viernes, 21 de abril de 2023

La España que no llega a tiempo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Me llama la atención el titular de 20minutos: "El suceso traumático que cambio a Óscar P., el policía condecorado y abatido por otros agentes: "La terapia no le llegó a tiempo""* y se añade antes de desarrollar el texto "Sufría episodios de terror de forma habitual, ansiedad, trastorno de estrés postraumático y depresión".

Me temo que los españoles estemos empezando a desarrollar un cierto sentido de la fatalidad, una especie de mirada lanzada al cielo con la esperanza que las cosas lleguen antes de que ya no sean necesarias o nos sirvan ya para nada. Me imagino que cada día se tachan nombres en las listas de todo tipo de servicios para los que ya nos son necesarios, de lista de espera para intervenciones quirúrgicas o terapia, para juicios o para cualquier otra actividad que requiera de ser atendidos.

La noticia les habrá llamado la atención por su crudeza, por lo que significa que un policía robe una pistola de un compañero en un armero después de que le retiraran la suya, se diera a la huida y fuera abatido a tiros por sus compañeros.

“Era una persona amable, un buen compañero, pero hace tiempo que necesitaba un ingreso por sus problemas psiquiátricos, la terapia no le llegó a tiempo”, cuenta una de las últimas personas que habló con él poco antes de que se produjeran los hechos que le costaron la vida, según recoge La Voz de Galicia.*

Es una historia triste, un suceso dramático, pero sobre todo es una muestra más del abandono en el que nos encontramos en muchos ámbitos. Puede ser una terapia, pero pueden ser muchas otras cosas que no nos llegan a tiempo. Padecemos una epidemia me "minimismo", es decir, de trabajar bajo mínimos en todo. Es un efecto de la mentalidad gerencial, la del costo mínimo y la explotación máxima. Creo que cada uno la padecemos en nuestros ámbitos particulares. La reducción de servicios recortando personal es un hecho por donde vayas. Eso reduce costes y deja a la suerte muchos casos que se perderán porque abandonas o, como en este caso, se producen hechos dramáticos.

Hay profesiones en las que las situaciones de estrés hacen mella por una cosa u otra, por el simple pasare de los días. En estos últimos años ha sido el sector de la Sanidad sometido al estrés de la pandemia. ¿Cuántas personas fallecen porque no les llega la operación, la terapia o cualquier otra cosa necesaria? Hemos colocado en muchos sectores a estos draconianos de la inversión, de la gestión, que nos aprietan el cinturón tan fuerte que muchas veces nos estrangulan.

Muchos procesos, especialmente los de tipo burocrático, tienen una función disuasiva. Saben que aumentando los pasos en los proceso, aumentando las exigencias de papeles, de documentos, muchas personas se aburren, se hartan y abandonan. Eso se puede lograr reduciendo el personal (doble ahorro) ya que eso baja el ritmo de atención, reduciendo los lugares y alejando los centros unos de otros, etc. En la Universidad (creo que en todas ellas) la queja sobre los "papeleos" es común. Mucha gente desespera ante la reducción del personal y el aumento de los trámites. La pérdida de tiempo aumenta porque al reducirse el personal las labores burocráticas recaen sobre docentes e investigadores, el tres por uno.

En el caso del policía al que no le llegó nunca la terapia se añade otro elemento fruto de sucesivas chapuzas. En otro artículo sobre el caso, se centran en la posibilidad de que se hiciera con un arma de un compañero:

El agente de la Policía Nacional abatido este miércoles en una gasolinera de Burgos tras robar la pistola reglamentaria de un compañero ha puesto de manifiesto la fragilidad de las medidas de seguridad en las comisarías españolas a la hora de custodiar el armamento.

En la mayoría de casos, una simple taquilla de chapa metálica cerrada con un candado, como si fuera el vestuario de cualquier gimnasio, sirve para guardar las armas de fuego de los agentes, pistolas PK Star 28 o HK USP Compact, de calibre 9 mm Parabellum.

"A día de hoy no tenemos ningún lugar seguro y custodiado donde depositarlas. Llevamos tiempo reclamando que en todas las comisarías se instalen armeros videovigilados las 24 horas para guardar las armas de dotación individual porque ahora la tienes que dejar en una taquilla que, aunque está cerrada bajo llave, es fácilmente vulnerable por una tercera persona que la quiera forzar", denuncia Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).**


 

Podríamos decir que "el armero no llegó a tiempo", que es simplemente un eslabón más en una larga cadena de fallos, de incompetencias y de retrasos interesados. Cuando las cosas se piden siempre "se está en ello" o "estamos pendientes de que llegue" o cualquier otra respuesta convencional que escuchamos para cada cosa que se solicita, sea una cita médica o un armero para guardar las armas antes de que un agente de policía al que la terapia no le llegó a tiempo se ponga a disparar a sus compañeros y tengan que abatirlo.

Pero este trágico suceso será relevado de los focos de interés en los próximos titulares que se centrarán en Shakira y Piqué, en el nuevo novio de la madre de no sé quién o en lo que ha dicho un cantante sobre Rafa Nadal. Los políticos seguirán más pendientes de lo que se dicen entre ellos y de lo que las encuestas les auguran. Lo suyo son las promesas o crear sin recursos, sobre el papel. Todo está en camino.

Mientras tanto los bosques arden porque no se llega a tiempo a limpiarlos y Doñana corre el riesgo de morir porque el agua no les llega a los regantes más interesados en la extinción de sus negocios que en la de la naturaleza, por comentar solo cuestiones sobre la mesa que, año tras año, no llegan a tiempo o, simplemente, no llegan nunca.


Estamos en el estado menguante, un estado que gasta mucho en cosas superfluas y rentables electoralmente, pero que no invierte en muchas cosas urgentes, como es el aumento de las enfermedades mentales, muchas causadas por estados de estrés, de ansiedad, derivadas de la inseguridad y la precariedad galopantes.

El caso del agente abatido tiene algo de simbólico de esta España a la que nunca llegan las cosas cuando deben. Es una cadena de carencias, de la terapia al armero, pasando por la carencia de personal, que nos hace cuestionarnos, aunque sea a unos pocos, este mundo que creamos cada día, lleno de huecos, más parecido a un queso que a otra cosa.

En las viejas películas del Oeste, se producía la llegada en el último momento del 7º de Caballería. En España, cuando llega (si llega), el desastre se ha producido en forma de muertes, robos, desastres o cualquier otro tipo de consecuencia nefasta. 

Pero están en ello. 

* "El suceso traumático que cambio a Óscar P., el policía condecorado y abatido por otros agentes: "La terapia no le llegó a tiempo"" 20minutos 20/04/2023 https://www.20minutos.es/noticia/5120801/0/el-suceso-traumatico-que-cambio-a-oscar-p-el-policia-condecorado-y-abatido-por-otros-agentes-la-terapia-no-le-llego-a-tiempo/

* "Los policías reclaman armeros videovigilados para guardar sus armas: "A día de hoy no tenemos ningún lugar seguro para dejarlas"" 20minutos 212/04/2023 https://www.20minutos.es/noticia/5120555/0/policias-reclaman-armeros-videovigilados-guardar-pistolas-dia-hoy-no-tenemos-lugar-seguro-dejarlas/

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