martes, 30 de enero de 2018

El falso opositor y los enemigos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Parece que finalmente será un solo candidato el que se enfrente a Abdel Fatah al-Sisi por la presidencia. Salvo que ocurra algo —las probabilidades son muy superiores a lo esto podría sugerir en otros ámbitos electorales—, el candidato que ha quedado en pie es Moussa Mostafa Moussa, el líder del partido El-Ghad (El Partido del Mañana), de tipo centrista, liberal y secular, creado en 2004 y de historia revuelta, como todos los partidos egipcios. En las elecciones que ganaron los islamistas, el partido se dividió en dos facciones, la que retuvo el nombre y cuyo líder ahora se presenta a la presidencia, y aquella otra que se integró en el bloque con los Hermanos Musulmanes. Los primeros se presentaron entonces como independientes.
El diario estatal Ahram Online anuncia así su candidatura y recoge algunas cuestiones relacionadas con su presentación:

Presidential hopeful and Ghad Party chairman Moussa Mostafa Moussa has said he is not running in the upcoming March elections “as a favour for anyone,” nor is he seeking fame, but that his campaign has a specific electoral platform and is aiming to win the race.
Speaking at a televised press conference in Cairo, Moussa, who is the only candidate apart from current President Abdel-Fattah El-Sisi to submit the necessary paperwork to qualify to run prior to the deadline, said that he had decided to run after a series of withdrawals by other potential candidates.
"When former prime minister and ex-presidential candidate Ahmed Shafiq announced his intention to run, we didn't want to be involved in the race in order to not fragment votes," he said
This, however, changed as a series of other withdrawals and candidacies were cut short. He cited former military chief of staff Sami Anan, rights lawyer Khaled Ali, and vocal MP and Zamalek club chairman Mortada Mansour.
"This [lack of alternative candidates] was going to be unfair to Egyptians," he said.
Moussa was also asked by journalists about his party's initiative “Supporters”, which was established to support Egyptian President Abdel-Fattah El-Sisi's candidacy for a second term.
"It was formed by the party to announce support for the president when Shafiq was running. It had a specific role at that time and it ended," he said.
"I couldn't have considered running without having a fixed plan. We see that Egypt needs us," he said.*


Tal como están las cosas, no está mal comenzar diciendo que no se trata de hacer un favor a nadie, ya que así se podía haber entendido al presentarse frente al presidente, quien, desaparecidos en la refriega todos los demás candidatos necesita de al menos alguien a quien enfrentarse para cubrir el "expediente democrático".
Todo es un poco confuso. Según lo dicho, no se presentaban cuando Shafiq estaba en el juego —que fue poco— y una vez sacado de la cancha electoral, decidieron apoyar al presidente. Una vez retirados todos los demás candidatos, deciden presentarse para evitar el vacío. Se presentan, dice, para ganar.
Su programa es el mismo del presidente: «Moussa said that he has development plans, adding that his plans would continue to build on what has been already accomplished by President El-Sisi.» * Continuar lo mismo que el presidente hace que nos preguntemos sobre el concepto de elecciones en Egipto, pues tener solo dos candidatos que quieren lo mismo es un ejercicio de ventriloquía política. No parece nada serio y es probable que sea porque no lo es.


El gran problema del sistema —ya lo hemos dicho en otras ocasiones— es la abstención, que puede ser superior a la de la vez anterior. Sabiendo que tiene controlado  el resultado, al-Sisi necesita que haya una participación suficiente como para intentar presentar una "normalidad", que en Egipto se suele entender como ganar con más del 90% de los votos. Y para eso es esencial que exista alguien que a traiga el voto opositor. No sé hasta qué punto se puede llamar a Moussa Mostafa Moussa un "opositor", es al menos el que está en la otra casilla de la papeleta.
Los que sí se han constituido en oposición formal "extraelectoral" son los candidatos que han quedado al margen. Egypt Independent recoge una declaración conjunta que sí hará daño:

A number of Egyptian political figures on Sunday issued a statement condemning the upcoming presidential elections, saying that they have lost their legitimacy following recent repressive practices imposed by the government.
Signatories of the statement included former presidential candidate Abdel Moniem Aboul Fotoh, Head of Egypt’s Reform and Development Party Mohamed Anwar al-Sadat, Hazim Hosni, who was chosen by former Chief of Staff and presidential hopeful Sami Anan as his deputy, Hisham Genena, who was also chosen by Anan as his deputy in case he runs in the elections, in addition to Essam Heggy.
The statement condemned “the confiscation of the right of Egyptians to free presidential elections.”
The statement called for canceling the presidential elections altogether and to stop the work of the National Elections Authority and to dissolve its board.
They also called on people to boycott the elections and not to recognize their outcome.
The figures also expressed concern over potential plans by the government to modify the constitution to make the time a president serves be limitless, which would eliminate any opportunity for peaceful handovers of power.
They also warned against the continuation of policies applied in the past years and the destruction of all aspects of democracy and the separation of institutions in favor of security policies.
The signatories denounced what they considered security and administrative practices taken by the regime to prevent any fair competition in the upcoming presidential elections, and said that the latest was the attack on the judge Hisham Geneina.**


La declaración tiene tres elementos importantes: 1) la reunión de los declarantes; 2) la denuncia de las elecciones por la falta de libertad para presentar candidaturas; y c) la llamada al boicot en la participación.
Si el gobierno tiene el problema claro, como señalamos, de la abstención, la ya constituida como oposición, la tiene a su favor. Es el efecto perverso conseguido por el gobierno y el sistema. La campaña pasa a tener así un eje: votar o abstenerse. Como suele ocurrir con los que no votan, sus "no-votos" serán reclamados por los candidatos eliminados.
Esto tiene otra consecuencia. Los islamistas no podrán reclamarla desde fuera del sistema. Este aspecto es importante porque, al no tener candidatos y los dos que se presentan estar en contra de ellos (Ahram Online señalaba al respecto: «On the banned Muslim Brotherhood, he said there would be "no concessions, no retreating and no reconciliation."»*), jugarán a apropiarse de los que no voten. Llamando al boicot electoral, esta oposición puede reivindicar, aunque siempre sea controvertido, a los que abstengan.


Hay una cuarta cuestión, un temor que ya anunciábamos el otro día: que el próximo periodo sirva para eliminar las restricciones en el número de veces en que puede ocupar el sillón presidencial. Los declarantes lo manifiestan como una posibilidad que pronto se vería puesta en marcha una vez ganadas las elecciones.
Se consumaría así la verdadera hoja de ruta diseñada por el presidente tras la salida de Morsi del poder, que no sería hacia la democracia como se prometió, sino volver a un régimen oscuro y autocrático con un parlamento servicial, respaldo militar, aumento de la represión y una clase política voraz centrada en la obtención de influencias y prebendas. De nuevo, el silencio y la complicidad de los medios de comunicación, centrados en la propaganda gracias a las leyes que controlan su actividad y el control de los sindicatos, convertidos ya en vigilantes de sus afiliados. Es el camino más previsible.
Hasta los salafistas, siempre pragmáticos y agazapados, respaldaron el otro día al presidente. Ellos van a lo suyo, que el influencia en las bases sociales y para eso necesitan no estar en la clandestinidad. Dejaron a los islamistas fuera y se hicieron con un hueco. También ellos respaldan al presidente, ya que es lo que mejor les puede ir. Saben esperar su momento.


La asociación de los candidatos para convertirse en la piedra en el zapato en estas elecciones augura contraataques. En breve, si no lo han hecho ya, se lanzarán ataques y se denunciarán conspiraciones y alianzas secretas. Eso es también previsible. Han pedido que no se reconozcan los resultados de las elecciones, lo que les convierte automáticamente en "traidores" y pueden acabar mal.


* "Egyptian presidential hopeful Moussa Mostafa Moussa says he's running to win" Ahram Online 29/01/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/1187/289022/Egypt/-Presidential-Elections--/Egyptian-presidential-hopeful-Moussa-Mostafa-Mouss.aspx
** "Egyptian political figures say presidential elections lost legitimacy" Egypt Independent 29/01/2018  http://www.egyptindependent.com/egyptian-political-figures-say-presidential-elections-lost-legitimacy/




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