Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Parece
que finalmente será un solo candidato el que se enfrente a Abdel Fatah al-Sisi
por la presidencia. Salvo que ocurra algo —las probabilidades son muy
superiores a lo esto podría sugerir en otros ámbitos electorales—, el candidato
que ha quedado en pie es Moussa Mostafa Moussa, el líder del partido
El-Ghad (El Partido del Mañana), de tipo centrista, liberal y secular, creado
en 2004 y de historia revuelta, como todos los partidos egipcios. En las
elecciones que ganaron los islamistas, el partido se dividió en dos facciones,
la que retuvo el nombre y cuyo líder ahora se presenta a la presidencia, y
aquella otra que se integró en el bloque con los Hermanos Musulmanes. Los
primeros se presentaron entonces como independientes.
El
diario estatal Ahram Online anuncia así su candidatura y recoge algunas
cuestiones relacionadas con su presentación:
Presidential hopeful and Ghad Party chairman
Moussa Mostafa Moussa has said he is not running in the upcoming March elections
“as a favour for anyone,” nor is he seeking fame, but that his campaign has a
specific electoral platform and is aiming to win the race.
Speaking at a televised press conference in
Cairo, Moussa, who is the only candidate apart from current President
Abdel-Fattah El-Sisi to submit the necessary paperwork to qualify to run prior
to the deadline, said that he had decided to run after a series of withdrawals
by other potential candidates.
"When former prime minister and
ex-presidential candidate Ahmed Shafiq announced his intention to run, we
didn't want to be involved in the race in order to not fragment votes," he
said
This, however, changed as a series of other
withdrawals and candidacies were cut short. He cited former military chief of
staff Sami Anan, rights lawyer Khaled Ali, and vocal MP and Zamalek club
chairman Mortada Mansour.
"This [lack of alternative candidates] was
going to be unfair to Egyptians," he said.
Moussa was also asked by journalists about his
party's initiative “Supporters”, which was established to support Egyptian
President Abdel-Fattah El-Sisi's candidacy for a second term.
"It was formed by the party to announce
support for the president when Shafiq was running. It had a specific role at
that time and it ended," he said.
"I couldn't have considered running
without having a fixed plan. We see that Egypt needs us," he said.*
Tal como están las cosas, no está mal comenzar diciendo que
no se trata de hacer un favor a nadie, ya que así se podía haber entendido al
presentarse frente al presidente, quien, desaparecidos en la refriega todos los
demás candidatos necesita de al menos alguien a quien enfrentarse para cubrir
el "expediente democrático".
Todo es un poco confuso. Según lo dicho, no se presentaban
cuando Shafiq estaba en el juego —que fue poco— y una vez sacado de la cancha
electoral, decidieron apoyar al presidente. Una vez retirados todos los demás
candidatos, deciden presentarse para evitar el vacío. Se presentan, dice, para ganar.
Su programa
es el mismo del presidente: «Moussa said that he has development
plans, adding that his plans would continue to build on what has been already
accomplished by President El-Sisi.» * Continuar lo mismo que el presidente hace que nos
preguntemos sobre el concepto de elecciones en Egipto, pues tener solo dos
candidatos que quieren lo mismo es un ejercicio de ventriloquía política. No
parece nada serio y es probable que sea porque no lo es.
El gran problema del sistema —ya lo hemos dicho en otras
ocasiones— es la abstención, que puede ser superior a la de la vez anterior.
Sabiendo que tiene controlado el resultado,
al-Sisi necesita que haya una participación suficiente como para intentar
presentar una "normalidad", que en Egipto se suele entender como
ganar con más del 90% de los votos. Y para eso es esencial que exista alguien
que a traiga el voto opositor. No sé hasta qué punto se puede llamar a Moussa
Mostafa Moussa un "opositor", es al menos el que está en la otra casilla de la papeleta.
Los que sí se han constituido en oposición formal "extraelectoral"
son los candidatos que han quedado al margen. Egypt Independent recoge una
declaración conjunta que sí hará daño:
A number of Egyptian political figures on
Sunday issued a statement condemning the upcoming presidential elections,
saying that they have lost their legitimacy following recent repressive
practices imposed by the government.
Signatories of the statement included former
presidential candidate Abdel Moniem Aboul Fotoh, Head of Egypt’s Reform and
Development Party Mohamed Anwar al-Sadat, Hazim Hosni, who was chosen by former
Chief of Staff and presidential hopeful Sami Anan as his deputy, Hisham Genena,
who was also chosen by Anan as his deputy in case he runs in the elections, in
addition to Essam Heggy.
The statement condemned “the confiscation of
the right of Egyptians to free presidential elections.”
The statement called for canceling the
presidential elections altogether and to stop the work of the National
Elections Authority and to dissolve its board.
They also called on people to boycott the
elections and not to recognize their outcome.
The figures also expressed concern over
potential plans by the government to modify the constitution to make the time a
president serves be limitless, which would eliminate any opportunity for
peaceful handovers of power.
They also warned against the continuation of
policies applied in the past years and the destruction of all aspects of
democracy and the separation of institutions in favor of security policies.
The signatories denounced what they considered
security and administrative practices taken by the regime to prevent any fair
competition in the upcoming presidential elections, and said that the latest
was the attack on the judge Hisham Geneina.**
La declaración tiene tres elementos importantes: 1) la
reunión de los declarantes; 2) la denuncia de las elecciones por la falta de
libertad para presentar candidaturas; y c) la llamada al boicot en la
participación.
Si el gobierno tiene el problema claro, como señalamos, de
la abstención, la ya constituida como oposición, la tiene a su favor. Es el
efecto perverso conseguido por el gobierno y el sistema. La campaña pasa a
tener así un eje: votar o abstenerse. Como suele ocurrir con los que no votan,
sus "no-votos" serán reclamados por los candidatos eliminados.
Esto tiene otra consecuencia. Los islamistas no podrán
reclamarla desde fuera del sistema. Este aspecto es importante porque, al no
tener candidatos y los dos que se presentan estar en contra de ellos (Ahram
Online señalaba al respecto: «On
the banned Muslim Brotherhood, he said there would be "no concessions, no
retreating and no reconciliation."»*),
jugarán a apropiarse de los que no voten. Llamando al boicot electoral, esta
oposición puede reivindicar, aunque siempre sea controvertido, a los que
abstengan.
Hay una cuarta cuestión, un temor que ya anunciábamos el
otro día: que el próximo periodo sirva para eliminar las restricciones en el
número de veces en que puede ocupar el sillón presidencial. Los declarantes lo
manifiestan como una posibilidad que pronto se vería puesta en marcha una vez
ganadas las elecciones.
Se consumaría así la verdadera hoja de ruta diseñada por el
presidente tras la salida de Morsi del poder, que no sería hacia la democracia como se prometió, sino volver
a un régimen oscuro y autocrático con un parlamento servicial, respaldo
militar, aumento de la represión y una clase política voraz centrada en la obtención de influencias y
prebendas. De nuevo, el silencio y la complicidad de los medios de
comunicación, centrados en la propaganda gracias a las leyes que controlan su
actividad y el control de los sindicatos, convertidos ya en vigilantes de sus
afiliados. Es el camino más previsible.
Hasta los salafistas, siempre pragmáticos y agazapados, respaldaron el otro día al presidente. Ellos van a lo suyo, que el influencia en las bases sociales y para eso necesitan no estar en la clandestinidad. Dejaron a los islamistas fuera y se hicieron con un hueco. También ellos respaldan al presidente, ya que es lo que mejor les puede ir. Saben esperar su momento.
La asociación de los candidatos para convertirse en la
piedra en el zapato en estas elecciones augura contraataques. En breve, si no
lo han hecho ya, se lanzarán ataques y se denunciarán conspiraciones y alianzas
secretas. Eso es también previsible. Han pedido que no se reconozcan los
resultados de las elecciones, lo que les convierte automáticamente en
"traidores" y pueden acabar mal.
*
"Egyptian presidential hopeful Moussa Mostafa Moussa says he's running to
win" Ahram Online 29/01/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/1187/289022/Egypt/-Presidential-Elections--/Egyptian-presidential-hopeful-Moussa-Mostafa-Mouss.aspx
**
"Egyptian political figures say presidential elections lost
legitimacy" Egypt Independent 29/01/2018
http://www.egyptindependent.com/egyptian-political-figures-say-presidential-elections-lost-legitimacy/
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