jueves, 2 de noviembre de 2023

La economía de plata

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Lo llaman "silver economy". No es otra cosa que buscar el dinero debajo de las canas, es decir, exprimir a los que han ahorrado o no tienen las estrecheces de los jóvenes, las generaciones sin: sin casa, sin empleo estable, sin ahorro...

El reportaje, financiado por el BBV en el diario El Mundo, no se anda con chiquitas. Su título es "‘Silver economy’, un gran reto y una oportunidad de oro para las empresas", lo que hará a algunos sentirse hasta orgullosos. La "plata" son las canas y el oro lo que quieren extraer de ellas. La entradilla del texto tras el titular es rotunda: 

Cada vez hay más mayores de 55 años. Un segmento que, además de crecer de forma exponencial, es el de mayor poder adquisitivo del país, por lo que pensar en cómo atraer a estos consumidores séniors se ha vuelto un objetivo clave para muchas compañías.*

 

Acostumbrados a esta jerga pirata, lo de "consumidores séniors" debería espantarnos. Significa adulación hasta que solo nos queden las canas y el oro esté en sitio correcto. Sin gasto no hay economía, dicen; vayamos pues a los que pueden gastar. Esa es la clara explicación de esos cientos, miles de fotos de ancianos en plena forma, jubilosos, enamorados, que pasean, sonríen, se abrazan felices, sin preocupaciones... Sera mejor pararse un poco y pensar.

En otro rincón de El Mundo, los titulares son muy otros: "Así han perdido calidad de vida los españoles en los últimos cuatro años: el mapa de las comunidades más afortunadas y las más castigadas"**. El mapa que se nos muestra, en diversos tonos de azul, ya no es el del verde saludable de las fotos de los ancianos felices. Ese dinero de "consumidores séniors" está siendo "consumido" para ayudar a hijos y nietos a sobrevivir en este mundo tan feliz que pintan bancos y medios para la tercera edad, cada vez más larga y empinada. "¿Es usted feliz?" preguntan en el inicio del texto. La respuesta, nos dicen, depende de donde viva usted. Hay sitios en los que se puede soñar con ser feliz (es decir, aceptar las tentaciones que nos ofrecen por canosos); en otros, en cambio, la felicidad no es más que una forma de pesadilla. Y esta pesadilla puede ser propia (no me llega la pensión) o ajena (a mis hijos no les llega el sueldo para comer o pagar la casa o el comedor escolar y les tengo que ayudar).

No, no me vengan con la "silver economy", no cuando estás pagando lo que esas mismas empresas que se dirigen a mí, se niegan a colaborar socialmente mejorando el empleo en sueldos y condiciones de contratación; como diría el presidente de la patronal, "no es momento". En el futuro, las únicas canas aceptables serán las de los que han vivido "aceptablemente", los que puedan haber ahorrado, que cada vez serán menos. Entonces sí serán esos ancianos glamurosos que hoy nos pintan en los medios. Pocos, eso sí, muy pocos.

Señores políticos, señores empresarios, señores banqueros: no. No lo han hecho ustedes bien porque han aceptado un principio perverso: me pueden ir bien las cosas cuando a los demás le vayan mal. Se acuerdan ustedes siempre de los que tienen dinero... hasta que dejan de tenerlo. Se centran en la España medio rica y salen echando pestes de la más empobrecida (muchas veces gracias a ustedes). 

Me imagino que cualquiera que pueda ayudará a sus hijos y nietos en la medida de lo posible. No se lancen a buscar "oportunidades" haciendo que los "séniors" se imaginen una vida eterna con fondo de violines que impida escuchar el fondo de depredadores que les rodea. Ya hemos tenido bastante demostración de "oportunidades" con el negocio de las residencias de mayores durante la pandemia. Hemos visto con claridad en qué consiste.


Ofrecer descuentos y gratuidad desde el estado o las autonomías es una forma de dejar dinero libre para el mercado. Que se lo gasten en otras cosas, pero que gasten. Ya han ahorrado bastante. Han estado toda la vida ahorrando y ¿ahora quieren seguir ahorrando?

Cuando tiene usted más de 65 comienza a recibir en su correo amables cartas que se preocupan por su sistema auditivo, por el estado de su estómago o por su visión. Son cartas enternecedoras en las que se manifiesta un interés desmesurado por su persona y estado de salud, por su felicidad. Usted es todo para ellos. Le adoran... y les preocupa.

Los bancos han estado cobrando a las personas mayores comisiones de ventanilla por solicitar sus propios ahorros. Ya no había tanto "silver sénior", ¿verdad? Dicen que todos los bancos han aceptado perder ese ingreso menos uno de ellos. Ellos sabrán por qué lo hacen. Pero podríamos ver muchas contradicciones en ese nuevo amor por los mayores ahora que son los jóvenes los que padecen las penurias. Hemos pasado de aquel "¡qué grande es ser joven!" al actual "¡qué grande es ser viejo (con buena pensión)!". No hay más "ciudadano" ya que el que tiene dinero. Lo demás son fantasmas sociales, parias o parásitos. ¡Cuidado si le empiezan a tratar demasiado bien!

 

* "‘Silver economy’, un gran reto y una oportunidad de oro para las empresas" El Mundo / BBVA  Compartiendo conocimiento 17/10/2023 https://compartiendoconocimiento.elmundo.es/silver-economy-un-gran-reto-y-una-oportunidad-de-oro-para-las-empresas

** Estrella López " Así han perdido calidad de vida los españoles en los últimos cuatro años: el mapa de las comunidades más afortunadas y las más castigadas" El Mundo 31/10/2023 https://www.elmundo.es/economia/2023/10/31/65411721fdddff493a8b457c.html



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