viernes, 20 de enero de 2023

Lavrov y la "cuestión judía"

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las declaraciones de Serguéi Lavrov son cada vez más difíciles de entender. Ya no es solo una cuestión de un "entender desde fuera"; creo que entran ya en una dinámica que pronto serán "incomprensibles desde dentro". Los dos entrecomillados anteriores tratan de reflejar tipográficamente la diferencia entre la información exterior y la propaganda interna. En un mundo como el nuestro, mediático y global, es difícil evitar la propaganda, pero esta no es fácil de sostener. La mejor manera de propagar una mentira es que se parezca a una "verdad", pero las mentiras rusas ya no se parecen a nada reconocible; les fallan las comparaciones, por decirlo así.

En RTVE.es se da cuenta de cómo las declaraciones de Lavrov son cada vez más una mezcla de géneros fantásticos en los que la realidad se esconde: 

La comunidad internacional ha condenado los comentarios del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en los que ha afirmado que Estados Unidos ha formado una "coalición" occidental para "resolver la cuestión rusa" de forma similar a la "solución final" de Adolf Hitler para exterminar a los judíos.

El ministro ruso aseguró este miércoles que "igual que Napoleón movilizó a casi toda Europa contra el Imperio Ruso y al igual que Hitler movilizó y capturó, alzando en armas a la mayoría de los países europeos contra la Unión Soviética, Estados Unidos ha organizado una coalición con casi todos los países europeos, no solo miembros de la OTAN, para una guerra" contra Moscú.*

 

Es cierto que la estrategia habitual de los países agresores es hablar de una acción de "defensa", de que lo hacen porque son "atacados" o "están en peligro"; pero también es cierto que esto tienes sus límites.

Plantear que se trata de "exterminar" (en eso consiste la "solución final") a los rusos, como un diabólico plan urdido desde Occidente, es confiar mucho en la propaganda y, sobre todo, en la credibilidad de los ciudadanos rusos que, no por mucho obedecer son capaces de creérselo todo, cualquier cosa que les arrojen. Lavrov está empezando a considerar idiota al pueblo ruso.

Las declaraciones son tan absurdas que la comunidad internacional, como señala el artículo en RTVE.es, no ha podido por menos que sentir que la Historia —la escriba quien la escriba— es absolutamente delirante cuando es contada por el gobierno ruso.

El Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, ha calificado de "despreciable", "irrespetuosa" y "completamente fuera de lugar" las declaraciones del ministro ruso. 

"Los últimos comentarios del ministro de Exteriores de Rusia (...) están completamente fuera de lugar, son irrespetuosos y pisotean la memoria de los seis millones de judíos y otras víctimas que fueron sistemáticamente asesinados en el Holocausto", ha declarado Borrell, quien ha recalcado que no son los primeros comentarios "antisemitas" del ministro ruso.

"La manipulación de la verdad por parte del régimen ruso para justificar su guerra ilegal de agresión contra Ucrania ha alcanzado otro punto bajo inaceptable y despreciable", ha subrayado el político español, quien ha recalcado que "no hay paralelismo entre los crímenes de la Alemania nazi y la ayuda internacional para Ucrania en la defensa de su territorio y su pueblo contra una agresión injustificada".

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, ha calificado las declaraciones como "verdaderamente ofensivas". "Es casi tan absurdo que no vale la pena responder, aparte de la forma verdaderamente ofensiva en la que trató de presentarnos en términos de Hitler y el Holocausto", ha señalado.

No creo que la cuestión sea simplemente "antisemita", como señala Borrell, ya que pide que se equipare al pueblo ruso con el judío en cuanto que alguien busca su "exterminio" considerándolo como un peligro. Sería, en todo caso, el gobierno ruso el que buscaría la extinción de Ucrania (rusificándola y borrándola del mapa como país y comunidad).

Pero las palabras victimistas de Lavrov van más allá y nos revela no ya el desconocimiento interesado de la Historia (ignorando, por ejemplo, el pacto germano-soviético, elaborado entre Hitler y Stalin), sino la propia situación de los judíos que se están marchando de la Rusia actual, siguiendo las instrucciones de sus rabinos.

En El Confidencial del día 21 de agosto del año 2022 se incluía una entrevista con Pinchas Goldschmitd, el que fuera Gran Rabino de Moscú y dirigente de la Conferencia de Rabinos Europeos, donde se explicaba la cuestión desde el lado ruso-judío de los hechos. Estas eran sus repuestas a la invasión de Ucrania: 

PREGUNTA. Dos semanas después del inicio de la invasión de Ucrania, usted abandonó Rusia junto a su familia. ¿Qué ocurrió durante ese periodo de tiempo para que usted decidiera optar por el exilio?

RESPUESTA. El 23 de febrero me fui a dormir en un país y desperté a la mañana siguiente en uno muy diferente. Por antidemocrática que pudiera ser Rusia anteriormente, los cambios radicales que ocurrieron en un solo día fueron monumentales, con el cierre de los pocos medios independientes que quedaban y el arresto de miles de civiles únicamente por alzar la voz. Por otra parte, desde Ucrania nos llegaban noticias de que muchos colegas que han estado fuertemente involucrados en la comunidad judía ucraniana durante los últimos 30 años, construyendo sinagogas, escuelas y orfanatos, estaban teniendo que irse del país maleta en mano y huir hacia Europa del Este. Esto nos hizo ver hasta qué punto esto era una catástrofe.

Entendimos que teníamos que hacer algo, al menos pronunciarnos al respecto, pero era imposible hacerlo, porque decir cualquier cosa contra la guerra, o incluso el mero hecho de llamarla guerra, sería un acto criminal en Rusia. Los líderes de la comunidad decidimos, por lo tanto, mantener el silencio. Pero, conforme la guerra avanzaba, sentí que era necesario hacer algo. Así que mi esposa y yo decidimos abandonar Rusia para empezar a apoyar a los refugiados ucranianos.**

La actitud de aquellos con los que se quiere comparar Serguéi Lavrov parece bastante clara y diametralmente opuesta a las asociaciones que el ministro ruso quiere establecer. La descripción es breve pero clara. Desde el principio, la Rusia de Putin ha mantenido esta política de negación de la realidad tratando de camuflar su acción invasora e imperial, su plan de reducción de Ucrania a cenizas, su política de "tierra quemada". Era la segunda fase de un plan que ya se quedó con Crimea en un primer momento y que está claro que necesita "ampliar" su territorio con un cinturón de seguridad que incluya países dóciles, sicarios, como Bielorrusia con su dictador de opereta al frente, u otros tomados de forma militar, como es el caso de Ucrania.

La huida del rabino de Moscú se produce por una mezcla de temor y rabia, de la incapacidad de silencio cuando ves cómo son destruidas las tierras en las que se asentaba una comunidad judía, que se ve destruida por los avances rusos. La rabia se produce por no poder hablar, por no poder llamar "guerra" a una guerra. El silencio ya no es posible y hablar tampoco. El exilio es lo que queda. Alegando la enfermedad de un familiar, Pinchas Goldschmitd sale de Rusia y se va con su familia a Israel. Las palabras de Serguéi Lavrov han tenido que sentirse como mazazos en su cabeza. La simple comparación de situaciones ofende en muchos niveles.

La guerra fue un error. A Rusia le han fallado todos los cálculos, empezando por el de la duración, un elemento clave, pues afecta no solo a la credibilidad sino también de forma especial a la moral interna del país. Prometida una guerra relámpago que devolviera el "esplendor ruso", lo cierto es que ha dejado en evidencia su poderío militar sobre el terreno. Ucrania lleva resistiendo cerca ya del año y la comunidad internacional sigue apoyando en su defensa, algo que tampoco esperaba Putin, dispuesto siempre a dividir.  Putin ha hecho algo más que equivocarse; ha obligado a armarse a todos los países fronterizos que se habían tratado de mantener distantes. Putin ha fortalecido a la OTAN, por decirlo de forma directa; ha convencido al mundo de que es un peligro.

La cuestión pendiente sigue siendo cómo se para esto. ¿Serán unas tablas interminables? Ucrania exige la devolución de lo ocupado y Rusia no se va a retirar. ¿Será Ucrania su Vietnam? Para evitarlo, Rusia sigue abusando de la propaganda y de disparates retóricos como los de Lavrov. Pero eso también tiene un límite.

Que Lavrov se compare con el holocausto del pueblo judío cuando los judíos están saliendo de Rusia a la velocidad que les dejan (que es muy poca), no deja de ser una evidencia de la falta de razones. Si Rusia tuviera alguna aceptable, hace tiempo que la habría puesto encima de una mesa de negociación, incluso antes de lanzar los tanques, soldados y bombas. La ausencia de razones creíbles es ya un síntoma de lo poco que tiene el Kremlin.  

* "La comunidad internacional condena la comparación de Lavrov de la actitud de Occidente con el Holocausto" RTVE.es 19/01/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230119/comunidad-internacional-condena-comparacion-lavrov-solucion-final-hitler/2416600.shtml

** Lucas Proto "El ex rabino jefe de Moscú te explica por qué miles de judíos están huyendo de Rusia" El Confidencial 21/08/2022 https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-08-21/ex-rabino-moscu-miles-judios-huyendo-rusia_3477036/

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