domingo, 1 de marzo de 2020

Donald, Don Jr o la irresponsabilidad

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hace algún tiempo apuntamos aquí que el COVID-19 entraba en la política norteamericana para quedarse. Conforme el foco informativo norteamericano se iba desplazando de China hacia ellos mismos, ya no era posible sostener la misma estrategia. China estaba haciendo sus duros deberes, mientras que la extensión del COVID-19 lo iba acercando a los Estados Unidos. Los discursos necesitaban otro objetivo, pero sobre todo la transmisión de un plan creíble más allá de las bravuconadas de Trump. Estaba claro que los tuit del presidente serían ignorados y no frenarían el avance.
La sanidad es en Estados Unidos un tema que distingue fuertemente a los republicanos y a los demócratas. Desde la llegada de Trump, la obsesión era el "Obamacare", un sistema que permitiera de forma barata el acceso a la sanidad más allá de los servicios básicos. Trump colocó sus piezas para que se desmontara, al igual que la educación. Ahora, los norteamericanos se preguntan realmente si el sistema, reducido en su tamaño les va a servir para frenar el avance.
Ya reseñábamos aquí en días pasados las críticas de los que consideraban que Trump era el peor presidente para liderar contra una crisis de esta naturaleza y calibre. En especial el artículo de Paul Krugman, el economista y Premio Nobel, era demoledor en su crítica.


En otro demoledor artículo publicado en The Washington Post, con el titular "Inside Trump’s frantic attempts to minimize the coronavirus crisis"*, se muestra que el interés del presidente y su equipo es reducir su propia crisis, la de credibilidad y liderazgo:

Interviews with nearly two dozen administration officials, former White House aides, public health experts and lawmakers — many speaking on the condition of anonymity to share candid assessments and details — portray a White House scrambling to gain control of a rudderless response defined by bureaucratic infighting, confusion and misinformation.
“It’s complete chaos,” a senior administration official said. “Everyone is just trying to get a handle on what the [expletive] is going on.”*


Trump va a comprobar las diferencias de comportamiento cuando la gente cree que las cosas van bien y cuando, por el contrario, no se siente satisfecha y se encuentra temerosa. Los miedos sembrados cuando era en la lejana China donde se producían los casos de contagio  y las muertes se recogen ahora en casa; ahora esa psicosis se desarrolla en los Estados Unidos. Los expertos están pidiendo a la gente que deje de acaparar mascarillas porque los equipos médicos que se tengan que enfrentar a los casos las necesitarán en los hospitales o para tratar a los contagiados en sus domicilios. La denuncia —ya lo comentamos— contra la administración por mandar a los equipos de repatriación sin las protecciones y adiestramiento adecuados son también un hecho que se vuelve contra Trump y su administración.
Mientras los demócratas se concentran en sus primarias, Trump se empeña en hacer creer a los estadounidenses que el COVID-19 es un invento exagerado de sus rivales para desestabilizar económicamente el país y desmoronar así su obra económica, su gran logro.

And Trump held a long-standing campaign rally Friday in North Charleston, S.C., where he accused Democrats of “politicizing” the coronavirus.
“And this is their new hoax,” the president crowed from the stage.
As Trump was dismissing the virus as a serious threat, the infection continued spreading in the country. California officials Friday evening announced the state’s second case of coronavirus of unknown origin, and just hours later, a northwest Oregon resident tested positive for the virus.
By Saturday, officials in Washington state revealed the first U.S. death attributed to the virus — the person misidentified by Trump at a hastily called news conference as a “wonderful woman” in her 50s who had underlying health problems. The CDC later said that it had erroneously identified the patient as female in a briefing earlier Saturday with Trump and Pence and that the patient was a man.*

Todos estos errores son síntomas de mala coordinación, de precipitación y confusión al tratar de dar una imagen de serenidad y eficiencia. Aquí, la "virtudes" de Trump  se vuelven contra él.  En realidad, Trump solo es víctima de sí mismo y los demás lo son de él. Lo que antes decía sin consecuencias, ahora, en cambio, tiene una trascendencia que hace que le estalle en las manos. Y esto con un estado social de alarma no le va a ser perdonado fácilmente. Los propios republicanos están empezando a ver las consecuencias y de cómo lo que creían un valor seguro, ahora puede estallarles en plena cara.


Estados Unidos se pregunta varias cosas, empezando por la fiabilidad del presidente y después por la del sistema. El tener un presidente que ha batido todos los records de mentiras, medias verdades, omisiones e insinuaciones no es quizá lo más tranquilizador en estos momentos. 
En la CNN vemos también titulares igualmente dudosos sobre la capacidad de Trump. El artículo firmado por Joe Lockhart, antiguo secretario de Prensa en la Casa Blanca de Bill Clinton, es contundente desde su titular, "Trump is failing the leadership test on coronavirus":

The point is that communicating matters. Words and optics make a big difference, not only politically, but in solving whatever crisis faces the country. President Donald Trump faces one of those moments right now with the spread of the coronavirus. To date, he's done almost everything wrong. He has consistently underplayed the potential for a serious public health crisis here at home. Worse, he has made a series of off-the-cuff remarks on a complicated scientific problem that has undermined the work being done both at the Department of Health and Human Services and the Centers for Disease Control and Prevention.
Compounding the problem is his apparent emphasis -- too often -- on the economy and the stock market instead of the public health issues. Is there anyone who really doubts by now that for Trump his own political fortunes, which are tied to economic and market performance, take precedence over protecting the health of all Americans? But that approach has failed spectacularly because the markets are looking for the same thing the public wants and needs -- reassurance that there is a plan in place to deal with the potential pandemic.
Making matters even worse, Trump has made this a political football by going after the Democratic leaders in Congress and not contradicting conservative commentators who are making outrageous claims about Democrats rooting for the virus to spread to gain political advantage. Trump went as far as to say Friday night at a rally in South Carolina that coronavirus is the Democrats' "new hoax."**



Como vemos, las palabras de Trump, esta vez, no se las lleva el viento, sino que va a tener que responder de ellas. Lo sensato habría sido tratar de alejar lo político de la crisis del COVID-19, pero ¿quién le pide sensatez a Trump? Lo que ha hecho es lo que siempre hace, apuntarse lo positivo y responsabilizar a los demás de sus propios errores. Ha agitado el trapo demasiado cerca, sin medir las distancias y corre el riesgo de convertirse en el blanco de todas las iras al quedar demasiado en evidencia su juego retorcido. Le interesó meterse en la crisis porque era una forma de atacar a China en la que fue seguida por gran parte de la prensa norteamericana, incluidos algunos que ahora le critican.
Más lejos que el padre ha ido Donald Trump Jr, al que Chris Cillizza —también en CNN— le da un fuerte repaso por sus declaraciones sobre que los "malvados" demócratas estarían deseando que hubiera millones de muertos para poder arrebatar a papá la Casa Blanca, tal como dijo en Fox & Friends. Cilliza lo recoge así:

Brian Kilmeade: And so now we're getting to sprint towards November for -- to -- to see if your dad can get four more years. Are you surprised the way they've been handling the coronavirus situation, meaning Democrats?
Don Jr.: Not at all. I mean, we've seen -- like you said, we've seen this play out for four years. Anything that they can use to try to hurt Trump, they will. Anything he does in a positive sense, like you heard from the reporter that was just suspended from ABC, they will not give him credit for. The playbook is old at this point.
But for them to try to take a pandemic and seemingly hope that it comes here, and kills millions of people so that they could end Donald Trump's streak of winning, is a new level of sickness. You know, I don't know if this is coronavirus or Trump derangement syndrome, but these people are infected badly.***


¡Bendita la rama que al tronco sale! Señala Cillizza que el vástago de Trump ha manifestado ya su deseo de llegar a disputar la presidencia (desgraciadamente no los veremos a ambos discutiendo en una primarias). Esto es nada más que la fase de hacerse popular diciendo tonterías. Cillizza lo expresa en una frase: "At its most basic level, this sort of stuff from Don Jr. is deeply irresponsible."***
La irresponsabilidad del padre es compartida por Don Jr que cree que se puede decir cualquier cosa en un universo amoral e irresponsable. De las muchas formas posibles de ser un mal político, la familia Trump ha elegido la peor, la demagogia y la falsedad como armas continuas de defensa o de ataque.


La desfachatez de Trump ha llegado (casi) a su límite. Su opinión es que la cáida de las bolsas en Estados Unidos sew debe solo parcialmente a la crisis del COVID-19. Según su opinión, los verdaderos responsables son los demócratas con sus debates que están hundiendo la economía por su falta de credibilidad. Los mercados estarían reflejando rechazando la posibilidad de que cualquiera de ellos pudiera acceder a la presidencia. ¿Es posible escuchar esto? Sí con Trump.
Sería una ironía más en este desgraciado caso que fueran las mentiras relacionadas con el COVID-19 las que arrastraran a Trump fuera de la Casa Blanca. 
Con todo, no es la Presidencia lo que está en juego, sino la salud pública y la capacidad de resistencia frente a este tipo de situaciones de las que los científicos han avisado, pero los políticos se olvidan en cuanto pasan. 



* Yasmeen Abutaleb, Ashley Parker y Josh Dawsey  "Inside Trump’s frantic attempts to minimize the coronavirus crisis" The Washington Post 1/03/2020 https://www.washingtonpost.com/politics/inside-trumps-frantic-attempts-to-minimize-the-coronavirus-crisis/2020/02/29/7ebc882a-5b25-11ea-9b35-def5a027d470_story.html
** Joe Lockhart "Trump is failing the leadership test on coronavirus" CNN 1/03/2020 https://edition.cnn.com/2020/02/29/opinions/trump-failing-leadership-test-coronavirus-opinion-lockhart/index.html
*** Chris Cilliza "Donald Trump Jr. just said something unreal about Democrats and the coronavirus" https://edition.cnn.com/2020/02/28/politics/donald-trump-jr-coronavirus-democrats/index.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.