miércoles, 16 de noviembre de 2022

El vicio ruso

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las ilusiones ucranianas sobre la retirada de las tropas rusas es otra forma de ilusión. Rusia no puede perder esta guerra ni ganarla, algo que hemos señalado en diversas ocasiones. No es que la retirada sea una trampa, como se temían los ucranianos; es otra forma de hacer la guerra dentro de una nueva forma de plantear la situación. Una vez anexionadas las zonas del este, técnicamente para Rusia es Ucrania quien está invadiendo Rusia, lo que desde esa peculiar perspectiva permite otro tipo de guerra.

En RTVE.es ya nos dan cuenta de las consecuencias de este cambio de perspectiva, Rusia queda liberada de "defenderse" contra los atacantes, contra los invasores. Así, la guerra que nunca existió, la "operación especial", tras considerarse "rusa" por la decisión de sus habitantes (los "prorrusos").

Rusia ha vuelto este martes a bombardear Kiev y otras ciudades ucranianas con misiles de crucero, tan solo horas después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, planteara una serie de condiciones para la paz en un mensaje dirigido al G20. La guerra en Ucrania cumple este martes 265 días.

Desde las 14:45 hora local rige la alerta antiaérea para toda Ucrania por posibles ataques con misiles. En total, las Fuerzas Aéreas ucranianas han contabilizado unos 100 lanzamientos. Según el canal ucraniano Ukrinform, se trata de misiles Kh-101 disparados desde bombarderos. Los Kh-101 son misiles de crucero. Las fuerzas aéreas han sido capaces de derribar 70 de estos proyectiles.

En medio de los bombardeos, Zelenski se ha dirigido al pueblo ucraniano en un vídeo difundido por redes sociales en el que pide tener prudencia y permanecer a cubierto. "Sobreviviremos", ha dicho el presidente ucraniano, que ha alertado que esperan el lanzamiento de otros 20 misiles rusos. * 

Parece que Rusia trata de demostrar su fuerza haciendo inhabitable el territorio dejado atrás. De ahí la evacuación de los civiles estos días pasados; se trata de tener las manos libres y un desgate político menor en donde se está desarrollando otra gran batalla, la de la opinión pública rusa que ha reaccionado de forma clara a los reclutamientos forzosos de la población joven y todo lo que han podido recoger para mandar al frente.

Pero no existe la misma motivación en los que defienden su tierra y los que son enviados sin preguntarles a ocupar una tierra que no es la suya y en la que no tienen ningún interés en morir. Por eso la retirada da un margen de tranquilidad y permite emplear la acción a distancia, los bombardeos, los misiles enviados desde fuera, que hacen más daño y minan la resistencia. Al menos esa es la teoría.

¿Cuánto tiempo puede aguantar Rusia una situación así? Mejor modifiquemos la pregunta: ¿cuánto tiempo puede sostener Vladimir Putin esta situación? ¿Cuánta represión puede manejar sin que se vuelva contra él de forma clara?

Los soldados pueden morir por su patria, pero ¿por qué están luchando los rusos? El temor a una muerte ridícula, por una causa ridícula, debe pasar por la mente de muchos mientras escuchan las arengas de sus superiores y las balas sobre sus cabezas. En este tiempo pasado, esos 265 días de guerra que llevan contados en RTVE.es, da tiempo a pensar mucho.

Los titulares de la prensa de ayer nos daban una nueva fase de escalada: los misiles rusos caídos en Polonia. En el diario El Mundo leemos:

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha convocado urgentemente al Comité del Consejo de Ministros para Asuntos de Seguridad Nacional y Defensa tras la explosión de un camión ocurrida en el pueblo de Przewodów, justo en la frontera con Ucrania y que habría causado dos muertos. La radio local polaca ZET atribuye a misiles rusos perdidos.

El portavoz del Gobierno, Piotr Muller no ha confirmado ese extremo y ha pedido no entrar en especulaciones hasta tener la información veraz de lo ocurrido. Muller se dirigirá a la prensa una vez concluya esa reunión. Algunos medios locales apuntan a que el tema de la reunión podría ser también el ataque masivo ruso a Kiev.**


No es fácil controlar todo en una guerra. Es sencillo disparar misiles, pero el espacio europeo está muy ajustado y con esta guerra a distancia es fácil que se produzcan incidentes. ¿Qué hará Rusia si, efectivamente, son sus misiles los que vuelan hasta caer en terceros países, ampliando los efectos de la guerra? ¿Y qué harán los demás?

Joe Biden se ha apresurado a poner "calma", a evitar precipitaciones que puedan elevar la tensión y arrastrar a más países por "errores de cálculo" rusos. Pide calma y tiempo. Pero lo que Biden ve "poco probable" no deja de ser un peligro que llega de algún lado como consecuencia de una guerra no declarada.

Rusia ha implantado la visión "imperial" que ha guiado su historia, una política territorial que le ha permitido ser el país más grande del mundo. ¡Menos mal que le compraron Alaska! Lo ha hecho porque siempre ha avanzado más allá donde había una frontera propia. La mejor defensa es un buen ataque, se suele decir. Rusia lo ha hecho siempre, una vida sin pisar el freno. En la II Guerra Mundial se tragó media Europa y habría podido seguir avanzando. Rusia siempre está "insegura". Pero los tiempos son otros. Europa se ha reconstruido y lo ha hecho dejando de ser provincias rusas o con gobiernos títeres, como fueron los de los países del Este, que pedían ayuda a los tanques rusos para que entraran en Polonia, Checoeslovaquia, Hungría... todos países anexado, como ahora se hace con parte de Ucrania, con visión de seguir comiéndose territorio en el futuro. En 2014 fue Crimea; ahora otra parte del territorio ucraniano. Es el vicio ruso, el de una potencia insaciable y violenta, que considera que la expansión es su forma de demostrar su fuerza y fe.

Rusia nunca ha sido democrática; nunca ha tenido que escuchar a su pueblo. Solo lo ha romantizado mientras lo machacaba. Los eslavófilos no son un invento actual, pero los sueños de la "santa Rusia", de la "madre Rusia", etc. han seguido planeando por varios siglos, apoyados por una iglesia colonial ortodoxa que ya servía para aplacar al pueblo en los tiempos de los zares y hoy lo hace con Putin justificando la invasión porque los ucranianos son un lobby gay, como ha proclamado.

Lo cierto es que en esta guerra imposible, pero real, la parte que debe saltar es la del propio Putin y eso ocurrirá tarde o temprano. Sigue su marcha hacia un frente inacabable impulsado por no se sabe bien qué fuerzas, una veces las del miedo a ser agredidos, otras las de una inexistente causa histórica auto justificativa, pero absurda.

Ninguna guerra acaba bien, pero algunas acaban peor que otras. La guerra de Putin solo tiene un fin: hacer desaparecer a Ucrania del mapa. Y eso no lo va a lograr. Ese es el drama del absurdo.   



* "Rusia lanza una oleada de más de cien misiles contra Kiev y otras regiones ucranianas" RTVE.es 15/11/2022 https://www.rtve.es/noticias/20221115/guerra-ucrania-rusia-bombardeos-kiev/2409094.shtml

** Carmen Valero "El primer ministro polaco convoca una reunión de emergencia para investigar la posible caída de misiles rusos" El Mundo 15/2022 https://www.elmundo.es/internacional/2022/11/15/6373d83ae4d4d8fb738b45aa.html

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