jueves, 31 de octubre de 2019

La angustia de los asesores

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La tormenta esta anunciada y se veía en el horizonte. El conflicto de Donald Trump con los expertos en Seguridad Nacional, aquellos que tienen como función la asesoría en un determinado aspecto dentro, tendría que estallar con el tipo de acción característica del presidente: el insulto y la descalificación. Eso lleva a un terrible problema con dos caras: la primera es la personal, la de las personas cuyo servicio a su país les trae ataques infundados desde la ira presidencial; la segunda es el hundimiento de la propia idea de seguridad nacional que se produce  por el desprestigio de las personas que deben velar por ella si se sigue al presidente.
Uno de los patrones de las actuaciones de Donald Trump es deshacerse de los que no le han respaldado, le han criticado o no le han adulado lo suficiente. El estilo de Trump en estas situaciones, de sus abogados a sus asesores militares, ha sido el mismo: una campaña de insultos y desprecios que dura hasta que el tema queda fuera de la agenda. Trump es una máquina destructora que lanza insinuaciones, dudas sobre las personas o directamente insultos y descalificaciones. Da igual que le hayan servido más o menos tiempo, el que se va lo padece. El grado de ataque está en función de lo amenazado que se sienta el presidente con la marcha, publicaciones de libros, artículos, entrevistas, etc.


La CNN recoge la situación tras la declaración de la persona que ocupaba su puesto como experto en Ucrania cuando el presidente hizo la ya famosa llamada a su homólogo ucraniano con la idea de no liberar parte de los fondos hasta que no le trajeran información negativa sobre los Biden:

Lt. Col. Alexander Vindman departed Capitol Hill after dark on Tuesday after spending more than 10 hours detailing his concerns at President Donald Trump's handling of foreign policy. The next morning he returned to his desk as Trump's top Ukraine expert.
The swift return to work for one of the impeachment inquiry's central witnesses -- who the President and his allies decried as a "never-Trumper" with ulterior motives, even as he remains on the President's National Security Council staff -- illustrates the predicament facing staffers as the proceedings advance.
The impeachment crisis that's consumed the White House is causing new turbulence at the National Security Council, where officials are wondering whether their efforts are being undermined and worry the President could sour on the entire body, ignoring its expert advice as he fumes about its role in the current crisis.
Already a bumpy workplace under Trump, the National Security Council's career civil servants now find themselves under fresh scrutiny from an already-skeptical President and his inner circle.*



Que Trump encuentre siempre su línea de defensa en la "inutilidad" o incluso la "traición" del personal de la Casa Blanca, sus asesores militares, civiles, etc. es un peligro para el propio país y especialmente desmoralizador para los que cumplen sus funciones, que ven que el asesoramiento o la simple observación es motivo de futuros ataques y descalificaciones cuando el presidente se tiene que justificar.
Ha habido muchos presidentes cuestionados en sus decisiones por todo el mundo, pero creo que el caso de Trump es diferente y, sobre todo, bate todos los records en este sentido. No creo que haya una presidencia en el mundo ni, por supuesto, que la haya habido en los Estados Unidos. Creo que nadie sensato la desea para el futuro.
Para muchos esta presidencia es eterna en su duración pues viven bajo el temor de ser puestos en el foco del presidente por cualquier circunstancia. En un sistema como el norteamericano, pleno de vistas, sesiones, etc. en donde los legisladores controlan y la presidencia por sus propios poderes, ser llamado a declarar en cualquier vista que comprometa a la presidencia está siendo una tensión difícil:

"After more than a year of service at the National Security Council, Mr. Morrison has decided to pursue other opportunities -- and has been considering doing so for some time. We wish him well," a senior administration official said in a statement.
Sources familiar with the situation at the council say there is a sense of anxiety among some staffers as they see their colleagues and State Department officials being called to the Capitol Hill to testify in the ongoing impeachment inquiry that has prompted unfounded personal attacks from Republican lawmakers, some in the West Wing and even the President himself.
Trump's virulent response to Vindman's testimony -- asserting without evidence the National Security Council's top Ukraine expert is a "never-Trumper" with questionable motives -- sent a cold chill through the council's suite of offices in the Eisenhower Executive Office Building adjacent to the West Wing.
Inside the nearly 150-year-old building next to the White House where the National Security Council is housed, the mood has shifted dramatically.

¿Es normal esto? En la época Trump parece que sí. El estilo de la presidencia ha sido calcado del estilo de la persona, es decir, el peor estilo, aprendido desde la soberbia y desprecio del adinerado de nacimiento, acostumbrado a que los demás asuman sus errores y pataletas.


Si repasamos los tres años de su presidencia, vemos que ha estado sacudida por los escándalos personales que llegaban de fuera, como los de compras de silencio sobre sus actividades sexuales y denuncias de acoso, hasta la personalización de los asuntos nacionales, como es el caso de la crisis ucraniana en la que ha involucrado a un tercer país para conseguir su objetivo de seguir en la Casa Blanca. Entre ambos, hay muchos otros de diferentes matices, como los producidos con sus ex asesores o ex abogados que establecen una continuidad entre lo ocurrido anteriormente y lo que ocurre ahora.
El diario El País nos introduce en una maldad más de los republicanos en la estrategia de hundir a los que cumplen con su misión asesora o de registro de lo que sucede:


El testimonio prestado por el teniente coronel del Ejército de Estados Unidos Alexander Vindman le ha reportado durísimas críticas por parte de miembros del Partido Republicano y de medios afines a las políticas de la Casa Blanca de Donald Trump. Si algunos congresistas ponían en duda el patriotismo del hombre que tiene una Cruz Púrpura por su valor en combate, en la cadena Fox iban un poco más allá y, la comentarista política Laura Ingraham llegó incluso a insinuar que Vindman podría ser un agente doble trabajando para el Gobierno ucranio.
En defensa del militar ha salido Liz Cheney, representante republicana por Wyoming e hija mayor del vicepresidente más poderoso y tal vez más criticado de la historia de Estados Unidos, Dick Cheney. Cheney condenó los ataques de los que estaba siendo víctima el laureado militar y los calificó de vergonzosos. “Es vergonzoso cuestionar el patriotismo y la dedicación al país de gente como el teniente coronel Vindman”, declaró Cheney.**



Los republicanos está en la senda más peligrosa de todas, tanto para ellos como para su país, la de hundir a personas fieles e instituciones. Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, hemos insistido en muchas ocasiones en la responsabilidad republicana, ya que fue el colegio lectoral quien le dio paso y no el voto popular, con más de dos millones y medio de votos menos que Clinton. Eso dejaba en manos de los republicanos la decisión. Pero el poder es cegador y obliga a realizar extraños cálculos, a perder el sentido de la Historia y solo mirar el presente, algo por definición esquivo.

De nuevo, los republicanos están asumiendo una parte que les acabará pasando factura en el futuro. Por mucho que se empeñen en salvar a "su presidente", corren el riesgo —y muchos los saben— de que ocurra lo impensable. Los escándalos de Trump, incluso su delito si se estima así, son la gasolina a falta de la cerrilla definitiva que haga volar todo por los aires, con la crisis consiguiente.
Lo que está sobre la mesa es el paso de un sistema presidencialista a uno personalista, que es lo que le acerca a modelos más oscuros. Trump no llegó a la "presidencia", la desalojó sin miramientos. La presidencia no es una persona sino la cima de una estructura montada precisamente para evitar que se convierta en una especie de monarquía absoluta delirante. Por eso existe el "impeachment", para evitar que un presidente crea que el país está a su servicio y que puede hacer lo que quiera con leyes e instituciones.



* "National Security Council staffers uneasy, fear Trump backlash" CNN 30/10/2019 https://edition.cnn.com/2019/10/30/politics/national-security-council-donald-trump-impeachment/index.html
** "La investigación contra Trump por el escándalo de Ucrania entra en la fase pública y oficial" El País 31/10/2019 https://elpais.com/internacional/2019/10/30/estados_unidos/1572464138_809800.html

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