Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
candidato a la presidencia egipcia y abogado activista de los derechos humanos
Khaled Ali calificaba el régimen de al-Sisi como "cercano al
salafismo", según la entrevista publicada por el mundo. Hemos visto las
cruzadas contra homosexuales, ateos, cantantes, novelistas, periodistas,
activistas sociales, abogados, etc. invocando las leyes islámicas o el
sacrosanto sentido de la moral egipcio, muy por encima del resto de los
mortales. Las autoridades de Al-Azhar intervienen en las cuestiones diarias
señalando con su "ciencia" lo que es correcto y lo que no lo es. De
vez en cuando incurren en la indignación popular, como cuando recuerdan que es
acorde con la ley yacer con la esposa muerta y otras lindezas.
El régimen
que dice pedir una renovación del discurso religioso se ve, paradójicamente,
sometido a la palabra de los clérigos, que tienen cada vez más peso en la vida
cotidiana. Estos días, por ejemplo, los periódicos han estado dando una importante
advertencia para que no haya errores: el bitcoin va contra la enseñanza
islámica
El año
comenzaba con el anuncio en el estatal Ahram
Online, que titulaba "Bitcoin trading is unlawful pursuant to Islamic
Sharia, says Egypt's grand mufti". Explicaba el diario la decisión del
Gran Muftí Allam:
Trading of the world's leading cryptocurrency
Bitcoin is unlawful in accordance with Islamic Sharia, Egypt’s Grand Mufti
Shawki Allam said on Monday.
In an official fatwa, Allam said that trading
such a "virtual currency" was not permissible as it is not considered
by legitimate bodies an "acceptable interface of exchange."
Digital currencies are decentralized and not
tangible, and do not represent an amount of gold or silver. Bitcoin is believed
to be the first of hundreds of digital currencies introduced to the internet
sphere, as well as being the most valuable and most widespread globally.
On Monday, one Bitcoin was valued at over
$13,000 (approximately EGP 230,000).
Highlighting that Bitcoin is not subject to the
state's supervising and financial authorities, Allam said his fatwa was issued
following consultations with several economy experts.*
Pero la última palabra la tiene el clérigo, como debe ser. En realidad, la vida
egipcia ha ido derivando cada vez más hacia lo
que diga la fatwa. Es la deriva del régimen que surge de un golpe de
estado, el no-coup, contra los
islamistas para entrar de lleno en un estado que dice querer "reformar"
el discurso islámico pero lo único que está haciendo es "reformando"
la realidad a golpe de fatwa. La más hiriente de todas ellas fue la referida a
la prohibición de manifestarse en el aniversario de la revolución del 25 de
enero. Aceptando es fatwa, el régimen de al-Sisi traspaso su propia retórica
revolucionaria y mostró que en la dominación todo vale.
La política egipcia se ha llenado de moralina y la
estrategia de al-Sisi es controlar el país con la ayuda de los clérigos afines;
pero los clérigos se lo están cobrando en cuota de poder por los favores prestados.
El control de los sermones de los viernes en las mezquitas, escritos
desde el ministerio, ha sido parte de esa estrategia.
Si tu radicalismo te decía que a los ateos había que
encerrarlos, ¡hecho! El gobierno planteaba una ley para la criminalización del
ateísmo y ¡a la cárcel todos! Lo mismo se ha hecho con la homosexualidad,
extremando las reacciones en contra. Que las carnes de las bailarinas se mueven
más de la cuenta, ¡no hay problema! Que te indispone y te corta la respiración
la prosa erótica de una novela, pues a la cárcel con el autor. Y así van las
cosas.
Todo pasa por el ojo del clérigo y de la ley islámica entre absurdos
discursos de modernidad. En última
instancia será el Gran Muftí o las oficinas de fatwas de Al-Azhar los que
decidan qué está bien o mal. Pero aquí no queda ya mucha modernidad sino proximidad
al salafismo, back to the basic, que
encuentra en el pasado toda la inspiración para el presente. En vez de
liberalizarse, se ha producido un aumento del conservadurismo religioso que es
el verdadero camino hacia la intolerancia. Bajo la excusa de evitar el radicalismo
del Estado Islámico, la "inteligencia" egipcia está fabricando un
sistema de doble autoridad, político-militar y religiosa cada vez más intolerante.
El ejemplo del bitcoin es uno más, pero se percibe en
detalles de la vida cotidiana, que quedan bajo esa mirada islámica convertida
en observación social y condición necesaria para la vida pública. Recordemos
las cabinas para consultas sobre las fatwas en las estaciones de metro, en
donde los creyentes pueden ser ilustrados sobre lo que pueden o no pueden,
sobre lo que deben o no deben.
Egypt Independent nos trae la siguiente noticia:
Professor of Medicine and Ophthalmology at Suez
Canal University, Osama al-Nahrawy, successfully performed eye color change
surgery to a Japanese university professor on Thursday.
Nahrawy, who is Chairman of the Egyptian
Ophthalmological Society, told Al-Masry
Al-Youm that he turned the eye color from black to Amber, using Silicon
made by a global US-based company.
“This type of operation is carried out in a
small number of countries. Global accreditation institutions still conduct
research to adopt the operation globally,” he explained, adding that some
patients suffer side effects which are not harmful and are quickly cured after
the surgery.
Nahrawy denied that the surgery violates
provisions of Islamic law, asserting that Dar al-Iftaa in Egypt approved the it
saying it is a type of plastic surgery which is not prohibited by Islamic law.
Nahrawy noted that he documented the surgery to
be a scientific reference for surgeons and physicians worldwide.**
Que la primera cuestión que se le plantee al distinguido
oftalmólogo y profesor, una eminencia en su profesión, sea si la cirugía estética no va contra de la ley islámica ya es
significativo. Me viene a la mente el diputado salafista egipcio, de la
legislatura de Morsi, que se operó la nariz a escondidas y fue diciendo que se
la habían arreglado a raíz del golpe. La ley islámica le exigía conservar la
nariz que Dios le dio e intentar cambiar, de forma desagradecida e irrespetuosa,
el apéndice nasal.
Tampoco se nos escapa que el profesor —por algo lo es— ha
hecho su cirugía de corrección del color del ojo con una colega japonesa, con lo que el riesgo de ser atacado por
ir contra la ley islámica es más reducido. A nadie le importa si no hay japoneses
en el paraíso. Toda su publicidad en Facebook está compuesta por fotos de imperfectos occidentales que necesitan urgentemente cirugía correctora de esos ojos desviados hacia dentro o hacia fuera, de colores distintos, etc. Los parroquianos musulmanes lo harán con más discreción porque hay ojos perfectos que todo lo ven.
*
"Bitcoin trading is unlawful pursuant to Islamic Sharia, says Egypt's
grand mufti" Ahram Online 1/01/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/3/12/286399/Business/Economy/Bitcoin-trading-is-unlawful-pursuant-to-Islamic-Sh.aspx
**
"Egyptian physician successfully performs first eye color change surgery
worldwide" Egypt Independent 5/01/2018
http://www.egyptindependent.com/egyptian-physician-successfully-performs-first-eye-color-change-surgery-worldwide/
2012 |
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