Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cada día es más difícil no preguntarse cómo ha llegado Trump a la presidencia. La cuestión va más allá de lo político y entra de lleno en los misterios de la fascinación humana por estos personajes.
The
Washington Post nos trae dos noticias hoy que nos muestran la desesperación de
las personas que tienen el castigo de estar a su alrededor y mantener la
cordura. La primera de ella es grave para la seguridad de los Estados Unidos.
Es
sabido el pavor que los funcionarios tienen cada vez que el presidente se reúne
con visitantes de países más o menos en conflicto. A un fanfarrón como Trump,
le encanta alardear delante de los visitantes de cualquier cosa. Ese "cualquier
cosa" puede suponer, como ha ocurrido, la revelación de secretos por querer
marcarse un farol ante los que llegan haciéndoles ver que "sabe",
Como Trump es un incontrolable con conocimiento de mucha información y está
aquejado de esa mezcla de fanfarronería e incontinencia verbal, los
funcionarios viven en un sinvivir hasta que los visitantes hayan salido.
Lo malo
es que esto va cada vez a más. The Washington Post titula "Trump shares
potentially revealing image of Iranian launch site on Twitter" sobre un
caso del que la prensa internacional se ha hecho eco:
In a tweet Friday, President Trump revealed a
detailed aerial image of an Iranian launchpad, an unusual disclosure that may
have confirmed the United States is violating Iran’s airspace to spy on its
missile program.
Some imagery experts, examining the angle and
very-high resolution of the image, said it may have been taken by an aircraft,
possibly a drone.
“It looks like it was taken from an airborne
platform, not a satellite,” said Jeffrey Lewis, an arms control expert at the
Middlebury Institute of International Studies at Monterey, an assessment echoed
by several other experts.
It would come as no surprise to Iran that the
United States is gathering images of such sites and other facilities. But
disputes over U.S. violations of Iranian airspace have exacerbated tensions in
the Persian Gulf.
Trump said “the United States of America was
not involved” in the incident, which was puzzling because Iran had one day
earlier confirmed a rocket explosion at the site, which it said was “due to
some technical issues.”*
Debe ser muy duro para los funcionarios encargados de la seguridad
nacional comprobar que el espía mejor pagado de los Estados Unidos es el
presidente de los Estados Unidos, que facilita a los oponentes la labor, deja
en evidencia a sus propios servicios y tira por los suelos las estrategias por
el simple placer de tuitear.
Como se señala al final, los iraníes no tenían ninguna
sospecha de que fueran los Estados Unidos, pero el infantilismo de Trump, que
no podía resistirse a la maldad de mostrar un fracaso en el lanzamiento lo hace
justificándolo como una especie de desmentido sin mención previa. Lo que ha
dejado claro es el funcionamiento del espionaje norteamericano y, como se
señala en el artículo, la violación del espacio aéreo iraní, cuestión peliaguda
por el incidente citado.
El diario
norteamericano señala:
What Trump shared on Twitter appears to show a
camera flash and a person’s shadow, leading to speculation that Trump or one of
his aides may have snapped a picture of the image using a cellphone.
As it frequently does, the president’s public
schedule lists an intelligence briefing at 11:30 a.m. Friday. Those sessions
are typically done in the Oval Office when the president is in Washington. Trump’s
tweet had a time stamp of 1:44 p.m.
The White House declined to address questions
about the tweet and the image, including whether it was classified, whether it
was produced by an aircraft or drone and whether it had been displayed in a
special secure room where handheld electronics are forbidden.*
Si se suman dos más dos, no queda más posibilidad de que
haya sido el presidente no solo quien ha publicado la foto, sino también quien
ha hecho la fotografía con su teléfono móvil dentro de la Casa Blanca ya que,
como se nos dice al final del último párrafo, los aparatos electrónicos están
prohibidos dentro de la habitación "segura". Pero nada es seguro con
Trump. ¿Puede haber hecho él la foto? Desde luego él la tenía, ya que es quien
la publica en su cuenta. No parece que nadie de Seguridad se haya atrevido a
tanto sin la indicación del propio presidente. No es una foto publicada, es una
foto hecha pública por el Presidente de los Estados Unidos.
Una vez más, la pregunta más realizada en los años Trump, el
lema de esta legislatura: "¿puede hacerlo?". "Can He Do
That?" es el acertado título del podcast sobre la Casa Blanca que realiza
The Washington Post. Probablemente no se ha elegido un título mejor. Pero ¿qué
se puede esperar?
La segunda noticia que nos trae el diario es de otro orden,
pero refleja perfectamente quién ocupa la Casa Blanca, tal como la
anteriormente citada. Esta vez lleva por titular "What happened when Trump
visited the African American History Museum, according to its founding director",
otra historia sin desperdicio que deja al descubierto al "inquilino en
jefe".
In his upcoming memoir, newly appointed
Smithsonian Secretary Lonnie G. Bunch III describes the private tour he gave
President Trump of the National Museum of African American History and Culture,
recalling that Trump’s reaction to the Dutch role in the global slave trade
was, “You know, they love me in the Netherlands.”
Shortly before Trump took office in 2017, his administration
asked to visit the newly opened museum, according to Bunch’s upcoming memoir,
“A Fool’s Errand: Creating the National Museum of African American History and
Culture in the Age of Bush, Obama and Trump.” Bunch was the museum’s founding
director from 2005 until June, when he became the Smithsonian’s secretary.**
Llegados a estas alturas de la era Trump —la edad oscura— la anécdota es una pincelada
más en el retrato de un presidente narcisista y con una incapacidad patológica
de empatía.
Una frase que ningún novelista, ningún guionista se habría
atrevido a poner en sus obras por temor a ser acusado de exceso, surge de forma
espontánea y natural en la boca de un presidente de los Estados Unidos. Sin
embargo es terriblemente reveladora de la personalidad de este personaje del
que solo los cómicos se atreven a retratar, al que los psiquiatras evitan diagnosticar.
Cuando Trump salga de la Casa Blanca, habrá un aluvión de escritos que contarán
cosas tan increíbles desde el punto de vista humano que nos parecerán
increíbles.
“It was not my job to make the rough edges of
history smooth, even for the president,” he writes.
Trump greeted him warmly and expressed his
wife’s enjoyment of a tour she had with Sara Netanyahu, wife of the Israeli
prime minister, according to Bunch. Then they went into the galleries.
“The president paused in front of the exhibit
that discussed the role of the Dutch in the slave trade,” Bunch writes. “As he
pondered the label I felt that maybe he was paying attention to the work of the
museum. He quickly proved me wrong. As he turned from the display he said to
me, ‘You know, they love me in the Netherlands.’ All I could say was
let’s continue walking.”**
La indiferencia ante el drama de la esclavitud y la obsesión
con que todos le aman son dos rasgos. También Obama le amaba, aunque no se
atrevía de demostrarlos. "Milagros de la política", le dijo a su
entrevistador, el defenestrado por acosador Bill O'Reilly en su entrevista en
la Fox.
Esa misma Fox en la que vemos a Neil Cavuto contestando a
otro tuit del presidente en el que se señalaba "Fox isn't work for us
anymore!", una declaración final de guerra contra la cadena televisiva que
ha traspasado las fronteras del ridículo por defender las posturas de un
presidente que decía seguirles a diario, a la que usaba como plataforma
privilegiada y para la que hizo parpadear las luces de las ventanas de la casa
Blanca para que los presentadores y el público pudieran comprobar que,
efectivamente, les estaba viendo. "Nosotros no trabajamos para usted; yo
no trabajo para usted", le ha dicho en pantalla, "nosotros le cubrimos,
pero no trabajamos para usted". Pese a ello, llevado por su soberbia e incapacidad para evaluar (tampoco le importan mucho) las reacciones ajenas a lo que dice, se ha permitido en una llamada a la Fox puntuar, por decirlo así, a los presentadores de los programas. ¿Una maldad intencionada o una estupidez sin cálculo? Sin duda lo primero, es su estilo divisivo. Ha recomendado a sus seguidores de Twitter que se busquen otra fuente de noticias; la Fox ya no le sirve. La reacción de la Fox, más allá de la digna de Cavuto está por ver. El problema está en los más serviles, que tienen poco menos que ofrecer. Para Trump, es sencillo, el mundo se divide en lo que le es útil y aquello de lo que se puede desprender.
El argumento de Trump en su tuit es que
"él no quiere ganar para sí mismo, quiere ganar para el pueblo". La
Fox, dice, ya no le sigue como debe, por lo que pierde audiencia. Él es el
hombre-milagro para quien no hay resistencia, al que todos aman.
El comentario hecho en el Museo de Historia Afroamericana,
realizado en 2017, dice mucho sobre las actitudes racistas manifestadas
posteriormente. Explican su indiferencia ante el racismo o cualquier otra
circunstancia relacionada con él.
Trump no puede dejar de
considerar que el mundo gira a su alrededor. Es un Rey-Sol que a todos debe
deslumbrar. Esperemos que se le acabe pronto el brillo.
*
"Trump shares potentially revealing image of Iranian launch site on
Twitter" The Washington Post 30/08/2019 https://www.washingtonpost.com/national-security/trump-shares-potentially-revealing-image-of-iranian-missile-site-on-twitter/2019/08/30/4820db10-cb5e-11e9-a1fe-ca46e8d573c0_story.html
**
"What happened when Trump visited the African American History Museum,
according to its founding director" The Washington Post 30/08/2019
https://www.washingtonpost.com/entertainment/museums/what-happened-when-trump-visited-the-african-american-history-museum-according-to-its-former-director/2019/08/30/5471494e-cb5a-11e9-a1fe-ca46e8d573c0_story.html
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