domingo, 8 de marzo de 2020

Cuestión de distancias

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La vida es automatismo y rutinas. Hacemos lo que hacemos, la mayoría sin pensar. El contagio en un entierro en Vitoria ha hecho decir a Fernando Simón que los entierros son un acto "donde hay mucho contacto personal". Tiene razón. Sería interesante aprovechando la ocasión para desdramatizar un poco la situación obsesiva en que nos encontramos e ir clasificando nuestras rutinas entre las que implican un mayor contacto y las más distantes. Vivimos en tiempo y espacio y cada una de las situaciones tienen unas condiciones específicas; son rituales en los que se repiten movimientos, frases, etc.
Efectivamente, un funeral es un espacio de abrazos, de estrechar manos, de "acompañar" más allá del sentimiento. No es una recepción palaciega con distancias protocolarias.


Las recomendaciones de no besarse, de no estrechar las manos, etc. se incumplen constantemente porque están en nuestras rutinas. Se incumplen, por ejemplo, en las instituciones europeas, donde vemos besarse y abrazarse a los políticos. ¡Qué mal lo hubiera pasado Jean-Claude Juncker, que era tan besucón! Pero lo de los besos ha quedado. Ya no somos los mediterráneos, sino que los centroeuropeos, nórdicos y prácticamente todos ya se besan y abrazan. Eso es bueno para la imagen de una Europa unida, desde luego, pero no sé si es un buen ejemplo ahora que se le pide a la gente que choque sus codos y tobillos o que sigan la costumbre japonesa de la reverencia a tutiplén.


Euronews nos muestra, como ejemplo de lo que debe ser, el rechazo a darle la mano a Angela Merkel por parte de su ministro del Interior. ¡Pero es tan difícil deshabituarse a hacer este gesto tan cotidiano! ¡Hay que estar muy mentalizado para no corresponder a una mano extendida! Merkel y su compañía reaccionan muy bien ante el gesto del ministro, que en circunstancias normales habría desembocado en una crisis.


En la sesión citada al inicio, a Fernando Simón le han hecho una pregunta trampa, la referida a las Manifestaciones del Día de la Mujer. Él ha salido diciendo que si su hijo le preguntará le diría que hiciera lo que quisiera. Una cosa es ser padre y otra portavoz.
Simón sabía lo que se jugaba con la pregunta y salió airoso. Entiendo que la respuesta no es ni un "sí" ni un "no", sino todo lo contrario. Si a Fernando Simón le hubieran preguntado sobre ir a grandes manifestaciones o simplemente a "elevadas concentraciones de personas", probablemente hubiera dicho otra cosa. Pero si le preguntan por algo tan concreto, por una manifestación específica, en día y hora fijados, con una pancarta específica al frente..., la cosa cambia. Entendemos que haya salido con lo de su hijo y que este hiciera lo que le diese la gana. Eso es lo que harán seguramente todos,  lo que les dé la gana.
Pero la cuestión se complica más si hay que explicarla y si se pregunta por otras circunstancias:

También apuntó que la manifestación «es una convocatoria para nacionales en la que en principio participan nacionales pero no quiere decir que no haya extranjeros ni tampoco algunos de alguna zona de riesgo pero no es una afluencia masiva de personas de zonas de riesgo».
Preguntado por la cancelación de una maratón en Barcelona, Simón recordó la reunión del ministro de Sanidad, Illa con el Consejo Superior de Deportes, tanto con las autoridades deportivas como con los responsables de diferentes asociaciones, federaciones, ligas... y señaló que «los eventos no profesionales que no impliquen ninguna clasificación para ningún tipo de competición posterior (juegos olímpicos, por ejemplo) se recomienda aplazarlos o suspenderlos.
Añadió que «esas recomendaciones van dirigidas a eventos donde puede haber amplia participación de personas procedentes de zonas de riesgo, en este caso, el maratón de Barcelona, hay más de 1.000 participantes habitualmente de zonas de riesgo por lo que se ajusta a las recomendaciones.*



Desconozco que haya manifestaciones "para nacionales" en este tipo de actos o que sepan a ciencia cierta de dónde pueden llegar los participantes. El argumento de los "extranjeros" queda ya un poco lejos, porque aquellos países que se encuentran con alto número de casos confirmados ya están poniendo limitaciones de salida. Cuando hay que mirar concentraciones no podemos pensar que solo se dan por la presencia de extranjeros, porque ya no es así. Puede desembocar en otra fase de xenofobia si creemos que el contagio solo se produce desde fuera.
El riesgo básico es la concentración. Simón no puede saber quién va a una concentración de este tipo, mientras que sí se sabe quién está inscrito en una competición deportiva, aunque el público sea incontrolable sencillamente porque ni sé de dónde vienen ni tengo recursos para controlarlos.


La idea de que la clasificación para unos juegos olímpicos —como se pone de ejemplo— justifica la celebración de eventos deportivos también es un criterio social. Seguro que habrá muchas formas de hacerlo y participar en esos inciertos Juegos. De nuevo, los coronavirus no entienden de pasaportes ni de olimpiadas, sino de oportunidades por delante, de facilidades para su desplazamiento o de obstáculos que se lo impidan.
No hay virus a los que les gusten los funerales y a otros los deportes. Solo existe el medio favorable. Lo demás lo ponemos nosotros con nuestras preguntas.
Finalmente hará cada uno lo que le dé la gana. ¿Por qué nos empeñamos en complicarnos la vida más de lo que está?



* "Fernando Simón: «Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8-M le diré que haga lo que quiera»" ABC 7/03/2020 https://www.abc.es/sociedad/abci-fernando-simon-si-hijo-pregunta-si-puede-manifestacion-dire-haga-quiera-202003071154_noticia.html 

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