viernes, 24 de noviembre de 2023

Verdaderas investigadoras

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Ayer cerramos nuestros dos días de las V Jornadas de Mujeres de 3 Culturas "Aspectos culturales de la Misoginia". El nombre de las Jornadas procede de la variedad de mis alumnas de Doctorado. Ha habido algunos varones en años anteriores, pero desde hace ya unos cuantos años, son mujeres que proceden de China, Egipto, México, el Sáhara. Irán y España. Puedo decir, ajustándome a la más pura realidad, que es lo mejor que me ha podido pasar en mi vida académica y, sin duda, en lo personal. Es una rica experiencia para todos, todos aprendemos de todos y los intercambios son permanentes. Nuestras tesis, la realizadas ya y las que están en curso, son un ejemplo de diversidad y la mayor parte llevan dos marcas, la  de la interculturalidad y la del género, una combinación de gran interés por sus resultados.

Ayer, agotado tras las sesiones maratonianas desde la UCM y las virtuales compartidas con el TEC de Monterrey en México, que ha participado con importantes aportaciones en el programa de la Jornadas, pensaba en la enorme suerte de poder vivir cada año esta experiencia de diversidad cultural y temática, de este capítulo del proceso de formación investigadora, de profundización en el correspondiente tema de cada año.


Por la parte de la UCM, pudimos aprender sobre las raíces culturales que desembocan en la política del hijo único y sus consecuencias en la adopción internacional de niñas chinas (CUI Xiaoning), la introducción del humor femenino en China (LUO, Shan); las representaciones de mujeres asiáticas en el cine norteamericano (WU, Hongling); el tratamiento cinematográfico de la emigración femenina en el mundo árabe (Basant Kamal); la misoginia de Donald Trump a través de los memes (JI, Yuantong); la aplicación de los criterios de belleza masculinos a las mujeres y el sufrimiento que conlleva (WANG, Xiaoling); el tratamiento fotográfico de la misoginia por la española Laia Abril, Premio Nacional de Fotografía (Silvia Belloso); la misoginia en El callejón de los milagros, la novela del Nobel egipcio Naguib Mahfuz, y las variantes usadas en sus adaptaciones cinematográficas en Egipto y México.


Junto a esta aportaciones, las realizadas por el TEC de Monterrey, con sus profesoras sobre el tratamiento misógino de las noticias sobre feminicidios (Maricarmen Fernández Chapou y Carla Maeda); el tratamiento de las identidades misóginas (Ileana Delgado); sobre la construcción de espacios libres de misoginia en el ámbito universitario (Mildred P. Mendoza) y un estudio de la construcción de la identidad femenina en la obra literaria de Guadalupe Amor (Mª Guadalupe Mejía).

A esto hay que añadir la presentación a cargo de la catedrática UCM Asunción Bernárdez y de Anita Fuentes, de la obra Misoginia online: La cultura de la manosfera en el contexto español (ed. Tirant Humanidades 2023), un esfuerzo colectivo resultado de un proyecto de investigación UCM del grupo de estudios feministas.

Gracias a la tecnología, hemos podido reunirnos personas en tres continentes (Asia, América y Europa), en cuatro países (España, China, México, Colombia), algo que nos permite seguir trabajando como grupo a pesar de las distancias. Nos mantenemos unidos durante el año y ahora se ve el esfuerzo en estas Jornadas.

Con una gran cantidad de males, externos e internos, de las Universidades, que ceden a los cantos de sirena del comercialismo, el burocratismo, el individualismo por encima del trabajo conjunto, etc., son momentos como estos los que te reconcilian con el trabajo, con la institución universitaria y con sus fines, algo se que ha perdido o se está perdiendo en beneficio de otros que nos llevan a los peligrosos arrecifes. 

La alegría de trabajar juntos, el compañerismo, el poder compartir esfuerzos e ideas... es algo que debería estar presente cada día. Yo lo agradezco.

Ver a gente joven disfrutando con la investigación, creando caminos y recorriéndolos fuera de lo trillado, buscando un conocimiento ampliado y no reductivo del mundo, intentando dibujar y comprender su complejidad y no realizando esquemáticas reducciones en blanco y negro, es enormemente satisfactorio, gratificante.

Después de muchos años, creo que es esta la tarea real de la Universidad, formar investigadores. Somos docente e investigadores, pero también la síntesis de ambos concepto, que muchas veces concebimos separados. Separarlo es muy peligroso, destructivo.

En mi asignatura del Grado, esa misma mañana, antes del comienzo de las Jornadas, tuvimos un interesante debate para deshacer el equívoco entre lo que es "documentarse" e "investigar". Muchos alumnos de nuestras carreras confunden lo primero con lo segundo. Piensan que con documentarse es suficiente y que con repetir lo existente ya han cumplido. Esto no es así. Lo que se les pide como universitarios no es ser máquinas repetitivas, sino conocer lo existente para poder encontrar lo nuevo, que es lo valioso.

Eso es lo que algunos descubren en sus doctorados, que es algo más que un grado, que un título. Es sobre todo una actitud, una forma de ver el mundo planteándolo como problemas que se pueden resolver, que hay que intentar formular para seguir avanzando.

Lo más satisfactorio de nuestras jornadas es ver cómo cada una de esas ponencias han salido de sus tesis, que el conocimiento que han recogido produce algo nuevo, algo original, un enfoque, una conexión, el dibujo de una serie de puntos que se unen en la cultura y que nos permiten comprender primero y explicar después. Hemos tenido así, en conjunto, una visión múltiple de un problema, la misoginia, una visión intercultural e histórica que conecta el pasado con el presente, el principio filosófico de una traducción con su plasmación en aspectos de la cultura popular o de las políticas gubernamentales. Comprendemos conectando y no reduciendo.

Mi mayor satisfacción (y la de ellas) fue escuchar de personas externas, de gente del mundo académico, la expresión "¡qué interesante!". Es la frase que revela el sentido del trabajo del investigador, despertar el interés es algo que requiere novedad y, por supuesto, coherencia, los dos factores que se han de combinar. Investigar es dar sentido a lo nuevo, a lo que estaba ahí, esperando una explicación, una definición.

Quiero hacer pública mi satisfacción personal y académica por ese trabajo que explicaron a los demás, resultado de muchas horas, días y años (algunas terminan sus tesis este curso, otras ya eran doctoras y profesoras en diversas universidades). Muchas veces el trabajo largo se condensa en unos pocos minutos, pero esa es otra capacidad que los investigadores deben tener. Como investigadoras, además han introducido una perspectiva de género, estableciendo una visión necesaria para cambiar algo, la sociedad.

Gracias a nuestra Vicedecana de Política Científica y Doctorado, Dimitrina Jivkova Semova, que nos apoyó con su presencia en la inauguración y cuyas palabras sirvieron de impulso para estos dos días de trabajo. ¡Gracias!

Gracias también al TEC de Monterrey por esta forma colaborativa de trabajo, de intercambio de saberes y experiencias.

En Ciencias Sociales y Humanidades nos empeñamos muchas veces en trabajar como si estuviéramos en los campos de la Física. No es así. La finalidad de la investigación en nuestros campos es la Cultura, comprendernos a nosotros mismos para tratar de mejorar, para comprender nuestros problemas y fallos sociales. Por eso es tan triste el cerco realizado a nuestras publicaciones académicas en el "mundo exterior", esa comunicación entre pares y la penalización de la divulgación, entendida como intentar mejorar el conocimiento que la sociedad debe tener de sí misma. Hoy, que vivimos en tiempos de incultura y trivialidad extremas, es más necesario que nunca que esta investigación que explica nuestras carencias, nuestros lastres, nuestros errores perceptivos, etc. salga a la luz.

Por eso trataremos de que lo dicho en estas Jornadas salga a la luz, algo que también forma parte del ideario investigador. No para que nos den "puntos", enfoque utilitarista y burocrático del asunto, sino para que la sociedad se conozca mejor a sí misma.

Enhorabuena a Xiaoning, Shan, Hongling, Basant, Yuantong, Xiaoling, Silvia, Asmaa. Sois verdaderas investigadoras. Trabajáis para conocer, para saber y para mejorar el mundo que os rodea. 

Me siento muy orgulloso de vuestro trabajo, del esfuerzo personal y académico realizado y del que las Jornadas han sido un ejemplo y una prueba salvada sobre lo que se puede hacer, en el camino que nunca se detiene de la investigación. No es la primera vez ni será la última. Este año ha sido especialmente gratificante. Seguid adelante. Estáis en el buen camino y lo habéis descubierto al dar forma a lo que ya sabéis en esas valiosas ponencias.

¡Gracias y enhorabuena!

Vuestro orgulloso "profe".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.