Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Apenas
han llegado los señores miembros del gobierno a colocar sus plantitas en los
despachos cuando ya suenan los tambores de guerra, los próximos y los lejanos.
No ha desempacado Sánchez la maleta de regreso de Israel, no se ha acabado casi
de despedir el primer ministro belga cuando ya tiene un problemón amenazante
sobre la mesa de desayuno. Y los problemas le llegan de ese ser querido,
convertido en héroe democrático que se llama Carlos Puigdemont.
Si tenía pocos problemas con los líos diplomáticos con Israel, con los líos de los defenestrados de Podemos, lógicamente enfadados con él, etc. en RTVE.es se recogen con meridiana claridad las intenciones de ese aliado fiel que es el Sr. Puigdemont. Allí nos dicen:
El expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha amenazado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con que su partido vote en contra de las leyes del Gobierno o incluso apoye al PP en una hipotética moción de censura si no ve "avances suficientes" en lo pactado entre su partido y el PSOE para la investidura. Una posibilidad que ya ha descartado el líder de los 'populares', Alberto Núñez Feijóo.
"Podríamos votar con el PP para derribar el presupuesto o por una resolución sobre Israel, donde nuestra posición en realidad está más alineada" con la del partido que encabeza Alberto Núñez Feijóo, dijo este martes por la noche Puigdemont a 'Político' durante la ceremonia celebrada por este medio para desvelar su lista de las '28 personalidades más influyentes' de Europa en 2024, en la que el catalán figura en segundo lugar entre los nueve 'disruptores'.
Según ha informado este miércoles este medio a Efe, Puigdemont le dijo además al presidente del Partido Popular Europeo (PPE) y líder de ese grupo en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, que incluso podría llegar a un acuerdo con el PP para derrocar al gobierno del socialista Pedro Sánchez a mitad de su mandato con una moción de censura.
Ahora bien, una eventual moción de censura sería una opción si Junts y el PP se pudiesen poner de acuerdo sobre un presidente del Gobierno independiente para sustituir a Sánchez.*
Estas cosas, que se han advertido en diversas formas, parecían ilusiones, pero son avisos de lo que le espera a Pedro Sánchez (y a todos) en esta legislatura. Va a ser una mezcla de Hitchcock, de películas de catástrofes de los 70 y un fondo musical de sardana unos días y de chistu en otros. Si dicen que el poder desgasta, Sánchez puede acabar como el "hombre invisible". Le van a faltar ojeras para tanta preocupación.
Las declaraciones de Puigdemont son, además, una enorme trampa para acabar de liarla con el PP, tensando más las relaciones con Vox, donde ya declaran sus dirigentes que ven "flojos" a los populares para frenar a Sánchez. De esta forma, Puigdemont hace su recorrido entre el niño malo y el ser maquiavélico capaz de crear terror con solo abrir la boca. Es elñ protagonismo que entre todos le han dado.
Ayer, en el telediario matinal de RTVE.es, hablaban de los desplantes de los independentistas en diversos actos institucionales. Lo que me llamó la atención es la calificación de "habitual" por parte del presentador a ese desplante. Parece que dejar plantado al Rey y demás autoridades, no asistir a los actos militares, etc. forman parte de la extraña España habitual en la que vivimos y que nos permite escuchar estas cosas por parte de diversos partidos y personajes.
Todo lo que se ha hecho, por supuesto, es una forma de estabilizar la unidad de España, según se nos dice. Pero tengo mis serias dudas sobre si lo que hacen los nacionalistas de distintos pelaje y origen lo hagan por un emocionado amor a esa España que odian, desprecian y consideran que es su enemiga y opresora, el enemigo imperialista que les okupa. Está en sus programas y mítines. No en otra cosa se centran sus discursos y sus objetivos a lo largo de décadas y cada nueva concesión no ha servido más que para llegar a estas fórmulas de chantaje político que no tienen ya pudor ni elegancia alguna.
No, no hay "habitual" en estas forma de desprecio institucional que les sirve para demostrar su poderío local y, si les dejas, en el resto. Cualquier intento de hacer ver otra cosa, otra intención, no es más que un atentado contra la inteligencia. ¿Qué mayor placer que ver humillado a tu enemigo, al que te ha dado el sentido negativo de la existencia durante décadas?
Por mucho que se repita, calificarlo de "habitual" es no querer reconocer una realidad que adquiere sentido en las palabras de Puigdemont. No hace otra cosa, en realidad, que hacer las "paces ideológicas europeas" con el PP para evitar que este pida medidas en la Unión Europea, donde este y los suyos son una reducida anécdota que solo ha merecido la atención de algún belga (¡qué casualidad!) y de Vladimir Putin, un entusiasta de todo aquello que perjudique la unidad europea y la de sus estados.
Que los "independentistas" quieran ser independientes y los "nacionalistas" ser una nación y por ende un "estado" no debería extrañar a nadie. Pero esta España habitual tiene un problema con la semántica, además de con la política. Las palabras de Puigdemont son algo más que un despropósito visto desde fuera. Desde dentro, es un indicador de la desfachatez y de en quién se ha depositado el futuro de todos durante unos cuantos años. De pícaro local a mandamás en la sombra con planes poliédricos, Puigdemont tiene sus objetivos constructivos y destructivos. El que se quiera creer otra cosa, allá él.
Nada de esto es nuevo, pero como dirían en las noticias de la mañana, es lo habitual.
* "Puigdemont amenaza a Sánchez con apoyar al PP en una hipotética moción de censura si no ve "avances suficientes"" RTVE.es / EFE 29/11/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231129/puigdemont-amenaza-sanchez-apoyar-pp-hipotetica-mocion-censura-si-no-ve-avances-suficientes/2463231.shtml
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