La guerra contra Dios

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las imágenes del ahorcamiento en plena calle, en una grúa, de un joven de 22 años, en el Irán teocrático de los ayatolás no dejan de ser un espeluznante ejemplo de la barbarie en su intento de controlar mediante el terror a un pueblo.

El régimen iraní trata de "dar ejemplo" enfrentándose a la contestación popular por la violación constante de los derechos humanos, especialmente los de las mujeres, seres inferiores, sometidos a absoluta obediencia y sumisión, sujetas a constante escrutinio y castigo.

Las imágenes son las que justifican la "necesidad" de la muerte, rápida y pública tras los juicios sumarísimos. La fotografía ejemplar nos muestra al joven maniatado y colgado. Abajo, un gran cartel explica lo ajustado de su muerte. Se mata para que sea visto. Es puro anacronismo, una vuelta al pasado, pues no es otra cosa el fundamentalismo del régimen autocrático.

Mientras el mundo trata de avanzar, Irán va hacia la oscuridad represiva. El que se opone, como ha sucedido con los demás condenados, le hacen "la guerra a Dios", que es la acusación cada vez más frecuente. La teocracia no es más que un ejercicio constante de ventriloquía sagrada; ellos hablan y parece que es Dios quien lo hace. Ellos se limitan a cumplir su voluntad obedientemente. Pero el uso de Dios no es más que ese ejercicio, ese juego de voces grato a quienes lo quieren escuchar como confirmación de sus propios deseos y voluntad de poder.

BBC 2016

Las ejecuciones actuales son parte de una forma de actuar que lleva siendo denunciada desde hace tiempo. El titular anterior de la BBC es de 2016, en donde ya se produjeron ejecuciones masivas. Ahora se vuelven a practicar en medio de las calles, en grúas. En estos años, basta consultar los medios, para comprobar que los avisos sobre los aumentos de ejecuciones se han ido dando de forma constante. Lo que tenemos ahora es una focalización mayor. Lo mismo que se dijo en 2016 se ha dicho en 2021 y ahora en 2022. No ha habido paradas, solo ejecuciones y más ejecuciones.

En el diario El Mundo escriben sobre los últimos casos:

Irán prosigue con los juicios rápidos contra presuntos implicados en crímenes relacionados con la ola de manifestaciones y disturbios que se desataron el pasado septiembre. Procesos que, según numerosas organizaciones pro derechos humanos, y en contra del criterio de la Judicatura iraní, carecen de suficientes garantías y estándares legales. El jueves pasado se ejecutó a Mohsen Shekari por herir a un agente y bloquear una calle céntrica de Teherán; este lunes, otro joven fue castigado con pena capital.

Tras una demanda de la Fiscalía, se dictaminó que esta segunda sentencia se llevaría a cabo en plaza pública. En las fotos publicadas por la agencia judicial Mizan puede apreciarse a un nutrido grupo de partidarios del sistema asistiendo a los minutos finales de Rahnavar, quien, de acuerdo con Mizan, había aceptado su culpabilidad en los hechos. Los vídeos de dos cámaras de seguridad, publicados por Mizan, muestran la secuencia de los apuñalamientos. 

Detenciones, confesiones bajo tortura y ahorcamiento en un goteo intimidatorio por parte del régimen. Esa es su ley, ese es su procedimiento. No hay otro ni puede haberlo. Solo la voluntad de Dios.

También debe ser voluntad de Dios el suministro de drones a Rusia para ser utilizados contra Ucrania, cuya defensa nacional también debe ser un acto ofensivo para alguna divinidad, que puesto a ponerle nombre se llama Vladimir Putin.

Poco a poco se va creando una "santa alianza" entre países autocráticos que se inspiran en la teocracia iraní, un modelo de control absoluto del estado y de la población por parte de militantes religiosos, fanáticos, para resumirlo.

Irán es un país desestabilizador de todo Oriente Medio y va ampliando su esfera de actuación financiando su propio desarrollo armamentístico para imponer su poderío en la zona y llevarlo a otras mediante una política de alianzas con "protectores", es decir, aquellos que no interferirán en sus propia represión. Es un pacto similar al existente entre diversos países árabes, no de apoyo a mis enemigos y yo no lo daré a los tuyos.

Estos regímenes, en competencia autocrática y teocrática, están creando una peligrosa esfera de control para evitar sorpresas aumentando la represión, como ha ocurrido en Irán por temor a que ocurriera lo mismo que en Afganistán, una revuelta de las mujeres contra el poder patriarcal, religioso, político y militar.

Las mujeres afganas se levantaron contra los recortes de los talibanes a sus libertades al llegar estos al poder. Para evitar que esto ocurriera en Irán se reforzó la represión con las consecuencias conocidas. El enemigo común es todo aquel que abra un camino a las libertades, a los derechos humanos. 

Los tintes religiosos que Putin le quiere dar a su "cruzada" contra Ucrania y occidente, con el apoyo del Patriarca de Moscú, no está muy lejos del integrismo que ve en toda oposición una "guerra contra Dios", manifestación de ese querer tener a Dios a tu lado y atraer el apoyo del fanatismo, una fuerza creciente en el mundo. 

El siglo XXI no está repartido por igual en todo el planeta. Hay zonas de oscuridad profunda, siniestra, que se reactivan ante la globalidad que suponen los ejemplos que los medios nos hacen llegar. Los ejemplos se contagian y hay que evitarlo. Abortaron la Primavera Árabe; también lo hacen ahora con la siniestra ejemplaridad de las ejecuciones públicas, de los linchamientos "legales, de la exhibición de la barbarie como señal de identidad y barrera defensiva.

¿Por qué avanzamos hacia unas teocracias más o menos encubiertas, con líderes mesiánicos, crueles y autoritarios? La pregunta no es trivial. Volvemos a hogueras y horcas públicas, a decapitaciones como formas de control social, de ejercicio del autoritarismo en el nombre de Dios.  Nadie le hace la guerra a Dios; la guerra se hace en su nombre en forma de violencia terrible porque solo hay terror detrás sus actos. No hay otra forma de imponerse.

* Lluís Miquel Hurtado "Irán ejecuta en público a un manifestante culpado de matar a dos agentes" El Mundo, 12/12/2022 https://www.elmundo.es/internacional/2022/12/12/639748c5fc6c83d0208b4591.html