Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los
medios nos hablan de un marcha con más de 300.000 personas en Londres: otras
recorren las calles de otras ciudades por todo el mundo con un solo grito: la petición
de alto el fuego.
Es
difícil encontrar más allá de adictos y fanáticos alguien que apoye a
Netanyahu, pero quien pierde, en este plano, es la causa de Israel que ha
conseguido borrar del mapa las simpatías y los miedos anteriores.
RTVE.es nos informa de un acontecimiento importante:
Los jefes de Estado de 57 países árabes e islámicos se han reunido este sábado en la cumbre de emergencia celebrada en Riad, Arabia Saudí, un encuentro durante el que han pedido el fin de la guerra en Gaza y que Israel rinda cuentas por sus "crímenes masivos".
Al término de la reunión, los países han emitido una declaración en la que, además, han solicitado aumentar la entrada de humanitaria a la franja y han rechazado que la guerra iniciada tras los ataques del grupo islamista Hamás el pasado 7 de octubre sea calificada como un ejercicio de "autodefensa" o "justificada bajo cualquier pretexto".
Asimismo, han pedido al fiscal general de la Corte Penal Internacional que "cumpla con la investigación de los crímenes de guerra y de lesa humanidad que comete" el Estado judío no solo en Gaza, sino "en todo el territorio ocupado". También han dirigido parte de la declaración a Occidente, a cuyos países han demandado que "dejen de exportar armas" a Israel.*
La brutalidad, la inhumanidad, de la respuesta israelí ha conseguido lo casi imposible: poner a los países musulmanes de acuerdo. ¡Increíble!
La foto de RTVE.es que acompaña a la noticia nos muestra de Siria a Turquía, de Irán a Egipto, con ese centro de Arabia Saudí, el país que estaba a punto de estrechar las relaciones con Israel "normalizando" la situación entre los dos países. ¡Qué ironía! La cara del príncipe Bin Salman lo dice todo.
Lo que piden ya no es solo un alto el fuego humanitario, la apertura de corredores, etc. Lo que piden es que se castigue por parte de los tribunales internacionales, algo que está a punto de suceder. La pregunta sobre esto nos lleva lejos: ¿hasta cuándo puede sostener Estados Unidos lo que hace Netanyahu en Gaza? Las peticiones, por cierto, no van ya solo a esa zona, sino a la totalidad. Se han aumentado las peticiones a la vista de los errores del gobierno de Israel. ¿Qué les ha ocurrido, qué estaban pensando?
Se puede establecer una especie de ley que vale para muchos lugares: a mayor debilidad, decisiones más fuertes. Si se fuerza la situación, los gobiernos débiles reclaman apoyos interiores. Netanyahu, con un gobierno muy fraccionado, con radicales dentro, toma la decisión de llevar al límite la situación, la exhibición de la fuerza que tiene pero que no se debe permitir.
Las consecuencias son claras. Una vez traspasados los límites, los apoyos se van perdiendo. Ya no hay quien apoye la causa. Algunos pensarán que hay que separar la causa de los hechos, pero no ocurre así en la política. Los gobiernos y parlamentos del mundo no quieren perder sus propios votos, enfrentarse a sus votantes solo porque Netanyahu es un bárbaro irresponsable.
Hace unos días comentábamos aquí las palabras del ministro de Netanyahu sobre el uso de una bomba atómica si hiciera "falta". La barbaridad es barbarie; es de tal calibre que espanta ante las perspectivas de una guerra total en la zona. La guerra total encadenaría las respuestas de países como Irán y otros de la zona y la necesidad de intervención norteamericana, lo que precipitaría todo en cadena.
Aquí ya no se habla de "causas", sino de "vidas". Netanyahu no ha medido sus acciones pensando que se le iba a dar carta blanca, por un lado, y que no tenía que medir su respuesta, cuya respuesta controlaría. Pero la situación de Israel hace que este equilibrio involucre a los que le apoyan. Todo tiene un límite y Netanyahu lo ha sobrepasado con creces.
El gran beneficiado, claro está, es Hamás, que tapa sus propias acciones y dirige su dedo mediático-acusador hacia Israel. Lo malo es que cualquier escarmiento a Israel necesariamente conlleva la salomónica réplica a Hamás. No le servirá de nada el plantear la "historia" como reclamación. No ha dejado de ser lo que era, un grupo terrorista, por más que mueran palestinos. Pero la batalla por dejar aislado a Israel la han ganado al conseguir que se haga un frente común en los países árabes y musulmanes.
Se hace necesario separar los pueblos de sus dirigentes, algo que el lenguaje vuelve equívoco con sus figuras retóricas, del todo por la parte y de la parte por el todo. Responsables de lo que ocurre son los que apoyan las muertes y los que las buscan. Hay muchos israelíes que no están de acuerdo con Netanyahu y lo que hace ese gobierno; son pocos, pero están ahí. También hay palestinos que creen que es posible la convivencia. Pero unos y otros acabarán esfumándose en la medida en que sus propios entornos les exigen tomar posición apoyando la violencia como único recurso.
La causa de Israel se difumina ante la barbarie empleada. En RTVE Play se hacen una pregunta "¿Quién gobernará Gaza?" y reproducen la contestación de Netanyahu a un medio norteamericano:
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha asegurado en una entrevista para el medio de comunicación estadounidense ABC News, que una vez finalice la guerra contra Hamás, "Israel por un período indefinido tendrá la responsabilidad general de la seguridad". Esto significa que las tropas israelíes seguirán controlando la Franja de Gaza a pesar de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, declaró que sería "un error" que los israelíes ocuparan ese territorio.**
La respuesta es desde un mundo imposible. ¿Cree realmente Netanyahu en lo que expresa, que el mundo lo va a aceptar? ¿Cree que va a encontrar un gobierno "palestino" mientras patrulla las calles y desmonta los restos de Hamás? Llegado a este nivel de violencia y destrucción, la solución no es fácil. No sé realmente qué es aquí "solución" porque probablemente signifique algo muy distinto en boca de quien lo diga.
En cualquier momento puede darse un nuevo salto tanto en la violencia como en los participantes, que pueden ampliarse (ya lo han hecho). Los jefes de estado reunidos para condenar lo que ocurre y pedir que se castigue a Israel y a sus responsables por crímenes de guerra piden el aislamiento de Israel, la ruptura diplomática y sanciones internacionales, algo que puede empezar a pasar. Los límites se han sobrepasado con creces.
Sigo manteniendo en el aire la pregunta "¿por qué ahora?", que me parece esencial para comprender dónde estarán los límites, es decir, hasta dónde tenía previsto llegar, cuáles eran los objetivos, del que decidió que todo comenzara. La pregunta sobre hasta dónde está dispuesto a llegar Netanyahu es más clara: hasta allí donde se lo permita la comunidad internacional y, especialmente, los Estados Unidos. ¿Dejarán de pensar en los votos y financiación del lobby judío norteamericano, como comentaban hace unos días? Cuando sea más costoso que beneficioso, se producirá el cambio. Puede que la política norteamericana entienda que no puede respaldar a Israel hasta los límites a los que se está llegando.
Netanyahu es el principal responsable de esto. Podía haber mantenido su causa, pero la soberbia es mala consejera. Ahora tiene el mundo en contra. ¿Le importa?
La foto de familia, pese a las caras de circunstancias de algunos, debería preocupar en Israel. Ya no quedan muchas salidas.
* "Los países árabes e islámicos piden que Israel rinda cuentas por sus "crímenes masivos" en la Franja de Gaza" RTVE.es 11/11/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231111/cumbre-riad-guerra-israel-hamas/2460674.shtml
** "¿Quién gobernará Gaza?" RTVE Play 7/11/2023 https://www.rtve.es/play/videos/modo-digital/guerra-israel-hamas-benjamin-netanyahu-franja-gaza/7005995/
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