Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cuanto
más empeño ponga el gobierno de al-Sisi en decir que los atentados contra los
coptos no son contra los coptos, más contradicciones se acumularán y, lo que es
peor, más irritación política causará cada uno de los crímenes sectarios.
Cuando ya no se pueden negar los objetivos priorizados, es decir, los
cristianos, las fuerzas de seguridad y los sufíes, la siguiente acción es
hablar de la protección de los cristianos y sus iglesias. Pero no son solo las
iglesias.
Esta
mañana, mientras el mundo celebraba el tránsito de un año a otro, se producían
dos muertos más, dos coptos, ametrallados frente a su tienda en donde estaban
cargando mercancías.
La forma
de enfocar la noticia se distingue en función de decir la religión de los
muertos, que en este caso los identifica como objetivos. En Egyptian Streets la
noticia aparece titulada así "2 Killed in an Armed Attack Targeting a
Liquor Store in al-Omraniyah, Giza" y este es su contenido:
An armed attack targeting a liquor store in
al-Omraniyah, Giza killed two and injured one according to security sources’
reports to a number of local news organizations. Ashraf Bolis and his brother
Adel Bolis, the owners of a car spare parts shop next to the liquor store, have
been identified as the two dead, reported Youm7.
According to security sources, a man riding a
tuk-tuk, a three-wheel vehicle, started shooting towards the liquor store at 1
am on Monday using a machine gun in an attack that lasted for 8 minutes.
Security sources reserved security cameras in attempts to reach the suspect
amid further investigations.
This incident comes three days after two armed
terrorists attacked Mar Mina Church in Helwan shortly before Friday prayers.
Egypt’s Ministry of Health announced that nine people have been killed,
including two police officers, and another 10 were wounded in the attack.
The story is still developing.*
Es interesante el texto porque todo en él remite a que las
víctimas son coptos, pero evita expresarlo directamente. Ya el titular señala
que son dueños de una tienda de licores, signo inequívoco de que son coptos y
de que quien ha realizado el ataque lo ha hecho en el espacio que se identifica
con ellos tanto como las iglesias. El final del texto establece también una
conexión con el reciente ataque a la iglesia en Helwan y no con otros ataques
también recientes contra fuerzas de seguridad. No se dice, pero se muestra.
Compárese, en cambio, con la noticia en Egypt Independent
desde el titular mismo "Two Copts killed at Giza liquor shop". El texto es el siguiente:
Giza police investigations said that a
terrorist attack that targeted a liquor shop on al-Omraniya Street in Greater
Cairo’s Giza district occurred on Monday morning, killing two Copts.
The victims were brothers, Ashraf and Adel, who
owned a spare parts store adjacent to the liquor store.
The incident occurred when the two were helping
the liquor shop owner Raouf, 60, to transfer a shipment of liquor from a
vehicle into his store, according to a shop owner in the same area of the
incident.
Two armed men riding in a three-wheeled
motorized rickshaw (tok-tok) shot the victims in the early hours of Monday
morning, targeting the shop owner, before they escaped toward the ring road,
according to Saeed.
Residents tried to help the victims who died on
their way to hospital.
Security authorities moved to the scene of the
attack and set up several checkpoints to track the perpetrators.**
Los dos hermanos, coptos, ayudaban al propietario de la
tienda de licores vecina, otro copto, a descargar los productos cuando fueron
ametrallados. El objetivo era claro. No es el primer caso. En Alejandría un
copto fue degollado con total tranquilidad mientras estaba sentado. El asesino
le había advertido sobre la venta de licores, prohibida en el islam, y decidió
acabar con él. Se acercó por detrás mientras estaba sentado en la puerta de su
tienda y le rebanó el cuello. Como el que sacrifica un animal, con total
tranquilidad. Las cámaras de seguridad lo recogieron en su indiferencia ante lo
que ocurre ante ellas. La escena sobrecoge.
Las advertencias gubernamentales sobre la información sobre
terrorismo fueron claras. Informar,
vale, siempre de las fuentes oficiales; insistir
no es necesario. Basta con contarlo una vez y no dedicarse a alarmar a la
población o a los turistas. No hay que mostrar la imagen de que Egipto no es un
lugar seguro, ya que eso aleja a los turistas y a los inversores. Si los
muertos son además coptos, la cosa se complica porque estos se quejan de estar
desprotegidos y acaban diciendo que son ciudadanos de segunda, por lo que a los aliados extranjeros, especialmente a los
norteamericanos les da por recortar ayudas y subvenciones, civiles y militares.
Y eso no se puede consentir.
Sin embargo, no es fácil hoy crear una información única y cerrada, oficial. Lo que comentábamos
sobre el ataque terrorista a la iglesia de Helwan en función de lo que podía
apreciarse en los distintos vídeos que fueron apareciendo en medios y colgados
en YouTube respecto a la versión oficial, se ve corroborado por lo publicado en
Mada Masr con el título "Accounts
of the Mar Mina church attack" y con el resaltado añadido "How a
gunman killed nine people and was chased down by a resident from the
neighborhood". Lo que se veía es corroborado por los testigos, que cuentan
lo que vieron y vivieron:
Copts who frequent the Helwan church of Mar
Mina the Wonderworker and Pope Kirollos VI of Alexandria, as well as residents
of the neighboring area, will not soon forget the 15 minutes they lived during
the Friday morning attack that left eight Copts and one policeman dead.
“A choir from Shubra was here for a children’s
concert,” Mina (not his real name), a deacon at the church of Mar Mina, tells
Mada Masr. He recounts the details of the attack that he watched through a
window on an upper floor of the church, while children present in the building
were directed to take cover from gunshots inside the altar.
“Suddenly, we heard loud bangs at the church
gate downstairs. The bangs continued for a while so I headed to a window to see
what was going on. I saw the terrorist; he looked up and started shooting at
the windows too. I was so frightened that I shut the window and moved away from
it.”
“The old man who works at the coffin shop
across from the church, Eid Morqus, snuck in to hide behind his coffins when he
saw the terrorist. The terrorist spotted him though, and followed him in and
shot him in the head several times. That was the harshest thing I had to see,”
the church deacon recounts.
Mina called the emergency line, but no one
answered. He then called friends who were not at the church and asked them to
go get help at the nearby police department. When they arrived to report the shooting,
commissioned officers told them that a force was already at the scene. But
nobody was there for over half an hour, according to Mina, during which the
terrorist fired shots at the church and attempted to find a way to get inside.
A Health Ministry spokesperson stated that the
death toll has reached nine people – including the policeman who was posted
outside the church – and that five others were injured.***
La parsimonia del asesino, paseando con
total tranquilidad por las calles, era el primer detalle que sorprendía. El
tiempo sin que nadie interviniera también. Fueron ciudadanos de a pie los que
dispararon con el arma del policía muerto. Se pasaron entre ellos el arma para
intentar abatir al terrorista. Eso se puede ver con toda claridad en uno de los
vídeos, el que muestra la garita del vigilante muerto.
La llamada sin respuesta a emergencias, la contestación de
que ya estaba la policía en el lugar de
los hechos pese a que no se viera a ninguno en media hora desde que comenzó
el ataque a la iglesia, nos muestran la sensación de impotencia de las personas
encerradas en la iglesia temiendo que el terrorista pudiera finalmente entrar y
producir una masacre en el interior, ametrallando y con las granadas que
llevaba.
La parte que deja en evidencia la información oficial se
refiere a la detención del terrorista:
“When we captured him, we found several hand
grenades and two magazines in the pocket of his jacket. He came prepared to
bomb the church, not just shoot at it,” an eyewitness says, speaking to Mada
Masr from inside the church, where a large portrait of Pope Kirollos VI of
Alexandria sits, pierced by several bullets.
Next to it, a Nativity scene is installed by
the church, part of its annual tradition in preparation for Christmas and New
Year’s Eve, embodying the Christian narrative of the birth of Jesus: The Holy
Family, the Three Wise Men and other visitors.
The eyewitness account was corroborated by
others who witnessed the citizen arrest the gunman, after which he was turned
in to the police.
The church’s CCTV footage shows a civilian
shooting at the gunman from a distance to stop him. The man, identified as
Abdallah Ahmed, a resident of the area, was present when the attack started,
and he managed to draw the gunman away from the church and injure him.***
Lo cierto, como se puede apreciar en las imágenes, es que es
la gente la que se enfrenta al terrorista. Es la gente que ha estado observando
escondida la que una vez que lo ve herido y que alguien se ha lanzado por
detrás y le retiene los que salen hacia él rápidamente. Ni una sirena ha roto
el aire; solo los disparos del asesino y los que han hecho contra él.
El material que ha recogido Karoline Kamel para Mada Masr es
realmente impresionante porque nos sitúa a pie de calle, con las personas que
vivieron este hecho con todo su dramatismo, angustia e intensidad y
transmitiéndolo:
Mada Masr found Ahmed.
“I heard sounds and I went out to see what was
going on,” he says. “From afar, I could see a man with a bag and a firearm on
his shoulder. I thought he was with the police, at first. But then he shot the
policeman. He shot at two women and a little girl. Then he entered the church’s
yard and opened fire at the building. Some people rallied to shut the door, but
it was made of glass so he shot at them and managed to kill them. When he
turned around, I was grabbing the little girl to hide her behind a car. He saw
me and shot at me.”
“I hid behind a car myself,” Ahmed continues.
“He came looking for me. When he couldn’t find me, he headed back to the church
and started shooting at the windows. I snuck up on him and threw a rock at him,
hitting him in the head; he fell to the ground. I seized the moment and ran
toward the church. I saw the firearm that belonged to the policeman he had
killed. I picked it up and cocked it. The husband of a woman who was killed was
standing next to me. I shot at the gunman from a far. When we ran out of
ammunition, he headed toward us. The dead woman’s husband and I ran for cover.
The gunman fired a couple of shots, then left. He was walking the alleys,
trying to find another way in [to the church]. We loaded the wounded and the
bodies onto our car and transferred them to the Nasr Hospital. Two women were
transferred in another car.”
According to Ahmed, the gunman was roaming
freely for over 15 minutes. He does not know how he was arrested. A while after
he exited the area, Ahmed heard gunshots fired at the church, but could not
identify the source. His account suggests that other gunmen were involved in
the attack, which is in line with eyewitness testimonies claiming that the
first gunman arrived on a motorcycle whose driver drove away.***
La frialdad del asesino muestra su inhumanidad. Ha ametrallado
al vigilante, a mujeres, a una niña, a los que se le han puesto enfrente con
total indiferencia. Lo que se la haya estado pasando por la cabeza en esos
momentos en los que no tiene otro objetivo que matar es un misterio. Una vez
identificado, se ha dicho que había intervenido en otros atentados del mismo
corte anteriormente. La Policía dice estar comprobando el arma para saber en
qué atentados ha participado.
Un componente importante de este atentado es la indignación que
ha causado entre los coptos, hartos de ser víctimas prioritarias y tener que
dar las gracias porque se les protege, según la versión oficial. Los ataques
del propio parlamento egipcio a las denuncias ante los congresistas y senadores
de los comités de ayudas norteamericanos hace unos días demuestran el extraño
mundo de la política en el régimen de al-Sisi y su lucha por la "imagen".
Los parlamentarios egipcios
fueron, como siempre, rotundos: "Claims of violations against Copts in
Egypt are lies: Parliament’s Foreign Affairs Committee", titulaba Daily
News Egypt.
Los ataques contra la iglesia de Helwan y los asesinatos de
esta mañana se levantan contra las acusaciones de los que lo único que les
preocupa es la imagen pública. Sin embargo esta imagen no se puede mantener de la forma en que el gobierno egipcio lo intenta.
La irritación de las personas que estaban en la iglesia tuvo
un momento de explosión ante lo que estaba viendo y padeciendo:
The Mar Mina church parishioners were enraged
by the rumor that the firearms held by the church’s security personnel were not
loaded and that only one clip of blanks was available to them.
“Forget about protecting Christians. They need
live ammunition to protect themselves, don’t they?” says Mina the deacon. In an
attempt to diffuse their rage, the parishioners were told that the first three
rounds in a magazine are usually blanks, while the shots that follow are live.
“Every time, convoys of tanks with high-ranking
officers show up well after the fact and tell us how they aborted the terrorist
attack,” says Mina. “This is what they call aborting the attacks? How about
preventing them from happening?”
A statement released by the Interior Ministry
on Friday evening identified the gunman as 33-year-old Ibrahim Ismail Ismail
Mostafa. According to the statement, Mostafa is a wanted terrorist who had
commanded an attack on a Helwan Police Department van back in 2016 and has
carried out several other terrorist attacks on his own, the latest of which
left three Beni Suef toll booth clerks dead on Thursday.
On Friday evening, the Islamic State claimed
responsibility for the attack on the church on their social media channels.***
La palabra "prevención" es una crítica a la que el
régimen no puede responder más que con silencio o propaganda. Más bien lo que
se escucha cada vez más en Egipto, la intransigencia creciente, es el caldo de
cultivo del terrorismo, no la forma de prevenirlo. La estrategia del gobierno
egipcio es errónea. En vez de abrir la sociedad y buscar los apoyos en la
modernización (que es un estado mental,
no arquitectónico), el régimen
egipcio está creando represión política y religiosa; está siguiendo una
política más parecida a la islamista pero prescindiendo de la Hermandad. Se
dedica a perseguir ateos, homosexuales, intelectuales, escritores, artistas, etc.,
casos para los que siempre la Policía llega a tiempo. Silencia periódicos y
periodistas, eliminando las posibilidades de tener ideas circulantes para
acabar con el pensamiento profundamente retrógrado que se está imponiendo.
Pero ese es el extraño camino del régimen egipcio, un pragmatismo
disfrazado de conservadurismo, cada vez más centrado en lo moral, que le
permite dar golpes de efecto aparentando una virtud. Pero la verdadera virtud
es la defensa de las libertades sus ciudadanos y de su seguridad. En ninguna de
ellas está obteniendo los resultados adecuados.
Los coptos muertos en estos días no lo hacen para incordiar.
Ni a los vivos ni a los muertos les importa. Solo reclaman no tener que ir a
entierros con más frecuencia de la debida y tener que escuchar grandes palabras
que no paran ni balas ni bombas ni cuchillos que se deslizan por sus cuellos.
Reclaman no tener que abandonar sus casas y poder trabajar en sus negocios.
Pero la respuesta que obtienen es que ellos no tienen más problemas que el
resto de los egipcios, algo que evidentemente es completamente falso e increíblemente
hipócrita. Además de la discriminación sectaria, de tener que abandonar muchos sus pueblos, deben sufrir esta nueva afrenta que les niega su condición de víctimas oficialmente.
El gobierno egipcio no puede seguir negando que los coptos son un objetivo prioritario del terrorismo. Tampoco puede seguir negando su falta de eficacia previniendo este o cualquier otro. No es cuestión de imagen, sino de cómo afrontar los hechos. Los dos muertos hoy son una demostración. Otra más. Puede que los atentados sean imparables, pero no deben seguir diciendo que son cosas que ocurren en todas partes y que los coptos son víctimas al azar.
* "2
Killed in an Armed Attack Targeting a Liquor Store in al-Omraniyah, Giza"
Egyptian Streets 1/01/2018
https://egyptianstreets.com/2018/01/01/2-killed-in-an-armed-attack-targeting-a-liquor-store-in-al-omraniyah-giza/
**
"Two Copts killed at Giza liquor shop" Egypt Independent 1/01/2018
http://www.egyptindependent.com/two-copts-killed-at-giza-liquor-shop/
***
"Accounts of the Mar Mina church attack" Mada Masr 30/12/2017
https://www.madamasr.com/en/2017/12/30/feature/politics/accounts-of-the-mar-mina-church-attack/
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