Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Los comités
del parlamento egipcio tienen algo de orwellianos en la distancia existente sus
denominaciones y su función real. Recordarán que la novela de George Orwell,
"1984", se convirtió hace unos años en un objeto de culto irónico
después de que se dijera que un joven había sido detenido por llevarla en su
mochila. En aquella novela, los ministerios del Amor, la Paz, la Abundancia y la
Verdad se dedicaban precisamente a lo contrario de lo que su nombre anunciaba.
El de la Verdad se dedicaba a la propaganda, el de la Abundancia a mantener una
economía de miseria para evitar la rebelión, etc.
El
Parlamento egipcio, según nos anuncia el diario oficial Ahram Online, ha decidido
convertir el Comité de Derechos humanos en vigilante de las elecciones. Pero no
vigilará, por supuesto su limpieza, como habría sido lo normal. Vigilará por el
contrario a los que vayan a vigilarlas. Han decidido vigilar a las peligrosas y
aviesas organizaciones que observarán el proceso.
Con el
titular "Egypt parliament's human rights committee to supervise NGOs
monitoring presidential elections" es esto lo que nos cuentan:
Alaa Abed, head of the Egyptian parliament's
human rights committee, said in a statement on Saturday that the committee will
supervise the performance of NGOs and civil society organisations participating
in the monitoring of Egypt's presidential elections, which are scheduled for
March.
"I agreed with the committee's members
affiliated with the majority, opposition, and independent blocs that
sub-committees should be formed to take charge of supervising the performance
of all NGOs and civil society organisations, which will be licensed by the
National Elections Authority (NEA) to monitor the ballot in all stages,"
said Abed.
"We know that some NGOs that wish to
monitor the poll aim to convey a negative image about Egypt to the outside
world."
"We have documents that show that some of
these NGOs come not to observe the poll in an objective way, but to convey a
negative picture of Egypt in return for the foreign money they obtain,"
said Abed.
"Parliament's human rights committee is
authorised by the constitution and the new NGO law to oversee the performance
of these suspected NGOs and civil society organisations to ensure that
practices directed by some of them to export a negative view of Egypt will not
be repeated," Abed said.
"At the same time, the committee will also
be keen to see that state authorities completely abide by the law and the
constitution throughout all the stages of the upcoming presidential election,"
said Abed, adding that "we are confident that the poll will be marked with
integrity and transparency and convey an honourable picture of the political
conditions inside Egypt."
Abed argued that the NGO law (passed by
parliament last November and ratified by President Abdel-Fattah El-Sisi last
May) gives parliament and its human rights committee the prerogative to
supervise the performance of NGOs in general.*
Una vez más se pasa al otro lado del absurdo. No contentos
con poner todo tipo de obstáculos a los candidatos, que se deben retirar ante
las campañas de difamación o las amenazas, de abrirles juicios absurdos (como
el del dedo de Khaled Ali), etc. el
gobierno egipcio usa al Comité de Derechos Humanos para perseguir a todos
aquellos que digan que las elecciones no son limpias, algo que resulta obvio
desde la misma convocatoria ante las denuncias de los notarios a aceptar los avales
populares necesarios, 25.000. Hay candidatos han protestado por esto.
La ley de las ONG, que el presidente del parlamento invoca
para ser manejada por el Comité, ha sido denunciada en todos los foros
internacionales por ser una herramienta de control y represión, cuya función es
aislar a los grupos internos y evitar que puedan recibir ayudas exteriores que
los mantengan vivos. Toda vida social debe estar aprobada por el gobierno, por
lo que la crítica se silencia. En caso de no hacerse, automáticamente se pasa a
ser un traidor vendido a las
potencias extranjeras. El que quiera subsistir bajo el manto del estado debe
estar callado y ser sumiso. De lo contrario, la vida se complica.
De nuevo surge la obsesión del gobierno egipcio por el
control de la imagen exterior, algo imposible de realizar. Cada violencia que
se ejerce, cada control arbitrario redundan en contra de la imagen que se
quiere mejorar. Es tal la obcecación en este punto que traspasa, como ya hemos
señalado, el absurdo. Un Comité de Derechos humanos dedicado a la caza de
brujas interiores, lleno de recelos ante las críticas y cuya función no es más
que burlar de los Derechos Humanos borrando de un plumazo toda crítica al
sistema no deja de ser un chiste.
Ahram Online recoge las explicaciones del peculiar
presidente de la cámara, Alaa Abed:
"Parliament and the Human Rights Committee
have all the powers necessary to oversee the implementation of the new NGO law
(law 70/2017) on the ground and to see to what extent all NGOs and civil
society organisations go in line with this law," said Abed.
As a result, said Abed, the sub-committees
formed will also take charge of supervising and following the performance of
NGOs under the new law.
"I agreed with the committee's members
that the committee should intervene at once to correct any deviations inside
NGOs and discipline those who might violate the law," said Abed.*
¡Sorprendentes palabras de aquel que debe defender una
constitución que reconoce muchos derechos que son hoy papel mojado! La
perversión institucional es de tal calibre en cuanto a sus fines que
difícilmente puede llegar a entenderse. La presión del estado-régimen es
absoluta sobre todos los aspectos dando forma a lo posible, que es cada vez más
reducido. De esta forma el Comité de Derechos Humanos puede dedicarse a perseguir
personas o la ley de ONG a poner obstáculos y perseguir a los que reclaman que
esos derechos sean respetados. Una perversa broma pesada que juega con las
palabras y su significado.
Estas delicias observadoras de los observadores, cuya
preocupación central es en el fondo que nadie pueda denunciar el fraude que ha
presidido las elecciones como norma en Egipto contrastan con las informaciones que
el sistema no puede taponar. Con el titular "The women endorsing Sisi for
president", Mada Masr publica un reportaje, casi "costumbrismo electoral", en el que
se recoge cómo está funcionando el sistema de apoyos a la presentación del
presidente al-Sisi.
El reportaje, firmado por Rana Mamdouh, no tiene desperdicio.
Tras señalar la abundancia de mujeres mostrando su apoyo a la candidatura de
Sisi y explicar el funcionamiento del sistema del aval popular, nos muestra lo
que ve en esos lugares dedicados a recoger los avales:
In visits to four endorsement offices in the
Cairo neighborhoods of Dokki, Moqattam, Manshiyet Nasser and Gammaliya last
week, Mada Masr observed citizens registering their support for Sisi.
There were approximately 50 women, dressed in
black abayas in the Dokki office. They were mostly Haram residents in their 50s
and were there to submit endorsement forms for Sisi.
Fatheyya Abdel Hadi, 60, explained that she
endorsed Sisi. “They take the endorsement form and give us back a bag of rice
and a bag of pasta,” she said. When she asked the Authority of Real Estate
Proclamation and Notarization clerk if she could endorse someone else, she says
she was told that she would go to jail.
Ahlahum Khalaf, 45, said she similarly endorsed
“Sisi, of course.”
“Who would write their name and ID number on a
document stamped with the official state emblem and choose to endorse someone
other than him? That’s a recipe for trouble, and I’m not looking for trouble,”
she says.
But Khalaf feels resentful for another reason.
She says that the representative of the association that recruited her – who
was present at the office – did not pay her. “My sister lives in Dar al-Salam,
and there, they pay people [for endorsements],” she says in a whisper.
“Those who have finished can wait in the car,”
the representative yells out from time to time, as Khalaf speaks.
“We live in Haram, and we’re here to endorse
Sisi,” says Sayyeda Ibrahim, 50. “I don’t know where we are. The women on my
street and I were brought here on a microbus from the Mama Farida Foundation to
vote for Sisi.”
“We don’t know what Sisi – or anyone else, for
that matter – is about,” says Ibrahim, when she is asked why she chose to
endorse Sisi. “They just told us that we would be listed to receive charity for
Ramadan.”
Eqbal al-Masry, the director of the Mama Farida
Foundation, tells Mada Masr that she
arranged for microbuses to bring women from Haram to different Authority of Real
Estate Proclamation and Notarization offices to endorse Sisi.
“This is a voluntary act to support Egypt,”
Masry says.
By Masry’s account, the Mama Farida Foundation
– an organization registered with the Social Solidarity Ministry – invites women
to fill out endorsement forms in exchange for continued provision of financial
aid “for the sake of our country.”**
Nadie duda, por supuesto, que todo este montaje sea por otra
cosa que por el bien del país. Nada mejor para valorar la democracia que un
buen pago por los servicios prestados al poder, que para eso está.
Leyendo el artículo de Rana Mamdouh parece que estamos ante
esas escenas de caciquismo que se describen a menudo sobre los regímenes que
saben que la primera ideología es la del estómago especialmente en tiempos de
crisis. Las bolsas de arroz y pastas entregadas a los que apoyan al presidente
son muestras de su generosidad y de lo que puede esperar a los que no le llevan
la contraria. Como bien dice una de las preguntadas, ¿para qué complicarse la
vida buscándose problemas apoyando a otros?
Lo peor de todo esto es que muchos creen que nada sirve de
nada y que al menos esas dos bolsas son tangibles frente a las promesas. Saben
que de nada sirven las promesas de los que no ganan y que el que está arriba
tarda mucho en caer, especialmente los militares.
Manar Sayyed, 25, was the most outspoken about
the transactional nature of her endorsement for Sisi. “I don’t want to vote for
him. They say that subsidies will be cut and we will be forced to pay much
higher prices. But glory be to Allah, He knows what’s in my heart. My ID is
expired. When they review those endorsements, mine will be deemed invalid,” she
says. “If not for that meager piece of meat that we get from the association in
Ramadan and the Great Feast, we wouldn’t vote for him.”**
Esa es la diferencia entre tener 50 años, como la mayoría, y
25, como los jóvenes que aspiran a otra cosa, pero han tirado la toalla muchos
de ellos. No es fácil oponerse al poder en Egipto, en donde la vida se puede
complicar mucho y puedes perderte por una administración que te dé la espalda.
Khaled Ali se ha quejado del trato que sufren ante los
notarios los seguidores que van a depositar los apoyos en su favor. No es lo
que se percibe aquí, donde todos son facilidades y prebendas para los
partidarios del presidente. Los notarios mismos teman probablemente certificar
los apoyos a los candidatos contrarios a Sisi, como alguien señaló. Todo debe
seguir el proceso preparado durante mesas hasta que el presidente dio el paso
anunciando su candidatura.
In the north of Cairo, there are several
minivans filled with women parked outside endorsement offices in the Manshiyet
Nasser area of Ezbet Bekheit and the Gammaliaya area of Darrasa. Reda al-Arag,
the driver of one of the minivans, explains his job to Mada Masr. “I hand the endorsement forms in to Parliament aides and
get LE50 for each delivery,” he says, naming ex-MP Haidar al-Baghdady as his
liaison.
“I’m for Sisi,” Baghdady tells Mada Masr. “If I
wanted to get him free endorsements from Sohag, I could.” Baghdadi adds that
Hani Morgan is the MP responsible for collecting endorsements for Sisi from the
residents of Manshiyet Nasser and Gammaliya.
In Manshiyet Nasser, drivers collect
endorsements and pay citizens LE50 in return for each one, while the price is
no more than LE30 in Gammaliya and the Qaitbay areas.**
La maquinaria funciona bien engrasada en esta combinación de
interés económico y apatía política. Esas bolsas de pasta y arroz, esas libras,
son más tangibles que las palabras. Una gran parte del pueblo egipcio ha
comprendido que eso es lo real frente
a cualquier otro tipo de discurso.
Las declaraciones del presidente del parlamento egipcio
curándose en salud sobre todos aquellos que están preparados para difundir una imagen negativa del régimen son una
gigantesca broma. Egipto se merece algo más que llamar traidores a los que denuncian lo que tienen ante sus ojos desde
hace décadas. No hay deseo de cambiar, solo de perdurar.
Eso lo saben desde el control religioso y desde el militar,
una sola mano. El cambio real no es deseable, pues se perdería el poder y hay mucho en juego, dentro y fuera. Con un
experimento es suficiente, parecen
pensar desde el régimen. Lo mismo las mujeres que tienen que llevar la comida a
casa y son recogidas para ser llevadas a los lugares en los que declarar su
apoyo a al-Sisi.
Ante lo inevitable es mejor estar del lado del ganador. Es inevitable que al-Sisi gane y es inevitable que quienes critiquen su victoria sean llamados traidores y encarcelados si hay sitio. Antes de que nada ocurra, ya se advierte a todos que los enemigos del Estado tratarán de crear una imagen negativa de estas limpias elecciones. Así a nadie le pillará por sorpresa. Mientras, la prensa internacional no se toma en serio las elecciones ante la desesperación del gobierno.
Cuando todo se consume, será Donald Trump el primero en felicitar al presidente.
*
"Egypt parliament's human rights committee to supervise NGOs monitoring
presidential elections" Ahram Online 20/01/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/288473/Egypt/Politics-/Egypt-parliaments-human-rights-committee-to-superv.aspx
** Rana
Mamdouh "The women endorsing Sisi for president" (trad. Salma
Khalifa) Mada Masr 21/01/2018
https://www.madamasr.com/en/2018/01/21/feature/politics/the-women-endorsing-sisi-for-president/
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