Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Hace
algún tiempo apuntamos aquí que el COVID-19 entraba en
la política norteamericana para quedarse. Conforme el foco informativo
norteamericano se iba desplazando de China hacia ellos mismos, ya no era
posible sostener la misma estrategia. China estaba haciendo sus duros deberes,
mientras que la extensión del COVID-19 lo iba acercando a los Estados
Unidos. Los discursos necesitaban otro objetivo, pero sobre todo la transmisión
de un plan creíble más allá de las bravuconadas de Trump. Estaba claro que los
tuit del presidente serían ignorados y no frenarían el avance.
La
sanidad es en Estados Unidos un tema que distingue fuertemente a los
republicanos y a los demócratas. Desde la llegada de Trump, la obsesión era el
"Obamacare", un sistema que permitiera de forma barata el acceso a la
sanidad más allá de los servicios básicos. Trump colocó sus piezas para que se
desmontara, al igual que la educación. Ahora, los norteamericanos se preguntan
realmente si el sistema, reducido en su tamaño les va a servir para frenar el
avance.
Ya
reseñábamos aquí en días pasados las críticas de los que consideraban que Trump
era el peor presidente para liderar contra una crisis de esta naturaleza y calibre.
En especial el artículo de Paul Krugman, el economista y Premio Nobel, era
demoledor en su crítica.
En otro
demoledor artículo publicado en The Washington Post, con el titular "Inside
Trump’s frantic attempts to minimize the coronavirus crisis"*, se muestra
que el interés del presidente y su equipo es reducir su propia crisis, la de
credibilidad y liderazgo:
Interviews with nearly two dozen administration
officials, former White House aides, public health experts and lawmakers — many
speaking on the condition of anonymity to share candid assessments and details
— portray a White House scrambling to gain control of a rudderless response
defined by bureaucratic infighting, confusion and misinformation.
“It’s complete chaos,” a senior administration
official said. “Everyone is just trying to get a handle on what the [expletive]
is going on.”*
Trump va a comprobar las diferencias de comportamiento
cuando la gente cree que las cosas van bien y cuando, por el contrario, no se
siente satisfecha y se encuentra temerosa. Los miedos sembrados cuando era en la lejana China donde se producían los
casos de contagio y las muertes se
recogen ahora en casa; ahora esa psicosis se desarrolla en los Estados Unidos.
Los expertos están pidiendo a la gente que deje de acaparar mascarillas porque
los equipos médicos que se tengan que enfrentar a los casos las necesitarán en
los hospitales o para tratar a los contagiados en sus domicilios. La denuncia
—ya lo comentamos— contra la administración por mandar a los equipos de
repatriación sin las protecciones y adiestramiento adecuados son también un
hecho que se vuelve contra Trump y su administración.
Mientras
los demócratas se concentran en sus primarias, Trump se empeña en hacer creer a
los estadounidenses que el COVID-19 es un invento
exagerado de sus rivales para desestabilizar económicamente el país y
desmoronar así su obra económica, su gran logro.
And Trump held a long-standing campaign rally
Friday in North Charleston, S.C., where he accused Democrats of “politicizing”
the coronavirus.
“And this is their new hoax,” the president
crowed from the stage.
As Trump was dismissing the virus as a serious
threat, the infection continued spreading in the country. California officials
Friday evening announced the state’s second case of coronavirus of unknown
origin, and just hours later, a northwest Oregon resident tested positive for
the virus.
By Saturday, officials in Washington state
revealed the first U.S. death attributed to the virus — the person
misidentified by Trump at a hastily called news conference as a “wonderful
woman” in her 50s who had underlying health problems. The CDC later said that
it had erroneously identified the patient as female in a briefing earlier
Saturday with Trump and Pence and that the patient was a man.*
Todos estos errores son síntomas de mala coordinación, de
precipitación y confusión al tratar de dar una imagen de serenidad y
eficiencia. Aquí, la "virtudes" de Trump se vuelven contra él. En realidad, Trump solo es víctima de sí mismo y los demás lo son de
él. Lo que antes decía sin consecuencias, ahora, en cambio, tiene una
trascendencia que hace que le estalle en las manos. Y esto con un estado social
de alarma no le va a ser perdonado fácilmente. Los propios republicanos están
empezando a ver las consecuencias y de cómo lo que creían un valor seguro,
ahora puede estallarles en plena cara.
Estados
Unidos se pregunta varias cosas, empezando por la fiabilidad del presidente y
después por la del sistema. El tener un presidente que ha batido todos los
records de mentiras, medias verdades, omisiones e insinuaciones no es quizá lo
más tranquilizador en estos momentos.
En la CNN vemos también titulares igualmente dudosos sobre la capacidad de Trump. El
artículo firmado por Joe Lockhart, antiguo secretario de Prensa en la Casa
Blanca de Bill Clinton, es contundente desde su titular, "Trump
is failing the leadership test on coronavirus":
The point is that communicating matters. Words
and optics make a big difference, not only politically, but in solving whatever
crisis faces the country. President Donald Trump faces one of those moments
right now with the spread of the coronavirus. To date, he's done almost
everything wrong. He has consistently underplayed the potential for a serious
public health crisis here at home. Worse, he has made a series of off-the-cuff
remarks on a complicated scientific problem that has undermined the work being
done both at the Department of Health and Human Services and the Centers for
Disease Control and Prevention.
Compounding the problem is his apparent
emphasis -- too often -- on the economy and the stock market instead of the
public health issues. Is there anyone who really doubts by now that for Trump
his own political fortunes, which are tied to economic and market performance,
take precedence over protecting the health of all Americans? But that approach
has failed spectacularly because the markets are looking for the same thing the
public wants and needs -- reassurance that there is a plan in place to deal with
the potential pandemic.
Making matters even worse, Trump has made this
a political football by going after the Democratic leaders in Congress and not
contradicting conservative commentators who are making outrageous claims about
Democrats rooting for the virus to spread to gain political advantage. Trump
went as far as to say Friday night at a rally in South Carolina that
coronavirus is the Democrats' "new hoax."**
Como vemos, las palabras de Trump, esta vez, no se las lleva
el viento, sino que va a tener que responder de ellas. Lo sensato habría sido
tratar de alejar lo político de la crisis del COVID-19, pero ¿quién le pide sensatez a
Trump? Lo que ha hecho es lo que siempre hace, apuntarse lo positivo y
responsabilizar a los demás de sus propios errores. Ha agitado el trapo
demasiado cerca, sin medir las distancias y corre el riesgo de convertirse en
el blanco de todas las iras al quedar demasiado en evidencia su juego retorcido. Le interesó meterse en la crisis porque era una forma de atacar a China en la que fue seguida por gran parte de la prensa norteamericana, incluidos algunos que ahora le critican.
Más lejos que el padre ha ido Donald Trump Jr, al que Chris
Cillizza —también en CNN— le da un fuerte repaso por sus declaraciones sobre que los
"malvados" demócratas estarían deseando que hubiera millones de
muertos para poder arrebatar a papá la Casa Blanca, tal como dijo en Fox &
Friends. Cilliza lo recoge
así:
Brian Kilmeade: And so now we're getting to sprint
towards November for -- to -- to see if your dad can get four more years. Are
you surprised the way they've been handling the coronavirus situation, meaning
Democrats?
Don Jr.: Not at all. I mean, we've seen --
like you said, we've seen this play out for four years. Anything that they can
use to try to hurt Trump, they will. Anything he does in a positive sense, like
you heard from the reporter that was just suspended from ABC, they will not
give him credit for. The playbook is old at this point.
But for them to try to take a pandemic and
seemingly hope that it comes here, and kills millions of people so that they
could end Donald Trump's streak of winning, is a new level of sickness. You
know, I don't know if this is coronavirus or Trump derangement syndrome, but
these people are infected badly.***
¡Bendita la rama que al tronco sale! Señala Cillizza que el
vástago de Trump ha manifestado ya su deseo de llegar a disputar la presidencia
(desgraciadamente no los veremos a ambos discutiendo en una primarias). Esto es
nada más que la fase de hacerse popular diciendo tonterías. Cillizza lo expresa en una frase: "At its
most basic level, this sort of stuff from Don Jr. is deeply irresponsible."***
La irresponsabilidad del padre es compartida por Don Jr que
cree que se puede decir cualquier cosa en un universo amoral e irresponsable. De
las muchas formas posibles de ser un mal político, la familia Trump ha elegido
la peor, la demagogia y la falsedad como armas continuas de defensa o de
ataque.
La desfachatez de Trump ha llegado (casi) a su límite. Su opinión es que la cáida de las bolsas en Estados Unidos sew debe solo parcialmente a la crisis del COVID-19. Según su opinión, los verdaderos responsables son los demócratas con sus debates que están hundiendo la economía por su falta de credibilidad. Los mercados estarían reflejando rechazando la posibilidad de que cualquiera de ellos pudiera acceder a la presidencia. ¿Es posible escuchar esto? Sí con Trump.
Sería una ironía más en este desgraciado caso que fueran las
mentiras relacionadas con el COVID-19 las que arrastraran a Trump fuera de la Casa
Blanca.
Con todo, no es la Presidencia lo que está en juego, sino la salud
pública y la capacidad de resistencia frente a este tipo de situaciones de las
que los científicos han avisado, pero los políticos se olvidan en cuanto pasan.
* Yasmeen
Abutaleb, Ashley Parker y Josh Dawsey
"Inside Trump’s frantic attempts to minimize the coronavirus
crisis" The Washington Post 1/03/2020
https://www.washingtonpost.com/politics/inside-trumps-frantic-attempts-to-minimize-the-coronavirus-crisis/2020/02/29/7ebc882a-5b25-11ea-9b35-def5a027d470_story.html
** Joe
Lockhart "Trump is failing the leadership test on coronavirus" CNN
1/03/2020
https://edition.cnn.com/2020/02/29/opinions/trump-failing-leadership-test-coronavirus-opinion-lockhart/index.html
*** Chris Cilliza "Donald Trump Jr. just said something unreal about Democrats and the coronavirus" https://edition.cnn.com/2020/02/28/politics/donald-trump-jr-coronavirus-democrats/index.html
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