Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No
paran. Algo pasa estos días de final de verano (¿mucho calor?) para que los
medios egipcios vayan de un conflicto a otro, casi siempre con temas
relacionados con las mujeres. Todavía la prensa no ha terminado de hablar sobre
las últimas lágrimas de la "presentadora patriótica", Riham Saeed, suspendida
por insultar a las personas obesas considerándolas una monstruosidad y una
carga para el estado, cuando las páginas se vuelven a llenar de nuevos casos.
No nos
engañemos. Las condenas a Riham Saeed son una rutina pese a la gravedad. La
condena tiene tintes paternalistas, como aquella otra en la que se sancionó a
una profesional por tratar en su programa la cuestión del adulterio. También entonces
se utilizó el argumento de que "se insultaba a la mujer egipcia". En
Egipto no existe el oficialmente adulterio como no existen los presos políticos
o la tortura.
En 2016,
The Washington Post trató sobre esa noticia:
CAIRO – Infidelity is a thorny subject
worldwide, but in Egypt so much so that mentioning it on air may have
career-altering repercussions – or that is what TV show host Khairy Ramadan
discovered.
Egyptian officials suspended his show
"Momken," which in Arabic means "It’s Possible," for 15
days after one of his guests declared that a third of Egyptian women,
especially women from Upper Egypt, have a tendency to cheat on their husbands.
It was no surprise that the guest, Tamer el
Sobky, would discuss such a taboo subject: He is the administrator of a
Facebook page called “Diary of a Suffering Man." It has more than 1 million followers and is
dedicated to the mocking of unfaithful wives.
On the show, Sobky said with all seriousness
that women in Upper Egypt are often married off in arranged marriages and find
married life “boring." He also suggested that Egyptian women may be
inclined to infidelity due to widespread impotence among Egyptian men.
Upper Egypt is arguably the most conservative
part of the country.*
El proverbial sentido egipcio de la perfección estalló
contra quien insultaba a las mujeres
egipcias, libres de toda sospecha. ¿Cómo se atrevía a afirmar semejante
infamia?
Este tipo de reacciones airadas componen el complejo sentido
de la opinión pública en un país que vive su propia realidad como difamación y
sus fantasías como realidades. De esta forma, los problemas dejan de existir y
si alguien los denuncia se convierte en traidor.
Por eso, cuando se producen reacciones encontradas cuando
estos temas controvertidos se tratan. La incredulidad que mostraba el diario
norteamericano es una reacción típica ante estas situaciones en las que queda
en evidencia el conservadurismo, por un lado, y la hipocresía social, por
otro. La propia Reham Saeed fue suspendida
por un caso sobre el tratamiento del adulterio: «She was suspended for three months in August 2017
for hosting a married woman and her lover on her show, during which guests
shared their story of infidelity»**,
nos recordaban hace unos días en Egypt Independent al relatar el largo y
polémico historial de la presentadora. Por eso hay que tener cuidado al evaluar
las reacciones oficiales porque pueden tener una intención más conservadora que
progresista, pese a las apariencias.
Pese a que todo se niegue, hay un punto en el que algo hay
que hacer. El mismo diario nos trae la noticia de una campaña sobre los
problemas de las mujeres en Egipto, que no son pocos: "Egypt launches wide-scale
metro campaign for women empowerment".***
Las campañas se realizan, pero los efectos no se conocen por
lo mismo que señalábamos antes, la falta de reconocimiento de los problemas.
Pensemos que en Egipto está prohibida la realización de encuestas a cualquiera
que no disponga del permiso oficial de la Agencia que se dedica a ello. Esto
impide el conocimiento de los datos que nos permitirían saber de las
situaciones. Sin embargo, esto se controla porque las estadísticas deben ser
conocidas antes de publicarlas.
El diario
señala:
Lately, a wave of campaigns encouraging women
empowerment in Egypt have begun to prop up, hoping to bring change in a country
known for its conservative values towards gender. Some campaigns use TV and
radio advertisements, while others have taken to music to spread their ideas.
Meanwhile, Egypt’s National Council for Women
(NCW), in cooperation with the United Nations Population Fund UNFPA, have come
up with a wide-scale awareness campaign named “Hiatek Mahatat, Matkhalish
Mahata Twa’afek” (Your life is made of stations, don’t let a station stop you)
launched at the beginning of November 2018, aiming to support more women
through different aspects of life.
Unlike prior awareness campaigns, this campaign
doesn’t just push women towards their dreams but also addresses men, urging
them to encourage women and provide any assistance needed to help women become
better versions of themselves.***
El reconocimiento del conservadurismo de género en Egipto es
importante porque es el principal obstáculo al que se enfrenta el cambio. Las
cifras de acoso sexual y de ablación , dos buenos indicadores del
comportamiento público y del privado, dan cuenta de que el problema no está
circunscrito a una región o clase social. Es un problema global de mentalidades
que no cambian por ese sentido de la "auto perfección" que enseñan al
egipcio desde la escuela por no decir desde la cuna. En el mejor sentido
orwelliano, es un doble-pensar. Veo lo que quiero ver. Esto aleja las soluciones
porque quienes acaban pagando son los que tienen el valor de decirle al faraón
que está desnudo.
La ambiciosa campaña dirige mensajes estimulando a las
mujeres y advirtiendo a los hombres para que no sean un obstáculo. Para esto
último hace falta mucho más que una campaña, por muy bien realizada que esté ya
que se enfrenta a la tradición o costumbre que una sociedad tan patriarcal como
es difícilmente aceptará. Es más fácil nombrar a cuatro o cinco ministras,
ampliar el número de parlamentarias y hacer unas cuantas campañas que cambiar
la sociedad que es de lo que se trata. Pero los cambios se hacen cuando hay
voluntad de cambio social, es un refuerzo y difícilmente lo que provoque el
cambio en sí.
Toda campaña es limitada por definición. Lo es en el tiempo,
en el espacio y en los recursos disponibles. La campaña es ambiciosa: «The campaign comprises four
topics: sexual harassment, child marriage, economic empowerment, and
reproductive health»*** y eso es bueno. Lo es precisamente por lo que hemos observado
anteriormente, por la dificultad de introducir ciertos temas en una sociedad
que no quiere escucharlos. Aunque la campaña esté circunscrita a cuatro
estaciones del metro de El Cairo y su alcance sea limitado, ha sentado un
precedente al unir los cuatro aspectos convirtiéndolos en problemas. Y se
resalta en el medio que se dirigen al hombre como parte del problema. Ya no son
solo "cosa de mujeres" sino que el varón forma parte del problema y
de la solución.
Apoyar
que las mujeres trabajen no sirve de mucho si se producen conflictos en las
familias, como hija o como esposa; limitar el número de hijos no sirve de mucho
si el marido no está en ello. El acoso y los matrimonios infantiles, como es
obvio, son cuestiones que afectan a las mujeres pero tienen su base patriarcal.
Sorprendentemente, está ausente de los cuatro tópicos
presentados la cuestión de la mutilación genital, un problema real y grave por
las enormes cifras, de las más altas del mundo. Pese a estar teóricamente
prohibida, es un gran negocio para los que la practican y una forma de
asegurarse el matrimonio de las hijas. En un artículo sobre esta cuestión del
diario Público, de febrero de este año, se recogía: «“[En nuestro caso] era una cuestión de tradición”,
recuerda Fátima, puesto que “si tenías a una hija que no había sido operada,
nadie aceptaría casarse con ella”.»****
Todo forma parte de un complejo entramado cultural en que
todo lleva hasta la mujer como sujeto que debe ser vigilado antes y después del
matrimonio. El matrimonio infantil busca eliminar resistencia y llegar al acuerdo
cuanto antes; para ello se debe mutilar a la mujer, como se señala en la cita
de Público. Mientras se exija que la mujer esté mutilada, todo lo demás fallará
porque es la gran agresión, la que afecta a su intimidad y posibilidad vital.
Las campañas son signos.
Pero muchas veces no pasan de ahí y deben además luchar contra los efectos de
las contra campañas, la información en sentido contrario. Esta afecta a las
propias familias, que rechazan el mensaje o a los propios medios que se ponen
del lado del acosador, como el caso de Riham Saeed o el escándalo reciente del
jugador de la selección egipcia de Fútbol.
El nuevo escándalo, hoy mismo en la prensa, es la readmisión
del conocido presentador Tamer Amin. Con el titular "", el diario
Egypt Today nos cuenta el caso:
CAIRO - 27 August 2019: Famed Egyptian TV
presenter Tamer Amin has been and permitted to resume his TV show entitled
''Akher El Nahar'' (End of the Day) on Al Nahar channel.
Amin was accused of misogyny and sexism after
insulting the husband of ex-Olympic swimmer, physician, and member of
parliament Rania Elwani on the air for co-parenting.
Elwani during her interview with Amin spoke
about her personal life and the support that helped her to succeed as a
distinguished sports hero, gynecologist , and a politician, giving the credit
to her husband for supporting her to succeed in her career.
“She added that In 2004, for instance, he was
distributing flyers for my parliamentary election campaign, "announcing
that her husband was tutoring their children while the interview was being
taped.
After Amin started to mock Elwani’s husband and
said: “ Tell me about your feeling while preparing tea with milk and tutoring
the kids, and staying at home while the doctor is on TV? then she will go to
the clinic, then to parliament?”
Then he asked Elwani's husband Dr. Hany about
his feeling when he walks across his reception or living room and find Elwani's
trophy case with 48 medals and 97 trophies, when his greatest achievement is
winning a backgammon game at the nearby cafe, adding that he doesn’t allow his
wife to work.****
No es fácil encontrar una muestra de machismo más infame que
las burlas contra el marido que tienen una esposa de éxito, campeona deportiva,
profesional de la medicina y diputada. Cuando ella habla de cómo el marido ha
sido un apoyo y que han compartido responsabilidades en la familia para que
ella pudiera lograr sus objetivos, las burlas retrógradas del presentador son
el reflejo de la peor mentalidad, desgraciadamente abundante en una sociedad
que sigue considerando que una mujer que trabaja implica que el marido no puede
mantener a su familia.
Los personajes como Reham Saeed o Tamer Amin forman parte de
esa capa de privilegiados que actúan como guías espirituales del conservadurismo
retrógrado, tradicional. Son conservadores con aires de modernidad, que es en
el fondo lo que pretende aunar el régimen egipcio.
La idea de que las personas obesas son una "carga para
el estado", como sostenía la presentadora no es más —como ya señalamos—
que un intento de responsabilizar al pueblo del desastre de gestión. "En
Egipto", me dijo alguien una vez, "el pueblo siempre tiene la
culpa". La sensación de poder que estos "ilustrados" —bien
educados profesionales, con idiomas y estudios en el extranjero muchos de
ellos— les hace necesitar de ese pueblo sumiso del que hablan con desprecio.
Alaa al-Aswani lo contó en una de sus crónicas tras la revolución pisoteada de
2011. Lo que llegó en 2013 con Sisi no fue ninguna revolución sino un
tradicionalismo profundo sin islamistas, nacionalista. Lo que se busca hoy con
elementos como la nueva capital es crear una imagen sin entrar en el fondo.
Todo es golpe de efecto, pero poco cambia.
Las burlas del presentador a la pareja que trabaja unida y
en la que él da todo su apoyo a la brillante carrera de ella son un síntoma de
esa generación que se colocó bien a lo largo del periodo de Mubarak, al que
muchos ya echan de menos en muchos sentidos, por paradójico que parezca.
Estos privilegiados han hecho muy poco por sacar al pueblo
de la miseria y más por tenerles controlados y obedientes. Ellos eran los
letrados en un mundo sencillo.
Por eso, desde la revolución de 2011 y el hundimiento de
2013, muchos han buscado sus propios caminos de ayudar a los que quedan fuera
de foco. Son la mayoría jóvenes que se sienten responsables del futuro del
país, como aquellos que salieron a limpiar las calles tras las acampadas de la
revolución. Crean pequeñas iniciativas para solucionar problemas locales y
ayudar a las mujeres (la mayoría de los casos), que son quienes han aprendido
que deben luchar porque pocos lo harán por ellas.
Por cerrar con buen sabor de boca frente a tanto disparate,
la modesta iniciativa que nos cuenta Egypt Independent de uno de los lugares
más abandonados:
In the numerous villages that lie at the bottom
of Upper Egypt, many still see education for women as a luxury, not a
necessity. Thus most young women are encouraged to drop out of school, with
some never having a chance at education to begin with.
Many women from these marginalized communities
face similar destinies; forced into early marriage and working at disadvantaged
farms where they are compelled to stay underpaid, earning them endless health
problems in the long-run.
Life is only harder if these women were
orphaned, as stigmas in Egyptian culture against orphans pile up more struggles
on top of what they will face in poverty.
However, hope has come for the young orphaned
women of Upper Egypt in the form of the ‘Benat Seshat’ (Daughters of Seshat)
Initiative.
‘Benat Seshat’ is a computer learning
initiative that is passionate about empowering women through providing digital
literacy. Initiative founder Nancy Awad strongly believes that digital learning
skills and self-advocacy are the key towards a brighter future for these
disenfranchised women.
Its mission focuses on bolstering their
education through diverse learning supplements: it aims to introduce to the
world women that are fully capable of dealing with it.
Speaking to Egypt Independent, founder Awad
discussed her own personal connection to the initiative: “Although I was born
in Banha, both my parents are orphans from Upper Egypt which is why this
project hits close to home.”
A report from Time Magazine on Egypt’s
orphanages explained that many orphanages are abusive and neglectful, a result
of underpaid, undertrained workers. Social stigmas against orphans also haunt
them even after they grow up.
The ‘Benat Seshat’ project seeks to provide
orphaned young women between the ages of 14 and 30 in Upper Egypt with an
exceptional and accessible repertoire of tech-learning opportunities, helping
them stand up against this deeply entrenched stigma in rural Egyptian
communities.*****
Son granitos de arena en la inmensidad del problema. Es la
respuesta individual donde el estado falla y trata olvidar el problema
silenciándolo.
Más allá de los Foros en los que se escenifica el encuentro
ficticio de al-Sisi con los jóvenes, la realidad es que la situación no mejora
mucho. Los egipcios se enfrentan a los nuevos recortes, entre otros los de los
subsidios del tercer hijo en adelante, otro motivo de responsabilizar al pueblo
que busca en los hijos la fuerza que le ayude.
Pueden hacerse muchas campañas, pero mientras gente somo Reham Saeed y Tamer Amin estén frente a los micrófonos dando suelta a su reaccionario ideario, se avanzará poco y se hará en silencio. Que Amin se haya burlado del marido de una mujer de éxito es bastante revelador de la mentalidad machista y tradicional. Frente a las campañas que intentan sensibilizar a la gente, cambiar las mentalidades, estas otras anti campañas tratan de mantener lo existente, la mentalidad retrógrada machista en la sociedad.
Lo ocurrido en los medios estos días es bastante penoso porque su papel
podría ser importante en el cambio. Sin embargo, lo que vemos no es eso. La
iniciativa 'Benat Seshat' merece el aplauso, por modesta que sea, porque va a
la raíz del problema, la educación de las mujeres para que no tengan que
depender y tener hipotecado su presente y futuro. Son unas modestas clases de
ordenador. Pero eso ya es algo para personas que, por mujeres y por huérfanas, quedan a
expensas de lo que les llegue, como se nos decía.
Al final, como suele ocurrir, son las redes de solidaridad las que combaten los problemas en los lugares que se producen. Es mucho más duro que tener unos carteles en una estaciones de metro. Si solo se queda ahí, no pasará de la anécdota. Dicen los responsables que tras la campaña, reciben llamadas de mujeres preguntando qué tienen que hacer para abrir sus empresas y poder ser independentes. Por ahora, nos dicen están pensando en ampliar la campaña a otros medios de transporte.
*
"This is what happens in Egypt if you discuss infidelity" The
Washington Post 16/02/2016 https://www.washingtonpost.com/news/worldviews/wp/2016/02/16/this-is-what-happens-in-egypt-if-you-discuss-infidelity/
**
"Egypt’s Media Syndicate suspends controversial TV host Riham Saeed"
Egypt Independent 24/08/2019
https://egyptindependent.com/egypts-media-syndicate-suspends-controversial-tv-host-riham-saeed/
***
"Egypt launches wide-scale metro campaign for women empowerment"
Egypt Independent 24/08/2019 https://www.egyptindependent.com/egypt-launches-wide-scale-metro-campaign-for-women-empowerment/
**** "La larga lucha de Egipto contra la mutilación
genital" Público 6/02/2019
https://www.publico.es/internacional/mutilacion-genital-larga-lucha-egipto-circuncision-femenina.html
*****
"‘Benat Seshat’ Initiative uses digital literacy to empower orphan
women" Egypt Independent 21/08/2019
https://egyptindependent.com/benat-seshat-initiative-uses-digital-literacy-to-empower-orphan-women/
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