miércoles, 5 de abril de 2023

Su único delito

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El peor presidente de los Estados Unidos, el presidente al que tuvieron que crear un contador de mentiras para no perder la cuenta, Donald Trump, está por fin en su elemento, la gresca. Dicen que ha recaudado millones de dólares desde que se supo que iba a ser imputado, que todo este lío le impulsa hacia un único destino: una nueva etapa en la casa Blanca, un nuevo periodo presidencial. ¡Tiembla, mundo!

Trump son los árboles que no dejan ver el bosque, que es la democracia norteamericana, sin duda enferma porque, como escribió en un poema W.B. Yeats, "no se puede separar al bailarín de la danza". La democracia estará enferma mientras el pueblo acepte como factible a un personaje como Trump, como ideal político, en el sentido más amplio del término. Si la democracia se basa en impulsos, en pasiones, en vez de en razones, su tentación al caos o al totalitarismo está garantizado. Si los que son votados son totalitarios y caóticos, como es el caso de Trump, anti institucionales, generadores de odios, narcisistas..., el desastre es cuestión de tiempo.

La frase que es hoy titular en diversos medios lo resume perfectamente: "El único delito que he cometido es defender valientemente la nación de los que intentan destruirla" (RTVE.es). En esta expresión se crean los dos frentes y el acto heroico que justifica su presencia pasada y, sobre todo, futura. Trump no compite ya por la presidencia, compite por escribir la Historia estableciendo su papel. Cualquier opción que no sea él es la destrucción de los Estados Unidos de América. Con Trump muere todo lo que no sea él mismo, que se funde en una identificación absoluta con una realidad selectiva, los que están de su lado, a los que llamar a defenderle a él llamándoles a defender a América. Ya no hay dos realidades, el país y su ex presidente; solo hay una: el país y un ex presidente al que se le ha robado la presidencia mediante un fraude. Todo lo que ocurre se deriva de ahí, del robo electoral para apartarlo de la salvación del país.

Ya dijimos  hace tiempo que, para Trump, no existía forma legal de apartarle de la presidencia. Ninguna otra entraba ni en sus cálculos ni en su cabeza. Las dimisiones constantes en su equipo próximo, ya nos advertían de su inutilidad. Trump solo escucha a los que le repiten lo que él ha dicho o desea escuchar. Si negó su derrota en las urnas, ¿cómo va a aceptar ser procesado? Todo es conspiración, maniobra para apartarle ilegítimamente del poder, que le está destinado por la Historia.

Cómo millones de personas se dejan seducir por una personalidad narcisista y delirante, fría y sin más fin que él mismo, es la gran pregunta que nos hacemos una y otra vez cuando emergen en el tiempo. El hecho de que ocurra en una democracia avanzada nos hace ver que en algún momento, ante nuestros ojos y sin verlo, ha habido un deslizamiento hacia un tipo diferente de sociedad, que se han pervertido valores y se ha producido una ceguera por deslumbramiento ante cierto tipo de manifestaciones que, lejos de ser repudiadas, son aplaudidas de forma fanática. Algo ha cambiado en el sistema para que esta ceguera se produzca y no hay forma de hacer despertar a los que son arrastrados por ella.

¿Estamos en manos de los que saben tocar los resortes negativos que producen odio y separación, distanciamiento y radicalización? Las herramientas las tienen ya, desde luego. La capacidad de tener acceso a millones de personas, la posibilidad de rodear el mundo de forma instantánea, permiten intensificar los mensajes, que luego son reforzados horizontal y selectivamente. Hoy el mundo es un gigantesco auditorio desde el que asistimos a todo tipo de manifestaciones por parte de personas que buscan esa radicalización. La capacidad de articular esas masas receptoras y lanzarlas a la acción es un hecho que constatamos cada día.

La estrategia de Trump es añadir al victimismo del "fraude electoral" el de la "persecución política". Ha conseguido ya varias cosas: 1) millones de dólares en donaciones para su postulación; y 2) que en el partido republicano no se atrevan a criticarlo por temor a ser atacados por las bases enardecidas, que se vean obligados a mostrarle su apoyo sin oponérsele en unas primarias. Trump ha conseguido asentar el miedo en la política norteamericana. Es un miedo que se manifiesta en las calles, tras el asalto al Capitolio, como nos muestran las medidas de seguridad tomadas ahora en Nueva York.

En el diario El Mundo, Pablo Pardo escribe sobre lo ocurrido en el juzgado: 

Los cargos, aprobados por el gran jurado y presentados por el fiscal Alvin Bragg fueron presentados por el juez Juan Merchan, que también advirtió al acusado que no haga llamamientos a la violencia. En los últimos días, personas del entorno de Trump -incluyendo sus hijos- han atacado en redes a la hija de Merchan, mientras que el ex presidente ha colgado imágenes en las que él aparece vestido de jugador de béisbol golpeando la cabeza de Bragg.** 

La advertencia del juez Merchan no puede ser más clara. Las formas de incitar a la violencia por parte de Trump no son precisamente sutiles (¿qué hay "sutil" en Trump?). Lo hizo durante su mandato y lo ha hecho después. No es que Trump "no sepa perder"; es que está mentalmente incapacitado para aceptar cualquier tipo de derrota, un sentimiento que traslada a los que le siguen.

Pensamos la política democrática como una forma de seleccionar a las personas con mejores capacidades para gobernar un país; es una forma de elegir entre lo mejor disponible. No es el retrato de Donald Trump precisamente. Es más bien el caso del que sabe pulsar los odios, frustraciones y otras emociones negativas. En su caso, es el resentimiento de una parte de los Estados Unidos, el rechazo a los dos mandatos de Barack Obama, lo que movilizó a los sectores más ultras de la política norteamericana, de diferentes sectores sociales en la sombra, que dieron un paso adelante ante la amenaza que suponía un nuevo mandato demócrata, lo que representaba Hilary Clinton. Las teorías conspiratorias se pusieron en marcha desde todos los ángulos sociales y eso llevó a Trump a la Casa Blanca. Supo (supieron también) canalizar el odio que Obama había generado y el odio a los Clinton. No sé eran los mejores candidatos, pero sí sé que Trump es otra cosa.

Lo que viven los Estados Unidos es el enfrentamiento entre persona e instituciones, un choque entre modelos institucionales y modelos carismáticos (vamos a llamarlos así), basados en la creación de vínculos entre personas que prometen resolver las frustraciones, que prometen vencer a los enemigos que ellos mismos han dibujado ante los ojos de unos votantes deseosos de dar salida a la violencia, frustración e ira que acumulan. Este modelo, desgraciadamente, no es único de los Estados Unidos, sino que se está extendiendo por los países democráticos construyendo sobre divergencias, miedos y mensajes radicales. Eso es lo que representa la frase seleccionada por los medios de lo dicho por Trump, miedo, miedo al futuro, miedo a los otros, a los diferentes. Todos son enemigo y ellos las divinidades protectoras que garantizan vida y futuro, prosperidad e independencia. Solo tienen que seguir ciegamente al líder.

La persona es la que encarna el poder desafiante frente a las propias instituciones. Temerle a Trump es el peor favor que se le puede hacer a la democracia norteamericana y a la democracia en todo el mundo, ya que el ejemplo negativo de Trump ha cundido por el mundo, como hemos tenido ocasión de comprobar en las elecciones recientes en Brasil.

Trump es algo más que lo que vemos; es un síntoma de un estado de la democracia en la democracia más poderosa del mundo. Un comentario en uno de los artículos publicados le defiende diciendo que "hubo paz" en su periodo. Es un comentario más para la fabricación de una realidad alternativa que desconoce lo que ha supuesto Trump para el mundo y para los Estados Unidos en su mandato anterior y lo que puede suponer para el próximo. Trump y sus círculos, en la sombra muchos de ellos, se han dedicado a debilitar el orden internacional. El que pedía que le llamaran "Mr. Brexit", al que visitaban las distintas figuras empeñadas en la ruptura del orden de la Unión Europea, el que era felicitado por los dictadores al llegar al poder (Al-Sisi presumía de ser el primero en felicitarle), el mejor colega de Putin (es indudablemente su mejor baza en la casa Blanca), con el deseo de volver a imponer de nuevo un orden mundial de superpotencias, etc. no ha sido, como él piensa, el mejor gobernante de la Historia; el que llamaba a los funcionarios pidiéndoles que alteraran el número de votos en su favor, no es el más recomendable para la democracia norteamericana; el que negaba la eficacia de mascarillas y vacunas durante el COVID-19 y se presentaba como inmortal al salir del hospital, no ha sido el mejor presidente. Ningún presidente de los Estados Unidos ha llegado a la Casa Blanca con tantos escándalos de todo tipo —de económicos a sexuales— y ninguna ha salido de ella con tantos casos abiertos.

La ambigüedad de su defensa contra aquellos que tratan de "hundir" los Estados Unidos hace que sea el receptor el que imagine los peores enemigos de su propia cosecha. Cada cual pensará en los miedos y frustraciones que brotan en su mente. Es el juego de Trump, su forma insinuante y ambigua, una forma de actuar constante. Ahora tiene el peor testigo en su contra, el abogado que él mismo seleccionó para hacer las trampas y al que dejó en la estacada. Pero esto solo está empezando.

Me imagino que los gobiernos de muchos países estarán deseando que no se vuelvan a repetir aquellos cuatro años, con un Trump corriendo en las cumbres internacionales para salir antes que los demás en las fotos, tomando protagonismo.

No, un Trump de nuevo en la Casa Blanca no es la mejor opción para el mundo. 


* Marta Rey "Trump insiste en su inocencia en un acto electoral: "Mi único delito es defender a la nación de los que intentan destruirla"" RTVE.es 5/04/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230405/trump-discurso-mar-lago/2435986.shtml

** Pablo Pardo "Trump, acusado de 34 cargos de falsedad documental que constituyen una "trama ilegal"" El Mundo 5/04/2023 https://www.elmundo.es/internacional/2023/04/04/642c5af3fc6c83284f8b45d6.html

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