Moussa Mostafa Moussa hace su entrada
triunfal con los avales necesarios para poder competir por la presidencia. Él corre, dice, para "ganar".
Recogen en Egypt Independent:
In an interview with Al-Watan, Moussa said that
contrary to accusations, he was not “running on borrowed time.” The party, he
says, has been working for two weeks to “get the required signatures from
parliament and the people,” adding that his candidacy is also a good
opportunity for his party to showcase their program to a massive number of
people.
Moussa added, “I’ve already undergone the
medical check and have gathered 26 parliamentary members’ approvals.”*
Dos cuestiones: la primera es la contradicción entre ese
trabajo de "dos semanas" de su partido recogiendo avales y lo que su página
oficial decía, mostrando el apoyo a al-Sisi; la segunda la contradicción entre
lo dicho y lo expresado en el segundo párrafo sobre los 26 avales
parlamentarios.
Como se recordará, la ley egipcia exige para ser candidato
la consecución de 25.000 avales populares repartidos de una forma específica,
garantizando un reparto mínimo e 1.000 de un número en al menos 15 circunscripciones.
La otra fórmula es la de los avales parlamentarios, de los que son necesarios
al menos 20.
Recordemos también que, por ejemplo, Mohamed Anwar El-Sadat
—el ex parlamentario y ex candidato retirado— se dirigió a la presidencia del parlamento
egipcio para que se le permitiera dirigirse a los ex compañeros diputados para
solicitarles su aval explicándoles su programa. La respuesta fue negativa.
Cuando se hicieron públicas las cifras de cuántos habían
avalado masivamente al presidente y de quienes no lo habían hecho expresamente
(el Bloc 25-30, los salafistas, etc.), no me salían las cuentas del total. Como
no se puede avalar a más de un candidato, era necesario que los avales
obtenidos por Moussa —los 26 de los que
se habla— estuvieran reservados para un posible candidato final en caso de que "fallaran" todos.
Por mucho que Moussa Mostafa Moussa diga que su partido
había estado recogiendo firmas, lo cierto es que nadie tiene constancia de ello. Recordemos las quejas de los candidatos que abandonaron
sobre el obstruccionismo, las dificultades frente a los notarios de todos los que no
apoyaban a al-Sisi y hasta las detenciones de personas que buscaban obtener las
firmas necesarias, como se quejó la candidatura del abogado Khaled Ali. La
maniobra parece clara: se reservaron avales para respaldar a un candidato
opositor ante la posibilidad de que nadie se prestara a la farsa electoral.
En Egyptian Streets podemos leer:
The last-minute candidate is the only
presidential hopeful to run against sitting president Abdel Fattah al-Sisi, who
announced his intention to run for a second term in office on January 19.
According to Al-Ahram Arabic news site, Moussa
has managed to collect 47,000 endorsements from eligible voters and 26
endorsements from parliament members. In order to run in the elections,
presidential hopefuls need to gather at least 20 endorsements from Members of
Parliament, or 25,000 endorsements from citizens from at least 15 governorates
with a minimum of 1000 endorsements from each one.
Mousa stated that although he does support Sisi
as president, this does not go against his bid for the presidential office,
according to al-Masry al-Youm. He further said that Egypt needs another
candidate in order to not hurt the country’s image.**
¿Es posible que Moussa alcanzara en secreto lo que otros no
podían alcanzar públicamente? Nadie tenía noticia de su candidatura porque,
como hemos visto, respaldaba a al-Sisi en su propia página oficial.
En las elecciones en Egipto cualquier cosa es posible. No es
de ahora, sino de siempre. Según nos dicen, solo se han presentado 175.000
avales populares pese a tener 900.000 para la candidatura de al-Sisi. Lo que no
es posible es tener 46.000 avales sin que nadie se entere de que eres candidato
y vas por delante de los demás, con la excepción del presidente.
Lo más sospechoso son los 26 avales parlamentarios. Casi con
toda seguridad fueron "reservados" por si se producía el escenario
más temido, la retirada en masa de la oposición, que es lo que más dañaría al
régimen. El propio Moussa lo
reconoce en la últimas palabras citadas: «He further said that Egypt needs
another candidate in order to not hurt the country’s image». No sé si
es posible decirlo más claramente.
El
candidato necesario es que permite no dañar la imagen de Egipto, aunque la
imagen de Egipto se daña por el propio régimen cuando ha impedido, por una vía
u otra, la realización de una elecciones reales obstaculizando por todos los
medios las presentaciones.
El
problema es siempre el mismo. Solo daña la imagen del país lo que les perjudica
a ellos, al régimen en sí. ¿No perjudica la imagen del país la persecución de
los candidatos, la represión política general, los ataques y detenciones de los
activistas pacíficos, de los ateos, homosexuales, reformistas religiosos, etc.?
Pues parece que no. Solo lo hace que el presidente vaya solo a las elecciones.
Es
curiosa esta extraña conciencia nacional
que no hace suyos los problemas del resto del país. El "problema" es
que el presidente no tenga rival, no que el presidente se haya deshecho de los
otros candidatos.
El diario
Daily News Egypt trae una sonrojante información:
Mohamed Bahaa El-Din Abu Shoka, legal adviser
and spokesperson for the electoral campaign of President Abdel Fattah Al-Sisi,
said Monday that his candidate should not be asked about the lack of other
candidates in the upcoming election.
“[Al-Sisi] is not responsible for politicians’
reluctance to engage in political life, the blame should be directed towards
those who did not succeed [in meeting candidacy requirements],” Abu Shoka
stated at a Monday press conference.
According to him, Al-Sisi has used his
constitutional right to run for a second term and is not in charge of others,
adding that there is not a country in the world where the president is asked to
justify the absence of other candidates.
This came in response to questions raised by
reporters in the room following the withdrawal and exclusion of five potential
candidates in the past few weeks and accusations towards the regime of using
repressive means against presidential rivals, paving the way for Al-Sisi as a
solo candidate.
However, three days prior to the deadline to
submit candidacy applications, confusing news circulated about the possibility
of other candidates joining the race, ending with the candidacy of Moussa
Mostafa Moussa, head of El-Ghad Party, despite him previously endorsing Al-Sisi
for a second term.
Abu Shoka said that they have become “used to
proactive attacks on presidential elections,” and that international
observation reports issued on the 2014 election proved its transparency.
“Stay tuned and learn,” was a message Abu Shoka
communicated during the conference, explaining that the campaign’s two parallel
goals are winning the election and mobilising voters, aiming for a high turnout
“to silence conspiring lips.”***
No es el único medio que recoge los ataques del portavoz de
al-Sisi a los retirados de la campaña, que son los que le robarán protagonismo
al candidato relativamente desconocido (como lo calificaba Egypt Independent en
su titular). Lo ha hecho de forma frontal en declaraciones a Egypt Today ("Exclusive:
Absence of candidates is parties' responsibility - Sisi's campaign spox" Egypt Today 29/01/2018). Esa va a ser su
función, evitar que el presidente entre en campaña para no dejar su papel
institucional. Serán los personajes como este Abu Shoka y los medios oficiales
y pro-Sisi los que ataquen a los críticos, ahora fuera de la campaña, pero no callados.
La campaña estará en los medios y no en los discursos del candidato del último
minuto, Moussa.
El descaro no puede ser mayor por parte del aparato del
sistema. La culpa es de los candidatos obstaculizados, inculpados de delitos
absurdos —el dedo obsceno de Khaled Ali—, encarcelados, etc. Quizá
"descaro" es una palabra que se quede corta ante el escándalo que la
elecciones egipcias están produciendo allí donde se hablan de ellas. Es ahí
donde se produce el daño a Egipto. El descrédito es enorme y las palabras de Mohamed
Bahaa El-Din Abu Shoka, portavoz de la campaña y antiguo abogado defensor de
Hosni Mubarak, no hacen sino confirmar la prepotencia del régimen que pretende
definir lo que es un proceso electoral en el que solo es posible un candidato
real y otro artificial que se
presenta por imperativo patriótico. No creo que la historia le reconozca el
"sacrificio" al candidato del último minuto. Será registrado en ella
como un mero comparsa propuesto por el régimen para intentar elaborar una
imagen presentable.
Cuando vayan saliendo detalles de la candidatura —que saldrán, sin duda— el régimen quedará más en evidencia empeorando de paso su imagen. Comienza ahora la dura tarea de convencer al mundo que los candidatos que llevaban meses intentando participar no estaban realmente preparados, mientras que el candidato que tres días antes apoyaba públicamente la candidatura de al-Sisi sí lo estaba. ¡Una tarea realmente dura!
* "Who
is the relatively unknown presidential contender?" Egypt Independent
29/01/2018
http://www.egyptindependent.com/who-is-the-relatively-unknown-presidential-contender/
**
"Last-Minute Candidate Mousa Mostafa Mousa to Run in Egypt’s 2018
Presidential Elections" Egyptian Streets 29/01/2018
https://egyptianstreets.com/2018/01/29/last-minute-candidate-mousa-mostafa-mousa-to-run-in-egypts-2018-presidential-elections/
***
"Al-Sisi not responsible for reluctance to participate in political life:
electoral campaign" 30/01/2018
https://dailynewsegypt.com/2018/01/30/al-sisi-not-responsible-reluctance-participate-political-life-electoral-campaign/
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