miércoles, 28 de agosto de 2019

Campañas y anticampañas en Egipto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No paran. Algo pasa estos días de final de verano (¿mucho calor?) para que los medios egipcios vayan de un conflicto a otro, casi siempre con temas relacionados con las mujeres. Todavía la prensa no ha terminado de hablar sobre las últimas lágrimas de la "presentadora patriótica", Riham Saeed, suspendida por insultar a las personas obesas considerándolas una monstruosidad y una carga para el estado, cuando las páginas se vuelven a llenar de nuevos casos.
No nos engañemos. Las condenas a Riham Saeed son una rutina pese a la gravedad. La condena tiene tintes paternalistas, como aquella otra en la que se sancionó a una profesional por tratar en su programa la cuestión del adulterio. También entonces se utilizó el argumento de que "se insultaba a la mujer egipcia". En Egipto no existe el oficialmente adulterio como no existen los presos políticos o la tortura.
En 2016, The Washington Post trató sobre esa noticia:

CAIRO – Infidelity is a thorny subject worldwide, but in Egypt so much so that mentioning it on air may have career-altering repercussions – or that is what TV show host Khairy Ramadan discovered.
Egyptian officials suspended his show "Momken," which in Arabic means "It’s Possible," for 15 days after one of his guests declared that a third of Egyptian women, especially women from Upper Egypt, have a tendency to cheat on their husbands.
It was no surprise that the guest, Tamer el Sobky, would discuss such a taboo subject: He is the administrator of a Facebook page called “Diary of a Suffering Man."  It has more than 1 million followers and is dedicated to the mocking of unfaithful wives.
On the show, Sobky said with all seriousness that women in Upper Egypt are often married off in arranged marriages and find married life “boring." He also suggested that Egyptian women may be inclined to infidelity due to widespread impotence among Egyptian men.
Upper Egypt is arguably the most conservative part of the country.*


El proverbial sentido egipcio de la perfección estalló contra quien insultaba a las  mujeres egipcias, libres de toda sospecha. ¿Cómo se atrevía a afirmar semejante infamia?
Este tipo de reacciones airadas componen el complejo sentido de la opinión pública en un país que vive su propia realidad como difamación y sus fantasías como realidades. De esta forma, los problemas dejan de existir y si alguien los denuncia se convierte en traidor.
Por eso, cuando se producen reacciones encontradas cuando estos temas controvertidos se tratan. La incredulidad que mostraba el diario norteamericano es una reacción típica ante estas situaciones en las que queda en evidencia el conservadurismo, por un lado, y la hipocresía social, por otro.  La propia Reham Saeed fue suspendida por un caso sobre el tratamiento del adulterio: «She was suspended for three months in August 2017 for hosting a married woman and her lover on her show, during which guests shared their story of infidelity»**, nos recordaban hace unos días en Egypt Independent al relatar el largo y polémico historial de la presentadora. Por eso hay que tener cuidado al evaluar las reacciones oficiales porque pueden tener una intención más conservadora que progresista, pese a las apariencias.
Pese a que todo se niegue, hay un punto en el que algo hay que hacer. El mismo diario nos trae la noticia de una campaña sobre los problemas de las mujeres en Egipto, que no son pocos: "Egypt launches wide-scale metro campaign for women empowerment".***


Las campañas se realizan, pero los efectos no se conocen por lo mismo que señalábamos antes, la falta de reconocimiento de los problemas. Pensemos que en Egipto está prohibida la realización de encuestas a cualquiera que no disponga del permiso oficial de la Agencia que se dedica a ello. Esto impide el conocimiento de los datos que nos permitirían saber de las situaciones. Sin embargo, esto se controla porque las estadísticas deben ser conocidas antes de publicarlas.
El diario señala:

Lately, a wave of campaigns encouraging women empowerment in Egypt have begun to prop up, hoping to bring change in a country known for its conservative values towards gender. Some campaigns use TV and radio advertisements, while others have taken to music to spread their ideas.
Meanwhile, Egypt’s National Council for Women (NCW), in cooperation with the United Nations Population Fund UNFPA, have come up with a wide-scale awareness campaign named “Hiatek Mahatat, Matkhalish Mahata Twa’afek” (Your life is made of stations, don’t let a station stop you) launched at the beginning of November 2018, aiming to support more women through different aspects of life.
Unlike prior awareness campaigns, this campaign doesn’t just push women towards their dreams but also addresses men, urging them to encourage women and provide any assistance needed to help women become better versions of themselves.***


El reconocimiento del conservadurismo de género en Egipto es importante porque es el principal obstáculo al que se enfrenta el cambio. Las cifras de acoso sexual y de ablación , dos buenos indicadores del comportamiento público y del privado, dan cuenta de que el problema no está circunscrito a una región o clase social. Es un problema global de mentalidades que no cambian por ese sentido de la "auto perfección" que enseñan al egipcio desde la escuela por no decir desde la cuna. En el mejor sentido orwelliano, es un doble-pensar. Veo lo que quiero ver. Esto aleja las soluciones porque quienes acaban pagando son los que tienen el valor de decirle al faraón que está desnudo.
La ambiciosa campaña dirige mensajes estimulando a las mujeres y advirtiendo a los hombres para que no sean un obstáculo. Para esto último hace falta mucho más que una campaña, por muy bien realizada que esté ya que se enfrenta a la tradición o costumbre que una sociedad tan patriarcal como es difícilmente aceptará. Es más fácil nombrar a cuatro o cinco ministras, ampliar el número de parlamentarias y hacer unas cuantas campañas que cambiar la sociedad que es de lo que se trata. Pero los cambios se hacen cuando hay voluntad de cambio social, es un refuerzo y difícilmente lo que provoque el cambio en sí.
Toda campaña es limitada por definición. Lo es en el tiempo, en el espacio y en los recursos disponibles. La campaña es ambiciosa: «The campaign comprises four topics: sexual harassment, child marriage, economic empowerment, and reproductive health»*** y eso es bueno. Lo es precisamente por lo que hemos observado anteriormente, por la dificultad de introducir ciertos temas en una sociedad que no quiere escucharlos. Aunque la campaña esté circunscrita a cuatro estaciones del metro de El Cairo y su alcance sea limitado, ha sentado un precedente al unir los cuatro aspectos convirtiéndolos en problemas. Y se resalta en el medio que se dirigen al hombre como parte del problema. Ya no son solo "cosa de mujeres" sino que el varón forma parte del problema y de la solución.


Apoyar que las mujeres trabajen no sirve de mucho si se producen conflictos en las familias, como hija o como esposa; limitar el número de hijos no sirve de mucho si el marido no está en ello. El acoso y los matrimonios infantiles, como es obvio, son cuestiones que afectan a las mujeres pero tienen su base patriarcal.
Sorprendentemente, está ausente de los cuatro tópicos presentados la cuestión de la mutilación genital, un problema real y grave por las enormes cifras, de las más altas del mundo. Pese a estar teóricamente prohibida, es un gran negocio para los que la practican y una forma de asegurarse el matrimonio de las hijas. En un artículo sobre esta cuestión del diario Público, de febrero de este año, se recogía: «“[En nuestro caso] era una cuestión de tradición”, recuerda Fátima, puesto que “si tenías a una hija que no había sido operada, nadie aceptaría casarse con ella”.»****


Todo forma parte de un complejo entramado cultural en que todo lleva hasta la mujer como sujeto que debe ser vigilado antes y después del matrimonio. El matrimonio infantil busca eliminar resistencia y llegar al acuerdo cuanto antes; para ello se debe mutilar a la mujer, como se señala en la cita de Público. Mientras se exija que la mujer esté mutilada, todo lo demás fallará porque es la gran agresión, la que afecta a su intimidad y posibilidad vital.
Las campañas son signos. Pero muchas veces no pasan de ahí y deben además luchar contra los efectos de las contra campañas, la información en sentido contrario. Esta afecta a las propias familias, que rechazan el mensaje o a los propios medios que se ponen del lado del acosador, como el caso de Riham Saeed o el escándalo reciente del jugador de la selección egipcia de Fútbol.
El nuevo escándalo, hoy mismo en la prensa, es la readmisión del conocido presentador Tamer Amin. Con el titular "", el diario Egypt Today nos cuenta el caso:
CAIRO - 27 August 2019: Famed Egyptian TV presenter Tamer Amin has been and permitted to resume his TV show entitled ''Akher El Nahar'' (End of the Day) on Al Nahar channel.
Amin was accused of misogyny and sexism after insulting the husband of ex-Olympic swimmer, physician, and member of parliament Rania Elwani on the air for co-parenting.
Elwani during her interview with Amin spoke about her personal life and the support that helped her to succeed as a distinguished sports hero, gynecologist , and a politician, giving the credit to her husband for supporting her to succeed in her career.
“She added that In 2004, for instance, he was distributing flyers for my parliamentary election campaign, "announcing that her husband was tutoring their children while the interview was being taped.
After Amin started to mock Elwani’s husband and said: “ Tell me about your feeling while preparing tea with milk and tutoring the kids, and staying at home while the doctor is on TV? then she will go to the clinic, then to parliament?”
Then he asked Elwani's husband Dr. Hany about his feeling when he walks across his reception or living room and find Elwani's trophy case with 48 medals and 97 trophies, when his greatest achievement is winning a backgammon game at the nearby cafe, adding that he doesn’t allow his wife to work.****


No es fácil encontrar una muestra de machismo más infame que las burlas contra el marido que tienen una esposa de éxito, campeona deportiva, profesional de la medicina y diputada. Cuando ella habla de cómo el marido ha sido un apoyo y que han compartido responsabilidades en la familia para que ella pudiera lograr sus objetivos, las burlas retrógradas del presentador son el reflejo de la peor mentalidad, desgraciadamente abundante en una sociedad que sigue considerando que una mujer que trabaja implica que el marido no puede mantener a su familia.
Los personajes como Reham Saeed o Tamer Amin forman parte de esa capa de privilegiados que actúan como guías espirituales del conservadurismo retrógrado, tradicional. Son conservadores con aires de modernidad, que es en el fondo lo que pretende aunar el régimen egipcio.
La idea de que las personas obesas son una "carga para el estado", como sostenía la presentadora no es más —como ya señalamos— que un intento de responsabilizar al pueblo del desastre de gestión. "En Egipto", me dijo alguien una vez, "el pueblo siempre tiene la culpa". La sensación de poder que estos "ilustrados" —bien educados profesionales, con idiomas y estudios en el extranjero muchos de ellos— les hace necesitar de ese pueblo sumiso del que hablan con desprecio. Alaa al-Aswani lo contó en una de sus crónicas tras la revolución pisoteada de 2011. Lo que llegó en 2013 con Sisi no fue ninguna revolución sino un tradicionalismo profundo sin islamistas, nacionalista. Lo que se busca hoy con elementos como la nueva capital es crear una imagen sin entrar en el fondo. Todo es golpe de efecto, pero poco cambia.
Las burlas del presentador a la pareja que trabaja unida y en la que él da todo su apoyo a la brillante carrera de ella son un síntoma de esa generación que se colocó bien a lo largo del periodo de Mubarak, al que muchos ya echan de menos en muchos sentidos, por paradójico que parezca.


Estos privilegiados han hecho muy poco por sacar al pueblo de la miseria y más por tenerles controlados y obedientes. Ellos eran los letrados en un mundo sencillo.
Por eso, desde la revolución de 2011 y el hundimiento de 2013, muchos han buscado sus propios caminos de ayudar a los que quedan fuera de foco. Son la mayoría jóvenes que se sienten responsables del futuro del país, como aquellos que salieron a limpiar las calles tras las acampadas de la revolución. Crean pequeñas iniciativas para solucionar problemas locales y ayudar a las mujeres (la mayoría de los casos), que son quienes han aprendido que deben luchar porque pocos lo harán por ellas.
Por cerrar con buen sabor de boca frente a tanto disparate, la modesta iniciativa que nos cuenta Egypt Independent de uno de los lugares más abandonados:

In the numerous villages that lie at the bottom of Upper Egypt, many still see education for women as a luxury, not a necessity. Thus most young women are encouraged to drop out of school, with some never having a chance at education to begin with.
Many women from these marginalized communities face similar destinies; forced into early marriage and working at disadvantaged farms where they are compelled to stay underpaid, earning them endless health problems in the long-run.
Life is only harder if these women were orphaned, as stigmas in Egyptian culture against orphans pile up more struggles on top of what they will face in poverty.
However, hope has come for the young orphaned women of Upper Egypt in the form of the ‘Benat Seshat’ (Daughters of Seshat) Initiative.
‘Benat Seshat’ is a computer learning initiative that is passionate about empowering women through providing digital literacy. Initiative founder Nancy Awad strongly believes that digital learning skills and self-advocacy are the key towards a brighter future for these disenfranchised women.
Its mission focuses on bolstering their education through diverse learning supplements: it aims to introduce to the world women that are fully capable of dealing with it.
Speaking to Egypt Independent, founder Awad discussed her own personal connection to the initiative: “Although I was born in Banha, both my parents are orphans from Upper Egypt which is why this project hits close to home.”
A report from Time Magazine on Egypt’s orphanages explained that many orphanages are abusive and neglectful, a result of underpaid, undertrained workers. Social stigmas against orphans also haunt them even after they grow up.
The ‘Benat Seshat’ project seeks to provide orphaned young women between the ages of 14 and 30 in Upper Egypt with an exceptional and accessible repertoire of tech-learning opportunities, helping them stand up against this deeply entrenched stigma in rural Egyptian communities.*****


Son granitos de arena en la inmensidad del problema. Es la respuesta individual donde el estado falla y trata olvidar el problema silenciándolo.
Más allá de los Foros en los que se escenifica el encuentro ficticio de al-Sisi con los jóvenes, la realidad es que la situación no mejora mucho. Los egipcios se enfrentan a los nuevos recortes, entre otros los de los subsidios del tercer hijo en adelante, otro motivo de responsabilizar al pueblo que busca en los hijos la fuerza que le ayude.
Pueden hacerse muchas campañas, pero mientras gente somo Reham Saeed y Tamer Amin estén frente a los micrófonos dando suelta a su reaccionario ideario, se avanzará poco y se hará en silencio. Que Amin se haya burlado del marido de una mujer de éxito es bastante revelador de la mentalidad machista y tradicional.  Frente a las campañas que intentan sensibilizar a la gente, cambiar las mentalidades, estas otras anti campañas tratan de mantener lo existente, la mentalidad retrógrada machista en la sociedad.
Lo ocurrido en los medios estos días es bastante penoso porque su papel podría ser importante en el cambio. Sin embargo, lo que vemos no es eso. La iniciativa 'Benat Seshat' merece el aplauso, por modesta que sea, porque va a la raíz del problema, la educación de las mujeres para que no tengan que depender y tener hipotecado su presente y futuro. Son unas modestas clases de ordenador. Pero eso ya es algo para personas que, por mujeres y por huérfanas, quedan a expensas de lo que les llegue, como se nos decía.
Al final, como suele ocurrir, son las redes de solidaridad las que combaten los problemas en los lugares que se producen. Es mucho más duro que tener unos carteles en una estaciones de metro. Si solo se queda ahí, no pasará de la anécdota. Dicen los responsables que tras la campaña, reciben llamadas de mujeres preguntando qué tienen que hacer para abrir sus empresas y poder ser independentes. Por ahora, nos dicen están pensando en ampliar la campaña a otros medios de transporte.




* "This is what happens in Egypt if you discuss infidelity" The Washington Post 16/02/2016 https://www.washingtonpost.com/news/worldviews/wp/2016/02/16/this-is-what-happens-in-egypt-if-you-discuss-infidelity/
** "Egypt’s Media Syndicate suspends controversial TV host Riham Saeed" Egypt Independent 24/08/2019 https://egyptindependent.com/egypts-media-syndicate-suspends-controversial-tv-host-riham-saeed/
*** "Egypt launches wide-scale metro campaign for women empowerment" Egypt Independent 24/08/2019 https://www.egyptindependent.com/egypt-launches-wide-scale-metro-campaign-for-women-empowerment/
**** "La larga lucha de Egipto contra la mutilación genital" Público 6/02/2019 https://www.publico.es/internacional/mutilacion-genital-larga-lucha-egipto-circuncision-femenina.html
***** "‘Benat Seshat’ Initiative uses digital literacy to empower orphan women" Egypt Independent 21/08/2019 https://egyptindependent.com/benat-seshat-initiative-uses-digital-literacy-to-empower-orphan-women/


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