lunes, 7 de octubre de 2019

Trump contra todos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La presión crece alrededor de Donald Trump con la aparición de un segundo informante sobre sus actividades de presión sobre el presidente de Ucrania para conseguir información que perjudicara a su posible contrincante, el antiguo vicepresidente con Barack Obama, Joe Biden, su rival más firme en la carrera por la Casa Blanca.
Lo hecho por Trump es claramente un abuso de poder, por un lado, pero es también un insólito caso que deja en evidencia el poco sentido del Estado que tiene. Es difícil encontrar un caso similar a este en la política norteamericana o en un país democrático. También es que el presidente de un país democrático presione a otro, jugando con sus ayudas, para obtener información contra su rival presidencial. Todo es único con Trump.
La CNN reconoce esto cuando da los datos de las encuestas realizadas sobre la posibilidad del impeachment en marcha:

The poll numbers are in on impeachment, and it's not good news for President Donald Trump. A clear plurality of Americans approve of the House's impeachment inquiry into Trump, and they are split on whether they want to impeach and remove him from office.
Americans are more eager to impeach Trump now than they were at similar points in the impeachment sagas of Bill Clinton and Richard Nixon.
Impeachment actions usually start off as being unpopular with the American public. After the House voted to start an impeachment inquiry of Clinton in October 1998, a CBS News/New York Times poll found that 45% approved and 53% disapproved.
But with Trump, those numbers are reversed. In an average of polls taken since House Speaker Nancy Pelosi announced a formal inquiry last week, 51% support an impeachment inquiry. A minority, 44%, are against it.*


Las cifras comparadas dejan claro que Trump se encuentra en una posición complicada. Sus mensajes a pie de micrófono, además, son confusos. Por una parte dice que no le importa nada Biden, pero por otra insinúa que tiene mucho que decir sobre él.
Lo que se ha aprendido en estos años sobre el funcionamiento político de Trump permite explicar este comportamiento. Siempre ha usado la insinuación para desprestigiar a sus contrarios afirmando que "tiene mucho que decir", que "si él quisiera contar lo que sabe", etc. acabaría con Joe Biden. Lo ha hecho en muchas ocasiones y no iba a dejar de hacerlo ahora.
El periodista Chris Cillizza, de la CNN, titula "Donald Trump, at his absolute worst", que ya es dejar poco margen para el empeoramiento. Quizá haya que observar a Trump y describirlo desde parámetros más del naturalista que del analista político. Escribe Cillizza: «President Donald Trump is clearly angry and shaken -- despite his occasional public insistence that he is neither»** Cuando la política es tan básica y sus instintos tan primarios, parece factible ocuparse de otro tipo de marcas para interpretar o analizar la situación. No nos encontramos ante un estratega o un analista fino de la situación política, sino ante una persona sin experiencia o ideas políticas que vive de un principio: todo está mal y él es "el gran arreglador".


Trump necesita siempre jugar con blancas para arrastrar a todos, pero esta vez hay un juego que no domina y en el que se encuentra perdiendo. La "despreciable política" es la que le va a sacar, si nada lo remedia, de la Casa Blanca. 
Es cierto que los mensajes que envía son cada vez más desesperados, que va perdiendo la calma ante lo que se le avecina. Acostumbrado a estar sobre sólidos muros, no es capaz de entender que ha sido él quien ha bajado a la arena que menos domina.
Cuando surgieron las primeras noticias sobre el caso ucraniano, señalamos que sería una enorme ironía que fuera este caso el que le perdiera finalmente. La llamada intimidatoria a un actor sin experiencia política, un cómico metido a presidente, que se ve amenazado por un presidente de los Estados Unidos que se cree Dios, que tiene a la clase política arrinconada y a la mitad del globo en pie de guerra.


Acostumbrado a hacer lo que quiere y que nadie se le oponga, Trump ha cometido el mayor error: ser él mismo. Era cuestión de tiempo. Por su lado han pasado asesores que han durado menos de una semana. Pero experiencias como esa les ha dado hasta para escribir un best-seller. La constante de todos ellos es que la presidencia es un toro de rodeo que descabalga a cualquiera que quiera llevar a los establos de vuelta.
Trump ha dado lugar en su mandato a todo tipo de historias, desde actrices del porno a estas historias de las llamadas, que serán finalmente las que no podrá controlar. Y una vez iniciado el descenso, no será fácil que tenga apoyos a su lado. Por lo pronto, se enfada mucho, acusa a todos de conspiraciones, de ser espías, insulta a todos los que se le ponen por delante,  ya sean políticos, periodistas, etc. La bronca a un periodista de Reuters acusando a los medios de corruptos muestra claramente el estado en que se encuentra. 
Su último disparate es decir que "no le importa la política", que solo le importa la "increíble corrupción". Si es su argumento para ir a por Biden justificando lo hecho, no va a llegar muy lejos.  Todo se le va de las manos.
De nuevo, la responsabilidad absoluta de los republicanos que son quienes le llevaron al poder con el voto del colegio electoral. Trump no tenía que haber llegado nunca a la Casa Blanca.


* Harry Enten "Trump's impeachment polling is historically unprecedented" CNN 4/10/2019 https://edition.cnn.com/2019/10/04/politics/trump-impeachment-polling/index.html?iid=ob_lockedrail_topeditorial
** Chris Cillizza "Donald Trump, at his absolute worst" CNN 2/10/2019 https://edition.cnn.com/2019/10/02/politics/donald-trump-impeachment-finland-news-conference/index.html?iid=ob_lockedrail_topeditorial


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