viernes, 18 de noviembre de 2022

La chapuza

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El lío montado por la ministra Montero al conseguir lo contrario de lo que se proponía y decidirse por la táctica del calamar, echar tinta insultante en su huida hacia adelante, está alcanzando cotas que acaban arrastrando -como no podía ser de otra manera- al Partido Socialista y al gobierno, que se acaba enzarzando en sus disputas defensivas de lo que consideran una metedura de pata de los de Podemos.

Si la ley es del “solo sí es sí” (¡que pena que no nos queden críticos del lenguaje a lo Paul DeMan!), la de la política en cambio es la del “sí pero no” (que se ajusta mucho más al hecho de la inherente ambigüedad y retoricidad del lenguaje señalada por DeMan). En la política, toda frase tiene puerta de atrás.


Podríamos decir que estas cosas ocurren. Como han dicho algunas personalidades entrevistadas con motivo del espectáculo dantesco gubernamental, son las prisas, las precipitaciones y las que se callan otros, como el afán de protagonismo, el deseo de notoriedad política que hace que todo se haga como resultado de unas encuestas a la baja, del descenso de la popularidad, como mostraba esa genial descripción del objetivo de la política en España, que te reconozcan en un trayecto de Callao a Cibeles (y viceversa).

Da igual lo que asuman los de Montero, esto es una chapuza, definiendo como tal una ley que consigue los efectos contrarios a los deseados. A Montero le gustaría salir cada día con la cabeza de un violador, acosador, etc. puesta en una pica y darse una vuelta jacobina por el centro de Madrid (con gira posterior por provincias), pero, mira por dónde, los planes se le han quedado en frustración ya con la maleta de la gira hecha.

Para acabar de arreglarlo, pretende obligar a los jueces (y juezas) a realizar cursillos de reeducación en la mejor tradición de la Revolución Cultural. Probablemente, los jueces tengan que ir a los campos de la España vaciada a realizar ejercicios para comprender lo que se les ha querido transmitir y que a Montero le resulten útiles para sus respetables objetivos.

esDiario 18/11/2022


En vez de tratar de educar a la sociedad, Montero ha decidido que quienes se tienen que reeducar son los magistrados, que son menos, es más barato y sirve para hacer más demagogia y volver a contar nuevos mitos. En fin, cualquier cosa antes que reconocer la chapuza jurídica.

La cuestión nos la explican desde todos los ángulos y asociaciones, tendencias y sectores: la ley ha abierto las horquillas de las condenas y, al unificar delitos, permite que los abogados reclamen para sus clientes (por malos que sean) que se les ajusten las penas de la forma más favorable.  Así es, mire usté, la ley y el Derecho. Pero para los monteristas, los que se ponen el mundo del derecho por montera, la ley es otra cosa y tiene otros objetivos. Por eso pasan estas cosas. Montero no quiere Derecho, quiere una avioneta antiplagas que dé un par de pasadas y elimine los parásitos. Pero se ha equivocado de campo. Lo primero para tener una buena ley es tener buenos juristas elaborándolas y escucharles en sus recomendaciones. Luego ya se encargarán los jueces de aplicarla con las garantías, que son iguales para todos.

A cualquier persona medianamente "normal" le repugna la violencia de género y está entre sus objetivos que se reduzca al máximo  y se desarrolle al máximo la igualdad. Pero aquí no se trata de eso. Se trata de una chapuza jurídica realizada desde un ministerio, que ha seguido avanzando pese a las advertencias que los profesionales del Derecho hacían y que finalmente se han cumplido. Los abogados hacen su trabajo, buscar las mejores condiciones para sus clientes. Si piden rebajas en las penas es porque la ley, como es obvio, ha creado esa situación. Acusar a los jueces de “machistas” es una demagogia impresentable que solo trata de encubrir la incompetencia.

El papelón lo tiene el gobierno socialista, que ha desarrollado ya una especie de columna y parapeto mediante las que se pueden defender de las agresiones desde interior del propio gobierno.

Sánchez no puede permitirse el lujo -¡qué tristeza!- de dejar las críticas a la oposición, al PP, que se harta de pedir dimisiones. Tiene que crear su propia línea de defensa ante los despropósitos de sus socios. Los miembros de Podemos desarrollaron con anterioridad el mismo sistema: la creación de un grupo que jaleaba los “logros” de Podemos y sus ministerios frente a la “debilidad” del PSOE. Los de Podemos nunca han dejado de hacerlo porque así siembran para recoger en el mañana electoral. Cuando algo no les gusta, tienen esa segunda fila de francotiradores que hacen ver que el PSOE está vendido a la derecha, es débil frente a la patronal, se baja los pantalones ante Europa, en fin, que ellos no son responsables. Es decir, toda la retahíla demagógica y cainita que caracteriza a este gobierno de residentes en La Moncloa y, sin embargo, amigos.

Una ley que permite acortar las condenas cuando quiere lo contrario es una mala ley, una chapuza. Los jueces trabajan con lo que les dan y los abogados hacen su trabajo igualmente con los límites que la ley le marca. La chapuza está en otro sitio. Acusar a los demás no es más que un signo de impotencia ante los propios errores. Lo de siempre.

Es interesante tirar de la hemeroteca y sacar las reacciones del momento en que la ley salía adelante, tal como hace en Antena 3 Pedro Jiménez, que escribe:

La 'Ley del solo sí es sí' es uno de los proyectos estrella de Irene Montero. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguraba en marzo de 2020 lo siguiente: "Nos sentimos muy orgullosos todo el consejo de Ministros porque han sido varios ministerios los que han tenido que trabajar de manera coordinada". No obstante, en su tramitación hubo discrepancias importantes. Juan Carlos Campo, por ejemplo, puso pegas al primer borrador de Irene Montero. Las reacciones de algunos partidos no tardaron en llegar.

Por un lado, la reacción de Pablo Iglesias, ex vicepresidente del Gobierno, fue la siguiente: "En las excusas técnicas creo que hay mucho machista frustrado". Por otro lado, la reacción de Pablo Echenique fue esta: "Cuando mujeres prestigiosas redactan una ley, hace falta que venga un machote a decir 'no te preocupes que yo te explico cómo hay que hacer las cosas'".

¿Quiénes participaron en la ley?

En la ley participaron algunos exministros como Juan Carlos Campo, exministro de Justicia. También Fernando Grande-Marlaska, exministro de Interior y Miquel Iceta, exministro de Política Territorial. Además de Pablo Iglesias, que en aquel momento era vicepresidente del Gobierno y Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno. Fue esta última quien elevó la ley al Consejo de Ministros.*

Los resultados chapuceros que vemos ahora con las solicitudes de revisión a la baja de determinadas condenas que se benefician deben ser asumidos por quienes se empeñaron en llamar "machistas" a los que discrepaban y advertían de diversos problemas. El furor contra quienes advirtieron y ahora son señalados por la rabieta es un ejemplo de adónde lleva las prisas y la soberbia política. 

A Montero, nos dirá, la atacan por ser mujer, por ser feminista  y por ser progresista en un mundo machista. Es fácil. Las explicaciones chapuceras no faltarán tampoco. Es difícil enfadar a tanta gente y, a la vez, ponerlos de acuerdo. Pero ¿puede asimilar Montero su propio desastre?


* Pedro Jiménez "Así reaccionaron Iglesias y Echenique a las objeciones del PSOE: "Creo que hay mucho machista frustrado"" Antena 3 18/11/2 https://www.antena3.com/noticias/sociedad/asi-reaccionaron-iglesias-echenique-objeciones-psoe-creo-que-hay-mucho-machista-frustrado_2022111763766fb1e0a57400011c4dc9.html

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