lunes, 21 de noviembre de 2022

La muerte del pajarito

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Estamos en los tiempos de los millonarios extravagantes. Quizá es que con su dinero sienten la necesidad de mostrarse en estos tiempos mediáticos. Lejos quedan aquellos millonarios discretos, muchas veces encerrados. Ya no se contentan con tener dinero, les gusta exhibirse. Hemos tenido a un Donald Trump y ahora tenemos a Elon Musk. Esperemos que al segundo no le dé por imitar al primero, se le crucen los cables e imite a Trump. Ya tiene al menos dos de sus "cualidades" dinero y voluntad de exhibirse.

Musk ha causado un auténtico terremoto. Ha comprado Twitter y tiene ideas claras: la mitad a la calle (por ahora la mitad) y que lo que más interesa es el porno y las criptomonedas. Le parece que los demás es un mero discurrir y que la mayoría de los usuarios con presencia se interesan por esos dos temas. Unos pocos tuitean y los demás lo ven pasar

Tiene muchas ideas sobre Twitter. La mayor parte de ellas están haciendo que el personal abandone la compañía y que los usuarios se den de baja buscando alternativas a las que migrar.

La vida virtual se está mostrando más compleja de lo que muchos pensaban. Navegamos como si fueran espacios públicos, sin pensar que estamos dentro de una empresa que tiene nuestra información y futuro en sus manos. En realidad, somos la materia prima, el árbol que se riega y se corta para después convertirlo en astillas y algún que otro mueble.

El truco está en acumular información y relaciones dentro de la red. Una vez enganchados, no es fácil trasladar el pasado a otros espacios. Podemos irnos, pero ¿qué ocurre con las relaciones que hemos establecido allí? ¿Qué haces con tus "amigos" o contactos con los que has compartido años traducidos a fotos, mensajes, archivos intercambiados, etc.?

Las nuevas generaciones lo han medio resuelto: no hay pasado. Vivimos en un presente. La gente que va a los hipermercados a imprimir sus fotos de los eventos haciendo cola hasta que le toque son reliquias del pasado, gente que usa sus manos para tocar y no para teclear, que es lo único solvente.

Elon Musk sabe que hay muchos millones de personas que disponen de cuentas de Twitter y que no se van a ir. Pero otros muchos están ya buscando la alternativa antes de que el magnate que pone caras raras y hace gestos extraños se decida a echar el cierre, algo a lo que le da derecho la millonada que ha invertido.

Musk es un multimillonario con deseos de protagonismo. Tan pronto te manda algo al espacio como que se enfrenta a conflictos por los accidentes de sus coches Tesla. Pero a él le sobra el dinero para estas tonterías. Creo que lo que le apetece es dar suelta a su hiperactividad, su demagogia y un tanto de autoritarismo. Ya sabemos que en los USA que respaldan a Trump hay algunos que abogan por el mandato de los súper ricos, una oligarquía hecha en el mundo de los negocios. Pero con Trump —que heredó su fortuna y más vale no preguntar cómo hizo el resto— ya hemos tenido el planeta en su conjunto bastante. No es justo para los Estados Unidos.

A Musk le cae bien Trump. Ha hecho una votación en Twitter para devolverle la cuenta con la que pasó tantas buenas noches tecleando en la Casa Blanca. Y la ha ganado, lo que implica que Trump seguirá tecleando. En RTVE.es / EFE nos explican:

El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, ha anunciado que restablece la cuenta en la red social del expresidente de Estados Unidos Donald Trump tras promover una encuesta que ha resultado favorable a esta decisión.

"El pueblo ha hablado. Trump será reintegrado. Vox Populi, Vox Dei", ha anunciado Musk a través de su cuenta oficial.  

Musk promovió una encuesta de 24 horas que terminó este sábado para preguntar si Trump debía volver a la red social. El perfil del republicano fue suspendido después del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Según los resultados que ha publicado Musk de la encuesta, que ha recibido 15.085.458 votos, el 51,8 % se ha mostrado a favor del restablecimiento, mientras que el 48,2 % lo ha hecho en contra. *

Veremos si tiene tan claro que la voz del pueblo es la voz de Dios cuando empiecen a producirse reacciones a sus próximas decisiones. Evidentemente, el regreso de Trump a Twitter pasará por decisión divina, como no podía ser de otra forma.

Mucho me temo que vamos a asistir a un lento abandono de la red Twitter por parte de muchos usuarios que no están dispuestos a considerar que los trumpistas sean serafines ni que Trump sea un nuevo mesías, por más que él lo piense.

Si además de tener que aguantar a Trump vamos a tener en la vida pública a otro espécimen de su especie, vamos a tener que armarnos de paciencia y pensar qué hacemos con nuestras cuentas del pajarito azul.

La cuestión se va a ir caldeando. En otra noticia de RTVE.es, con el titular "Niñato mediocre y racista", podemos leer:

Varios insultos como “niñato mediocre”, “racista” o “parásito supremo” han aparecido proyectados en la fachada de la sede de Twitter en San Francisco. Parecen dirigirse al multimillonario Elon Musk, quien había lanzado un ultimátum a la ya reducida plantilla de Twitter.

Tras adquirir la compañía, le dijo a los empleados que o aceptaban una nueva jornada laboral más larga o se irían de la empresa. Cerca de la mitad de ellos han decidido abandonar el empleo. Musk ha respondido diciendo que solo los mejores están quedándose. Además, ha cerrado el acceso a las instalaciones de la compañía para impedir posibles boicots de los empleados.

Muchos de ellos han publicado a través del mismo sitio web su despedida a través de varios hashtags. De entre ellos, #RipTwitter y #GoodByeTwitter se ha convertido en tendencia.

Los usuarios de la red social están preocupados por la ausencia de personal que se encargue de solucionar posibles errores que puedan surgir. Los expertos, por su parte, pronostican cambios en Twitter debido a las intenciones del nuevo dueño de conseguir un “Twitter 2.0”, diferente a la red social que habíamos conocido hasta ahora.**


Se ve venir el conflicto. Y también que a Musk estas cosas le van. Le permiten satisfacer, como a Trump, su narcisismo ególatra. No sé cuántos personajes de este tipo nos podemos permitir a la vista de los desaguisados de Trump. Lo cierto es que son un síntoma de la enfermedad creciente de la democracia norteamericana. En cualquier caso, una mala influencia.

La cuestión clave está en cuántos usuarios van a dejar la red del pajarito después de ver los espectáculos que su nuevo amo está montando en apenas unos días.

 

* "Elon Musk restablece la cuenta de Twitter de Donald Trump" RTVE.es EFE 20/11/2022 https://www.rtve.es/noticias/20221120/musk-restablece-cuenta-twitter-trump/2409552.shtml

** "Aparecen insultos contra Elon Musk en la sede de Twitter en San Francisco" RTVE.es 18/11/2022 https://www.rtve.es/play/videos/modo-digital/twitter-insultos-elon-musk-sede-san-francisco/6739687/



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