lunes, 8 de enero de 2018

Delicias electorales

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Dice Ahmed Shafiq, siempre un  tipo raro, que se lo ha pensado mejor y se retira de la carrera presidencial egipcia, que como ya sabemos es un trayecto de alto riesgo y empinado. Al pobre coronel que se le ocurrió presentarse, le han caído unos cuantos años de cárcel, algo que convierte en legendario. Nunca se reconocerá el valor del coronel Ahmed Qonsowa, detenido, juzgado y encarcelado por proponerse como candidato presidencial con el uniforme puesto. Hay que decir que el hombre llevaba años intentando renunciar, pero en el ejército egipcio estas cosas no se admiten así como así, sobre todo si saben que le vas a disputar el puesto al Jefe.
A Shafiq también le han pasado unas cuantas aventuras desde que en su refugio en Emiratos Árabes Unidos se le ocurrió —por lo que pudiera pasar— grabar un vídeo que quedo como "plan B" por si le pasaba algo. El vídeo quedó en manos de su hija, en su teléfono para ser más precisos. Por algún extraño principio, el vídeo acabó en la cadena Al-Jazeera, que es el enemigo que saudíes, egipcios, jordanos y emiratís han elegido. En el vídeo, Shafiq se quejaba de haber sido secuestrado por su intento de presentación. Después de varias peripecias rocambolescas, Shafiq acabó expulsado o no se sabe bien como en un Egipto que donde es sospechoso de no se sabe bien qué. Recordemos que Shafiq fue el último primer ministro de Mubarak antes de su caída y que se presentó a la presidencia frente a Morsi. Perdió y se fue. Ahora dice que no lo ve claro. Sería el único en ver algo claro allí.
La noticia de la salida de Shafiq de la carrera presidencial ha llegado hasta El Mundo, de la mano de Francisco Carrión, prácticamente el único informante de lo que ocurre por allí. Escribe Carrión:

El militar retirado -que perdió por estrecho margen ante el islamista Mohamed Mursi en las elecciones 2012- ha protagonizado la vida política egipcia desde finales del pasado noviembre, cuando anunció su intención de disputarle la presidencia a Al Sisi en una entrevista con Reuters. Poco después, las autoridades de Emiratos Árabes Unidos -que le habían proporcionado refugio desde 2012- le deportaron a El Cairo.
En una extraña entrevista telefónica, concedida a un canal de televisión local tras su regreso a Egipto, Shafik negó haber sido secuestrado o retenido por el régimen egipcio en un lujoso hotel de las afueras de El Cairo. "Todo está en orden. He podido verle y no hay ningún proceso legal abierto contra él. De momento, no puedo dar más detalles", señaló escuetamente a EL MUNDO su abogada Dina Adli. Desde entonces, no se le había visto en público. Tampoco había concedido entrevistas.
Ya entonces Shafik abrió la puerta a congelar sus aspiraciones. Una retirada confirmada este domingo que deja expedito el camino al actual presidente y ex jefe del ejército, que buscará su segundo mandato y revalidar el éxito del 96,9% de los sufragios obtenidos en la cita de 2014, ensombrecida por una amplia represión y la baja participación. Sin Shafik en la carrera, Al Sisi, de 63 años, carece de rivales serios.
De momento, el único que ha anunciado sus ambiciones de retarle en las urnas es Jaled Ali, un abogado izquierdista de 46 años que ya participó como candidato en los comicios de 2012 y que aglutina a los activistas que desalojaron del poder a Hosni Mubarak desde la plaza Tahrir de El Cairo en febrero de 2011. "El régimen puede tratar de robar el futuro de su pueblo pero nada es para siempre", deslizó el letrado en una reciente entrevista con este diario. Su único escollo es la sentencia de tres meses de cárcel por insultar a la judicatura cuyo recurso ha sido aplazado hasta marzo, probablemente en plena precampaña electoral.*


Shafiq, como todo lo que surgido de los militares egipcios controladores de la política y la economía egipcias, es un personaje oscuro. Siempre se tiene la impresión en los acontecimientos en Egipto que solo cuenta lo que ocurre entre bambalinas. Se retira y todos nos quedamos con ganas de que nos cuente lo que deberá explicar, pero eso es mucho pedir y, sobre todo, atípico. Shafiq es un hombre del régimen por más que sea un rival interno del régimen. Sin apoyos de la institución militar (además de las económicas, ya que las políticas son comparsas) no se presenta un miembro del régimen.
La presencia de Shafiq en las elecciones habría sembrado desconcierto entre el electorado que está acostumbrado a situaciones maniqueas y caudillistas, a un nosotros frente a un ellos, sin saber muy bien quiénes son unos y otros. También el coronel encarcelado habría desentonado en la nitidez clarificadora que el votante requiere. Cuando al-Sisi se presentó, los diarios egipcios recogieron el caso de un votante que quería que se presentara siempre. Descubrieron que había dicho lo mismo cuando ganó Morsi. Quería votar una vez en la vida y ¡que dejaran de marearlo!
Cuando Francisco Carrión entrevistó al candidato Khaled Ali para El Mundo, este le describió así el régimen de Al-Sisi: «R.- Éste es un régimen cercano al salafismo. Entre Al Sisi y los ultraconservadores no hay grandes discrepancias. Existe un intento continuado de bloquear cualquier libertad y perseguir a novelistas o cineastas.»**


El caso de Khaled Ali da para hacer una de esas comedias bufas que tanto gustan a los egipcios. Un tribunal asistido por expertos de la defensa y la acusación están tratando de determinar si lo que llamamos en su momento el "dedo díscolo" de Ali tenía un forma insultante o es solo una manipulación editada por sus enemigos para que los jueces lo aparten de la carrera presidencial.
El caso es realmente insólito y no me resisto a recoger la descripción realizada por Egypt Independent:

One of the videos submitted to court as evidence against the lawyer allegedly shows him carried by protesters and leading chants outside the Supreme Administrative Court, after it issued a ruling stating that Tiran and Sanafir islands were Saudi Arabian territory.
In the video, Ali appears to raise his middle finger towards the Supreme Administrative Court, following their controversial ruling.
Ali had previously denied making obscene gestures, claiming that the videos submitted to the prosecution as evidence were edited.
He also claimed that the case against him is a political move made in response to his presidential bid, and the lawsuit he previously filed seeking to invalidate the maritime demarcation deal with Saudi Arabia.
The three witnesses who attended to court on Wednesday, Mohamed Samy, Safaa Elleithy and Magda Khairallah, are editorial experts and cinema directors.
Samy affirmed to the court that the video showing Ali making an indecent gesture was clearly edited, saying a middle finger was edited onto Ali’s left hand.
The judge asked Samy for his opinion in the report of the Union of Radio and Television (Maspero) experts, which argued that the video cannot be manipulated.
Samy replied saying that there were hundreds of specialized technical programs in video editing, adding that even before the emergence of these programs there were deception techniques used by directors in films.
The two other witnesses reaffirmed Samy’s opinion, saying that an additional finger is edited onto Ali’s hand in the video. The added finger has a lighter color than the rest of Ali’s fingers and is disproportionately larger in proportion to the size of his hand.
Ali further elaborated his thoughts on the forces driving the move, explaining that Sada al-Balad Channel – which originally broadcast the video – was owned by businessman Mohamed Aboul Enein.
Ali revealed he has a dispute with Aboul Enein, as Ali represented a number of former workers of the channel in lawsuits against it.
In court, Ali said that television host Ahmed Moussa, who broadcast the video on his program on Sada al-Balad, had previously broadcast fake videos.
“They are [fabricating videos] against me because I am the lawyer of workers,” he told the judge. “This case was fabricated because I plan running for president.”
Initially, it was lawyer Samir Sabry who filed a lawsuit against Ali to the Attorney General’s office, accusing him of making a gesture with his middle finger publicly.***


Según parece, los que manipularon el vídeo lo hicieron de forma ostentosa para que no hubiera dudas. Se les fue la mano. Hay que imaginarse las deliberaciones de los expertos, las preguntas del tribunal, las explicaciones... El dedo de Ali deberá pasar a la historia de los dedos presuntuosos, de los dedos extraordinarios. No es el dedo acusador, sino el dedo acusado.
Al que le cuenten que directores de cine y expertos en edición de vídeo están comprobando si el dedo insultante es real o es fruto de una chapuza de efectos digitales de edición; al que le cuenten que, por la otra parte, declaran los expertos de las televisiones estatales que juran que el dedo es real... probablemente no lo creería.
Pero está ahí; es historia. Son delicias electorales egipcias.


* "El ex primer ministro Ahmed Shafik renuncia a concurrir en las elecciones presidenciales" El Mundo 7/01/2018 http://www.elmundo.es/internacional/2018/01/07/5a52422a46163f557a8b45ef.html
** "Al Sisi es un dictador atípico que ha terminado regalando su propia tierra" El Mundo 5(01/2018 http://www.elmundo.es/internacional/2018/01/05/5a4e547122601d7f338b45d3.html

*** "Khaled Ali’s appeal against prison sentence is adjourned again" Egypt Independent 4/01/2018 http://www.egyptindependent.com/khaled-alis-appeal-against-prison-sentence-is-adjourned-again/




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