domingo, 21 de enero de 2018

Vigilar al vigilante

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los comités del parlamento egipcio tienen algo de orwellianos en la distancia existente sus denominaciones y su función real. Recordarán que la novela de George Orwell, "1984", se convirtió hace unos años en un objeto de culto irónico después de que se dijera que un joven había sido detenido por llevarla en su mochila. En aquella novela, los ministerios del Amor, la Paz, la Abundancia y la Verdad se dedicaban precisamente a lo contrario de lo que su nombre anunciaba. El de la Verdad se dedicaba a la propaganda, el de la Abundancia a mantener una economía de miseria para evitar la rebelión, etc.
El Parlamento egipcio, según nos anuncia el diario oficial Ahram Online, ha decidido convertir el Comité de Derechos humanos en vigilante de las elecciones. Pero no vigilará, por supuesto su limpieza, como habría sido lo normal. Vigilará por el contrario a los que vayan a vigilarlas. Han decidido vigilar a las peligrosas y aviesas organizaciones que observarán el proceso.
Con el titular "Egypt parliament's human rights committee to supervise NGOs monitoring presidential elections" es esto lo que nos cuentan:

Alaa Abed, head of the Egyptian parliament's human rights committee, said in a statement on Saturday that the committee will supervise the performance of NGOs and civil society organisations participating in the monitoring of Egypt's presidential elections, which are scheduled for March.
"I agreed with the committee's members affiliated with the majority, opposition, and independent blocs that sub-committees should be formed to take charge of supervising the performance of all NGOs and civil society organisations, which will be licensed by the National Elections Authority (NEA) to monitor the ballot in all stages," said Abed.
"We know that some NGOs that wish to monitor the poll aim to convey a negative image about Egypt to the outside world."
"We have documents that show that some of these NGOs come not to observe the poll in an objective way, but to convey a negative picture of Egypt in return for the foreign money they obtain," said Abed.
"Parliament's human rights committee is authorised by the constitution and the new NGO law to oversee the performance of these suspected NGOs and civil society organisations to ensure that practices directed by some of them to export a negative view of Egypt will not be repeated," Abed said.
"At the same time, the committee will also be keen to see that state authorities completely abide by the law and the constitution throughout all the stages of the upcoming presidential election," said Abed, adding that "we are confident that the poll will be marked with integrity and transparency and convey an honourable picture of the political conditions inside Egypt."
Abed argued that the NGO law (passed by parliament last November and ratified by President Abdel-Fattah El-Sisi last May) gives parliament and its human rights committee the prerogative to supervise the performance of NGOs in general.*


Una vez más se pasa al otro lado del absurdo. No contentos con poner todo tipo de obstáculos a los candidatos, que se deben retirar ante las campañas de difamación o las amenazas, de abrirles juicios absurdos (como el del dedo de Khaled Ali), etc. el gobierno egipcio usa al Comité de Derechos Humanos para perseguir a todos aquellos que digan que las elecciones no son limpias, algo que resulta obvio desde la misma convocatoria ante las denuncias de los notarios a aceptar los avales populares necesarios, 25.000. Hay candidatos han protestado por esto.
La ley de las ONG, que el presidente del parlamento invoca para ser manejada por el Comité, ha sido denunciada en todos los foros internacionales por ser una herramienta de control y represión, cuya función es aislar a los grupos internos y evitar que puedan recibir ayudas exteriores que los mantengan vivos. Toda vida social debe estar aprobada por el gobierno, por lo que la crítica se silencia. En caso de no hacerse, automáticamente se pasa a ser un traidor vendido a las potencias extranjeras. El que quiera subsistir bajo el manto del estado debe estar callado y ser sumiso. De lo contrario, la vida se complica.
De nuevo surge la obsesión del gobierno egipcio por el control de la imagen exterior, algo imposible de realizar. Cada violencia que se ejerce, cada control arbitrario redundan en contra de la imagen que se quiere mejorar. Es tal la obcecación en este punto que traspasa, como ya hemos señalado, el absurdo. Un Comité de Derechos humanos dedicado a la caza de brujas interiores, lleno de recelos ante las críticas y cuya función no es más que burlar de los Derechos Humanos borrando de un plumazo toda crítica al sistema no deja de ser un chiste.
Ahram Online recoge las explicaciones del peculiar presidente de la cámara, Alaa Abed:

"Parliament and the Human Rights Committee have all the powers necessary to oversee the implementation of the new NGO law (law 70/2017) on the ground and to see to what extent all NGOs and civil society organisations go in line with this law," said Abed.
As a result, said Abed, the sub-committees formed will also take charge of supervising and following the performance of NGOs under the new law.
"I agreed with the committee's members that the committee should intervene at once to correct any deviations inside NGOs and discipline those who might violate the law," said Abed.*

¡Sorprendentes palabras de aquel que debe defender una constitución que reconoce muchos derechos que son hoy papel mojado! La perversión institucional es de tal calibre en cuanto a sus fines que difícilmente puede llegar a entenderse. La presión del estado-régimen es absoluta sobre todos los aspectos dando forma a lo posible, que es cada vez más reducido. De esta forma el Comité de Derechos Humanos puede dedicarse a perseguir personas o la ley de ONG a poner obstáculos y perseguir a los que reclaman que esos derechos sean respetados. Una perversa broma pesada que juega con las palabras y su significado.
Estas delicias observadoras de los observadores, cuya preocupación central es en el fondo que nadie pueda denunciar el fraude que ha presidido las elecciones como norma en Egipto contrastan con las informaciones que el sistema no puede taponar. Con el titular "The women endorsing Sisi for president", Mada Masr publica un reportaje, casi  "costumbrismo electoral", en el que se recoge cómo está funcionando el sistema de apoyos a la presentación del presidente al-Sisi.
El reportaje, firmado por Rana Mamdouh, no tiene desperdicio. Tras señalar la abundancia de mujeres mostrando su apoyo a la candidatura de Sisi y explicar el funcionamiento del sistema del aval popular, nos muestra lo que ve en esos lugares dedicados a recoger los avales:

In visits to four endorsement offices in the Cairo neighborhoods of Dokki, Moqattam, Manshiyet Nasser and Gammaliya last week, Mada Masr observed citizens registering their support for Sisi.
There were approximately 50 women, dressed in black abayas in the Dokki office. They were mostly Haram residents in their 50s and were there to submit endorsement forms for Sisi.
Fatheyya Abdel Hadi, 60, explained that she endorsed Sisi. “They take the endorsement form and give us back a bag of rice and a bag of pasta,” she said. When she asked the Authority of Real Estate Proclamation and Notarization clerk if she could endorse someone else, she says she was told that she would go to jail.
Ahlahum Khalaf, 45, said she similarly endorsed “Sisi, of course.”
“Who would write their name and ID number on a document stamped with the official state emblem and choose to endorse someone other than him? That’s a recipe for trouble, and I’m not looking for trouble,” she says.
But Khalaf feels resentful for another reason. She says that the representative of the association that recruited her – who was present at the office – did not pay her. “My sister lives in Dar al-Salam, and there, they pay people [for endorsements],” she says in a whisper.
“Those who have finished can wait in the car,” the representative yells out from time to time, as Khalaf speaks.
“We live in Haram, and we’re here to endorse Sisi,” says Sayyeda Ibrahim, 50. “I don’t know where we are. The women on my street and I were brought here on a microbus from the Mama Farida Foundation to vote for Sisi.”
“We don’t know what Sisi – or anyone else, for that matter – is about,” says Ibrahim, when she is asked why she chose to endorse Sisi. “They just told us that we would be listed to receive charity for Ramadan.”
Eqbal al-Masry, the director of the Mama Farida Foundation, tells Mada Masr that she arranged for microbuses to bring women from Haram to different Authority of Real Estate Proclamation and Notarization offices to endorse Sisi.
“This is a voluntary act to support Egypt,” Masry says.
By Masry’s account, the Mama Farida Foundation – an organization registered with the Social Solidarity Ministry – invites women to fill out endorsement forms in exchange for continued provision of financial aid “for the sake of our country.”**


Nadie duda, por supuesto, que todo este montaje sea por otra cosa que por el bien del país. Nada mejor para valorar la democracia que un buen pago por los servicios prestados al poder, que para eso está.
Leyendo el artículo de Rana Mamdouh parece que estamos ante esas escenas de caciquismo que se describen a menudo sobre los regímenes que saben que la primera ideología es la del estómago especialmente en tiempos de crisis. Las bolsas de arroz y pastas entregadas a los que apoyan al presidente son muestras de su generosidad y de lo que puede esperar a los que no le llevan la contraria. Como bien dice una de las preguntadas, ¿para qué complicarse la vida buscándose problemas apoyando a otros?


Lo peor de todo esto es que muchos creen que nada sirve de nada y que al menos esas dos bolsas son tangibles frente a las promesas. Saben que de nada sirven las promesas de los que no ganan y que el que está arriba tarda mucho en caer, especialmente los militares.

Manar Sayyed, 25, was the most outspoken about the transactional nature of her endorsement for Sisi. “I don’t want to vote for him. They say that subsidies will be cut and we will be forced to pay much higher prices. But glory be to Allah, He knows what’s in my heart. My ID is expired. When they review those endorsements, mine will be deemed invalid,” she says. “If not for that meager piece of meat that we get from the association in Ramadan and the Great Feast, we wouldn’t vote for him.”**

Esa es la diferencia entre tener 50 años, como la mayoría, y 25, como los jóvenes que aspiran a otra cosa, pero han tirado la toalla muchos de ellos. No es fácil oponerse al poder en Egipto, en donde la vida se puede complicar mucho y puedes perderte por una administración que te dé la espalda.


Khaled Ali se ha quejado del trato que sufren ante los notarios los seguidores que van a depositar los apoyos en su favor. No es lo que se percibe aquí, donde todos son facilidades y prebendas para los partidarios del presidente. Los notarios mismos teman probablemente certificar los apoyos a los candidatos contrarios a Sisi, como alguien señaló. Todo debe seguir el proceso preparado durante mesas hasta que el presidente dio el paso anunciando su candidatura.

In the north of Cairo, there are several minivans filled with women parked outside endorsement offices in the Manshiyet Nasser area of Ezbet Bekheit and the Gammaliaya area of Darrasa. Reda al-Arag, the driver of one of the minivans, explains his job to Mada Masr. “I hand the endorsement forms in to Parliament aides and get LE50 for each delivery,” he says, naming ex-MP Haidar al-Baghdady as his liaison.
“I’m for Sisi,” Baghdady tells Mada Masr. “If I wanted to get him free endorsements from Sohag, I could.” Baghdadi adds that Hani Morgan is the MP responsible for collecting endorsements for Sisi from the residents of Manshiyet Nasser and Gammaliya.
In Manshiyet Nasser, drivers collect endorsements and pay citizens LE50 in return for each one, while the price is no more than LE30 in Gammaliya and the Qaitbay areas.**

La maquinaria funciona bien engrasada en esta combinación de interés económico y apatía política. Esas bolsas de pasta y arroz, esas libras, son más tangibles que las palabras. Una gran parte del pueblo egipcio ha comprendido que eso es lo real frente a cualquier otro tipo de discurso.


Las declaraciones del presidente del parlamento egipcio curándose en salud sobre todos aquellos que están preparados para difundir una imagen negativa del régimen son una gigantesca broma. Egipto se merece algo más que llamar traidores a los que denuncian lo que tienen ante sus ojos desde hace décadas. No hay deseo de cambiar, solo de perdurar.
Eso lo saben desde el control religioso y desde el militar, una sola mano. El cambio real no es deseable, pues se perdería el poder y hay mucho en juego, dentro y fuera. Con un experimento es suficiente, parecen pensar desde el régimen. Lo mismo las mujeres que tienen que llevar la comida a casa y son recogidas para ser llevadas a los lugares en los que declarar su apoyo a al-Sisi.
Ante lo inevitable es mejor estar del lado del ganador. Es inevitable que al-Sisi gane y es inevitable que quienes critiquen su victoria sean llamados traidores y encarcelados si hay sitio. Antes de que nada ocurra, ya se advierte a todos que los enemigos del Estado tratarán de crear una imagen negativa de estas limpias elecciones. Así a nadie le pillará por sorpresa. Mientras, la prensa internacional no se toma en serio las elecciones ante la desesperación del gobierno. 
Cuando todo se consume, será Donald Trump el primero en felicitar al presidente.



* "Egypt parliament's human rights committee to supervise NGOs monitoring presidential elections" Ahram Online 20/01/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/288473/Egypt/Politics-/Egypt-parliaments-human-rights-committee-to-superv.aspx

** Rana Mamdouh "The women endorsing Sisi for president" (trad. Salma Khalifa) Mada Masr 21/01/2018 https://www.madamasr.com/en/2018/01/21/feature/politics/the-women-endorsing-sisi-for-president/

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