Los candidatos y sus traspies

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El anuncio oficial de Joe Biden para presentarse a la reelección siembra dudas por su edad, pero también por el mecanismo de relevos, de renovación de la política norteamericana. A la candidatura de Biden, se añade la posible de Donald Trump. Si sale adelante, tendríamos el presidente de más edad de la historia en la Casa Blanca. En el caso de Trump, los récords de pueden acumular de forma negativa al ser procesado y si es condenado en algunas de estas causas abiertas.

La política se está convirtiendo en los Estados Unidos en un mundo muy cerrado. No es demasiado positivo que los republicanos y los demócratas no puedan ofrecer nada mejor a los votantes. La última renovación real fue la de Barack Obama, quien introdujo nuevos elementos en su presidencia. Pero, más allá, lo que ha habido entre los demócratas es muy poco. La presentación de Biden de nuevo abre una serie de problemas claros y, especialmente, de riesgos. Por mucho que Biden intente aparentar una "juventud" que no tiene, el riesgo de accidente o d empeoramiento es real.

En el caso de Trump, que tampoco es un chiquillo precisamente, los problemas van en otros sentidos, comprometiendo la propia situación nacional e internacional si se van acumulando condenas, minando la credibilidad del sistema.

¿Es posible que la sociedad norteamericana ignore todo lo que hay y representa Donald Trump? ¿Es posible que no haya una candidatura que "ilusione" y ofrezca otras perspectivas "saludables" a la política norteamericana? Sin embargo, los millones de votos  conseguidos en la campaña anterior, aunque no le llevaron a la Casa Blanca, dividieron a la calles, sacaron las armas en un intento de frenar el uso de mascarillas y vacunas y, finalmente, lanzar a miles de personas contra el Capitolio, un episodio traumático que Trump y los suyos han convertido en heroico.

En RTVE.es, al notificarnos la presentación a la reelección de Biden, señalan:

Según Trump, el resumen de la Presidencia de Biden es que "Estados Unidos está al borde de una guerra nuclear mortal". "Los estadounidenses están luchando para pagar los alimentos y la gasolina. La frontera se ha abierto a millones de inmigrantes ilegales desconocidos y toneladas de drogas mortales", ha añadido.

Entre las medidas que Trump se propone implantar si vuelve a la Casa Blanca está el proporcionar "bonos para bebés" a familias jóvenes para ayudar a iniciar "un baby boom muy necesario", "recompensar la producción nacional y aumentar los aranceles a los fabricantes extranjeros" y sacar a Washington del Acuerdo Climático de París.

"Con una presidencia tan calamitosa y fallida, es casi inconcebible que Biden siquiera piense en postularse para la reelección", ha dicho Trump en el comunicado. "Nunca ha habido un mayor contraste entre dos administraciones sucesivas en toda la historia de Estados Unidos. La nuestra es grandeza, la de ellos un fracaso", ha aseverado.*

Como puede apreciarse, la candidatura de Trump a la Casa Blanca no es más que una reedición de su calendario populista. Es un programa que se basa en los males venideros de los que solo él puede liberar a la sociedad. Ese programa es el clásico populista: la amenaza de "millones de inmigrantes ilegales desconocidos", identificados como narcotraficantes; la necesidad de estimular la fecundidad norteamericana para contrarrestar el efecto de los nacimientos en las poblaciones recién llegadas y así evitar la conspiración de la "gran sustitución", la toma del poder mediante los nacimientos en USA de niños inmigrantes, una de las líneas copiadas por Vox en Castilla-León.

Grave es igualmente el negacionismo del cambio climático, que encubre las perversiones económicas para hacerse con los mercados y muestra a los norteamericanos que los límites de los acuerdos internacionales son una forma conspiratoria china para evitar la grandeza productiva de los Estados Unidos, una de sus principales líneas en su pasada legislatura, fomentada por tipos como el asesor económico Pete Navarro. Trump se presenta así como un "destino", como la única vía posible a esa grandeza que el mundo, envidiosos, se empeñan en robarle a los Estados Unidos.

La campaña de Biden a la reelección se ha contagiado de la fórmula Trump: se trata de evitar que Trump llegue a la Casa Blanca y cree nuevos desastres. De esta forma, la campaña Biden se convierte en anti Trump, lo que significa que le hace indirectamente la campaña. Se ve obligado a repetir su postura ante lo que Trump quiere, lo que le lleva a ser la iniciativa. Trump se promociona a sí mismo y es promocionado por las alertas de Biden. No es fácil acabar con esa dinámica política.

La falta de candidatos que introduzcan otras perspectivas, que no estén enredados históricamente en esa rivalidad, es una seria limitación política. ¿No ha podido el partido demócrata promocionar un candidato como alternativa en este tiempo? Inicialmente iba a ser Kamal Harris, pero esta repitió pronto el modelo que Hillary Clinton repitió con Obama, desaparecer intento preservar su imagen para una posible candidatura futura. Se habla de la desaparición de Harris después de que se empleara en ella toda una estrategia promocional cuando se unió a Biden. Recordemos que parte de la campaña racista de Trump consistió en dejar caer que Biden era "viejo", lo que implicaría una "mujer negra" en la Casa Blanca si Biden no estaba en condiciones de seguir en su puesto por la edad. Machismo y racismo se daban la mano en las estrategias políticas con el tándem Biden-Harris.

Es triste ver cómo la construcción exclusivista de la política conlleva la promoción de unas figuras de las que es difícil desprenderse o simplemente renovarlas. Creo que los Estados Unidos se merecían una nueva apertura política, pero es difícil que esto se produzca con los planteamientos actuales, con los mecanismos utilizados para la "construcción de los candidatos". Por mucho que el sistema de primaria sea una forma de sacar adelante nuevos candidatos, lo cierto es que no es sencillo que prosperen.

Las denuncias contra Trump se han convertido en la promoción de su propia candidatura, una salida hacia adelante y la confirmación a sus seguidores del acoso que padece, lo que se convierte en garantía de su verdad. Trump ha recibido más dinero que nunca para su campaña desde el momento en que fue citado a declarar ante un juez. Desgraciadamente, es así. Lo negativo vende y Trump, de esta forma, tiene mucho que vender.

Los votantes se ven obligados a elegir entre lo menos malo conocido, una perspectiva que no solo ilusiona poco, sino que divide mucho, como hemos tenido ocasión de ver en este tiempo. Un "golpe de edad" puede arruinar la candidatura de Biden; un "golpe judicial", probablemente lo haga con la de Trump, aunque es probable que venda orgulloso su "vitalidad sexual" como signo de "eterna juventud". No sería la primera vez que vemos cómo se hace de la necesidad virtud, que lo que otros trataban de mantener en la sombra Trump haga alarde de ello ante un Biden mayor. Trump es, comparativamente, el "joven" y el presuntuoso. Los traspies de Biden son asunto de estado, carne de titular mediático. Los traspies de Trump son morales, legales. Cada uno en sus circunstancias. Una caída de Biden dejarán al descubierto en toda su crudeza física la cuestión de la edad; pero Trump puede darle la vuelta a sus traspies legales con teorías conspiratorias contra él.

En cualquiera de los casos, no es bueno que la primera potencia mundial esté abierta a estas incertidumbres por una causa o por otra. Queda mucho, en cualquier caso. Todavía puede haber alguna sorpresa bajo distintas formas. 

* "Biden anuncia oficialmente que se presentará a la reelección en las presidenciales de 2024: "Vamos a acabar el trabajo"" RTVE.es 25/04/2023  * "Biden anuncia oficialmente que se presentará a la reelección en las presidenciales de 2024: "Vamos a acabar el trabajo"" RTVE.es 25/04/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230425/biden-anuncia-presentara-presidencia-eeuu-elecciones/2441332.shtmlhttps://www.rtve.es/noticias/20230425/biden-anuncia-presentara-presidencia-eeuu-elecciones/2441332.shtml