martes, 31 de enero de 2023

Berlín, París, Madrid...

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las televisiones españolas se hacían ayer eco del mensaje apocalíptico lanzado desde un canal ruso, en el que —con absoluta tranquilidad— el presentador ha saltado a la fama al lanzar su mensaje destructivo: arderán Berlín, París, Madrid, Londres, Washington... todo lo que no sea Moscú, suponemos.

En concreto, según la traducción, el mensaje es: "Una vez más están enviando tanques  para matar a soldados rusos en territorio ruso. Y nosotros decimos: bien, los quemaremos. ¿Dónde? Berlín, París, Madrid, Londres, Washington deberían arder. Las capitales de los países nazis que tomaron la decisión de ir a la guerra contra Rusia". Son poco más de 20 segundos en los que no hay lugar para muchas dudas sobre cómo se está manejando la información en Rusia. En la información junto al vídeo de El Mundo*, se nos dice que es  Vladimir Solovyov, un "famoso presentador de la televisión rusa".

Hay varias cosas llamativas en esos pocos segundos. La primera de ellas es la "Z" que Solovyov luce en su manga derecha, la misma que se convirtió en la marca de los tanques rusos que invadieron Ucrania, como recordarán. Esa "Z" era la seña de identidad y permitía (no está muy claro) sembrar el terror en las zonas invadidas. ¿Guerra Mundial Z?" ¿"Z" de qué?

El 11 de marzo pasado, El Correo informaba sobre lo que pudiera significar la "Z":

La letra está escrita en grafías occidentales y se ha visto en uniformes, tanques y vehículos militares rusos que llegan a Ucrania, hasta el punto que se ha convertido en el símbolo de la invasión. El Kremlin ha explicado en los últimos días que esta marca alude a la idea de la 'desnazificación', un argumento de propaganda de Moscú para justificar la guerra. Sin embargo, hasta el momento existía la teoría de que la 'Z' era un símbolo para facilitar la identificación de las tropas rusas o para distinguir cuáles se dirigían al este de Ucrania y cuales al oeste -algunos tanques portan la letra 'O' y otros la 'V'-.

El ministerio de defensa ruso ha explicado a través de tres publicaciones en Instagram que la 'Z' significa «Para la victoria», mientras que la 'V' alude a la «Fuerza en la verdad» y a que «La tarea se cumplirá». Además, en una de ellas también hacían un llamamiento al pueblo con un pie de foto en el que se lee: «Te protegen a ti y al mundo. Apoyemos a nuestros chicos. Lo escucharán».

Uno de los canales de propaganda rusa, que ya ha sido vetado en Europa, Russia Today, ya vende productos 'Z' . Esta cadena de televisión financiada por el Kremlin destina las ganancias de sus ventas a una organización benéfica que supuestamente apoya a los 'niños de la guerra'. Las camisetas, que son unisex, están a la venta por 1.190 rublos, según ha publicado el 'Daily mail'.

La diputada rusa Maria Butina, quien fue condenada en los EE UU en 2018 por actuar como agente extranjera, ha publicado esta semana una foto de ella y sus colegas con camisetas con la 'Z'.

El gimnasta ruso Ivan Kuliak también se ha colocado una letra 'Z' en su pecho antes de recibir su medalla de bronce en las barras paralelas durante la Copa del Mundo de Gimnasia Artística que ganó además el ucraniano Illia Kovtun, un gesto por el que se ha abierto una investigación. Tras la competición, explicó que «no se arrepiente» y añadió en unas declaraciones a 'Rusia Today': «Lo vi en nuestro ejército y miré lo que significa este símbolo. Resultó ser 'por la victoria' y 'por la paz'. Solamente quería mostrar mi posición, como deportista siempre lucharé por la victoria y jugaré por la paz».**


Son muchas las versiones sobre lo que realmente significaba la "Z", como por ejemplo, la necesidad de diferenciar los tanques rusos de los ucranianos, muchos de ellos herencia de la época soviética. Lo importante no es el origen, sino lo que los demás ven en ello, real o imaginario. La "Z" ha sido usada como vínculo entre los soldados y los que la llevan en una enorme campaña propagandística. La "Z" pasa a significar esa "unión" y, por ello, la adhesión emocional a lo que hay detrás de la invasión de forma acrítica. Las enormes campañas propagandísticas funden al "ejército" con el "pueblo" y a este con el presidente Putin con todo descaro. La "Z" significa ser un auténtico ruso, estar entregado al ejército y al presidente. Es la campaña de propaganda más descarada vista en décadas y la de mayor alcance.

El detalle de que la "Z" esté escrita con caracteres latinos y no cirílicos deja claro que está hecha para los ojos occidentales, para su imaginación, más allá de su significado inicial. Es un signo que puede ser interpretado de muchas formas, una forma de distracción intimidatoria. Está claramente en línea con las formas de propaganda usadas por el Kremlin y la guerra psicológica. La "Z" que luce Solovyov es intimidatoria —permite "militarizarse", formar parte de una "milicia" patriótica— y, a la vez, está dirigida al exterior; eso es lo que ha hecho el presentador ruso, que no lleva ropa de calle, sino paramilitar.

En esos breves segundos, el presentador plantea los acontecimientos desde la retórica de la "cruzada rusa", que se ve "obligada" a defender "su territorio" de las agresiones de los nuevos "nazis" que ocupan Occidente.

La insistencia en que es "territorio ruso agredido" todo lo que Rusia se come de otros países forma ya parte de un razonamiento que se repite con absoluta naturalidad: es Occidente, la OTAN, Ucrania quienes pretenden "invadir Rusia". Rusia ataca, invade y después se rasga las vestiduras declarándose como la agredida. En esto es esencial eso que se ha dado en llamar "prorrusos", es decir, los "colonos" desplazados que los rusos han estado protegiendo y fomentando en las zonas limítrofes y que después piden a Rusia ser invadidos y anexionados. Moscú hace el sacrificio e "integra" los territorios que se lo piden con su inmensa generosidad.

De esta forma se genera una corriente patriótica que primero se proclama solidaria con los hermanos que sufren el acoso, los invade porque se lo piden y, finalmente, los acoge en su seno declarando que son rusos de toda la vida y por su propia voluntad. En esto, la política de Putin no ha cambiado desde el principio, incluso desde antes de la invasión, ya que son necesarias esas condiciones previas señaladas para que se pueda realizar la invasión.

¿Y las amenazas? La cuestión no es baladí. ¿Es otra maniobra de propaganda intimidatoria destinada a Occidente? Desde el principio, Rusia ha amenazado a todos con diferentes situaciones en el caso de intervención. Pero también ha ido saliendo a la luz —porque el Kremlin así lo quiere— manifestaciones radicales que piden el exterminio de Occidente, la guerra total y borrarnos de la faz de la tierra, que la madre y santa Rusia llegue hasta las costas francesas o más allá si es posible. Estas figuras radicales, a los que se considera "ideólogos" tras Putin, tienen la función propagandística de mostrar los colmillos al mundo y hacernos creer que Moscú los contiene, trata de contenerlos para evitar una "guerra total". De esta forma, el Kremlin no se compromete oficialmente, pero las amenazas llegan.

El Kremlin siempre ha sabido manejar la propaganda exterior e interior. Controla absolutamente a los medios y a los opositores. Cualquiera que llame "guerra" a la "operación especial" corre el riesgo de ser encarcelado más de una docena de años. Putin sabe el valor de la propaganda y de que nadie entre en su espacio informativo controlado. Las dictaduras —Rusia lo es— necesitan ese muro de contención para evitar que desde fuera se les desprograme su aparato propagandístico. El mensaje de Solovyov forma parte de esa doble estrategia, la interna —reforzar la confianza de los ciudadanos, reforzar la idea de que son ellos los invadidos— y la exterior —mostrar que están dispuestos a llegar a "todo", sembrar el miedo en los países—.

Desde el inicio esta guerra es extraña. Lo primero es porque no se llama a sí misma como tal y los que participan lo hacen explicando que no lo están. Oficialmente no se está en guerra aunque se envíe armamento, se forme al personal militar, se suministre todo tipo de ayudas. Oficialmente, se siguen manteniendo relaciones con Rusia en lo económico a pesar de las sanciones. Oficialmente, el conflicto está reducido a un país que, además, controla sus respuestas a las defensivas, es decir, su objetivo es "recuperar" el territorio invadido, que quien lo ha invadido dice que lo ha hecho porque se lo han pedido sus "hermanos". Pese a lo que Rusia dice, nadie pretende invadir Rusia, a menos que sea así (como lo hace) a que Ucrania vuelva a sus fronteras anteriores.

Todo es, como se puede apreciar, muy lioso, por decirlo así, lo que dificulta la definición de los objetivos más allá de la recuperación del espacio. Al estar sostenida sobre falsedades, no es fácil adivinar qué quiere Rusia más allá de lo obvio, tragarse el territorio ucraniano, justamente el país donde más rusos iban y se escapaban por ese hueco, como ya explicamos en otro momento.

Las amenazas de hacer arder medio mundo son eso, amenazas. Tienen su valor, pero más que por lo que tengan de "reales" (toda guerra puede ir a más), por lo que suponen de creación de miedo. Sabemos el desprecio de Putin por la opinión pública en los países democráticos. Los gobiernos "fuertes", autoritarios, tienen ventaja al poder jugar con ella mediante la propaganda. La democracia es debilidad porque se apoya en la opinión pública y esta es manipulable. La propaganda manipuladora es la esencial del control del poder. El presentador uniformado mostrando que el resto del universo es "nazi" y el mundo debe ser salvado por la Santa Rusia no es más que una versión actualizada de las imperiales anteriores. El nuevo zar Putin, el patriarca de Moscú, el presentador... son la nueva versión de lo viejo. De esta forma, Rusia es un anacronismo andante, que durará lo que le dure la propaganda, la capacidad de enganchar a los rusos, de mantenerlos engañados y patrióticos, mientras los servicios de seguridad purgan la sociedad, los medios de comunicación, etc. para evitar que se dañe su construcción imaginaria. 

La reflexión sobre todo esto nos lleva a intentar comprender cómo es posible llevar a un pueblo de millones de personas a un estado como el que se nos muestra; cómo es posible hoy, como lo fue en otro tiempo, lanzarlos detrás de personas como Vladimir Putin en apoyo de guerras, invasiones, etc.  Son preguntas necesarias.


* Vídeo "Un presentador de la televisión rusa: ¡arderán Madrid, Londres, París, Berlín y Washington!" El Mundo, 31/01/2023 https://videos.elmundo.es/v/0_457mc99r-un-presentador-de-la-television-rusa-arderan-madrid-londres-paris-berlin-y-washington?count=0

** "¿Qué significa la 'Z' de los uniformes y tanques rusos?" El Correo 11/03/2022 https://www.elcorreo.com/internacional/europa/significa-uniformes-tanques-20220311120039-nt.html

 

 

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