miércoles, 30 de octubre de 2019

Monitorizados

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La noticia está en casi todos los medios españoles. En el País se nos dice que "El INE seguirá la pista de los móviles de toda España durante ocho días" desde los titulares. Los teléfonos móviles son una fuente muy interesante de datos y nos ofrecerán mucha información sobre nuestra forma de vida y hábitos cotidianos. Seguirnos a todos (los que no tengan teléfono móvil son tirando a raros y probablemente irrelevantes a los efectos de lo que se quiere saber) a través del nuestro teléfono es una operación retórica en la que se toma al dispositivo por el usuario. Siguiendo al teléfono, se obtiene información de ese ser pegado a él. En realidad, nos siguen a nosotros, que somos los que les interesamos.
¿Qué se puede saber de los teléfonos móviles? Pues muchas cosas y muchas otras que se pueden deducir de ellas. Lo que se habrá creado es un gigantesco corpus de datos que podrá ser interrogado por todo aquel que sepa plantearle sus dudas.
El diario El País nos cuenta qué harán para conocernos mejor:

El Instituto Nacional de Estadística (INE) conocerá cómo se mueven los españoles gracias a sus teléfonos móviles. Durante cuatro días laborables de noviembre, un domingo y tres días de vacaciones seguirá los movimientos de los terminales, según confirman fuentes del organismo. Eso sí, los datos serán completamente anónimos: merced a un acuerdo pionero en Europa con las tres principales operadoras, el instituto estadístico recibirá las posiciones agregadas de los números, pero no los titulares de las líneas. La información es relevante para averiguar cuáles son los desplazamientos habituales de la población y, por tanto, dónde se deben prestar los servicios públicos y reforzar las infraestructuras. También se sabrá adónde van los españoles de vacaciones dentro del territorio nacional. La operación empezará en tres semanas.*



Con cuatro días laborales, un domingo y tres festivos tendrán datos suficientes como para conocer un montón de cosas sobre nosotros. Y no nos dejemos engañar: aunque no se nos identifique nominalmente, lo sabrán casi todo de nosotros. La cuestión está en que nuestro ego nos hace preocuparnos por la identificación. Eso hoy son preocupaciones de paleto digital. Nosotros, como individualidades,  no importamos en realidad. Ser es hacer a los efectos del consumo, que es la otra cara de la producción.
El artículo nos plantea un problema de fondo: la obtención de datos de los usuarios es cada vez más complicada... y cara. Los usuarios son reacios a suministrar informaciones a las instituciones y, sin embargo, se dejan comprar por unas aplicaciones instaladas "gratuitamente" en sus teléfonos que también son fuentes de datos sobre el comportamiento.


El INE lo va a hacer de una forma más elegante. En vez de preguntarnos si deseamos ser rastreados, va a hacer que sean las compañías de telefonía las que se presten al experimento pasándoles los datos de una serie de días en los que se darán previsiblemente variaciones significativas para mejorar el retrato. La proporción es clara: de los ocho días cuatro son laborales y cuatro festivos. Con los días laborables se verán los patrones de los hábitos de desplazamiento laboral. La jornada laboral es repetitiva y se confirma con esos cuatro días de muestra con nuestras rutas y repeticiones. Los festivos y vacaciones son otra cosa. Ahí tenemos diferencias. Trabajo y ocio, esa es nuestra vida... o lo que interesa de ella.
No dicen en el diario que:

Una tercera pata del estudio será la de los movimientos estacionales. El INE rastreará los desplazamientos en dos días del verano —20 de julio y 15 de agosto—, el 25 de diciembre y un domingo de noviembre, el 24.
De esta manera, se podría apreciar el reagrupamiento familiar con motivo de la Navidad, las excursiones o traslados de fin de semana o cuáles son los destinos de veraneo por barrios en las grandes ciudades. Hasta se tendrá noticia de cuántos residentes de Madrid se dirigen por vacaciones a Benidorm o cuántos de Barcelona a Sitges.*

¿Qué se hace con todo esto? Muchas cosas, dicen. Pero serán muchas más las que no dice, aquellas que se podrá ir extrayendo según se les vaya ocurriendo. Como es natural, al principio se nos cuentan los fines nobles; luego habrá una serie de datos que podrán ser reutilizados, siempre con la indicación por delante de que no se dan nuestros nombres ni los datos que permitan identificarnos. Pero en realidad no necesitan para nada nuestros nombres. Basta con los patrones de las repeticiones.

Las reacciones a través de los comentarios en distintos periódicos tienden a ser negativas. Por mucho que lo expliquen, a la gente no le gusta esto de "ser monitorizados" y cuanto más se insiste en el anonimato más se recela.
Si se nos dice que la gente es reacia a contestar encuestas, es lógico que no desee que se le hagan este tipo de monitoreos. Las respuestas de algunos es incluso de boicotear la operación de rastreo. Como se dicen los días en que se va a hacer el seguimiento, nos dice, ese día se apaga y se deja en casa. Dudo que haya gente que se pase una semana con el teléfono móvil apagado solo por fastidiar, pero hay gente para todo. En general, los titulares tienden a la queja por ser algo pactado por el Instituto con las telefónicas prescindiendo de la opinión de los usuarios. Pero parece que no contamos más que como objeto de observación.
Uno debería poder fiarse de las buenas intenciones del Instituto Nacional de Estadística, sobre todo porque forma parte de nuestras instituciones y se supone que estas trabajan por nuestro bien e interés. En eso también nos hemos vuelto escépticos y suspicaces. ¡Qué se le va a hacer!



* "El INE seguirá la pista de los móviles de toda España durante ocho días" El País 29/10/2019 https://elpais.com/economia/2019/10/28/actualidad/1572295148_688318.html


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