martes, 31 de mayo de 2011

“Si la gotas de lluvia fueran de chocolate…” canciones contra el miedo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Martha Rivera

¿Qué hacer cuando los disparos resuenan en una escuela infantil? ¿Qué hacer cuando se está produciendo una batalla entre narcotraficantes a pocos metros de donde estás? Nos llega de México la noticia de la condecoración en Monterrey, por el Estado de Nuevo León, en el norte del país, de una maestra, Martha Rivera, que supo mantener la calma de los niños de su clase en mitad de una refriega de narcos en los alrededores de la escuela.
La semana pasada concluimos nuestro Seminario de Periodismo de Integración con la visita a la Complutense de los alumnos del Instituto Tecnológico de Monterrey (Campus del DF) que han realizado de forma paralela el curso desde allí. En las Jornadas tuvimos ocasión de escuchar de primera mano la realidad en la que se encuentra México a través de las exposiciones que realizaron los alumnos sobre sus investigaciones periodísticas. Varios de ellos abordaron el problema del narcotráfico y del creciente control económico y social que posee, más allá del negocio de las drogas, que se les ha quedado corto en beneficios, por la proliferación de los cárteles. Lo que nos expusieron deja descoloridas las informaciones que habitualmente nos llegan y nos hace plantearnos la necesidad de informar más y mejor sobre lo que ocurre en México. Es necesario ir más allá,  pese a las limitaciones que las muertes constantes de periodistas, uno de los sectores más sujetos a intimidación, producen.  Han llegado a un punto en el que las informaciones relevantes tiene que publicarse fuera de México para evitar las represalias; la prensa local sufre ataques constantes y ha renunciado a dar cuenta de la violencia cotidiana, que ha generado en el país cerca de 40.000 muertes. La penetración social del narcotráfico también ha llegado a la prensa, como a otros sectores de la vida empresarial, y es sometida a violencia y extorsión permanentes.
Por eso, las imágenes que nos llegan de la maestra calmando a los niños durante una reyerta cercana son muy impactantes. Nos muestran no solo la violencia, sino la supervivencia en ella. Más allá de las imágenes de los muertos, estas imágenes no sitúan en el centro de lo cotidiano y lo vemos sacudido por la irracionalidad. Según declaraciones de la maestra, se limitaron a aplicar los protocolos para estos casos en las escuelas. Los niños hacen simulacros de ataques de los narcotraficantes a las escuelas o en sus proximidades para saber lo que deben hacer en estos casos.
Es terrible que el narcotráfico en México se asemeje a un desastre natural o a un accidente y se realicen simulacros de actuación como los niños de Japón lo hacen para los terremotos o los de otras partes del mundo para los incendios. A diferencia de estos casos, los profesores pueden explicar las causas naturales, pero ¿qué explicación se puede dar a la irracionalidad de una guerra a muerte en la puerta de tu escuela? La muerte y la violencia se han convertido en algo cotidiano, algo que muchos ya prefieren ignorar como un mecanismo de pura supervivencia mental.
En mitad del ataque, con todos en el suelo, la maestra trata de calmar a los niños y les propone a cantar una canción. Rápidamente su mente busca y le devuelve una canción sobre la utopía, sobre un mundo añorado e inexistente en el que las gotas de lluvia son de chocolate. Mientras su voz transmite tranquilidad a los niños, que se suman todos a la canción, probablemente esté rezando para que las gotas de lluvia, de chocolate en ese mundo ideal, no se conviertan en gotas de sangre.

lunes, 30 de mayo de 2011

La lucha preelectoral egipcia

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En Egipto sigue la lucha por la toma de posiciones en las próximas elecciones. El viernes pasado hubo una gran manifestación reclamando más enjuiciamientos que tuvo una peculiaridad: Los Hermanos Musulmanes no la apoyaron e instaron públicamente a sus seguidores a no participar. Este hecho ha servido para dejar en evidencia las estrategias seguidas por la Hermandad para encarar el reto electoral.

Manifestación en Tahrir 28 de mayo
 
Desde el principio, muchos grupos y personalidades consideraron que la convocatoria de elecciones rápidas solo favorecía a la Hermandad y a los partidarios de Mubarak, los dos únicos grupos con redes sociales establecidas históricamente. El régimen anterior no permitía la existencia de más grupos que el Partido oficial y mantenía una extraña y compleja relación de rivalidad, pero utilización, con la Hermandad musulmana. Creada en los años 20, la Hermandad posee una fuerte estructura social en términos absolutos y relativos, es fuerte y es más fuerte que los demás. Creció lo que a Mubarak le interesó que creciera para administrar sus relaciones interiores y exteriores. La Hermandad era el “peligro controlado” que le interesaba mostrar creyendo que nunca iba a perder el poder sobre el país.
Sin embargo, su caída dejó al aire las carencias de una oposición fragmentada y casi desconocida para el pueblo egipcio. En las próximas elecciones, lo que Egipto debate es su modelo de futuro. En la hoja de ruta del Consejo Militar, las próximas elecciones son constituyentes, es decir, las encargadas de redactar la Constitución egipcia. El parlamento que salga de las elecciones será decisivo para crear el escenario en el que tendrán que actuar los futuros agentes sociales.
La casi totalidad de los partidos políticos apuestan por un Egipto laico, por un estado moderno en el que se respeten las creencias de todos. Pero si la composición de ese primer parlamento es un apoyo fuerte a los Hermanos Musulmanes y una presencia importante de candidatos del régimen anterior, las posibilidades de que Egipto camine hacia una democracia moderna se verán muy disminuidas.
Guelil Abdel al-Sharnouby, director de la publicación Ikhwanonline de los Hermanos, acaba de dimitir* por las críticas que ha recibido de algunos miembros prominentes del grupo. Los ataques desde la publicación al objetivo de la manifestación del viernes pasado, que reunió a decenas de miles de manifestantes en Tahrir, le han costado el puesto. El ex director se defiende señalando que reflejó la opinión central del grupo. La revista argumentó que el objetivo de la manifestación era abrir una brecha entre el pueblo y los militares y calificó como organizaciones “laicas” y “comunistas” a los que habían convocado la protesta.
Es probable que si la manifestación hubiera tenido poca concurrencia todos en la Hermandad habrían felicitado a Guelil Abdel al-Sharnouby, pero la política tiene estas cosas. Por temor a que se vuelva contra ellos, la defenestración del periodista ha sido una solución por el “bien de la causa”.

Página oficial de Ikhwanonline
El primer problema que se plantea en Egipto es que el término “laico” se identifica con “ateo”. Egipto es un país con una sociedad ampliamente religiosa. Pero existen diferencias grandes entre una “sociedad religiosa” y un “estado religioso”, como existen también entre el “laicismo” o la “aconfesionalidad” institucional y el “ateísmo”.  A fuerza de repetirlo unos y otros, “laicos” y “comunistas” se han convertido en términos negativos, en categorizaciones casi apocalípticas. Su invocación como “peligros públicos” por parte de los integristas y de las fuerzas del régimen anterior han convertido los términos en una grave acusación, con un intento de descalificar a los manifestantes.
Aunque la Hermandad mantiene unas posturas moderadas a través de algunos de sus dirigentes, muchos temen que su peso en un parlamento controlado dé al traste con el deseo de separar los ámbitos religiosos de los políticos. Entre el ateísmo militante y el integrismo existe toda una serie de posibilidades en las que se puedan desarrollar la vida de los ciudadanos sin estigmatizaciones o condenas. Es uno de los retos más importantes que tiene Egipto por delante.

* "Muslim Brotherhood website editor resigns in row with leadership"  Al-Masry Al-Youm 29/05/2011 http://www.almasryalyoum.com/en/node/455922

domingo, 29 de mayo de 2011

La corrupción letona


Joaquín Mª Aguirre (UCM)

En Letonia crearon la Oficina para la Prevención y la Lucha contra la Corrupción (KNAB), una buena idea. Lo malo es que su director adjunto. Alvis Vilks, ha sido despedido por apropiación indebida de fondos. Esto ocurrió hace unas semanas. La cuestión no ha mejorado y el presidente letón, Valdis Zatlers, va a convocar un referéndum para proponer la disolución del parlamento después de que este se negara a facilitar los permisos para la investigación de uno de sus miembros, también por otro caso de corrupción en el que estaba implicado. En febrero también hubo un incidente, esta vez deportivo, ya se sospechaba que el partido que jugaron las selecciones de fútbol de Letonia y Bolivia habían sido apañados en connivencia con los organizadores y casas de apuestas. Los partidos se resolvían mediante penaltis señalados por los colegiados comprados para que los resultados de los encuentros se ajustaran a las apuestas.
El incidente en el parlamento es muy grave ya que supone la negativa de la cámara a que se investigue a uno de los políticos con más poder en el país. El presidente Zatlers así lo ha entendido y ha señalado: “es como una sirena que advierte sobre un conflicto grave entre el poder legislativo y el sistema judicial, dos de los tres poderes sobre los que asienta nuestra nación”.*
Que la Agencia anticorrupción esté corrupta y que el Parlamento esté controlado por políticos corruptos que se niegan a que se les investigue es una situación muy grave para un país, máxime cuando Letonia ha recibido 7.500 millones de euros para rescatar su economía. 

El presidente de Letonia, Valdis Zatler
 
Pensamos que los problemas de la corrupción se dan en países poco desarrollados y en dictaduras, pero nada más lejos de la realidad [ver entrada]. La corrupción es un mal que ocurre allí donde se le deja crecer. Es el resultado de una concepción desaprensiva de la acción económica llevada a cualquier ámbito, por un lado, pero por otro es la consecuencia del abandono de las instituciones por parte de los ciudadanos. Lo hemos comentado en ocasiones: la corrupción aparece donde cesa la vigilancia. Es el resultado de no estar controlando nuestros propios intereses. Democracia no es solo votar cada cuatro años. Va más allá.
Si es fácil que la corrupción reine impunemente en el ámbito político, la política se llena de corruptos y se produce ese efecto llamada. El deterioro de la clase política es el deterioro del país, puesto que son sus representantes y los que deben tomar las medidas y ofrecer las soluciones.
Existe un foco permanente de corrupción: la privatización de servicios. Los Estados están poniendo en circulación servicios que anteriormente eran estatales. La lucha por hacerse con su control hace que aumenten las posibilidades de los sobornos y de los negocios paralelos en los que se ven mezclados funcionarios. Los contratos públicos también son otro punto débil de los sistemas democráticos si no se esmeran en su control. En países en los que, como en España,  se ha desarrollado un sector inmobiliario muy grande, las cuestiones relacionadas con el suelo suelen ser un gran foco de corrupción. Recalificaciones, licencias, las VPO, etc., suelen ser blanco de maniobras poco claras.
La lucha contra la corrupción es básica en los sistemas democráticos porque si no se hace, los demás ámbitos se van contagiando y el estado de derecho y la voluntad democrática se convierten en una mascarada. El caso de Letonia es un claro aviso de lo que ocurre cuando la corrupción llega a formar parte del sistema y controla las instituciones. Hay que recuperar la moralidad de la vida pública empezando por los propios partidos políticos, que deben enfrentarse sin ningún tipo de tibiezas a los casos que surjan en su seno. Ese es su primer deber para con la ciudadanía, ofrecer candidatos limpios. El deber de los ciudadanos es mantener su voluntad de buen funcionamiento de las instituciones públicas de las que son siempre titulares y responsables.

* “Presidente de Letonia pide disolver el Parlamento” The Denver Post 28/05/2011 http://www.denverpost.com/noticias/ci_18162933


Reconstruyendo la democracia


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mientras que la gente se reúne en la Plaza de Tahrir o en la de La Perla o en cualquier otro lugar del mundo árabe alzándose contra dictaduras, en España lo que se reclama, de forma general, es el funcionamiento de nuestra democracia. Existe un abanico que abarca en un extremo a los que consideran que es un tipo de democracia que no funcionará (los antisistema) y en otro a los que consideran que la democracia necesita recuperar su pulso y dirección porque ha sufrido un importante deterioro. Están también los que consideran que esto no es un problema de democracia, sino de gobierno, es decir, salvan el sistema y critican al conjunto de los gobernantes. Todos ellos pueden, como de hecho ha sucedido, juntar su indignación, pero difícilmente podrán juntar sus soluciones. Pero es evidente que la mejora de la democracia, en cualquier sentido reducirá el descontento.


Existe un sustrato común entre todos los que se han concentrado o han pasado por nuestras plazas, y es la indignación por los pobres resultados del sistema en muchos terrenos. Es evidente que si la gente estuviera contenta, no se habría producido este movimiento social sin etiquetas. Es una llamada de atención a los políticos y demás instituciones sociales porque la gente está dejando de sentirse representados por abandono. Se empieza a percibir por la ciudadanía que las organizaciones sociales han perdido la sensibilidad hacia sus problemas. Esta insensibilidad del sistema tiene que ver con sus principios rectores, cada vez más enfocados hacia los aspectos económicos, auténticos ejes de la decisión política. La ausencia de políticas culturales y educativas, con una cultura transformada en espectáculo y una educación convertida en el brazo ejecutor del sistema económico, es otro ingrediente importante. Llevamos años con unos pobrísimos resultados educativos y nadie percibe que se haga nada al respecto. La despersonalización de los sistemas sanitarios o judiciales en beneficio de sistemas guiados por protocolos, es también un síntoma de la falta de sensibilidad de las instituciones que acaban desbordadas y se vuelven lentas e inoperantes. Son los profesionales, médicos y jueces, los que denuncian el estado de sus sectores.


Finalmente, el elemento clave en nuestro caso: la lacra del desempleo como consecuencia del desarrollo de un modelo económico desastroso, que ha dejado al descubierto la ausencia absoluta de una política económica real e imaginativa, entendida como una visión de futuro del país, y no como la satisfacción de los propios intereses de los agentes económicos y el mercado. Es evidente que España se ha equivocado al elegir el modelo económico que nos ha guiado durante las últimas décadas porque nos ha llevado a un callejón sin salida en la cuestión del empleo. Ya no es sostenible la excusa de los gobiernos de las crisis generales porque los demás se recuperan y nosotros no, con unas expectativas muy pobres de recuperación en décadas. Cuando España “ha ido bien”, las cifras han sido siempre de dos millones de parados. Un país que acepta esto y, sobre todo, una clase política que lo sostiene, ha perdido el sentido de la realidad y de lo político entendido como actuaciones para lograr el bien común. Durante dos décadas, el auténtico motor de la economía española ha sido sacar el dinero de los ahorros de los bancos y estimular el consumismo interno, con el consiguiente nivel de endeudamiento. Con el ascenso del paro a cinco millones de personas, con más de un millón de hogares en los que no entra ningún recurso por actividad laboral, la morosidad ha aumentado por encima del 6%, con un volumen cifrado en 111.511 millones de euros en marzo de 2011*. Esto se ha estimulado por parte de los gobernantes como un modelo de crecimiento que daba cifras globales muy aparentes, pero que complicaba el desarrollo social mismo. Hemos ido a sectores de desarrollo fácil pero sin invertir en futuros consistentes; nos hemos metido auténticas trampas.

Crecimiento de la morosidad
 
Pero la indignación procede también del agravio comparativo. Un importante sector de la sociedad aumenta su indignación antes las cifras de beneficios de los bancos y grandes empresas y de las actitudes sumisas de la clase política, que las ha convertido en sus interlocutores preferenciales. La naturalidad con la que nuestros políticos reciben a banqueros y empresarios ha hecho ver que las soluciones a los problemas generales son soluciones a los problemas de las empresas y no a los de las personas. Y, desde luego, no es lo mismo, por mucho que los interesados lo digan. Las ayudas económicas a los bancos no se han visto como ayudas al conjunto, sino que los bancos se han negado a dar créditos cuya función era estimular la actividad económica. Hemos pasado del despilfarro crediticio a la parálisis. Esta queja es general y procede de las propias instituciones que han denunciado que el crédito “no llega” al tejido social. La crisis, como se suele decir, la pagan siempre los mismos. Desgraciadamente ni es un tópico ni es demagogia. Guiados indirectamente por un pensamiento que se basa siempre en los recortes del sector público y en las privatizaciones, los ciudadanos se distancian cada vez más de las instituciones, que acaban convirtiéndose en oficinas de reclamación con poca operatividad.
Hay un creciente distanciamiento, medido por todas las encuestas y estudios desde hace años, entre la clase política y los ciudadanos. El primer problema es precisamente su constitución en “clase” política. Es lamentable que los ciudadanos perciban que en lo único que los políticos muestran acuerdo rápido sea en las sesiones de aprobación de los incremento de sus sueldos. La clase política es endogámica —no se abre a la sociedad— y mediática —cree que todo se resuelve en problemas de imagen—. Sobre estos dos ejes, la política española se ha distanciado de la ciudadanía. Se rodea de sus afiliados y deja de tener acceso al conjunto de la sociedad. No se hace pedagogía de la política, no se practica con el ejemplo la enseñanza de los valores de la democracia porque se ha hecho inexistente el diálogo político, convirtiéndolo en diálogo de sordos y desvirtuando el papel de las instituciones de debate. Por mucho que se discuta, no se tiene la sensación de que estén realmente dialogando. Demasiadas fotos y pocas ideas.



Ante este panorama, los movimientos de indignados son una importante contribución a la renovación necesaria de la política española. Las jóvenes generaciones necesitaban la experiencia de decidir, de tener responsabilidad, aunque sea de mantener en pie un campamento; necesitaban tener voz, aunque haya sido colgando carteles en cuerdas; necesitaban saber que forman parte de la sociedad y que muchos han estado con ellos porque no se ignoran los problemas de una generación entera sacrificada por la necedad, la falta de imaginación y el conservadurismo rutinario institucional. Sus padres tuvieron la oportunidad —y presumieron de haberlo hecho— de expresarse en las calles reclamando democracia; ahora son los hijos los que se las reclaman a ellos. Reclaman un “democracia real”, una profundización en los valores que se traduzca en la recuperación de la política como arte noble. No solo han sido los jóvenes los que han estado allí, pero son ellos los que tienen más derecho a hablar sobre su futuro y a experimentarlo como sueño y utopía: es a ellos a los que menos voz se les ha dado, directa o indirecta.
Este movimiento se disolverá físicamente en las plazas, pero no debe hacerlo como actitud. Es importante que no cese por aburrimiento, sino porque traslada al resto del país la ilusión de que se pueden hacer de otra forma las cosas y la voluntad de construir. La forma de que funcionemos es recuperar o crear el pulso democrático en las instituciones reorientándolas hacia los problemas reales, humanizarlas en el sentido de  que los ciudadanos sientan que están para solucionar sus problemas y atenderles. Tenemos que creer y crear el futuro más allá de las estimaciones que las instituciones económicas internacionales nos hacen. Lo que la sociedad española ha estado diciendo antes y después de las elecciones del pasado domingo es que todos necesitamos un cambio de mentalidad y actitud ante los problemas. No hacer caso será un peligro y, sobre todo, una gigantesca estupidez.

* Indicadores de morosidad, crédito y solvencia. Crédito y caución, 18/05/2011 http://www.creditoycaucion.es/es/prensa/detalle/indicadores-morosidad-credito-solvencia/1528-20110518-tasa-morosidad-bancaria-desciende-61.html



sábado, 28 de mayo de 2011

El puesto más disputado

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Sorprende la ferocidad con las que los socialistas españoles se disputan los cargos. Sorprende ver con qué fiereza luchan por hacerse con el puesto de Líder de la Oposición, según todos los pronósticos. Si aplicarán tanta energía y astucia para otras cosas, seguro que nos iría a todos mejor. Pero ya sabemos que la motivación produce un efecto turbo y para esto sí están muy motivados.
Uno no sabe realmente, después de ocho años, si el Presidente del gobierno dice lo que piensa y sabe lo que dice. Hemos pasado de llamarle “optimista antropológico”, en el mejor de los casos, a considerarlo un extraterrestre. Si hay algo peor para un político que no tener los pies en la tierra es que haya dudas sobre si ha nacido en ella. Y ya hay gente que tiene ya serias dudas. Hay serías dudas sobre si aquella vez que no se levantó al paso de la bandera USA sabía que debía levantarse, o si iba en serio cuando le tuvieron que decir que le explicarían la economía en dos tardes, o los comentarios en Nueva York sobre las envidias de Sarkozy y Berlusconi, o sus afirmaciones sobre el pleno empleo, o sobre la recuperación económica en el semestre “n+1” en donde “n” es en el que estamos. Por múltiples y fundadas dudas que tengan sobre su origen terrestre, yo confío plenamente en que es terrenal. Aunque confieso que no ha sido fácil llegar a esta conclusión y que tiene mucho de fe. 

Peter Seller como Chance Gardiner
Yo creo más bien que José Luis Rodríguez Zapatero es como el señor Chance, personaje de la espléndida novela de Jerzy Kosinsky “Desde el jardín” (Being There), y cuya versión cinematográfica —que por extraños retorcimientos mentales hispánicos— se tituló aquí “Bienvenido, Mr. Chance” (Hal Ashby 1979), película no excesivamente buena (para mi gusto) pero que sirvió de testamento al actor Peter Sellers.
Chance Gardiner es un ser simple que se ve expulsado de su casa por la muerte de su protector. Gardiner solo sabe hablar, como su nombre indica —su nombre es lo que hace— de jardinería. Cualquier pregunta que se le realice, él la contesta con afirmaciones sobre el cultivo de las plantas y otras historias jardineras. Los demás, poseídos de lógica metafórica, creen que son respuestas parabólicas y aplican sus propios razonamientos para establecer lo que ha querido expresar, encontrando en sus palabras una inteligencia inexistente. Chance Gardiner conseguirá llegar a asesor de la Casa Blanca. Sin embargo, Gardiner solo dice lo que dice, por mucho que los demás lo interpreten y le den profundidades inexistentes.
Una portada del diario El País como la del día de hoy no se recuerda desde los tiempos de La codorniz, que para los más jóvenes o para los que vivan más allá de este pintoresco país, ha sido la revista de humor más importante de nuestra historia. Sin embargo, el titular del diario ha sido piadoso* y le que quitado los pasos intermedios al razonamiento de nuestro Presidente. La frase literal manifestada por el cuidador de nuestro jardín nacional es:

"Alfredo es un esprínter que fue capaz de correr 100 metros en 10 segundos, así que también será capaz de ganar las elecciones en 10 meses"*



Uno realmente se siente estupefacto ante este tipo de silogismo deportivo, ante este uso del ergo, de una lógica aplastante y que supongo que habrá hecho temblar a las confiadas huestes de los poco deportivos dirigentes del PP que, además, se habrán pasado de calorías con tanta celebración.
 Quizá pocos recuerden la promesa que le hizo a Emilio Sánchez Vicario, capitán de nuestro equipo de Copa Davis, en La Moncloa en el año 2008. El tenista le comentó la conveniencia de que existiera un Ministerio de Deportes:

"Emilio me ha lanzado un órdago y recojo el guante. Y digo que sí. Cuando haya una remodelación ministerial del Gobierno, habrá un Ministerio de Deportes. Se ha venido trabajando en esta línea y el momento merece una apuesta más decidida en todos los aspectos", aseguró el presidente del Gobierno en su alocución.**

Por supuesto, por tomarle en serio, el titular del diario El Mundo de aquel día reza: “Zapatero creará el Ministerio de Deportes”. Por supuesto, no hay Ministerio de Deportes a fecha de hoy ni probablemente hubo intención nunca de hacerlo. Pero ¡lo dice con tanto convencimiento! ¡Sales tan reconfortado! Pasados unos meses, como sabemos, Deporte salió de Educación y pasó directamente a ¡Presidencia de Gobierno, al propio Zapatero! ¡Se autorremodeló!
El hombre que inventa de una tacada las "elecciones primarias con un solo candidato", que se niega a considerar como "dedazo" la designación de un candidato único sin elección por medio, y reduce un congreso a "conferencia", tiene mucho mérito, de verdad. Respetamos demasiado las palabras de los políticos para lo poco que nos respetan ellos la inteligencia.
Confieso que hasta que no he visto el titular de hoy no se me había hecho la luz. La claridad retrospectiva me ha venido, como en las novelas de Agatha Christie, en un momento epifánico en el que todas las piezas encajan, lo que parecía negro es blanco, y el de cara de más simpático es el culpable. Hasta que no he hecho el esfuerzo de ver a Alfredo Pérez Rubalcaba corriendo en chándal por las calles de Madrid entrenando para ganar holgadamente las elecciones, no he caído.

* “Zapatero: ‘Rubalcaba es un esprínter y puede ganar las elecciones en 10 meses” El País 28/05/2011 http://politica.elpais.com/politica/2011/05/28/actualidad/1306571125_865920.html
** “Zapatero creará el Ministerio de Deportes” El Mundo 26/11/2008 http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2008/11/26/tenis/1227707295.html

El Presidente Zapatero y el capitán de la Copa Davis, Emilio Sánchez Vicario (2008)


Torpeza: la batalla de la fregona

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No se puede apalear a la gente y tratar de desalojar una concentración pacífica esgrimiendo como excusa un problema de limpieza. Y eso fue lo que hicieron las fuerzas de Orden Público ayer en Barcelona*. Tan es así, que los partidos políticos, a regañadientes, se han visto forzados a criticar la intervención policial. Ya se han recogido más de 48.000 firmas solicitando la dimisión del Conseller de Interior. El Defensor del Pueblo de Cataluña ha abierto una investigación porque los agentes no iban identificados como debían**. Es el signo más claro de que la brutalidad estaba prevista, que no ha sido casual. La cuestión es grave por lo que representa en un estado de derecho como el nuestro. Una cosa es que te retiren en una sentada y otra que te apaleen premeditadamente. Alguien debería explicarles la diferencia.
Ayer se volvió a ver algo que no se veía en mucho tiempo: la brutalidad innecesaria y desproporcionada. Como las imágenes son elocuentes por sí mismas, lo que han conseguido es lo contrario de lo que buscaban. ¡Vaya torpeza! Cuando la gente estaba ya pensando en continuar sus acciones por otros medios y ámbitos, a alguien se le ha calentado el teléfono y ha dado la orden de la contundencia, la energía y otros recios y viriles modos de mostrar que no solo son inútiles sino que además les molesta que se les diga. Porque esto es pura política postelectoral y comienzo de la preparación de las generales. 

La Plaza de Cataluña renovada de indignación
 
La campaña electoral ya ha comenzado y su primer acto es el apaleamiento vil de personas que no levantaban los brazos más que para evitar que les cayeran encima los golpes dados con auténtica saña siguiendo las instrucciones dadas por quien las diera. Comienzan los actos de demostración de "firmeza" y "liderazgo" mal entendidos, comienza la lucha de los ineficaces por demostrar fervorosamente que no lo son.
Sí, la campaña ha comenzado: los que están protestando contra nosotros son votos perdidos. A los que este tumulto les molesta, verán con buenos ojos nuestra firmeza en la restitución del orden y la limpieza callejera. Si en Egipto tuvieron la “batalla del camello”, aquí ya tenemos la “batalla de la fregona”. Es imperdonable, desde el punto de vista ético y moral, la humillación a la que se ha sometido a los trabajadores de la limpieza de Barcelona. Utilizar la limpieza como excusa para la intervención y obligarles a trabajar en esas condiciones requiere un grado de bajeza e insensibilidad muy elevado.


La excusa y la humillación***

Mientras una mayoría de ciudadanos ha simpatizado con las causas de la protesta (participando en ellas incluso) y no se sabía muy bien cómo iban a evolucionar estas actitudes en las urnas, las autoridades han mantenido una distancia prudencial. Pero cuando los votos han dicho lo que han dicho de forma contundente, las estrategias son ya otras. La contención interesada se ha terminado y son otros los cálculos, como vemos.
Con su torpeza, lo que han conseguido es el efecto contrario, el tiro por la culata. Han conseguido volver a inflar un movimiento que se estaba cuestionando su misma permanencia. Han dado un motivo más para estar allí y manifestarse, para que la protesta vuelva a tener sentido más allá de la frontera electoral. Han dado mártires, víctimas con las que aumentar la indignación de los indignados. El resultado: volver a llenar, más que nunca, la plaza de Barcelona y, como solidaridad, todas las plazas de España. Han reforzado la unidad del movimiento en todo el país. Me imagino que en aquellos lugares en los que la gente tenía pensado acabar este fin de semana y dirigirse hacia los barrios, estarán echando pestes del “listo” al que se le ocurrió la machada.
Torpeza y solo torpeza. No se puede considerar de otra forma. Es el desconocimiento absoluto del funcionamiento del comportamiento colectivo. O no les importa.
Estos señores no ha entendido todavía que, se acampe en las plazas o no, la indignación existe porque existen las causas y que, se compartan en mayor o menor medida los métodos, nuevas torpezas traerán más indignación.

Desde la barrera****

* "La actuación policial de esta mañana crea un efecto llamada que dispara la asistencia en plaza Catalunya" La Vanguardia 27/05/2011 http://www.lavanguardia.com/politica/20110527/54162025672/la-actuacion-policial-de-esta-manana-crea-un-efecto-llamada-que-dispara-la-asistencia-en-plaza.html

** "El Defensor del Pueblo catalán asegura que los Mossos no iban bien identificados" El Mundo 28/05/2011
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/27/barcelona/1306531430.html


*** http://www.flickr.com/photos/acampadabcnfoto/5764672700/in/set-72157626817385780

**** http://www.flickr.com/photos/acampadabcnfoto/5764478901/in/set-72157626817385780

viernes, 27 de mayo de 2011

La renuncia a hacer política


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El espectáculo político que están dando es realmente penoso. Es la demostración de la absoluta falta de ideas y formas para poder afrontar una política diferente, una manera distinta de buscar soluciones a los problemas del país, que es lo único que deberían tener presente.


De todas las soluciones posibles a sus propios problemas, han escogido la peor. En primer lugar, han roto la posibilidad de un debate por arriba al no enfrentar a dos candidatos.  Es posible, aunque improbable, que difieran en algo, que tengan proyectos distintos que ofrecer. En segundo lugar, han evitado la posibilidad de una renovación por abajo al impedir un congreso extraordinario. Puede que a alguien, en alguna comisión perdida en alguna salita, se le ocurra algo, una sola idea que valga la pena.
Pero lo que queda es el candidato oficial, el que se había autoproclamado “rey puesto” del rey muerto”. Lo que queda es el portavoz cualificado y redundante de la forma de hacer política que les ha llevado a ellos (y a nosotros) al desastre.
En cuestión de días, hemos pasado por todas las posiciones posibles, como la bolita rueda por los números de la ruleta. Pero siempre, tirada tras tirada, cae en el mismo sitio. Al final sale el que estaba previsto desde el principio. Lo peor de todo es que esto se nos vende como un gran avance, aunque no se sabe muy bien de qué.


Independientemente de las ideas que cada uno tenga sobre la política, la salud de los partidos políticos, en términos internos, es esencial para todos ya que se trata de las alternativas disponibles sobre el tapete. Deberíamos exigirles los mínimos saludables para el conjunto de la sociedad. Tienen un concepto demasiado patrimonial de la política, en la que todo se resume en periodos aburridos, de calma chicha, seguidos de maremotos ocasionales en los que a veces ocurre algo, pero solo muy de vez en cuando. Los partidos, independientemente de su ideología, son terriblemente conservadores, inmovilistas. Les va demasiado en sus repartos. Prefieren invertir en otras estrategias sus energías.
Pensar que tras el desastre electoral y la falta absoluta de ideas, más allá de algún eslogan ingenioso, que ofrecer a la sociedad española, la solución de la crisis política sea impedir un debate, que sigan los mismos, y que solo se haga una conferencia paripé para que las “bases” digan algo, es tan triste como suicida.
La renuncia de Carmen Chacón es, en sí misma, un fracaso del conjunto del partido, que prefiere el candidato único al frente de un partido fantasma a que, de entre los heridos, pudiera salir alguna voz que diga algo nuevo. Pero las mismas voces de las mismas caras de los mismos de siempre seguirán diciendo lo mismo una y otra vez. Nada nuevo que esperar en tiempos de demandas dramáticas de nuevas ideas para el bien de todos.
Así no puede funcionar la política para resolver los problemas del conjunto de la sociedad. El inmovilismo de los partidos favorece la apatía de los ciudadanos, que se ven incapaces de reflejarse en los que les representan. “Representación” empieza a ser cada vez más un concepto vacío ante la falta de escucha [verentrada]. La democracia puede viajar por inercia o incorporar voces nuevas. La esencia misma de la democracia es la renovación permanente en función de las necesidades sociales. Se confunden los que ven la esencia en la representación; la representación solo es representación si representa. La esencia democrática es la posibilidad permanente de incorporar al flujo político lo que viene de abajo. Si los partidos se cierran y se convierten en “castas” o en “cortes”, cerrando el flujo circular de ideas —del pueblo a los gobernantes, de los gobernantes al pueblo—, la democracia se convierte en un sistema fabril o en una farsa robótica. En cualquier caso, incumple su función.
Eso que llaman “congreso extraordinario” no es simplemente una posibilidad estatutaria; es el derecho y la obligación que tienen las bases de ese partido —de cualquier partido— para tratar de establecer la mejor oferta que le puedan realizar al resto de los ciudadanos del país en un momento de crisis. No es algo que les incumba a ellos exclusivamente. Es algo que nos afecta a todos. Unos partidos sin soluciones y sin deseos de buscarlas son algo que nos perjudica a todos.

Los argumentos alegados por Carme Chacón —la unidad del partido, la imagen pública, el liderazgo del secretario general y presidente del gobierno, y la estabilidad del gobierno—, independientemente de su buena fe, son todos ellos  negativos porque son precisamente los que hay que intentar evitar para una mejora política. En ningún lugar dice que los partidos deban estar “unidos”, ni que sea mejor que lo estén o no. Es en clave interna en donde les interesa la unidad, que se confunde con la unanimidad y la uniformidad. No hablamos de “diversidad de ideas”, sino de “diversidad de ambiciones”, que es otra cosa. La “imagen pública” está bastante clara después de las elecciones del otro día. Los partidos tiene una forma de mantener buena imagen: hacerlo bien. Lo demás son Relaciones Públicas. El liderazgo de un presidente o de un secretario general no puede ser eterno ni incondicional. Los partidos son organizaciones, no sectas religiosas. Sus dirigentes se eligen para hacerlo bien. Si el actual presidente y secretario general no cuenta con consenso, confianza o apoyo suficiente, lo mejor, de nuevo, es un congreso para elegir uno nuevo. Tampoco es nada raro. El argumento de la “estabilidad del gobierno”, suena también excesivo porque mientras sea el presidente tiene la capacidad de organizar su equipo y mandar a casa al que haga lo que no debe. Eso no es una cuestión de partido, sino una cuestión nacional si es así. Sería el síntoma final de que el partido ha perdido la perspectiva y el sentido de sus actos.
Lo que estamos viendo es, precisamente, la manifestación clara de la necesidad de renovación de la idea de lo que significa hacer política, ocuparse de los ciudadanos y sus problemas. La renuncia de Carme Chacón, por lo que significa, puede ser una buena noticia para ella, pero es un signo más de la continuidad de una forma negativa de entender la política.
Así solo se mandan desastrosos candidatos al desastre general. Y ahí estamos todos. Chacón se ha librado de una buena.