miércoles, 18 de enero de 2023

La polémica

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Recordemos que los primeros conflictos con Vox en Castilla y León tuvieron que ver con la "demografía". Señalamos entonces que las declaraciones del vicepresidente de Vox eran copia de las tesis de la ultraderecha norteamericana y conectaban con la llamada conspiración del "gran reemplazo", una teoría conspiranoica sobre la entrada de inmigrantes y su facilidad reproductora.

Los pobres siguen siendo "proletarios", mientras que el aumento de la riqueza disminuye la natalidad. El efecto que esto tiene es el aumento de descendientes de migrantes, Ocurre en casi todas partes. Las políticas de Vox apuntan a frenar la inmigración, primero, y a la vez frenar el aborto. Es cuestión de cifras.

La polémica establecida en Castilla y León no es nueva y es su frente político. Con él se trata de mantener unos votantes fijos que le sirvan de reserva para las próximas elecciones. En RTVE.es se nos hace un repaso de dónde, en qué países, se practica ese polémico protocolo o similares que pretenden imponer en la Autonomía:

Las medidas antiabortistas impulsadas por Vox en Castilla y León, que incluyen ofrecer a los padres que quieran abortar escuchar el latido del feto o la realización de ecografías 4D, no son una novedad a nivel internacional. Países europeos como Hungría, cuyas políticas han sido alabadas por el vicepresidente de la Comunidad, García-Gallardo, han aprobado medidas semejantes que ya habían visto la luz en varios estados de EE.UU. o Brasil.

En Hungría, donde la ley del aborto establece la posibilidad de realizar esta intervención hasta la semana 12 de gestación, fue el Gobierno del ultraderechista Viktor Orbán el que impulsó el protocolo que entró en vigor el pasado septiembre. Desde entonces, se estableció como obligatorio que las mujeres que quisieran abortar tendrían que escuchar el latido del feto antes de iniciar el procedimiento médico.

[...] Pese a que Gallardo ha reconocido que “le gusta mucho” el plan de Orban, ha insistido en que “no se va a obligar” a las gestantes a escuchar el latido si no quieren, por lo que solo será una oferta que podrán rechazar. Una resolución de la Unión Europea ha mostrado su preocupación por la deriva política de Hungría y ha recordado que entorpecer el acceso al aborto libre es una forma de violencia de género.*


El artículo repasa las medidas anti abortistas practicadas en Polonia, el Brasil de Bolsonaro (con medidas que ha revocado el lunes pasado el nuevo gobierno de Lula da Silva), y ciertos estados ultraconservadores de los Estados Unidos, donde la llegada de Trump al poder permitió ganar poder a estos grupos, apuntalados por la colocación de jueces conservadores en los tribunales.

La introducción de nuevo de la siempre dolorosa situación del aborto permite a determinados grupos hacer sus políticas presentándose como defensores de la vida, algo que les importa relativamente si tenemos en cuenta que muchos de esos estados (en USA), por ejemplo, abogan a la vez por la restauración o el mantenimiento de la pena de muerte.

La conversión del aborto en un elemento estratégico político que vertebre los programas de actuaciones es inquietante, pero por lo que vemos una constante. Forma parte de una estrategia común, como lo es el rechazo a la inmigración. Estas formas tan opuestas de concebir lo "humanitario" y los "derechos" es más que sospechosa por incongruente.

La cuestión se plantea en España como un nuevo movimiento sobre el tablero político. El carácter mesiánico de Vox se luce en toda su intensidad con este tema. Da igual cómo se consigan los votos si, como señalamos hace unos días, permiten dejar en evidencia al PP, que será de donde le vengan. Esto ha hecho que el Partido Popular reaccione ante esta circunstancia negando el protocolo que Vox quiere imponer.


Ni el presidente de Castilla y León ni los dirigentes nacionales desde Génova han conseguido que Vox retroceda. La estrategia, todo lo más, es hacer ver que se les "impone", lo que deja en evidencia al PP. Cuando los populares amenazan con romper con Vox, estos desvían hacia sus portavoces nacionales el quitar leña del fuego para evitar que la ruptura se produzca. Es necesario nadar y guardar la ropa, tensar la cuerda para conseguir erosionar al PP y a la vez evitar que se rompa. De todo esto, claro está, se beneficia el gobierno y sus socios, que airean todo lo que pueden el conflicto.

La cuestión del aborto es siempre dolorosa y traumática. Convertirla, además en una tortura psicológica para las mujeres es plantearlo como una forma de sadismo, tras la cual se imponen intereses ni tan santos ni tan claros como parecen apuntar. Integrarlo en el pack de la ultraderecha populista, la misma que plantea formas claras de violencia (lo acabamos de ver en Brasil), donde en una mano se levanta la Biblia y con la otra se lanzan piedras a las instituciones democráticas, es una nueva forma de hipocresía.

Volver a la creación de "paraísos abortistas", como en su momento hubo, por el aumento de restricciones es olvidar lo que en España representaba la expresión eufemística "ir a Londres". Volver a hacer renacer los mercados negros del aborto, a la inseguridad, etc. por convertirlo en misión imposible es desconocer lo que supuso en su momento.

La polémica normativa bolsonarista, que ha sido revocada este lunes por el Ejecutivo de Lula da Silva, llevaba en vigor desde 2020 y obligaba a los centros hospitalarios y a los profesionales que trabajaban en ellos a notificar a la Policía cuando se realizaba un aborto a una posible víctima de violación, alargando y obstaculizando el proceso.

En Brasil solo está permitido el aborto en caso de violación, peligro en la vida de la progenitora o anencefalia en el feto.*


Tras todo esto se esconde una realidad dolorosa para las mujeres. No es una cuestión política ni estética. La demagogia sobra. Lo que habría que estar discutiendo es cómo mejorar la atención a las mujeres, cómo evitar dolor innecesario a algo que de por sí lo supone. Y se está haciendo lo contrario por un puñado de votos.

La conexión entre grupos populistas de todo el mundo está creando estas polémicas en países en los que ya se había llegado a acuerdos para evitar más daños y dolores de los que el tema conlleva. El aborto ha vuelto a la lucha política, de lo que se han quejado los propios médicos en estos días. Son quienes deben estar junto a las mujeres y conocen su estado particular, lo que tienen encima y lo que hay en sus cabezas. Frivolizar en este tema es irresponsable. 

* "Hungría, EE.UU. o Brasil: los países con las polémicas medidas antiabortistas como las de Vox en Castilla y León" RTVE.es 16/01/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230116/hungria-eeuu-brasil-paises-medidas-vox/2416067.shtml

ABC 18/1/2023

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