miércoles, 2 de noviembre de 2022

Un error de cálculo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Es sorprendente que un artículo de tan calado enorme calado no aparezca formado, que quede su autor en la sobre bajo un oscuro "Redacción". Me refiero al artículo aparecido en la BBC Mundo —la sección en español— con el título "El "error de cálculo" del Brexit y su enorme influencia en la turbulencia política que vive Reino Unido", aparecido el 27 de octubre en su web.

El artículo es uno de los mejores análisis sobre la crisis británica, una crisis que viene de largo y de la los últimos relevos no son más que causas que siguen coleando, problemas que se arrastran de atrás y que muchos prefieren ignorar.

El articulista bajo la protección de "Redacción" realiza un análisis histórico de lo que llevó al Brexit y sus consecuencias: 

¿Qué ocurre en Westminster? Algunos analistas apuntan a las profundas divisiones dentro del Partido Conservador, que, seis años después del Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, no ha logrado encontrar la dirección que debe seguir este país.

"Ciertamente para explicar la inestabilidad del Partido Conservador y de la política británica en general tenemos que regresar a 2016, cuando se votó para dejar la Unión Europea", dice Tim Bale, profesor de Política de la Universidad Queen Mary de Londres y autor del libro The Conservative Party after Brexit: Turmoil and Transformation ("El Partido Conservador después del Brexit: turbulencia y transformación").

"Desde entonces realmente no hemos tenido un período largo de estabilidad", agrega. "Quizás no habíamos visto tanto caos como el que hemos tenido en las últimas semanas, pero desde (2016) hemos vivido una situación inherentemente volátil", le dice el experto a la BBC.*

Hace unos días tratábamos aquí precisamente del problema del liderazgo y de cómo muchos países, más allá de la Unión Europea, se encontraban en esa tensión en la que los líderes se encuentran cuando ven que no saben muy bien qué línea se debe seguir.

Son los problemas derivados de las luchas internas de los partidos los que acaban aflorando y enredándose con los problemas generales.

Se señala en el artículo: 

"La decisión de Cameron para comprometerse al voto no fue porque la población del país estuviera reclamando votar, sino porque una minoría significativa de sus propios parlamentarios le estaban exigiendo que lo hiciera", señala el profesor Bale.

Algunos de estos parlamentarios conservadores se sentían amenazados con el ascenso del UKIP, un partido populista y antieuropeo que estaba ganando cada vez más simpatizantes. Otros eran los eternos conservadores antieuropeos que estaban aprovechando esos temores para favorecer su causa.

Cameron, que apoyaba la permanencia en la UE, esperaba que el referendo pusiera fin a esa "guerra civil" dentro de su partido y mantuviera a los conservadores en el poder. Y también pensaba que podía ganar.

Pero fue un error de cálculo de enormes proporciones. 

Efectivamente, la inseguridad ante un emergente y populista, ruidoso y demagógico UKIP, con un líder muy próximo a Donald Trump (al que visitó en la Torre Trump y apoyo en campaña con su inconfundible sonrisa) y a Putin, fue lo que llevó a Cameron a comprometer si victoria por la realización de la consulta popular que finalmente perdió.

La idea de que el desastre del Brexit se debió a la falta de liderazgo interno de David Cameron no es nueva, pero puede quedar como parte de la historia oficial, dado el desastre que el Brexit ha tenido y cómo parte de sus efectos —a los que se suman otros en cadena— han seguido acabando con los líderes conservadores y, peor, con el sistema político británico y sus centenarias raíces bipartidistas.

La última para del largo artículo se centra e identifica la crisis británica como una crisis de partidos y del sistema bipartidista a la vista de su lamentable estado. ¿Es una pescadilla que se muerde la cola, condenándose a repetir el mismo error que lleva a más debilidad y así continuar?

Como señala el profesor Matthew Flinders de la Universidad de Sheffield, el momento en que ocurre esta turbulencia política en Reino Unido está definido por la volatilidad y la incertidumbre alrededor del mundo, marcadas principalmente por las consecuencias de la pandemia de covid y la guerra de Vladimir Putin en Ucrania.

Pero también, dice, hay un problema "sistémico y estructural" en el sistema de gobierno británico -un sistema parlamentario que favorece el bipartidismo- que "no está alineado con las necesidades de una población cada vez más diversa y progresista".

¿Podrán los políticos británicos, en este contexto, renovarse y restaurar la credibilidad global y la confianza de sus ciudadanos?

"Esperaría la renovación y el surgimiento de una nueva generación de políticos que fueran más hábiles para trabajar en un contexto digital y que entendieran la necesidad de forjar nuevas conexiones con el público", le dice el experto a BBC Mundo.

"El gran problema es que el sistema electoral (británico) mantiene un estilo de política muy inmaduro, pero ninguno de los dos partidos principales tiene intención de cambiarlo. Esta es la gran 'trampa' de la que nadie habla realmente. ¿Podría este enorme caos centrar la atención en una reforma electoral? Lo dudo".*

Un ejemplo de que esto no tiene por qué funcionar lo tenemos claramente en España. La muerte del bipartidismo, tantas veces deseada, no ha traído más que inestabilidad a los gobiernos y la necesidad de apoyarse en grupos populistas y radicales.

Quizá la solución no está en reformar el sistema, sino a los participantes. El problema no está en el bipartidismo sino en el abandono de unas formas de actuación dentro de los partidos que obligó a la disidencia a irse fuera y formar nuevos grupos discordantes y agresivos. Lo peor es que estos grupos, que no tienen una amplia representación, tienen la suficiente como para condicionar la política de un gobierno, que depende de ellos para su mantenimiento en el poder y la toma de decisiones.

Reino Unido se desestabilizó con la llegada de partidos que buscaban la desunión entre ellos y sobre todo la desunión de la Unión Europea. Esto beneficiaba a sus amigos, de un lado y de otro —de USA a Rusia— pero dejó en la estacada a Reino Unido —que como bien se dice —y a Europa sin una parte importante de su propia Historia, el Reino Unido.

"Después de pasar años presionando por el Brexit o tratando de evitarlo, la élite política británica no tiene una visión del futuro de Reino Unido después de abandonar la UE o de cómo lograr un papel significativo en el mundo", señala el profesor Matthew Flinders, profesor de Política de la Universidad de Sheffield, Inglaterra.* 

Los políticos están tan preocupados en cómo conservar el poder que muchos han perdido el sentido del poder mismo. Lo que le ocurre a Reino Unido —no sabe dónde va— pasa en muchos lugares. Solo los populistas tienen bien definidas líneas, que son el cambio de modelo de estado para ajustarlo a un punto de no retorno.

Pero volvamos a la pregunta inicial, ¿por qué no sabemos quién firma este artículo? Quizá lo que nos dice explica más que un nombre. Quizá haya que ocultar la sensatez en estos tiempos narcisistas de neón.

Recomiendo la lectura del artículo, aunque sea después de seis años del Brexit. Siempre hay algún momento en el que no nos podemos morder la lengua. Lo que comenzó con un "error de cálculo" ha seguido con una enorme lista de despropósitos y errores de enorme trascendencia para el Reino Unido y el mundo. Como se nos dice, el Reino Unido perdió un imperio, después perdió a Europa y ahora se ha perdido a sí mismo, errático, sin fin.

* Redacción "El "error de cálculo" del Brexit y su enorme influencia en la turbulencia política que vive Reino Unido" BBC News Mundo 27/10/2022 https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-63399075

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