viernes, 31 de agosto de 2018

Tres calas en el malestar egipcio

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hay tres temas que están debatiéndose en los medios y la sociedad egipcia, de diversa naturaleza, pero que conectan entre sí al crear un malestar. Son desafíos sociales y políticos distantes pero que suponen retos en función de su resolución en un sentido u otro. De los tres hemos hablado con anterioridad. Puede que los libros de Historia recojan los grandes momentos y los grandes nombres, pero la vida social cambia mediante este tipo de desafíos.
Del primero de ellos nos hemos ocupado en días pasados: la muerte de un matrimonio británico con unos minutos de diferencia, el marido en el hotel y la esposa en el trayecto al hospital, en donde nada se puedo hacer por ella. La respuesta inmediata del gobierno egipcio fue "responsabilizar" del hecho a causas "naturales". Incluso, el gobernador salió inmediatamente diciendo que habían encontrado "pastillas" en la habitación, por lo que ya se deducía que eran personas enfermas. Esto no hacía sino agravar más la situación y arruinar más la credibilidad del régimen egipcio, que tiende a negarlo todo.
La probabilidad de que dos personas fallezcan en estas condiciones debe ser difícil de calcular, pero deduzco que debe ser muy reducida. La compañía de turismo responsable, Thomas Cook, sacó del hotel a más de 300 viajeros como medida de seguridad. A raíz del caso, han ido saliendo quejas y denuncias de turistas sobre el estado de las comidas en el hotel. La prensa británica resaltó que el hotel —un hotel de lujo— no debería estar en su oferta, haciendo responsable a la compañía. El daño que esto ha hecho al turismo egipcio, en vías de ligera recuperación, ha sido grande pues la noticia ha salido en prácticamente todo el mundo.


El diario estatal Ahram Online nos trae hoy una noticia que intenta cambiar la mala imagen creada por la respuesta habitual del gobierno egipcio, negarlo todo y dejar que se pudra informativamente. Con el titular "Egypt's PM Madbouly discusses tragic death of two British tourists with Thomas Cook CEO: Minister of tourism", el diario señala:

Egypt's Prime Minister Mostafa Madbouly and Minister of Tourism Rania Al-Mashat discussed on Thursday in Cairo the deaths of two British tourists in Hurghada last week with Thomas Cook's CEO Peter Fankhauser, the minister of tourism said in a statement.
Minister Al-Mashat said that both PM Madbouly and herself assured the CEO of the British holiday company, which organized the John and Susan Cooper's trip to the Red Sea resort city, that the Egyptian authorities would leave "no stone unturned" in determining the actual cause of the death of John and Susan Cooper.
The statement added that "the same assurances have been given to Mr and Mrs Cooper's daughter Kelly Ormerod and the British ambassador to Egypt, John Cassen."
The prime minister reaffirmed to Mr Fankhauser the Egyptian government's commitment to total transparency in its undertakings, Al- Mashat added.*


Recordemos que las primeras declaraciones, apenas unas horas, del ministro de Turismo era asegurando que habían fallecido de "muerte natural". ¿Es un cambio? Evidentemente, sí lo es. Lo que queda por ver es si este cambio es solo el inicio de otra maniobra eterna de distracción para calmar el rechazo a lo ocurrido y a la falta de reacción positiva. El otro día comentábamos que lo que se espera de un gobierno en estas situaciones es la transparencia. Ahora se promete, pero no sería la primera vez que todo queda en una maniobra de distracción. El turismo británico es importante para Egipto y lo peor que puede ocurrir es que existan dudas sobre la causa de la muerte del matrimonio, del que la hija —presente en las dos muertes— dice que gozaba de buena salud.

Egipto sigue metido en contenciosos de este tipo en los que mantiene posiciones insostenibles, como el caso de Giulio Regeni, los turistas mejicanos ametrallados o el avión de turistas rusos. Se mantiene la esperanza de que, negándolo todo, el tiempo pasa a su favor, pero desgraciadamente nuevos casos sacan a la luz los anteriores y la carga se hace insostenible. Por otro lado, la buena fe del primer ministro puede no verse respaldada por el "aparato" del estado, un ente autónomo e incontrolado en muchas ocasiones.
Los cadáveres regresarán pronto a Reino Unido, según el mismo artículo, en cuanto que los forenses egipcios terminen las autopsias. Entonces será el momento decisivo, cuando los forenses británicos se pongan a hacer su tarea. Se verá entonces en qué queda la cuestión.
Es un caso que pone a prueba tanto la transparencia del estado como el control que tiene el gobierno sobre su propio aparato.
El segundo de los casos que está en los medios ha sido tratado también aquí. Me refiero al caso del vídeo del acoso sexual a una mujer que ha dividido a la sociedad poniendo a prueba su propio sentido de lo tolerable. Recordemos que una mujer grabó el acoso de un hombre que la seguía proponiéndola tomar café con él. Los insultos y ataques a la mujer por las redes sociales y, especialmente, la conversión en campaña publicitaria de la frase del acosador ha supuesto un punto de inflexión en la cuestión del acoso, un mal endémico de la sociedad egipcia.
En este sentido, Egyptian Streets recoge el comunicado de la Universidad de Al-Azhar condenando el acoso en términos más contundentes:

In a gesture that garnered support from countless social media users, Egypt’s Al-Azhar condemned sexual harassment, its justification and victim blaming on Monday.
Egypt’s oldest and biggest Islamic religious institution stated that harassment, physical or verbal, was a ”’deviant behaviour” and was forbidden. Al-Azhar recurred to the teachings of Prophet Mohamed and the Quran to condemn the crime.
It also called upon media to stop broadcasting any material that promotes harassment and for an increase of informative media programs that can educate citizens on actions to take in the event of one.
”Al-Azhar affirms that the criminalization of harassment must be absolute and devoid of any condition or context,” read the statement which also addressed common arguments harassers have used against women.
Although sexual harassment in Egypt is rampant, many choose to believe that harassment occurs due to women’s ‘revealing’ clothing despite the fact that veiled women and women who wear the face-veil (niqab) also experience harassment.**


La cuestión puede parecer obvia, pero la creencia en que son las mujeres las que provocan a los hombres, están donde no deben, etc. está asumido dentro del tartufismo piadoso al respecto. Que el acosadores se presenten como virtuosos, como una especie de "correctores" a la brava de los desmanes de vestuario de las mujeres no debe pillarnos desprevenidos. Recordemos el caso de abogado que pedía desde la televisión que se violara como un deber patriótico a las mujeres que vestían vaqueros rasgados. No debemos desconectar aquel caso de esto. Reflejan que por mucho que se condene, es la mentalidad existente en muchos sectores mayoritarios de la sociedad, como han reflejado las redes sociales ante el acosador. Recordemos que a la mujer no solo se le atacó, sino que se le quitaron fotos de su muro de Facebook para hacer ver que vestía impropiamente.
La condena de Al-Azhar deja fuera, al menos oficialmente, la excusa de la vestimenta cuando se responsabiliza a las mujeres de las agresiones. Podríamos traer aquí muchos casos públicos en los que se ha invocado la vestimenta de las mujeres para juzgarlas, empezando por el propio parlamento egipcio, cuyos diputados recibieron a sus compañeras de escaño diciéndoles cómo debían vestir. O el caso reciente de la profesora Mona Prince, despedida por haber bailado en la terraza de su casa o haber estado en una playa y tener fotografías bañándose, algo que, según su antigua universidad, es incompatible con el cargo y dignidad de una profesora. Los casos son múltiples y constantes, por lo que la condena de Al-Azhar, aunque en la práctica no servirá de mucho, deja al menos clara la situación.

La sociedad piadosa considerará que es un signo de decadencia de la Universidad, que también aprovecha para un cierto lavado de cara, después que trasciendan periódicamente críticas a sus programas y enseñanzas, ancladas en el pasado o vinculada con corrientes salafistas.
Este caso muestra la situación de las mujeres y el deseo institucional de enfrentarse a la mala imagen producida por la falta de contundencia ante el acoso. Los titulares tras la fiesta del Ramadán, del Eid, eran que no se había producido ningún caso de acoso. La realidad es otra. No es lo mismo que no haya denuncias o que no prosperen a que no haya acoso en el momento en el que más se produce en el año.
El caso de la joven ha dejado claro que una parte de la sociedad egipcia sigue anclada en un estado retrógrado en cuanto a las mujeres y sus movimientos en la sociedad. El escrito de Al-Azhar condena, desde dentro del pensamiento islámico, estas prácticas sociales que responden a un espíritu de violencia patriarcal que busca mantener a las mujeres encerradas, que disfraza de chistes el acoso y ríe con los acosadores a través de un coro social que sanciona a las víctimas.


Queda por ver ese aspecto de la condena a los medios como inductores, que —sabiendo el funcionamiento del sistemaؙ— puede traducirse en una nueva forma de "moralidad" impuesta que acaba en censuras. Los medios que acosan a las propias mujeres, que las responsabilizan por los ataques de los hombres se identifican fácilmente porque lo hacen a cara descubierta, predicando desde las tertulias y los monólogos de sus presentadores, convertido en jueces morales.
También habrá que ver en que queda el gesto. No creo que tenga mucha trascendencia en la realidad, en términos de reducir el enorme acoso. Los que lo hacen saben sobradamente qué hacen. Pero está bien que haya condenas desde las instituciones y que no se deje en mano de los islamistas moldear la base social. La trascendencia del caso y su visibilidad polémica ha hecho que ya no sea el silencio la vía.
El tercer caso tiene trascendencia en otro sentido: el enfrentamiento del futbolista Mo Salah contra su federación deportiva. Este caso tiene más cobertura que los otros dos juntos, dado las pasiones que levanta y el escozor que todavía se mantiene por el papel de Egipto en el Mundial de Rusia.


El enfrentamiento está haciendo salir el comportamiento característico de las instituciones burocráticas egipcias, en donde los directivos se creen con un poder absoluto de hacer y deshacer. Pero la figura de Salah, contra la que arremetieron, es la más prestigiosa en estos momentos en Egipto, representa el sueño del orgullo y del éxito nacional, algo que se les escapa por los agujeros de la realidad.
Recordemos la odisea de Salah antes, durante y después del Mundial, con una Federación tratando de usar su imagen sin el consentimiento de los patrocinadores del jugador, una situación común en todas las grandes estrellas que tienen sus propios compromisos de imagen. Los enfrentamientos por los desaires al jugador comenzaron mucho antes del campeonato.
Tras la debacle de la competición, con Egipto perdiendo todos los partidos, se habló de que el jugador abandonaría la selección. Pero todavía colean los escándalos, con el filtrado de fotos, de informaciones sobre cómo viajaron, de cómo les llevaron al mismo hotel un cargamento de "famosos" para promocionarse, que les molestaron en la concentración. Tras el caso de la manipulación del líder checheno, un dictador bajo terribles sospechas de violencia personal, con el que le hicieron fotografiarse y aceptar una nacionalidad honorífica de sus manos, las responsabilidades siguen pidiéndose en cada nueva noticia sobre lo ocurrido.
El gran error, de nuevo, cometido esta vez por la federación, ha sido recurrir a la vieja estrategia, la que se usa habitualmente, acusar a Mo Salah de dañar la imagen de Egipto. No deja de ser curioso que se acuse de ello a la personalidad que más ha hecho por la imagen internacional. Pero es la estrategia de los que quieren silenciar las críticas y seguir haciendo lo que quieren con total impunidad. Esta táctica, todo hay que decirlo, no es exclusiva de la Federación Egipcia de Fútbol sino la que el Estado mismo usa ante cualquier crítica. Es un mero eco de la estrategia para acabar con las críticas.


Las peticiones de Salah y su agente han sido ignoradas por la Federación, lo que le ha hecho volver a la carga, dejando al descubierto los defectos de la administración y ha sembrado, sobre todo, el temor al desastre: que abandone el equipo nacional.
The Independent británico —las relaciones de Egipto con Reino Unido son constantes para bien y para mal— recoge este malestar del jugador por todo lo ocurrido y cierra la información con lo siguiente:

Egyptian billionaire Naguib Sawiris is leading the calls for members of the Egyptian board to resign over Salah’s treatment. “Treating an Egyptian figure like Mohamed Salah who raised his country’s name in an unprecedented way should not have been like that. Resign and relieve us after the abject failure,” Sawiris tweeted.***


Ir contra Mo Salah es una especie de suicidio político. La Federación se encuentra en la picota porque sin unos resultados exitosos que compensen los traumas nacionales, como se había planteado, salen a la luz todas las cosas raras hechas por sus directivos. Egipto es especialmente sensible al fútbol y ya tiene bastante con tener cerrados sus estadios al público desde hace varios años por la violencia, como para ahora asistir a un ataque contra Salah, al que consideran un héroe nacional.
El enfrentamiento con el jugador obligará a intervenir en la Federación, algo con lo que contarán con el beneplácito social. E régimen no se puede permitir perder la baza de Salah. Sería una enorme ironía que el deleznable líder checheno fuera el único en sacarle provecho político al éxito de Mo Salah.
Los tres casos son distintos, pero muestran un cierto estado de tensión. El acoso sexual, la crisis del turismo y la del fútbol son tres aspectos de la vida cotidiana que se entienden bien por todos. El silencio ante los problemas planteados por Salah es un silencio muy egipcio, como lo ha sido la respuesta acusándolo injustamente de "perjudicar" al país con sus quejas. Al-Azhar ha roto su silencio, aunque no sirva de demasiado y los acosadores egipcios, que son muchos, no vayan a sentirse iluminados, pero algo es algo. Igual que ocurre con las promesas a la empresa Tomas Cook sobre lo ocurrido con los turistas en el hotel del Mar Rojo.
Los tres casos están abiertos y producen conflictos y malestar. De su capacidad de resolver dos de ellos dependerá la imagen deteriorada del régimen. En cuanto a Al-Azhar, es  positiva la condena del acoso, pero está por ver la reacción y el efecto social; es mucho lo que hay que corregir y no está clara la forma de hacerlo.



* "Egypt's PM Madbouly discusses tragic death of two British tourists with Thomas Cook CEO: Minister of tourism" Ahram Online 30/08/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/310577/Egypt/Politics-/Egypts-PM-Madbouly-discusses-tragic-death-of-two-B.aspx
** "Sexual Harassment ‘Haram’ and Unrelated to Clothing: Al-Azhar" Egyptian Streets 28/08/2018 https://egyptianstreets.com/2018/08/28/harassment-haram-and-unrelated-to-clothing-al-azhar/
*** "Mohamed Salah reignites long standing row with Egyptian Football Association after having complaints ‘ignored’" The Independent 29/08/2018 https://www.independent.co.uk/sport/football/international/mohamed-salah-tweet-egypt-fa-liverpool-latest-news-a8509846.html

jueves, 30 de agosto de 2018

Fantasías o el salto al vacío

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Una de las cosas más peligrosas en la política es el exceso de imaginación. Por definición, la política debe ser realista en lo posible. No se debe confundir el idealismo o los principios, incluso la utopía, con el exceso de imaginación. Cuando la imaginación se desborda y pierde el sentido de la realidad, comienza la fantasía. Y esta sí que es muy peligrosa.
Los británicos fueron llevados al Brexit con una mezcla de mentiras y fantasías. Se lanzaron hacia algo que les gustó escuchar, pero que no tenía muchos visos de hacerse realidad. No digo que no tuvieran razón en nada, pero sí que también forma parte de la política tratar de mejorar la situación en cada momento.

Los británicos que tenían algo, su pertenencia a Europa, en donde podían decidir, negociar, tratar, vetar, ser oídos y escuchar, etc. se encuentran con que ahora van con sus fantasías a una mesa de negociación donde los que antes eran sus socios les muestran la peor cara posible desde su propia perspectiva. Allí donde antes eran fuertes y podían dar golpes de efecto sobre la mesa e incluso empecinarse para salirse con la suya, como hicieron en muchas ocasiones, ahora tienen que aguantar lo que les digan porque han abandonado todo privilegio. Ya no son del "club", palabra inglesa, por cierto, que procede del germánico "kluuba", nos dicen. Es sorprendente que con el sentido tan "exclusivo" que tienen los clubes británicos, no hayan entendido que significa irse del club europeo.
Hoy los británicos están divididos, muy divididos; muchos de ellos porque comprendieron inmediatamente que habían sido engañados. Otros, más sinceros, reconocieron se habían autoengañado, el más peligroso de todos los engaños. Han conseguido crear auténticos europeístas en su seno. Como se vio en su momento, los jóvenes eran mayoritariamente europeístas, pero en la envejecida Gran Bretaña es país para viejos. Los viejos tienden a ser temerosos de su futuro, fáciles de asustar. Se juega con el valor de sus ahorros, con su salud, con las pensiones. Tienen el miedo del que sabe que ya no tiene la posibilidad de defenderse con demasiadas armas. Sabe que los demás le miran como un coste, como una carga. Los jóvenes, en cambio, piden oportunidades, espacio para hacer más cosas. Tienen el mundo delante y tiempo para hacerse con él. Por eso ellos querían más terreno, más Europa, más posibilidades para encontrar lo que en tu espacio te niegan.


Los británicos se encuentran ahora con que sus propuestas tienen que pasar de la fantasía a la realidad. Sus pretensiones de salir de la Unión Europa y seguir manteniendo los mismos derechos que cuando estaban dentro es absurda, políticamente absurda. La alegría con la que pensaban que la "opresora" y "antidemocrática" Europa iba a ceder se convierte en amarga constatación del error cometido. Los partidarios de quedarse (como Britain for Europe) han convocado una marcha en octubre para reclamar tener el voto final de lo que se haga, según los acuerdos. 
Uno de los aspectos más sorprendentes del Brexit fue que los resultados antieuropeístas fueron mayores en aquellos lugares en los que más se beneficiaban de ayudas o más provecho le sacaban a su pertenencia europea. Los más proclives a Europa, como Londres o Escocia, se verán muy perjudicados; no hablemos ya del grave problema de Irlanda del Norte, en donde se elevará de nuevo una frontera con Irlanda, al ser límite de Europa. Londres se había convertido, gracias a sus privilegios con la libra, en un lugar de concentración de negocios y capitales que ofrecía la ventaja de acceder a la Unión y tener la Commonwealth. Quizá hayan sido los británicos los más favorecidos en la Unión. Y eso se les ha acabado. Se lo han dejado claro en cada reunión. No se puede sentar el precedente de que estar fuera es lo mismo que estar dentro, pero con más privilegios y sin apenas compromisos. No.


En Euronews se sigue con interés los pasos en el proceso de desencuentros entre unos y otros:
Pieter Cleppe, Jefe del centro de estudios "Open Europe” en Bruselas, ha explicado a Euronews los posibles escenarios ante esta falta de acuerdo. "Bueno, no hay ningún acuerdo, lo que significa que no hay ningún acuerdo en absoluto, y no hay ninguna luz de acuerdo, por lo que ambas partes tratarían de llegar a un acuerdo, para asegurarse de que los aviones puedan seguir volando, por ejemplo, mediante acuerdos multilaterales sobre este tema”, ha apuntado.
Cleppe ha considerado que “habrá un trato simplemente porque las consecuencias de ningún trato son demasiado grandes. Tal vez se pierda un punto, un punto y dos millones de puestos de trabajo en la UE 27 como resultado de la falta de acuerdo y medio millón en el Reino Unido. Así que nadie quiere eso”.
[...]
"La recuperación de la política comercial británica permitirá al Reino Unido abrir más el comercio y, en última instancia, esto también es bueno para la UE. Pero creo que pasará mucho tiempo antes de que podamos tener un juicio adecuado sobre si Brexit fue algo bueno o no", ha explicado Cleppe.*


Todos hablan del Brexit como un mandato divino, aunque ya nadie habla de ventajas. Solo se habla de lo que se pueda conseguir en una mesa de negociaciones donde lo que está sobre ella es mucho más que las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea. Lo que salga de allí afecta a la totalidad de la Unión más allá de lo económico o administrativo.
Si Reino Unido consigue lo que quiere, se habrá dinamitado la Unión. Será un camino para la demagogia en aquellos lugares en donde está creciendo. La pertenencia a la Unión no será algo que se da por hecho, sino la constante tentación de prometer futuros fantásticos.
La idea de que tiene que haber algún tipo de acuerdo porque no puede dejar de haberlo es una casi tautología interesante. Es el factor tiempo el que impide que se prolongue —como ocurriría— hasta el infinito, creando una situación kafkiana, literalmente. Si no hubiera fecha, la situación menos mala sería seguir negociando toda la vida, que sería una forma tácita de reconocer que ha sido un error. Pero hay fechas.
La Unión Europea se enfrenta a grandes desafíos en muchos puntos. Forma parte de su naturaleza. Son muchos países y muchos casos que hay que compaginar, pero ahí está el reto. Y el ejemplo.


No ha pasado tanto tiempo desde la II Guerra Mundial. La Unión Europea está compuesta por países que lucharon en bandos opuestos, que tenían una larga historia de enfrentamientos y divisiones. El resurgir de los nacionalismos, los populismos, los secesionismos, etc. no son una fantasía, sino un siniestro fantasma del pasado que hay que evitar que se engalane demasiado y use su retórica seductora en los momentos de crisis.
Pasará mucho tiempo, dice el experto de la Unión, antes de que podamos saber si el Brexit ha sido bueno o malo. Pero, ¿en qué términos se mide eso? Nos fiamos demasiado de los números... y no todo se mide así. De hecho, en pocos campos es tan fácil crear fantasías como en la economía.



* "El escenario de un Brexit sin acuerdo, cada vez más "real"" Euronews 22/08/2018 22/08/2018 http://es.euronews.com/2018/08/22/el-escenario-de-un-brexit-sin-acuerdo-cada-vez-mas-real-

miércoles, 29 de agosto de 2018

Trump contra el algoritmo o el recurso al pataleo


Joaquín Mª Aguirre (UM)
Es indudable que Donald Trump está perdiendo los nervios. Lo que cada uno considere qué quiere decir esto, con qué frecuencia lo hace o si es su estado normal es algo que variará en función de cómo percibamos su estado de normalidad. Lo más probable es que se le estén acabando los recursos, aunque nadie apostaría por ello.
La expresión "esta vez ha ido muy lejos" se lleva empleando con él desde el principio de su lanzamiento a la política, por lo que tampoco es de recibo considerar que se halla en un límite, sino que bate su propio récord con frecuencia. La expresión "recurso al pataleo", que usamos como titular hoy, no significa que no le queden más, recurso, porque el pataleo también forma parte de su "normalidad".
Una vez declarada la prensa el "enemigo del pueblo" norteamericano, el siguiente paso es tratar de descalificar a los lectores de aquellos medios que no le son proclives. Era el paso lógico en este proceso de deterioro sin límite al que está sometiendo a la democracia norteamericana.
El diario El País nos informa del nuevo paso dado por el presidente:

Donald Trump vuelve a cargar contra las empresas de Internet. El presidente ha acusado esta vez a Google, la compañía más poderosa de la Red, de censurar en las búsquedas de información que realizan sus usuarios el contenido de medios conservadores. Larry Kudlow, el principal consejero económico del presidente, ha adelantado que la Casa Blanca va a “investigar” si las búsquedas deben regularse. "Lo resolveremos", auguró el mandatario republicano, que cuestionó la legalidad del motor de búsqueda de la compañía.
Trump acusa a Google de “manipular” los resultados para mostrar las historias “malas”” cuando los usuarios buscan noticias utilizando su nombre. En su lugar, añade, muestran solo la visión sesgada de los “medios de noticias falsas” citando en concreto la “fraudulenta CNN”. “A los medios republicanos/conservadores y justos los dejan fuera”, afirma en un doble mensaje que cierra preguntándose si esta práctica es “ilegal”.
“El 96% de los resultados de noticias de Trump son de medios nacionales de izquierdas”, insiste el presidente, al tiempo que tilda a los mismos de “muy peligrosos”. Google no es la única tecnológica a la que Trump acusa de “reprimir las voces de los conservadores” ocultando información y noticias, que en sus palabras, “son buenas”. “Están controlando lo que podemos y no podemos ver”, afirma. Después, en un evento con el jefe de la FIFA, amplió el ataque con un "tener cuidado, estáis pisando un territorio muy, muy peligroso".*


El hombre que ha sido condenado prácticamente por todo el país tras negarse a cumplir la tradición de mantener la bandera de la Casa Blanca a media asta tras la muerte de John McCain, que ha sido calificado de "mezquino" por una asociación nacional como la Legión de Honor por ello, se queja de tener mala prensa y que los resultados de los motores de búsqueda saquen las noticias "negativas" y no las que él considera "positivas".
Es el mismo hombre que acaba de hacer catastrofismo puro en una entrevista con Fox News señalando que llegará el apocalipsis si no sigue en la Casa Blanca. Es el presidente al que se recibe con manifestaciones en las calles londinenses y silencio discreto en las alturas palaciegas.


Acusar a las empresas tecnológicas de una conspiración para "ocultar sus logros", por decirlo así, es una muestra más de la manipulación de la realidad que Trump realiza para crear un mundo distorsionado en el que todo es motivo de duda, de cuestionamiento.
El "presidente-sol" necesita que el mundo gire a su alrededor porque considera que es el orden natural del universo. Él es el centro, el ser bajo los focos constantemente. El problema es que el mundo no comparte sus mismos criterios de valoración sobre lo que hace, dice o insinúa.


Hay otro factor: la amenaza directa a las empresas. ¿En qué puede consistir esa "amenaza" contra unos algoritmos? La tesis general de Trump es la de la conspiración. Su estrategia a lo que ocurrirá en unas semanas, en las elecciones de otro, es dar la vuelta a las acusaciones que se han hecho contra él en este tiempo. Si le había acusado de buscar ayuda en los rusos, Wikipedia y demás fuentes de información o desinformación para conseguir llegar a la Casa Blanca, si se le había acusado de sembrar acusaciones sin fundamento contra sus rivales, ahora él es quien sigue el mismo proceso.
Ha invocado a los rusos como parte de una conspiración con los demócratas para hacer perder las elecciones a los republicanos. Las "fake news" no viene ahora de las web de la extrema derecha, de los integristas religiosos, de los racistas del KKK, etc. sino de las grandes empresas tecnológicas, de las "prensa canalla de izquierdas", de The New York Times, de The Washington Post, de la odiada CNN. Solo cambian las fuentes, pero la estrategia es hacer lo mismo que él piensa que han hecho con él.


El ataque conjunto contra los medios opuestos a sus políticas y a las tecnológicas que les dan visibilidad es un intento desesperado de reducir la influencia de lo que es imparable: el sentimiento de rechazo de muchas de sus políticas. Defender las acciones de Trump no es fácil. Los mismos que le han apoyado van saliendo de la Casa Blanca en un trasiego insólito en una presidencia. Inmediatamente se convierten en objeto de las iras presidenciales.
Han sido tres los portavoces presidenciales en la Casa Blanca hasta el momento. Es un trasiego insólito que muestra que las relaciones no son solo conflictivas con los medios sino principalmente con Trump.


El ataque a las grandes tecnológicas no es más que otra maniobra de distracción de lo que es la pérdida de crédito político. Son como martillazos en la superficie acementada de su mandato. Poco a poco se va resquebrajando. Lo más peligroso está por llegar. Es difícil que estas pataletas lleguen a algo, pero puede buscar otras maniobras de distracción que cuesten caras a todos.
Conforme ha ido pasando el tiempo y las acciones de Trump van teniendo efectos, las críticas crecen. Como la forma de responder es generar nuevos conflictos, la espiral continúa creciendo. La respuesta de Trump va siendo cada vez más limitada ya que muchos de sus objetivos no se cumplen, como el muro que quería construir, o el Obamacare que quería destruir. Cuando se acerca el momento de las urnas, Trump quien lleva insultando y descalificando a los medios desarrolla un victimismo amenazante. Es probable que ya sea tarde.
Como cualquier otra personalidad dictadorial —Trump es un dictador, aunque los Estados Unidos no sea una dictadura—, cuando la prensa no le aplaude se convierte en enemiga. Ahora amenaza a las compañías cuyos algoritmos no le son favorables. ¡Malditas máquinas!


* Sandro Pozzi "La Casa Blanca investigará las búsquedas de Google tras las críticas de Trump" El País 29/08/2018 https://elpais.com/internacional/2018/08/28/actualidad/1535471155_209661.html



martes, 28 de agosto de 2018

La batalla por la bandera

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los medios de todo el mundo han dado una respetuosa despedida a John McCain, el senador fallecido hace unos días. Hasta en Vietnam, que bombardeó como piloto de combate durante la guerra, donde estuvo cinco años prisionero, se le ha reconocido el mérito de ser una de las personas que más hizo por la normalización de las relaciones desde el mundo político.
La CNN le dedica una pieza especial sobre su sentido del humor, recogiendo imágenes de sus participaciones en Saturday Night Live, de sus chistes en las cenas políticas, de sus bromas con reporteros. John McCain ha sido una persona a la que se ha despedido con respeto.
Todos menos Donald Trump.
La incapacidad de Trump de asumir que ser presidente de los Estados Unidos conlleva una serie de servidumbres o deberes, una función institucional, le ha llevado una vez más a quedar en evidencia como el gran ególatra resentido con todo lo que se le enfrenta o critica en lo político o en lo personal.
La revista Time recoge el historial de enfrentamientos entre ambos y señala el comienzo de los desprecios de Trump a McCain:

The bad blood between the two men appears to have started as early as 1999, when Trump was asked about various candidates running for the Republican nomination in a “60 Minutes” interview.
“He was captured … Does being captured make you a hero? I don’t know. I’m not sure,” he said.*


El niño rico que ha sido toda su vida Trump era incapaz de reconocer el mérito de la supervivencia. Lógico en alguien que lo ha tenido todo en su vida y todo regalado.
La cuestión volvió en julio de 2015 durante la campaña para la presidencia cuando Trump se burló de McCain diciendo de nuevo que él no lo consideraba un héroe porque hubiera sido capturado por las tropas del Vietcong ni estado prisionero durante cinco años. Trump, con su falta de estilo habitual, se iba deshaciendo de sus rivales republicanos a base de insultos e insinuaciones.


El insulto final, que de nuevo se vuelve contra Trump, ha consistido en impedir una tradición, la de mantener la bandera a media asta mientras no se ha producido el entierro del senador fallecido.
The Washington Post titula "Trump turns McCain’s death into another political firestorm about Trump" resaltando la nueva división creada por el mal estilo del presidente:

It’s the standard Washington protocol — a member of Congress dies, and the flags over official buildings are flown at half-staff. That’s what happened when John McCain died Saturday.
But first thing Monday morning, the flag over the White House was back at full-staff, and a barrage of bitter criticism soon followed, with detractors — including the American Legion — interpreting the fleeting tribute as a sign of President Trump’s pettiness.
He had refused to utter McCain’s name earlier this month when signing the defense policy bill named for the senator. He had rejected staff suggestions over the weekend that he issue a statement upon McCain’s death. And now he was refusing to follow a tradition of leaving the flag at half-staff until interment.
Then, suddenly, the flag was back at half-staff Monday afternoon, and the president issued a statement offering “respect” for McCain.
By day’s end, it had become clear that in his stubborn defiance of protocol, the president had single-handedly turned the death of McCain into yet another political firestorm that was all about Trump.
“It’s all a self-inflicted wound, especially the flag,” said Ari Fleischer, who worked as White House press secretary under President George W. Bush. “The ceremonial things, the traditional things that keep a lot of people together — even if you have policy or personal disagreements, you have to know where to draw that line.”
Trump, Fleisher added, “too often draws that line in a way that hurts himself because he thinks he is hurting others.”**


La incapacidad de entender lo institucional frente a lo personal es un signo de la personalidad arrogante y enfermiza, infantiloide, de Trump. El calificativo de "mezquino" que le han aplicado desde la Legión de Honor es bastante claro; en una palabra se resume su personalidad.
La lucha por que la bandera descendiera de nuevo ha debido de ser épica. Convencer a Trump de que "debe" hacer algo no es una tarea fácil y más si es el resentimiento hacia una personalidad como la de McCain, que se ha crecido al plantarle cara.
En Time, el historial de enfrentamientos se cierra con unas palabras de McCain:

[McCain] said he and the president had notable differences, “Different upbringing. Different life experiences,” he said.
“He is in the business of making money and he has been successful both in television as well as Miss America and others,” he said. “I was raised in a military family.”
He continued: “I was raised in the concept and belief that duty, honor, country is the lodestar for the behavior that we have to exhibit every single day.”*

Las diferencias vitales son demasiado amplias como para establecer algún tipo de sintonía. El sentido de un militar, crecido en familia de militares, está en el otro extremo de lo que Trump supone, la frivolidad y la irresponsabilidad. Nadie duda de las diferencias entre el patriotismo de McCain y el "America First!" de Trump. Es la diferencia entre el que ha vivido su país desde los sacrificios personales a los que le llevó la guerra y el creador de espectáculo y teórico de eslóganes.


Una de las primeras aventuras de Trump en la Casa Blanca fue la aprobación de un "raid" en Yemen, mal preparado y que costó la vida a "Navy Seals", Ryan Owens.*** Trump lo manipuló para evitar las fuertes críticas invitando a la familia de los fallecidos a su discurso ante las cámaras de representantes. Fue una astuta jugada para ocultar la improvisación de la operación. Las imágenes de la viuda entre el público invitado le sirvió a Trump para hacer su discurso "patriótico". El padre del seal muerto no se dejó seducir por las palabras de Trump  denunció la chapuza de operación realizada a toda prisa para que Trump pudiera alardear de ella. Posteriormente, se revelaron los detalles de cómo la hija de Trump junto con personal de la Casa Blanca se había presentado en casa de la viuda para convencerla de que asistiera. Una operación de imagen para evitar lo que finalmente no pudo. El padre del seal muerto cuestionó que aquello se pudiera llamar un "éxito", pero Trump supo manipularlo adecuadamente: criticar la operación era criticar a los héroes caídos.


Es fácil imaginarse lo que este episodio pudo representar para un militar como McCain. La puesta en marcha de una operación para sentirse "comandante en jefe" es lo suficientemente repugnante, pero Trump sigue en su línea patriótica.
McCain ha sido un veterano que encontró parte de su sentido político en el final de su vida en plantar cara a Donald Trump en diferentes cuestiones, para irritación del presidente. Eso ha hecho que su postura fuera valorada por unos y criticada por otros. El tiempo le ha dado la razón y no creo que se la quite.
Algunos analistas consideran que los republicanos han perdido una batalla ética al seguir el camino de Trump y abandonar las virtudes de coherencia y honestidad que representaba McCain. El mundo es complicado y Trump ha sabido fascinar a muchos con su mezcla de agresividad y éxito, de osadía e ignorancia. 
La bajada y subida de bandera de la Casa Blanca revela mucho del carácter de Trump. No creo que nadie se atreviera a subir de nuevo la bandera sin una orden directa de Trump. Una parte importante del afecto que se le muestra hoy a McCain obedece al sentimiento de compensación por los insultos y desaires de Trump. Finalmente, la Casa Blanca ha emitido una nota de condolencia a la familia. Nadie duda que haya sido una batalla titánica cuya derrota Trump no olvidará jamás.




** "Trump turns McCain’s death into another political firestorm about Trump" The Washington Post 27/08/2018 https://www.washingtonpost.com/politics/trump-turns-mccains-death-into-another-political-firestorm-about-trump/2018/08/27/fd1ece86-aa36-11e8-8a0c-70b618c98d3c_story.html?utm_term=.74dca3c4cb86
*** "How the Trump Team's First Military Raid in Yemen Went Wrong" NBCNews 2/10/2017  https://www.nbcnews.com/news/us-news/how-trump-team-s-first-military-raid-went-wrong-n806246


lunes, 27 de agosto de 2018

Los muros que nos encierran

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Una de los elementos más preocupantes de la actual situación de la política mundial es el radicalismo creciente. Las causas pueden ser muy diferentes y complejas —políticas, religiosas, económicas...—, pero los resultados, el enfrentamiento social, es el mismo, con el crecimiento de la inestabilidad, los enfrentamientos y el malestar general como efectos más visibles. Hoy no nos sentimos a gusto en nuestros entornos, en los que percibimos constantemente una violencia, latente o manifiesta, —con explosiones de grupos o de individuos—, una falta de diálogo, una constante revisión buscando en el pasado causas de enfrentamiento, etc.
Los problemas se suceden unos a otros y la gente pierde la esperanza de que se puedan solucionar. Solo se cambia de problema para poder seguir manteniendo tensiones y discursos. Para ello se recurre al futuro apocalíptico o al pasado tenebroso. Todo vale para actuar en el presente. Esa crispación constante es el resultado de llevarnos hacia la ira, la indignación como estado receptivo y energía constante.
La política populista, ya generalizada, se hace distrayendo con este tipo de acciones que arrastran pasiones contra otros, a los que se estigmatiza. Estos pueden ser inmigrantes, miembros de otra religión, partido político o etnia, etc. hacia los que se dirigen los problemas.


Un vídeo de la BBC trata sobre el descontento de los iraníes*, de su falta de esperanza en el futuro. Se ha confeccionado con llamadas desde Irán, personas explicando el malestar. Cada que tenemos, explican, el responsable es el "enemigo", ya sea la subida de los precios, las carencias de productos, la lluvia, las manifestaciones, etc. Siempre hay un "enemigo" al que responsabilizar. La carencia de forma de ese "enemigo" hace que la idea sea ajustable a las situaciones variadas.
Cuando hablamos de Egipto, es frecuente que hablemos de si propio "enemigo", un conglomerado que oscila entre unos conspiradores indefinidos, los Hermanos Musulmanes y unos países, entre los que se encuentran Qatar, Turquía, Irán y en muchas ocasiones, los Estados Unidos, su principal financiador militar y económico. El gobierno responsabiliza a ese "enemigo" de cualquier cosa y todos los que se le oponen o critican forman parte del enemigo global.


Los Estados Unidos de Donald Trump tiene también sus propios enemigos. Los hay exteriores recurrentes (China, Rusia, Corea, Irán...), circunstanciales (Turquía, la Unión Europea, México, Canadá...) y los hay interiores, mayormente los demócratas, las feministas y, gran honor, la prensa, declarada oficialmente "enemiga del pueblo" por el presidente. A su vez, están los enemigos internos históricos, es decir, los presidentes anteriores, responsable de que todo esté mal y excusa para cambiarlo todo (ObamaCare) o renegociar los tratados (comerciales, cambio climático, Irán, la OTAN...).
Todo esto hace que crezca la inseguridad en los países. Se enfrentan a enemigos reales o imaginarios, los que existen en la realidad y los que se vocean desde los exaltados discursos políticos o los titulares llamativos de la prensa. Los medios más serios se han contagiado del sensacionalismo del enemigo. Saben que los lectores, las audiencias, se sienten atraídas por el miedo y la inseguridad. La publicidad misma juega con el miedo a los enemigos buscando atraer a sus clientes y consumidores.
Todo ello va en detrimento de la convivencia y de la democracia misma, la mejor herramienta para la convivencia que hemos inventado. Si el diálogo es la forma de reducir tensiones, de aproximarse y entender al otro, lo que se está fomentando va en la dirección contraria. Los asesores de comunicación de los políticos endurecen sus discursos para fomentar el enfrentamiento radicalizando las posturas.


En Europa y en Estados Unidos esto ha traído unos gobernantes broncos, insultantes y que tienen a gala no hacer uso de lo "políticamente correcto", según afirman en cada intervención. Ellos dicen la "verdad" al pueblo porque son el "pueblo". Y el pueblo les valora porque hacen suyas sus peores instintos. Lejos de civilizar, son ejemplos de intransigencia. Trump es la culminación de este estilo que vemos repetirse en muchos lugares.
Creo que es interesante releer el texto ·Retóricas de la intransigencia", obra de Albert Hirschman, escrito en 1991, es decir, tras la caída del muro de Berlín. Hirschman plantea en esos momentos de euforia de la democracia frente al bloque soviético, el enemigo, los peligros que se avecinan:

La inquietante experiencia de verse excluido, no sólo de las opiniones sino de toda la experiencia vital de un gran número de nuestros contemporáneos, es en efecto característica de las sociedades democráticas modernas. En estos días de celebración universal del modelo democrático puede parecer mezquino explayarse en las deficiencias del funcionamiento de las democracias occidentales. Pero es precisamente el derrumbe espectacular y regocijante de ciertos muros lo que llama la atención respecto a los que siguen intactos o a las brechas que se profundizan. Hay uno entre ellos que puede encontrarse a menudo en las democracias más avanzadas: la sistemática falta de comunicación entre grupos de ciudadanos, como liberales y conservadores, progresistas y reaccionarios. La consecuente separación mutua entre esos grandes grupos me parece más preocupante que el aislamiento de individuos anómicos en la "sociedad de masas" al que tanto bombo han dado los sociólogos.
Curiosamente, la estabilidad misma y el funcionamiento adecuado de una sociedad democrática depende de que sus ciudadanos se organicen en unos pocos grupos importantes (idealmente dos), definidos de manera clara, que sostengan opiniones diferentes en cuestiones centrales de política. Puede suceder que esos grupos se amurallen unos frente a otros; en este sentido, la democracia genera de modo continuo sus propios muros. Como el proceso se alimenta de sí mismo, cada grupo, en algún momento, se preguntará a propósito del otro, con asombro y a veces con mutua aversión: "¿cómo han llegado a ser así?". 6-7



Es difícil describir mejor la situación actual de los Estados Unidos, con "muro" incluido. Mientras se investiga la participación rusa en las elecciones norteamericanas y el grado de conocimiento de los implicados, la barrera se establece esta vez dentro del país, en donde se han elevado todo tipo de muros invisibles: lenguas, razas, ideas, religiones... Todo es ahora división. Los enemigos que preocupan ahora se encuentran en casa. Es lo que advierte Trump, incluso ha llegado a señalar que los rusos podrían estar ayudando a los demócratas para alejarle de la casa Blanca. Es difícil mayor ejercicio de cinismo y desvergüenza. Pero todo vale en este planteamiento del miedo y el recelo; todo vale para dividir.
The Guardian

La división social es muy rentable pues suele crear unos vínculos de no retorno., es decir, una integración absoluta en el bando al que se pertenece. El vínculo que se crea es difícil de romper incluso (o especialmente) para los propios sujetos, que pierden la capacidad crítica y son arrastrados hacia ese punto. Una vez allí, se puede creer cualquier cosa con solo ser insinuada por parte de los líderes o del grupo mismo que busca reforzarse con esos sentimientos dobles, positivos y acríticos hacia el liderazgo, y negativos para los que queden estigmatizados dentro del concepto de "enemigos".
La obra de Hirschman, que ya contemplaba la división entonces de los norteamericanos y el ascenso de la intransigencia como peligro para las democracias, merece ser leída y tomada como base para el análisis de la situación actual.
Las dictaduras han usado siempre el miedo para justificarse; la situación de las democracias es la preocupante. Si unas y otras actúan de la misma manera, levantando muros y dividiendo a la sociedad, ¿qué esperanza queda? Si el fin del gobiernos es solo mantener el poder y no la convivencia en el tiempo, reducir discrepancias y una política de convergencia, ¿hacia dónde nos lleva?

Hirschman tuvo que huir de su Alemana natal en 1931 por la llegada de Hitler al poder. Se alistó en las Brigadas Internacionales para luchar en España, otro ejemplo de intransigencia. Acabó siendo un especialista en Economía Política, con especial dedicación a Latinoamérica. Se alejo de los meros números para intentar comprender el comportamiento desde la psicología y la sociología, por lo que comprendió que lo que leemos en el papel se da antes o después en la vida. Inventamos al enemigo y salimos a buscarlo. Al final lo encontramos. Por esos los juegos en los discursos son tan peligrosos. Como si de un hechizo se tratara, el enemigo se acaba manifestando.
Los muros que levantamos por el mundo tienen sus consecuencias psicológicas. Las tuvieron en Alemania y las tendrán allí donde se levante con miedo, con odio o con las dos cosas. Los muros visibles son solo una parte. Lo peor son los invisibles porque sus ladrillos son de miedos y odios. Esos muros ya no son tan fáciles de derribar.


* "Iran gripped by despair as country faces economic turmoil, drought" BBC 27/08/2019 https://www.bbc.com/news/av/world-middle-east-45301533/iran-gripped-by-despair-as-country-faces-economic-turmoil-drought
** Albert Hirschman (1991). Retóricas de la intransigencia. FCE.

domingo, 26 de agosto de 2018

La sanción social

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El asesinato a puñaladas de un hombre que defendía a su esposa de un acosador en la playa de Alejandría le sirve a Mirna Abdulaal para ofrecernos datos de la situación egipcia de las mujeres. El incidente ocurrido es solo una parte de una situación más general producida por la falta de medidas contra el acoso. No es el único caso, se legisla sin eficacia alguna para cuestiones relacionadas con las mujeres. Es más bien una cuestión de imagen que de cambio social. No se puede luchar contra las costumbres si no se aplican con firmeza las leyes. Y eso no ocurre en estas ni en otros hechos o situaciones que afectan a las mujeres porque las mismas instituciones que deberían apoyar no lo hacen. El poder sigue siendo masculino y crea su propia "normalidad", es decir, se desarrolla según  las normas sociales y no según las leyes que se promulgan. Y esas normas dan el poder cotidiano y real de hacer dentro y fuera al varón.
Nos explica Mirna Addulaal en su artículo:

Sexual harassment became a heated topic on social media for Egyptians after a video showing a man harassing a woman in Fifth Settlement was released.
The reactions to the video shed light on the divided society of Egypt and the lack of awareness to the seriousness of the issue, as the entire situation was mocked and turned into a meme.
While there are laws to punish sexual harassment in Egypt, including a minimum of six months in prison for verbal sexual harassment, it is clear that there needs to be major cultural changes and an attempt to reeducate the public on topic.
Nevertheless, there’s hope for women looking to take legal action against harassers. Earlier this year, Rania Fahmy became the first woman from Upper Egypt to secure a court ruling against a sexual harasser, who was sentenced to three years in prison.*


El humor egipcio es un arma de doble filo. Puede ser crítico, pero las más de las veces es una forma de ejercer el poder lanzando al ridículo a las personas que denuncian o que se ven sometidas a la presión social. Es claramente un arma para intimidar a las personas. No es una cosa exclusiva, pero sí llevada al límite. Basta con echar una mirada en las redes sociales egipcias para comprender cómo funciona y cuál es su valor.
La forma de sancionar a la mujer que denunció el acoso es convertir el vídeo de denuncia en un arma contra ella. El ridículo es poderoso pues se convierte en una especie de linchamiento colectivo. La más perjudicada, pues es la más débil socialmente, es la mujer. De esta forma se crea un sentimiento de miedo ante denuncias futuras, que se lo pensarán mejor antes de denunciar.


La acosada ha usado las redes sociales, publicando lo que consideraba ingenuamente que iba a ser un movimiento de respaldo y sanción del acosador. Pero, como ya ha sucedido en Egipto en otras ocasiones, la denunciante se ve atacada por partida doble, por los hombres que quieren seguir haciéndolo y aprovechan para burlarse de ella y por el grupo de mujeres (amplio) que hace muestra de "decencia" creyendo que son siempre las mujeres las que provocan a los hombres y consideran que está justiciado. 


El artículo nos cuenta cómo han tomado fotos de su página de Facebook para criticar su forma de vestir. Esta es la estrategia de los islamistas o tradicionalistas, que consideran que es la mujer la culpable por usar el espacio público. Recordemos —lo tratamos en su momento— el caso de la mujer acosada y abofeteada en unos grandes almacenes y cómo, estando invitada a un programa de televisión a comentar el vídeo de las cámaras de seguridad que lo captaron, se le cogió el teléfono mientras estaba en el plató para extraer fotografías y "demostrar" que era ella quien había provocado con su forma de vestir al hombre. Recordemos también cómo acabó el asunto, con el ataque a la mujer cuando el hombre salió de su detención. 
Como bien señala la autora, algo falla más allá del incumplimiento de las leyes. La cuestión social es lo arraigado del acoso y la inutilidad de cualquier planteamiento que no vaya directamente a la cuestión de la costumbre por la educación y la sanción real. El acoso no puede tener respaldo. De ahí lo problemático de aquellos que consideran que no da "buena imagen" la denuncia mediática. Las diferencias entre unos medios y otros son abismales en función de la consideración del problema. Cualquier excusa es buena para mantenerlo lejos de los titulares.
Lo preocupante es que ese "humor" sarcástico, esa gracia acosadora y agresiva sobre temas y personas, sirve para anular la denuncia reduciéndola a un chiste sobre la mujer. Señala la autora del artículo:

Some people didn’t criticize the man for the sexual harassment or the woman for uploading the video. Instead, they just mocked the man’s use of English and Arabic in a sentence. “Teegy neshrab coffee?” quickly became a trending phrase in Egypt, with hundreds of comments making fun of both the man and the woman.
Even brands have capitalized on the mockery of sexual harassment. Dunkin’ Donuts in Egypt posted a photograph on Facebook alluding to the incident with the caption “Teegy neshrab coffee at DD?” (‘Let’s drink coffee at DD?’).*


Este comportamiento de desvió es muy habitual en las redes egipcias, en donde rápidamente se convierten estos mensajes en virales. De esta forma se anula la denuncia y se desvía la atención hacia la frase en sí, que se convierte en la esencia del chiste. Los que saben de este funcionamiento lo usan con profusión, pues no es más que una variante del control social, una forma más de persecución de las personas, las mujeres, que denuncian el acoso. Denunciar requiere un valor importante, pues se sabe lo que ocurrirá después. No es solo la mujer la atacada, sino que el ataque es extensivo a los que la rodean, la familia, a la que se usará como freno.


El golpe final es el dado por la marca que usa la frase recogida en el vídeo en que se invitaba a la mujer a tomar un café como parte de una campaña. La cuestión ética queda clara: se está reproduciendo la falta, convirtiendo a los públicos en cómplices, primando una situación de acoso y reforzándola como eslogan. De esta forma la mujer será queda expuesta al ridículo, se premia al acosador con la notoriedad social y se le resta el elemento delictivo, ya que el acoso lo es, por más que no se sancione.
Las redes sociales egipcias son un foco de control y de orientación del comportamiento social hacia las fórmulas normalizadas. El miedo a verse atacado hace que prevalezcan los comportamientos más agresivos, mientras que los que preconizan cambios sociales se ven obligados a intervenir a riesgo de convertirse en nuevos blancos.
Lo que se logra así es que gane el miedo a denunciar los acosos. Confundir los hechos con las denuncias suele ser bastante habitual. No es fácil denunciar cuando una parte de los acosos se producen por las personas encargadas de proteger a los ciudadanos, como muestra el trabajo realizado por varias instituciones, incluidas Naciones Unidas y la Unión Europea, sobre el acoso sexual en Egipto, estableciendo recomendaciones.


El tradicionalismo egipcio sanciona los cambios que puedan afectar al sistema patriarcal. En un interesante trabajo publicado también en estos días por Ghadeer Ahmed en Mada Masr con el título "Someone sleeping in your bed: On feminism and marriage in Egypt", se señala las circunstancias de control sobre las mujeres y lo que supone tratar de salir:

Many women have been raised in familial contexts where their mobility and sexuality are restricted. We are taught how to act “respectably,” to pay attention to our reputation, to access public spaces only temporarily and with a clear purpose, and, of course, not to have sex unless married. These restrictions have driven many of us to move out of our family homes out of a desire to experience life for ourselves, and enter the expanding ranks of the mustaqellat, or independent women, those who live neither in the home of their families nor husbands.
If we thought that by leaving our family homes we could escape respectability politics, we learn very quickly that this is not the case. When women live alone, they are perceived as “out of place,” their place being the private sphere of the home and the family. We are seen as abnormal subjects, because we are not living with our families, the source of a woman’s identification and social value. And so a woman trying to live beyond the traditional frameworks of social relationships must constantly navigate for her mobility and sexuality. She is constantly surveilled, and the primary authority over her body moves from the family and its neighborhood to the larger community, which becomes the new neighborhood.**


Quizá en estos dos párrafos se encuentra la descripción del problema de fondo: la distinción entre control interior y control exterior, con efectos diferentes, pero ambos reflejos de una misma autoridad, la que pasa de la familia propia al entorno, que castiga a quien está fuera de él.
"Vigilada" es el estado "natural" de la mujer. Lo es primero por su familia y después por su marido. Ambos dominios reflejan el ámbito doméstico. El espacio del "afuera" es el de la vigilancia agresiva cuya función social es mostrar el peligro de salir de la esfera de los controles familiares.
Señala la autora los peligros a los que se enfrenta la "mujer independiente", una contradicción en términos, cuando decide salir:

We rent apartments in working-class areas, usually with other women. Most mustaqellat experience policing by landowners, doormen and neighbors. An independent woman knows very well what it means to prove, in every step she takes outside of her apartment, that she is respectable enough to deserve safety. Our neighbors judge how respectable we are by our behavior, our clothes, who we live with, who visits us, whether or not we host male visitors, how late we get back home and the reasoning we provide for why we live away from our families.**

La comunidad es juez y verdugo. El acosador se defiende diciendo que la culpa es de la mujer por estar fuera, donde no debe. Sus leyes subyacentes son terribles y se traducen en toda una serie de acciones que conllevan según los casos el ataque físico, el descrédito o el ridículo, como ha ocurrido con los chistes y los ataques personales en el caso de la mujer que se enfrentó a su acosador. Quien denuncia es quien se ve obligada a defenderse. La comunidad no perdona.


Haber convertido la frase del acosador en parte de una campaña refleja, evidentemente, que ese déficit social es importante, que no hay una conciencia clara de cuál debe ser la respuesta social adecuada para frenar esos comportamientos. La sociedad egipcia tiene unas enormes distancias en formación y en forma de ver el mundo. Los que se pueden considerar progresistas tiene que vérselas con una sociedad altamente tradicionalista, implicando esto una forma patriarcal de la familia y del espacio público.


Las sociedades cambian cuando se potencian los ejemplos positivos. Aquí el cambio no es fácil porque se ve como un debilitamiento de su orden, el orden patriarcal que es el que da poder a la mitad de la sociedad frente al otro medio. La sanción social es la forma en que el grupo mantiene sus mecanismo a través del miedo a ser castigado. Desafiarle es arriesgarse a complicarse la vida o a algo peor. Es a las mujeres a lo que más temen porque su reivindicación de derechos abre un futuro que si esa igualdad solo puede ser reaccionario.
Muchos interpretan que el acoso es mayor tras la revolución de 2011, que llevó a las mujeres a primer término de las reivindicaciones. Se trataría de usar el acoso como un freno a las reivindicaciones de las mujeres. Recordemos que la respuesta fueron los "exámenes de virginidad" de los médicos militares realizados a las manifestantes para que sus padres se quedaran "tranquilos". También lo fueron las violaciones en grupo a mujeres que salían a las manifestaciones, hasta el nivel en que los activistas crearon cinturones de seguridad para evitar los ataques. 


Las respuestas más actuales, por ejemplo, han sido pedir exámenes de virginidad para las universidades desde el parlamento (no prosperó), pedir mayor aceptación de la mutilación genital (tampoco lo hizo) o pedir que se viole —como un deber patriótico— a las mujeres que vistan pantalones rasgados. A este último le han condenado, afortunadamente, pero no es un caso aislado.
Por eso es tan importante que se sumen apoyos, que se abra camino —un duro camino— a través de denuncias y reivindicaciones. Por eso es importante desde el exterior manifestar que tienen razón y derecho, mientras que los agresores solo tienen la fuerza de la costumbre. Es mucha, sí, por eso no hay que cejar.


* Mohamed Khairat "‘Teegy Neshrab Coffee?’ Egyptians Mock Sexual Harassment" Egyptian Streets  16/08/2018 https://egyptianstreets.com/2018/08/16/teegy-neshrab-coffee-egyptians-mock-sexual-harassment/
** Ghadeer Ahmed "Someone sleeping in your bed: On feminism and marriage in Egypt" Mada Masr 18/08/2018  https://www.madamasr.com/en/2018/08/18/feature/society/someone-sleeping-in-your-bed-on-feminism-and-marriage-in-egypt/