sábado, 3 de diciembre de 2022

Los niños ucranianos llevados a Rusia

 

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El diario El Mundo nos trae una información recordatorio sobre una vieja costumbre rusa, el secuestro de niños en los países en conflicto. Con el titular "Los niños huérfanos de Jersón raptados por soldados rusos"*, Javier Espinosa nos cuenta de esta costumbre estratégica y de cómo solo se llevan a los niños huérfanos, es decir, aquellos con poca probabilidad de ser reclamados y que serán llevados al interior de Rusia. Son futuros rusos o, si se prefiere, rusófonos. Se insertarán en familias rusas hasta lograrlo.

No hace mucho, en octubre en 20 minutos ya aparecía esta cuestión y cómo era respondida por los humanitarios rusos:

Rusia reconoció este jueves el traslado de niños de Ucrania a territorios que controla, pero dijo que esto tiene como único fin cuidar de ellos y no constituye bajo ningún supuesto un secuestro.

"En el caso de los niños de la guerra, que han perdido a sus padres o que están en una situación grave, nosotros tratamos de cuidar de ellos, pero algunos medios hablan de que los estamos secuestrando", declaró el embajador de Rusia ante la sede de la ONU en Ginebra, Gennady Gatilov.

"Se trata de un intento de prestar cuidados y apoyar a niños que lo necesitan, independientemente de su nacionalidad o de donde viven. Es un acto de humanidad", agregó Gatilov, quien sostuvo que "las acusaciones de que estamos robando niños son sandeces y es otro intento de culpar a Rusia".**


¿Por qué deben ser ellos los que los cuiden después de haber matado a sus padres? Es una pregunta que solo los rusos no se hacen, por lo visto. Pero el grado de cinismo e hipocresía rusa es enorme y tiene explicaciones para todo. Te invaden, te matan y se llevan a tus hijos, puro humanitarismo. Para todo tiene Rusia, a través de sus autoridades, respuesta adecuada.

Quizá se los lleva a Rusia en previsión de que mueran congelados por la dureza del invierno tras haberles destruido las infraestructuras e impedirles recibir comida y energía para calentarse. La capacidad de jugar propagandísticamente con los niños es grande y viene de esa especie de visión salvadora mesiánica que Rusia vende a sus propias gentes.

En julio, el presidente Zelenski ya denunciaba los raptos de los niños ucranianos por parte de los soldados rusos. En la Deutsche Welle aparecían sus palabras:

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó este jueves (14.07.2022) a Rusia de secuestrar unos 200.000 niños ucranianos en un discurso por videoconferencia en un evento celebrado en La Haya, con motivo de la creación de un grupo de trabajo internacional para concluir si se produjeron crímenes de guerra durante la invasión rusa.

"Todavía se está estableciendo cuántos niños las fuerzas rusas secuestraron y sacaron de Ucrania. La cifra preliminar es terrible: unos 200.000 niños”, precisó Zelenski, quien también cifró en decenas de miles los asesinados, torturados y mutilados por las tropas rusas.

"El mundo vio lo que sucedió en Mariúpol y Bucha. El mundo ve el terror de los misiles rusos. Literalmente en vivo, todos pueden ver cómo la artillería rusa quema ciudades en Dombás y destruye la infraestructura civil en Járkov y en el sur de nuestro país”, dijo el mandatario.

Según Kiev, millones de ciudadanos han sido deportados a Rusia o han tenido que abandonar sus hogares por culpa de los combates, mientras que otros miles están en campamentos levantados en los territorios controlados por las tropas rusas y otras fuerzas leales al Kremlin.**

Rusia ha realizado esta estrategia siempre. Rusia es una inmensa cárcel por su tamaño, no necesita de muros y simplemente se deportaba a la gente a los lugares más alejados de los centros, a Siberia, por ejemplo. Se vaciaban ciudades y pueblos, se mandaba a sus habitantes lo suficientemente lejos y se "repoblaba" con rusófonos o simplemente rusos. Es lo que hizo que la ciudad de Königsberg, el lugar de nacimiento del filósofo Emmanuel Kant, sea hoy Kaliningrado, un islote ruso en mitad de Alemania.

La política rusa siempre ha sido imperialista por territorial, por esa necesidad de ir construyendo murallas defensivas, a la vez que creaba rechazo por invadir los territorios de otros.

Hemos hablado aquí en alguna ocasión del problema que supone defender un país con las fronteras inmensas de Rusia. La mejor manera de hacerlo es invadir los países limítrofes y colocar en ellos gobiernos títeres, como ocurre hoy con Bielorrusia y Chechenia. Los dictadores necesitan a Rusia para mantenerse y ellos se convierten en ese muro natural de defensa.

La estrategia de secuestro de población es vieja. Lo han hecho con adultos y niños, pero es en este último caso cuando más grave se hace el hecho porque para completar la operación necesita del lavado de cerebro de esos niños que serán utilizados mañana.

La propia ONU ha manifestado su preocupación al respecto. Los secuestros de niños son un hecho por lo que tiene de terror. El mismo hecho de que se pueda producir actúa como una forma de miedo hacia un lado y de propaganda buenista hacia el lado en que se controla a la población, donde se apunta que Rusia "salva" a los niños, victimas de sus propias acciones.

En The New York Times, Emma Bubola, con base en Londres de la que se nos dice que ha pasado semanas investigando el paradero de los niños con resultado del reportaje cuyo titular es claro: "Rusia usa las adopciones para convertir a los niños ucranianos en botín de guerra". En él nos explica: 

Desde que en febrero comenzó la invasión rusa de Ucrania, las autoridades rusas han anunciado con fanfarria patriótica el traslado de miles de niños ucranianos a Rusia para que sean adoptados y se conviertan en ciudadanos. En la televisión estatal, los funcionarios ofrecen osos de peluche a los recién llegados, a quienes presentan como niños abandonados, rescatados de la guerra.

En realidad, ese traslado masivo de niños es un posible crimen de guerra, sin importar que sean huérfanos o no. Y aunque muchos de los niños procedían de orfanatos y hogares grupales, las autoridades también se llevaron a niños cuyos parientes o tutores quieren recuperarlos, según entrevistas con niños y familias de ambos lados de la frontera.

A medida que los soldados rusos se adentraron en Ucrania, niños como Anya, que huían de los territorios recién ocupados, fueron recogidos. A algunos se los llevaron después de que sus padres fueran asesinados o encarcelados por los soldados rusos, según funcionarios locales ucranianos.

Este reasentamiento sistemático forma parte de una estrategia más amplia del presidente ruso, Vladimir Putin, de tratar a Ucrania como parte de Rusia y presentar su invasión ilegal como una causa noble. Su gobierno ha utilizado a los niños —incluyendo a menores enfermos, pobres y huérfanos— como parte de una campaña de propaganda que presenta a Rusia como un salvador caritativo.*** 

Si para algo ha servido la guerra de Ucrania es para dejar al descubierto todo este tipo de estrategias "salvadoras" de Rusia, con Putin al frente. Las destrucciones sistemáticas de objetivos civiles, la clara intención de infligir dolor a la población mediante carencias de alimentos, de energía, bombardeando centrales y tendidos eléctricos, atacando convoyes de civiles ucranianos que iban hacia el exilio rumbo a Europa, etc. Todo ello se ha presentado bajo unas nauseabundas palabras humanitarias, razones por las que los ucranianos deberían dar las gracias a los rusos, incluidas las del Patriarca de Moscú, que bendice a los ejércitos invasores porque va a la noble y espiritual tarea de acabar con el "lobby gay" ucraniano.

Llegará un momento en el que Rusia tenga que asumir sus crímenes de guerra y arrancarse ante su pueblo la máscara de la "Santa Rusia", mostrando el verdadero rostro del imperialismo que regresa a sus raíces decimonónicas. Putin vuelve a las tácticas del pasado en un mundo como el actual, donde parecía que muchas de estas prácticas habían desaparecido. Putin es algo más que un autócrata. Ha demostrado que para él no hay orden válido sin usar la fuerza sobre los que le rodean.

Es difícil camuflar la verdad tras los secuestros de niños para llevarlos a Rusia y darlos en adopción. Pero se intenta. 


* Javier Espinosa "Los niños huérfanos de Jersón raptados por soldados rusos" El Mundo 1/12/2022 https://www.elmundo.es/internacional/2022/12/01/638887df21efa0fd568b45d1.html

** "Rusia admite el traslado de niños ucranianos a su territorio: "No es un secuestro"" 20minutos 20/10/2022 https://www.20minutos.es/noticia/5070252/0/rusia-admite-traslado-ninos-territorio-no-secuestro/

*** "Zelenski dice que Rusia ha secuestrado unos 200.000 niños ucranianos" Deutsche Welle 14/07/2022 https://www.dw.com/es/zelenski-dice-que-rusia-ha-secuestrado-unos-200000-ni%C3%B1os-ucranianos/a-62477265

**** Emma Bubola "Rusia usa las adopciones para convertir a los niños ucranianos en botín de guerra" The New York Times 28/10/2022 https://www.nytimes.com/es/2022/10/28/espanol/guerra-rusia-ninos-ucrania.html


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