Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No sé
si el mundo es justo o no. Vivo en un país con el dicho "por un perro que
maté, me llamaron mataperros", lo que acerca bastante bien al problema.
Por mucho bueno que hagas, puede que te recuerden lo peor.
Recordarán
los hipotéticos lectores lo ocurrido en la selección egipcia, cuando uno de sus
celebrados jugadores fue acusado, por una mujer primero y luego por varias, de
acoso a través del teléfono y amenazas bajo la consigna "¡a mí nadie me
dice que no!", narcisista y prepotente, antesala de cosas peores. La
primera reacción fue acusar a la mujer, como suele ser habitual, de querer
hacerse famosa acusando a un señor que da patadas a un balón ante el delirio
patrio. Como el señor era reincidente y con un amplio historial (había durado
un día en un equipo portugués porque no esperó a que se le pasara el jet lag
para insinuarse a las esposas de sus compañeros), la federación lo expulsó del
equipo en plena Copa de África, lo que hizo que el pueblo, siempre generoso,
abogara por el perdón del individuo. Instituciones religiosas mostraron lo
generoso del perdón y su compañero e ídolo del futbol egipcio y de la sociedad,
que ve en él el segundo ser humano más perfecto, Mo Salah, el jugador del
Liverpool, lanzó un tuit hablando de las "segundas oportunidades". La
perspectiva de poder ganar la Copa de África contribuya clarificar las
conciencias. Y volvió a ser readmitido en la selección en un ejercicio gozoso
de esperanza en la humanidad y, sobre todo, la posibilidad de ganar en casa la
Copa, algo que el régimen y el pueblo egipcio daban por hecho. No fuera a ser
que por una tontería juvenil los
"faraones" perdieran la copa.
En un
extraño giro del destino, justicia poética o como queramos llamarlo, en el
siguiente partido la selección fue eliminada, con el acosador incluido. Las
iras del pueblo —que es voluble— se volvieron contra los jugadores y volvieron
a acordarse del acosador y de los que habían pregonado la comprensión universal.
Los que pidieron perdón para el acosador fueron inmisericordes con los que
perdieron el partido y la ocasión de la foto levantando la copa para envidia
del mundo.
Pero
aquello que en casa es posible controlar en los medios —¡vaya!—, fuera del país
se percibe de otro modo.
Si el 6
de mayo, la entrevista realizada por Becky Anderson a Salah en la CNN, con
todas las trompetas sonando, llevaba por título "Mo Salah, the Egyptian
King of Liverpool"*, y todo transcurría entre sonrisas, esperanzas y
celebraciones del ´´exito personal y deportivo, celebrando al rey egipcio, la
entrevista realizada por la propia Becky Anderson en la misma cadena y emitida
hace unos días ha cambiado el tono: "Mo
Salah on women's rights in the Middle East and the Amr Warda controversy"**
En su
momento señalamos que Salah había cometido un error. Las grandes figuras —y
Salah lo es— suelen encontrar esporádicas pieles de plátano bajo sus pies
cuando miran demasiado al cielo. Nadie está por encima del bien y del mal.
El
personaje ha quedado vinculado a su petición de "segundas
oportunidades". Nadie sale pidiendo segundas oportunidades para los acosadores en un mundo de denuncias constantes. Salah comprometió su nombre y ha perdido su carácter de intocable e infalible.
Los que
habían dicho que era mejor "honra que barcos", se quedaron sin una
cosa ni la otra. Se hizo patente que a un acosador, si es futbolista, hay que
perdonarle todo porque se prefiere ser campeones de fútbol a dejar de serlo en
las cifras de acoso sexual, en donde desgraciadamente, las cifras de Egipto
siguen dándole el liderato. Las presiones sociales e institucionales para la
readmisión de Warda en el equipo han aclarado este punto, el sistema de valores
y su jerarquía han quedado claros.
Egyptian
Street da cuenta de la entrevista de la CNN, centrada en las cuestiones del
acoso y del trato a las mujeres, que mucho me temo van a perseguir a Salah por
mucho tiempo:
When asked whether his support may have
contributed to the Egyptian Football Association’s decision to reinstate Warda,
Salah disagreed, saying, “I am not the national team captain, I am not the team
manager, I am not the coach. …I am [only] a player, but they just put [the
blame] on me.”
The interview then took a slightly more
contentious turn when Anderson cited comments made by Salah in a Times magazine
story, where he advocated for women in Muslim and Arab societies, saying, “I
think we need to change the way we treat women in our culture.”***
No acierta Mo Salah a definirse cuando dice aquello que no es
para reducirse a ser "solo un jugador". Es mucho más que todos ellos juntos. Al menos es lo que él ha querido representar, un referente moral. Por eso, lo que dice es jugar con las
palabras, que es lo más fácil. Las palabras dichas sobre el trato a las mujeres
se las lleva el viento del desierto cuando tienen que dejar de ser palabras necesitan convertirse en hechos. Hay muchos buenos jugadores en el mundo, pero Salah está interpretando un papel que él ha querido.
Quedó demostrado sobradamente que Warda no había cometido un
día un error. Se trataba de una conducta constante y amparada precisamente en
su condición de miembro de un equipo. La lluvia de testimonios en su contra no
hablaba de segunda oportunidad sino de múltiples ocasiones desperdiciadas.
Salah puso su futuro en las manos de Warda, ya que cualquier nuevo acto
demostrará lo equivocado que estaba Salah.
En Nile FM, una emisora egipcia, se recogen las reacciones
negativas (alguna positiva) por lo hecho entonces y lo dicho ahora:
Following an exclusive interview on CNN, where
he addressed in-depth for the first time
his stance on the sexual harassment controversy centered around his
teammate Amr Warda, Egyptian football juggernaut, Mohamed Salah is now falling
from the graces of many of his fans who took to social media to express their
disappointment immediately following the release of the interview.
[...] Ahmed Shobair, former deputy chairman of
the EFA, told CNN. In a telephone interview on Amr Adib's "El Hekaya"
yesterday, Shobair also accused Salah of flat out lying about his attempts to
reinstate Warda following the harassment allegations and asserts that a tweet
posted by Salah in defense of Warda was arranged by then EFA President, Hany
Abo Rida to help fight the backlash from Warda alleged actions.
Salah asserted in his interview with Anderson
that he had not put pressure on anyone to have Warda reinstated, and doubled
down on his opinions that Warda’s actions were indeed wrong saying, “my opinion
is the woman has a right to talk about anything she doesn't like. I'm talking
about myself, I want when my daughter has a problem, she has to feel like
support from me to come to talk to me about the problem. The most important
thing is the fear. The woman, the wife, fear from her husband, from her father,
which that's the main point, I think. The fear is not healthy for anyone. We
have to fix that."
[...] Some fans are of the opinion that Salah
is being naive to underestimate his influence on the Egyptian football team,
coaches and fans. And others are calling his allegations that he had nothing to
do with Wahba’s reinstatement blatant lies, especially following Shobair's
phone interview yesterday. Other fans have taken to social media to show their
support for Salah, saying that it is totally justified to think that what Warda
did was wrong and to also want him to get a second chance.***
La cuestión del acoso sexual no admite medias tintas. Salah
ha necesitado de una campaña de lavado de imagen. La entrevista en la CNN de
Anderson es un intento de justificar lo que nadie cree, que su tuit pidiendo
una "segunda oportunidad" para Warda no tuviera influencia. Tampoco
que la teoría de la segunda oportunidad fuera "generosidad". Más allá
del caso, la pregunta es si la teoría de la "segunda oportunidad" se
debe aplicar a todo el mundo o solo a los jugadores de la selección nacional.
La fina construcción mediática del héroe Mo Salah se ha
tambaleado. No se puede jugar a todas las bazas. Salah representa(ba) para
muchos egipcios un logro, el "sueño egipcio" de éxito. Para muchos ha
dejado de serlo porque han visto lo fácil que es publicar un tuit diciendo que
hay que cambiar la forma de tratar a las mujeres en Oriente Medio para después
hacer lo mismo que todos, defender al agresor por una causa u otra.
Socialmente la cuestión no mejora mucho. Todos los que se
adhirieron a la teoría de la segunda oportunidad dejaron de tenerlo tan claro
cuando los llamaron "equipo de acosadores", lo que supongo que sería
injusto para los que no tenían ese problema.
El equipo nacional es algo más que un equipo, representa a
un país. Si alguien no debe estar, no debe estar. Amr Warda representaba a la
parte del país que acosa; Salah y otros a los que piden segundas oportunidades;
y la federación e instituciones a los que prefieren ganar por encima de
cualquier otra cosa o temen las consecuencias de no hacerlo. Cada uno en su
puesto, incluidas las víctimas. La mujer que acusó a Warda tuvo que ser
protegida y aguantar de todo. Ahora ya saben que sus acosadores tienen derecho
a lo que ellas no, a la segunda oportunidad.
Cuando se piensa en ganar, se cree que todo se olvida. Pero
si se pierde... Por eso la palabra más usada por los críticos a Salah es
"hipocresía". Las dos entrevistas de Becky Anderson, la primera luminosa, en exteriores, todo sonrisas, contrasta con la segunda, sombría, cerrada. El mundo cambia rápido y no siempre para bien.
* "Mo
Salah, the Egyptian King of Liverpool" CNN 6/05/2019
https://edition.cnn.com/videos/world/2018/05/06/mohamed-salah-ime-a.cnn
** "Mo
Salah on women's rights in the Middle East and the Amr Warda controversy"
CNN 19/08/2019
https://edition.cnn.com/2019/08/19/football/mo-salah-amr-warda-egypt-spt-intl/index.html
***
"Mohamed Salah Stands by Controversial Amr Warda Comments in New CNN
Interview" Egyptian Streets 20/08/2019 https://egyptianstreets.com/2019/08/20/mohamed-salah-stands-by-controversial-amr-warda-comments-in-new-cnn-interview/
***
"Fans Accuse Mo Salah Of Hypocrisy Following CNN Interview" Nile FM
20/08/2019
https://www.nilefm.com/sports/article/3801/fans-accuse-mohamed-salah-of-hypocrisy-following-cnn-interview
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