Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los
incidentes en Irlanda tras un apuñalamiento por parte de un ciudadano no nacido
allí, pero con pasaporte irlandés desde hace 20 años, según informan las
autoridades, dan cuento del aprovechamiento de los grupos radicales que se
amparan en un nacionalismo agresivo y excluyente para desatar sus iras y crear
una situación violenta y destructiva de enfrentamiento con la Policía,
manifestar sus diversos rechazos en forma de disturbios.
Es
preocupante el crecimiento de este tipo de situaciones en el que lo que hace un
individuo se expande hasta alcanzar a todos cuando se trata de alguien que no
es de la nacionalidad del lugar. Que sea el pasaporte o el lugar de nacimiento
lo primero que se mira en un incidente no deja de ser preocupante porque no da
lugar a explicación. La nacionalidad u origen es suficiente para
"confirmar" sus prejuicios.
En
RTVE.es se señala:
En una comparecencia ante los medios, el superintendente de la Garda, Liam Geraghty, ha señalado de que la investigación trata ahora de establecer los motivos.
El responsable policial ha explicado que el sospechoso atacó a un número de personas poco después de las 13:30 horas GMT del jueves en una zona muy transitada del norte de la capital y próxima a una guardería.
Entre los heridos figura una niña de cinco años que se encuentra en "estado grave" y una mujer de unos 30 años, trabajadora del centro escolar, que recibe tratamiento por "lesiones graves", mientras que los otros dos menores están fuera de peligro.
Según Geraghty, el supuesto agresor, cuya identidad no ha trascendido, también está hospitalizado con heridas de arma blanca y está siendo interrogado para esclarecer los motivos del ataque, por lo que ha instado a la ciudadanía a mantener la calma y "evitar juicios" prematuros.
Algunos medios indican que el sospechoso es un ciudadano que no ha nacido en Irlanda, aunque lleva más de 20 años viviendo en este país y tiene pasaporte irlandés.*
Siendo terrible lo ocurrido en el apuñalamiento, no se justifica en absoluto los desórdenes que se han producido después. La manipulación de los hechos por grupos y medios, que ven en esto una morbosa ocasión de vender más, desemboca en una violencia que es injustificable desde cualquier ángulo.
La xenofobia y el racismo solo buscan las confirmaciones de sus propios prejuicios que se traducen en estas respuestas violentas. Hay un deseo de hacer creer que la reacción violenta es el camino. El radicalismo, de uno y otro signo, intenta convencernos que es en la calle donde se dirimen los problemas, tratando de convencernos de la inutilidad de las instituciones, de las políticas a las judiciales. Nada vale excepto la ley de la calle, la del violento y la destrucción. De esta forma se trata de hacer ver que son ellos los que tienen las soluciones en la violencia., Nada funciona, solo ellos.
Es la vuelta a la ley de Linch, la que busca la solución rápida y violenta. Lo único que ocurre es que aquí no hay soluciones, solo reacciones, destrucción, vandalismo, etc. buscando crear el miedo en unos y la convicción de que ese es el camino correcto en otros.
Hay poco interés en indagar por qué estamos viviendo en este clima de polvorín al que le ronda la llama incendiaria que puede ser arrojada en su interior en cualquier momento. Hay un malestar social, un rápido deseo de destruir, de asaltar, del pillaje, etc. a la espera de satisfacerse en estas manifestaciones colectivas que hacen suya la calle convirtiéndola en un campo de batalla.
No podemos ignorar el encrespamiento político general que nos rodea y del que se nos da cuenta cada día. No hay ejemplo, digámoslo con claridad, positivo, no hay demostración de convivencia. No sabemos quién incita a quién, pero el comportamiento de los políticos influye más allá de la política. La sensación de que no hacen nada lleva además a buscar a esos "no políticos" que, como en Estados Unidos o Argentina entre otros, juran tener las soluciones a todos los problemas.
El auge de la extrema derecha por el mundo se basa en gran medida en hacer ver que la política seguida es "débil" e ineficaz", que requiere de soluciones "fuertes" y "mano dura". Se ocupa de redirigir los odios y la violencia hacia aquellos a los que estigmatiza por ser diferentes, ya sea en lo religioso, en su procedencia o en su forma de pensar (feminismo, por ejemplo).
Es la emergencia violenta que prende sobre todo en grupos de jóvenes a los que se adoctrina en la ocupación ante la idea de que se les sustrae el futuro. Ese mensaje cala hondo y es contagioso, convirtiéndose en una especie de "videojuego" en las calles.
Hay que llevar otro tipo de visión a la calle porque ahora son los radicales, los violentos, los negacionistas, etc. todo en un mismo paquete los que están sembrando Europa de este tipo de "okupación". Los que los manejan esperan la ocupación política posterior, es decir, el salto a los gobiernos y las instituciones desde las que sembrar sus prejuicios y radicalizar sus actos.
* "Disturbios de grupos de "extrema derecha" en Dublín tras un apuñalamiento que deja cinco heridos" RTVE.es 24/11/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231124/ataque-arma-blanca-dublin/2461948.shtml
* "Disturbios de grupos de "extrema derecha" en Dublín tras un apuñalamiento que deja cinco heridos" RTVE.es 24/11/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231124/ataque-arma-blanca-dublin/2461948.shtml
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