Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Leer la crónica sobre lo que ha sido la celebración del Día de la Constitución es entrar en depresión profunda. No me atrevo a decir que el descalabro es insuperable porque nuestras queridas autoridades disponen de un espíritu de superación realmente notable y, si se lo proponen, son capaces de empeorar lo actual.
¿En qué han quedado aquellos días en los que recibíamos en la Universidad —al menos en la mía— la recomendación de que dedicáramos algunas clases, antes de la llegada de su Fiesta, a celebrar lo que la Constitución suponía en relación con nuestras materias? ¡Qué tiempos aquellos en los que se celebraban estas cosas como lo que realmente debería ser, una "fiesta", una celebración conjunta de lo mucho que la Constitución ha aportado a este país!
Dada nuestra forma de pensar, hace mucho que la Fiesta de la Constitución dejó de ser celebrar sus logros y se convirtió en "puente", algo que nuestra ciudadanía entiende perfectamente, y celebra de forma doble cuando es un "macropuente", como está pasando.
Con el Día de la Constitución ha pasado un poco lo mismo que con las Navidades, que han perdido su sentido original y se ha convertido en un tiempo consumista y populachero que hasta en países budistas se puede celebrar; que Papá Noel —un personaje acomodado a la publicidad de la Coca-cola— tiña con sus colores la mentalidad de las ventas y que los niños, muy ilusionados, al borde la histeria, estén todo el día pensando en qué les van a regalar. Todo ello cocinado con mucha celebración y gasto, subidas de los precios y música ad hoc.
Nuestros líderes han aprovechado este tiempo festivo y de paz, con la iluminación ya prendida en todos los centros comerciales, para pelearse como Dios manda en España, donde la pelea a palos es el deporte nacional, tal como inmortalizó nuestro celebrado Goya.
¿Dónde han quedado aquellos tiempos ejemplares en los que periodistas y diputados y senadores jugaban un ya no tradicional partido de fútbol, a imitación de aquellos que jugaban guardias civiles y delincuentes, presos y guardianes, etc.?
La generación de la "Nueva Pop-lítica" solo tiene tiempo para ruedas de prensa y declaraciones insultantes, que son las que les hacen sentirse realmente en el ruedo, dando sus verónicas retóricas, para el poco respetable que queda en las gradas de la plaza.
Intento hacer memoria de cuánto tiempo hace que no escucho a nadie hablar de política. Caigo en que a lo mejor era este el objetivo, que acabe no importándole a nadie lo que sus señorías dicen, lo que gobierno y oposiciones varias dicen.
Yo mismo me planteo si merece la pena dedicar dos horas a mirar las tonterías que se dicen unos a otros y las meteduras de patas variadas con las que rellenan su currículum a la espera de una nueva polémica con la que rellenar su vacía existencia. Sí, ha llegado ese temido momento en el que un país democrático se abstiene de pensar en sus políticos y se va de puente, lo único que este país valora de forma positiva.
Especialmente deprimente en la crónica socio-bélica del Día de la Constitución es el recuento de quiénes y por qué no han asistido nuestros políticos, lo que ocupa la mitad del artículo:
Pero la ausencia de Vox no ha sido la única destacada.
También los presidentes de Aragón, Javier Lambán, y de Castilla-La
Mancha, Emiliano García-Page, dos de los barones socialistas más
críticos con el Gobierno de Pedro Sánchez, han sido otras dos de las
grandes ausencias del acto institucional que han celebrado las Cortes
con motivo del 44 aniversario de la Constitución.
Lambán no ha acudido este año a los actos con motivo
del Día de la Constitución, pero tampoco lo ha hecho en cinco ocasiones desde
que fue nombrado presidente (en tres participó en un acto de conmemoración en
su pueblo natal, Ejea de los Caballeros). El presidente aragonés, muy crítico
con la decisión del Gobierno de designar a Sevilla sede de la Agencia Espacial,
a la que optaba Teruel, rectificó hace unos días unas declaraciones en las que
cuestionaba el liderazgo de Sánchez.
Por su parte, fuentes del Gobierno de Castilla-La
Mancha han explicado a EFE que Page no ha asistido al acto de este
martes por motivos personales. El presidente manchego ha puesto en duda recientemente la reforma del
delito de sedición que el Gobierno aspira que esté aprobada
definitivamente antes de fin de año, ya que considera que España tiene que
tener "claramente tipificada la condena a quienes intenten socavar,
quebrantar o quebrar la Constitución".
Para Espinosa de los Monteros, estas ausencias se
deben a un acto de "conveniencia política", "postureo"
y "paripé" antes las elecciones municipales y autonómicas de
mayo para que no se les asocie con el presidente Sánchez, si bien ha
espetado que en el fondo todos son "sanchistas". Y para los barones
'populares', son ausencias "injustificadas", porque porque es
"un día en el que nadie debería faltar".
No obstante, no han sido las únicas ausencias
a la cita en el Congreso. Tampoco otros barones socialistas han asistido.
Así, han faltado el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; ni el
de Asturias, Adrián Barbón; ni las presidentas de Baleares, Francina Armengol;
ni de Navarra, María Chivite.
Tampoco han acudido el lehendakari, Íñigo
Urkullu, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès;
así como también se han ausentado los presidentes de las Ciudades Autónomas de
Ceuta, Juan Jesús Vivas, y Melilla, Eduardo de Castro González.
Tan solo han estado presente en el acto
conmemorativo del Congreso las presidentas de Madrid, Isabel
Díaz Ayuso; y de La Rioja, Concha Andreu y los presidentes de Andalucía, Juanma
Moreno; de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; de Murcia, Fernando
López Miras; de Galicia, Alfonso Rueda; de Extremadura, Guillermo Fernández
Vara, y de Canarias, Ángel Víctor Torres.*
Si a esto le añadimos que los que han ido ha sido para poner verde al contrario, el panorama no solo es ridículo, sino desolador.
Se le debería caer la cara de vergüenza, dirán algunos, pero no hay que sembrar falsas esperanzas. Convertir el acto de la Constitución en escenario de desencuentros, es como los que están deseando que les inviten para poder decir que "no".
Con ello se convierte la Fiesta Constitucional en un corte de mangas multicolor y, como se dice ahora, transversal. Se pasa de escenificar la unidad a escenificar el enfrentamiento mediante esta forma de ausencia. Es decir, sus señorías de todos los colores, se van simbólica y realmente de puente político. Los que se van hablan con su ausencia; los que se quedan es para faltarse unos a otros, para acusarse de ser poco o nada constitucionalistas.
Hace ya mucho tiempo que los políticos solo hacen caso a esos desastrosos gurús comunicativos a los que escuchan en sus estrategias, eslóganes y silencios, para seguirlos a pies juntillas. El problema es que no es la función de la política el pelearse, como algunos creen, sino lo contrario, la búsqueda de acuerdos que permitan una vida armoniosa y una acción eficaz. Por mucho que se empeñen en iniciar "reconquistas" cada uno a su manera, en la falta de ejemplaridad política, su concepción como mercadeo para conseguir mantenerse en el poder sin pudor alguno, todo ello no hace sino alejar a los ciudadanos, que se desentiendan de aquello que les debería importar.
* "El Gobierno y el PP se reprochan mutuamente no cumplir con la Constitución en el día de su aniversario" RTVE.es/Agencias 6/12/2022 https://www.rtve.es/noticias/20221206/dia-constitucion-partidos-politicos/2411024.shtml
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