sábado, 14 de enero de 2023

Egipto, las palizas son por una "buena causa"

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Tratábamos aquí hace apenas unos días la "fianza" que el gobierno egipcio va a poner a las parejas que se casen en prevención de los gastos que ocasionará el divorcio en el futuro, ya que las cifras de divorcio actuales son del 25% de los matrimonios celebrados, una cifra que en estos achuchados tiempos, con la libra por los suelos, supone una carga importante.

Nos hemos quejado con frecuencia de que lamentarse del divorcio en Egipto tratando de dar lecciones matrimoniales sirve de muy poco. No ha servido en estos años y no es probable que lo haga en el futuro puesto no es cuestión solo de "ciencia", sino de otros factores que hacen que allí (y en otras partes), el divorcio sea el resultado final de un proceso que empezó mal, especialmente por la pretensión de las familias, que presionan para matrimonios tempranos pensando que así es más fácil de controlar la situación o la admisión de formas que son ya improcedentes en las relaciones, como la violencia familiar.

En Egyptian Streets leemos un artículo firmado de nuevo por Mona Abdou —esta buena periodista está recuperando el trabajo centrado en los problemas reales— con el titular "Women’s Rights Bodies File Complaint Against Inflammatory TV Anchor Yasmin Ezz".

El problema egipcio con la prensa no es nuevo. Se trata de una batalla en la que la propaganda ha desplazado la influencia de los medios a determinados personajes especialmente de la televisión que se han ido convirtiendo en una especie de influencers masivos. Cada cierto tiempo, alguno de ellos alcanza notoriedad por sus acciones demagógicas y retrógradas en el hábito de las costumbres, algo importante en un país que recibe instrucciones desde las mezquitas y los medios, a veces intercambiables.

La base tradicional de Egipto es clara; cuando se produjeron las elecciones que llevaron al islamista Morsi a la presidencia, el 75% de los representantes elegidos eran parte de una combinación de salafistas e islamistas de los Hermanos Musulmanes. Eso lo aprendió al-Sisi cuando, un año después, dio el golpe de estado que le llevó al poder donde todavía sigue. La política egipcia se hace desde la mentalidad de un militar que hace del Ejército su fuerza pero también se tiene que manejar con esa peculiar masa de población con una enorme distancia entre unos y otros, entre las élites favorecidas, ricas, controlando los puestos principales, y decenas de millones que siguen anclados en una mentalidad retrógrada de un islam. Al-Sisi navega gobernando con Al-Azhar a su lado, dejando que sean los clérigos los que confirmen sus instrucciones y se enfada cuando no lo hacen, como ocurrió durante algunos años ante la ausencia de reformas. Pero Egipto no se reforma porque es más fácil controlar la ignorancia que las críticas. Y los críticos, los que surgieron el 25 de enero con la Primavera Egipcia, se tuvieron que ir ante las amenazas y presiones de unos y otros, de militares y fanáticos.

Se dejó un hueco en manos de unos medios que no podían criticar y sí lanzar mensajes retrógrados. Aquí comentamos casos durante años, hasta que la prensa egipcia quedó sepultada al comprarle los amigos de la presidencia los medios críticos o desplazar a sus direcciones. Hoy da pena ver muchos medios que anteriormente fueron críticos convertidos en siervos acríticos o, como es el caso, en fuente de pensamiento reaccionario.

Aquí hemos sostenido y lo seguimos haciendo que la verdadera piedra de toque del cambio es la política respecto a las mujeres. Las mujeres son el cambio y la revolución. Todo lo que ayude a potenciar su papel, defender su estado en las familias o fuera de ellas, es revolucionario y contribuirá al cambio. Por contra, los movimientos reaccionarios se centran en una visión que podemos llamar "tradicional", jerárquica, desigual y muchas veces violenta.

Las cifras crecientes de divorcios son precisamente un indicador de que la pareja o la familia no se han convertido en lo que se prometía. Esto ocurre en muchas partes, pero en Egipto se produce —como aquí en cierto sentido con los negacionistas de la violencia de género— un aumento de una política familiar retrógrada y violenta. Una cosa es negar la violencia doméstica, que ya es malo, y otra considerar que la violencia es un elemento esencial para mantener la vida familiar en "orden". Por decirlo así, la alternativa al divorcio es la "paliza", fusión de teoría y práctica patriarcal en un solo acto.

El artículo del que hablamos y del que todo lo dicho anteriormente podemos considerar como una especie de introducción, de puesta en situación, nos habla de la queja oficial del Consejo Nacional para las Mujeres por las intervenciones de una periodista televisiva sobre esta cuestión:

On 11 January, the Egyptian Council for Women’s Rights (ECWR) filed a complaint to the Supreme Council for Media Regulation against television commentator Yasmin Ezz, averring that Ezz’s rhetoric promotes violence against women. In response, the National Council for Women (NCW) followed up with an official statement.

Within its statement, the NCW “announce[d] its rejection and deep dissatisfaction with the abusive content” presented on Ezz’s daily segment on MBC Egypt, Kalam el-Nas (‘Talk of the People’).

Ezz, who is a polarising figure in Egyptian media spheres, has continually been accused of inflammatory speech that calls on women to accept violence and degradation at the hands of men.

Her take on hyper-traditional, misogynistic gender roles has earned her both fame and notoriety, with the NCW allegeding that Ezz’s speech “is insulting and reactionary, and includes […] the normalisation of insulting and beating wives by husbands.”

According to the NCW statement, Ezz “takes advantage of individual cases circulated on social media to normalise domestic violence, spreading ideas that destroy the Egyptian family—the pillar of society.” The statement continues to stress that this “bullying” is unconstitutional, and conflicts with over 20 articles delineating issues of citizenship and equality, criminalising violence and discrimination, as well as respecting women and preserving their dignity.* 

Que una presentadora, Yasmin Ezz, pueda justificar y señalar la necesidad de las palizas caseras contra las mujeres puede parecer extraño a los ojos exteriores, pero sabiendo lo que hemos señalado anteriormente, la base fuertemente religiosa egipcia y que todo estos siempre se argumenta desde la religión, desde la normalización espiritual, extraña menos.

La queja del Consejo Nacional de las Mujeres tiene una función doble, demostrar que el gobierno puede hacer algo (al menos quejarse) y tratar de que no le coman el terreno. Es evidente que las mujeres se deben quejar de este trato mediático que se traducirá en justificación de la violencia que sufrirán en nombre de la tradición y de la santidad familiar de la que el varón debe ser ejemplo. Las palabras de Ezz evidentemente son la receta para evitar esa disolución de las familias por culpa de mujeres que tienen opinión, desean trabajo y no están calladas, todo ello pecados a los ojos del tradicionalista.

El problema de la violencia se escinde en dos: las palizas y su justificación mediática. Pegar deja de estar mal y se convierte, por el contrario, en un bien que se debe ejecutar para evitar el mal, la disolución de la familia, algo que quieren desde el exterior los países extranjeros, los ateos y las feministas, todos ellos lacras sociales que tratan de evitar que Egipto sea de nuevo el padre de la Humanidad, como proclama su constitución en su preámbulo.

La nota elaborada por el Consejo Nacional de las Mujeres señala (traducido del árabe automáticamente):

El Consejo Nacional de la Mujer, encabezado por la Dra. Maya Morsi, y todas sus integrantes e integrantes, sus comités permanentes, su secretaría general y sus dependencias en las gobernaciones, manifiestan su rechazo y profundo descontento por el contenido abusivo presentado a través del “Kalam al -Nas" programa emitido en "MBC Egypt" por la emisora ​​/ Yasmine Ezz, que representa insultar, humillar, menospreciar y dañar a las mujeres egipcias. También es un contenido destinado a ignorar la conciencia social de lo que se está logrando sobre el terreno en términos de arduos esfuerzos para empoderar a las mujeres egipcias.

    El Consejo anuncia que presentó una queja oficial esta mañana ante el Consejo Supremo de Regulación de Medios contra el programa, ya que el Consejo recibió muchas quejas de mujeres egipcias a través de las plataformas de redes sociales expresando su rechazo a este contenido ofensivo y pidiendo que se detuviera.

    El Consejo afirma su rechazo categórico de cualquier contenido que humille e insulte a las mujeres egipcias, ya que el contenido presentado por el programa sobre las mujeres egipcias es insultante y reaccionario, e incluye la incitación a la violencia contra las mujeres egipcias, la normalización de insultos y golpes a las esposas por esposos, y que las mujeres deben aceptar la violencia y la humillación, y también incluye contenido El programa también se burla y acosa la condición de la familia egipcia, lo que conduce a la destrucción de la estructura social y la creación de conflictos dentro de la familia, sin tener en cuenta las disposiciones de la constitución egipcia, que incluía más de 20 artículos que regulaban cuestiones de ciudadanía e igualdad, criminalizaban la violencia y la discriminación, respetaban a las mujeres y preservaban su dignidad.

    El Consejo destaca que la gran civilización egipcia solía pintar mujeres en los templos como símbolo de fuerza, vida y crecimiento, y la mujer egipcia era la reina que gobernaba y luchaba en las guerras, y ahora ocupa los más altos cargos de liderazgo y aspira a más.

   El consejo aclara que este programa y su contenido no son adecuados para una institución de medios de renombre que proporciona contenido de medios significativo que goza de gran prestigio entre el público egipcio, ya que este contenido viola el código de honor de los medios, que requiere elevar el nivel de discusión de las redes sociales. y asuntos familiares a un nivel que equivale al papel de la mujer como socia principal que contribuye a la construcción de la familia, junto con el hombre que la respeta y valora su papel, además de que el código mediático de la mujer prevé presentar a la mujer como un modelo informado, educado y comprometido. El consejo también destaca la gravedad del impacto de los mensajes descontrolados que contribuyen significativamente a reducir el respeto por las mujeres y, por lo tanto, aumentan los índices de violencia contra ellas.

    El Consejo Nacional de la Mujer hace un llamado a las responsables del canal a tomar las medidas necesarias para frenar este contenido reaccionario.

   En conclusión, el Consejo Nacional para la Mujer afirma que no descuidará ninguno de los derechos de las mujeres egipcias y no aceptará prejuicios ni derogaciones de ellos de ninguna manera. #El Consejo Nacional de la Mujer

 [ir a versión en árabe

La pelota pasa ahora al tejado del Consejo de los Medios, una forma poderosa de control dentro de la política egipcia, cuya constitución vimos aquí, una forma centralizada de controlar los medios desde el poder. ¿Van a tomar medidas? La responsable del Consejo Nacional de las Mujeres, la Dra. Maya Morsi, ha recibido más de mil de mensajes de apoyo en la página de Facebook por haber denunciado la actuación negativa de defensa de la violencia contra las mujeres.

La pregunta que nos hacemos es si esa solución violenta es una forma "patriótica" de "resolver" el problema del desmoronamiento familiar, enrarecido por la tendencia tradicional hacia el pasado (la violencia contra las mujeres en todas sus formas) o es simplemente la "ignorancia" de quien quiere aprovechar este tipo de cuestiones para darse notoriedad. También puede haber mezclas de ambas.

No es la primera vez que desde estos canales se hace este tipo de declaraciones con este tipo de soluciones. Los "ilustrados" egipcios mantienen las formas retrógradas populares porque es la que les permite seguir en sus puestos en la cúpula social. Se fomenta un tradicionalismo ignorante amparado en un mal entendido sentido nacional. Una vez más, los medios egipcios embrutecen.

3/12/2018

El crítico debe guardar silencio porque es molesto al revelar cuáles son los mecanismos del poder. Sin embargo estos dañinos falsos modernos acaban siempre bendiciendo la ignorancia que les permite seguir controlando desde sus minaretes mediáticos la sociedad a la que mantienen convenientemente polarizadas asegurándose sectores de la opinión pública.

Esto es lo que ocurre en un país que mandó a sus críticos al extranjero, que compró los medios para asegurarse que nadie criticaría al poder, que jugó a un imposible equilibrio entre lo moderno y lo retrógrado para convertirse en el fiel de una balanza. Los que se saben poderosos por tener medios controlados, pasan sus facturas.

La nota del Consejo está también llena de retórica hueca sobre cómo se pintaba en los templos a las faraonas y demás. La violencia no se critica diciendo que en el pasado las mujeres fueron guerreras. Se trata del presente, de violencia real justificada. Los que admiten la violencia no lo hacen por lo que ocurrió en la época más remota, sino en un presente en el que callan las fuerzas de Al-Azhar que deberían decir con  frecuencia y énfasis que golpear a las mujeres no te hace buen musulmán, sino personas brutal y autoritaria por mucho que vayas a iglesia o mezquita el día que toque. Sin embargo, no es eso lo que ocurre.

Para entender mejor esta situación deberíamos volver al mes de enero del 2022, cuando el diario Al-Monitor recogía una polémica sobre la reforma propuesta para aumentar las penas contra los maltratadores en el seno de la familia. Ya entonces aparecen los tres implicados: Al-Azhar, la MBC y el Consejo Nacional de las Mujeres, con la cuestión de la violencia masculina en la familia y su sentido: 

The Egyptian parliament is currently reviewing a proposed amendment to Article 242 of Penal Code No. 58 of 1937, stipulating harsher punishment for domestic abuse and violence. If approved by the House of Representatives, an abusive husband may face a jail sentence of up to five years and a minimum of three years instead of the current maximum one-year sentence.  

The amendment put forward by Amal Salama, a member of parliament's Media Committee, aims to curb the high divorce rates in the country. According to the Central Agency for Public Mobilization and Statistics, a total of 213,000 divorces were registered in Egypt in 2020, with one divorce case happening every two minutes. The previous year witnessed even higher divorce rates, with a total of 226,000 registered cases. 

The proposed revision has stirred controversy in Egypt and prompted attacks on Al-Azhar Grand Imam Sheikh Ahmed el-Tayeb by women's rights advocates over remarks he made on Egyptian TV in 2019. This, after MBC Masr broadcast an excerpt from Tayeb's TV appearance on a Ramadan show three years ago. 

In the clip, Tayeb says it is permissible for a husband to hit a disobedient spouse "to preserve the family."     

"The Quran advocates symbolic beatings as a means of disciplining a disobedient wife, without causing her harm or injury," notes the sheikh. He cautions that "the spanking is not without limits. It is permissible on condition that no bones are broken and no organs are harmed."

Tayeb continues, "The husband should neither use his hand nor slap his spouse on the face; he should not cause physical or psychological harm to the woman. Rather, what is meant (by the Quranic verses) is a (light) tap on the wife's body with a miswak or toothpick." A miswak is a small teeth-cleaning twig that was used in the days of Prophet Muhammad. 

The sheikh was clearly referring to a Quranic verse (Surat al Nisaa) that addresses disobedient or defiant wives: "But those wives from whom you fear arrogance, first advise them; then, if they persist, forsake them in bed. And finally, strike them. But if they obey you once more, seek no means against them. Indeed, Allah is ever Exalted and Grand."

While Islam does not promote or encourage violence or coercion against women, cultural practices in the patriarchal society sanction oppression and abuse of women to control and subjugate them.

According to the National Council for Women (NCW), the state body concerned with protecting women's rights, 86% of wives in Egypt suffer spousal abuse. In August, the NCW put the number of "women at risk of domestic violence" at 8 million annually. The statistic may be even higher considering that it is culturally unacceptable for battered wives to report incidents of domestic violence to the police.*** 

Todas las piezas se juntan hoy: el papel de la MBC recordando las disculpas coránicas sobre la violencia femenina desde Al-Azhar, en la figura de su líder, Al-Tayed, cuando comenzó a tratarse el aumento de los divorcios y ahora con cifras de escándalo, la presentadora lo interpreta como antes lo hicieron, de forma patriarcal y violenta: los divorcios crecen porque los hombres no sujetan a las mujeres. El aumento de las penas de 1 a 5 años solo ha servido, en esta tradicional interpretación coránica, para que aumenten los divorcios. Todo encaja. No es una presentadora que desvaría; es un conflicto más entre la necesidad de modernidad y reforma y la tradición de la violencia machista. Son los varones los que deben controlar, a bofetadas, que no se deteriore la familia y, con ella, el país. Lo dicho en el medio concuerda con lo que en su momento dijo Al-Tayed. Saben quiénes son sus audiencias y lo que estas quieren escuchar. Saben también que condenarles es arriesgado porque tienen gente, mucha gente detrás.

Egipto no sale de sus contradicciones, imposibles de encajar con los tiempos. Mientras las mujeres no tengan su papel real en la familia y en la sociedad, este tipo de situaciones se seguirán produciendo. Justificar la violencia contra las mujeres para "evitar" el aumento de divorcios es dañino y absurdo. Lo que se producirán es más divorcios resultado de esa misma violencia. Pero esa visión refuerza el poder patriarcal, que es de lo que se trata pues los demás poderes se construyen sobre él. 

14/01/2023

De la mutilación genital al divorcio, las políticas egipcias no cambian apenas o quedan en papel mojado, lo que hace que la situación de las mujeres sea muy preocupante. La justificación y recomendación de que sea una herramienta de corrección social es anacrónica y preocupante. Si la familia se sostiene sobre la violencia contra la mujer, que pasa a ser su enemiga oficial, la visible, el futuro es realmente oscuro y, especialmente para los políticos, difícil de justificar. El problema se plantea no tanto por la situación violenta real sino por su abierta proclamación y defensa, tanto desde Al-Azhar como desde los medios populistas de comunicación. Ahora, hoy mismo, pasa a Sindicato de Medios, para interrogar a la presentadora. Veremos qué ocurre, cuál es su defensa y que respuesta se le da.

El fenómeno no es aislado y lo estamos viendo cada día en muchos países donde el "feminismo" es el enemigo y la violencia de género una exageración ideológica. Allí donde existe ese poder patriarcal, la violencia se normaliza como una herramienta de corrección familiar en nombre de Dios o del diablo. Las víctimas son las mismas. 

22/11/2022

* Mona Abdou "Women’s Rights Bodies File Complaint Against Inflammatory TV Anchor Yasmin Ezz" Egyptian Streets 12/01/2023 https://egyptianstreets.com/2023/01/12/womens-rights-bodies-file-complaint-against-inflammatory-tv-anchor-yasmin-ezz/

** Consejo Nacional de la Mujer  https://www.facebook.com/ncwegyptpage/posts/pfbid02yzsVge7mgRgdd5kgDnEwwx3yrpkRoRCpTcdypyVE4jX9KPPcsjqfRdQ1yXxxwUGgl

*** Sahira Amin "Proposed domestic violence bill prompts rare criticism of Al-Azhar sheikh" Al-Monitor 5/02/2022 https://www.al-monitor.com/originals/2022/02/proposed-domestic-violence-bill-prompts-rare-criticism-al-azhar-sheikh#ixzz7qMXDdsSp

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