Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
¿Puede
un presidente de un país alardear de poder hundir la economía de un país,
incluso de haberlo hecho antes? Preguntarse esto es pura retórica, pues ya lo
ha hecho Donald Trump, el presidente del país más poderoso del mundo. Pero ¿qué
significa entonces ser el hombre más poderoso del país más poderoso del mundo?
Ser Donald Trump, con todo lo que esto significa. ¿No hay límites para él? Eso al menos cree.
Donald
Trump ha convertido la presidencia de los Estados Unidos en una monarquía
absoluta bananera. Se ha convertido en el reyezuelo narcisista que nadie
querría ver representando a un país. Los demás países, especialmente los
aliados tradicionales, han de hacer serios ejercicios de mentalización para
pensar que están ante un "aliado". Lo ocurrido con los aranceles a
los productos españoles debería enseñar al mundo que nadie está libre de los
deseos de ese advenedizo ignorante de la política. Los intentos de evitar que
te mire o te tome como objetivo no valen, pues su electorado se basa en las
humillaciones o agresiones que los estados Unidos inflijan al resto del mundo.
Trump se ampara en la parte de los Estados Unidos resentida, conspiranóica y
que sigue pensando de sí misma que es el paraíso agrícola y la tienda
universal.
Los
frentes que Trump tiene abiertos ahora mismo son enormes y afectan a las
grietas que se están produciendo entre los que están hartos y ven cómo se le van
acumulando los problemas, algo que da cierta seguridad por la distracción que
suponen para el presidente y su camarilla.
Por lo
pronto, otra dimisión. Es la del cuarto Secretario de Estado de Inmigración, Kevin
McAleelan. No le duran mucho a Trump los secretarios en ese puesto. La presión
interior y exterior, personal y política quema a las personas que ven cómo
Trump usa en su beneficio político las acciones del estado y así satisfacer a
ese electorado que se le mantiene fiel, la América profunda que ha creído sus
mentiras e interpretaciones delirantes de la historia.
Otra
salida importante es la de la ex embajadora en Ucrania, en el ojo del huracán
de la política del impeachment y que ha decidido tirar por la calle de en medio.
La diplomática, con más de treinta años de carrera, fue sacada de la embajada
dos meses antes de que Trump usara el teléfono para llamar al presidente
ucraniano y "pedirle" que se interesara por informaciones que
pudieran comprometer a los Biden en aquel país.
La
Vanguardia da la noticia de su declaración a puerta cerrada sobre lo que
ocurrió para su destitución:
Yovanovitch habló ayer a puerta cerrada ante
tres comités de la Cámara de Representantes. Su despido, aseguró, respondió a las
presiones de Trump al Departamento de Estado en base a “una campaña orquestada”
en su contra, basada en “denuncias falsas”. A su juicio, todo tenía que ver con
el perjuicio que la política anticorrupción que EE.UU. intentaba incentivar en
Ucrania podría suponer para dos socios y clientes del abogado personal del
presidente Trump, Rudy Giuliani.
“Los individuos que han sido nombrados en la
prensa como contactos del señor Giuliani podrían haber creído que sus
ambiciones financieras personales peligraban con nuestra política
anticorrupción en Ucrania”, afirmó Yovanovitch en alusión a Lev Parnas e Igor
Fruman, dos empresarios detenidos esta semana en Washington por hacer
donaciones electorales ilegales a la campaña de reelección del presidente y a
otros políticos republicanos con el fin de comprar voluntades políticas.
Los intereses económicos se mezclan con los
políticos. Según The Wall Street Journal, Giuliani convenció al presidente para
despedirla porque consideraba que estaba obstruyendo sus esfuerzos para
convencer a las autoridades ucranianas de que investigaran a Joe Biden.
Finalmente, sería el propio Trump quien le pidiera a su homólogo ucraniano,
Volodymyr Zelenski, que abriera varias pesquisas potencialmente perjudiciales
para el Partido Demócrata.*
No hay
nada como tirar del hilo a ver qué hay en otro extremo. En el caso ucraniano
podría haber escondidos varios casos que se vuelvan contra el propio Trump,
sabiéndolo o no. La implicación de Giuliani en este feo asunto podría dejar al
descubierto una serie de tramas que acaben pesando en el caso. La prensa
norteamericana recoge las dudas de Trump: "No sé si Giuliani sigue siendo
mi abogado". Puede que ya sea un poco tarde para saber hasta dónde llegan
los negocios de Giuliani y sus clientes. Muy feo asunto. Ha llevado a algunos comentaristas políticos a preguntarse si la política internacional norteamericana no habrá sido hipotecada por los intereses económicos de los grupos y personas, como lo que ha revelado el hilo que ha llevado a la corrupción ucraniana.
Todo
parece indicar que Trump ha sobrepasado su punto crítico, un punto de no
retorno en sus tejemanejes. Cuando se abren demasiados agujeros en el casco del
barco, faltan dedos para taparlos. Lo que se está es produciendo un efecto
multiplicador en los abandonos. Cuando la gente percibe que el poder se
debilita y que la tendencia es hacia el desastre, lo sensato es salir y decir
lo que se tiene para negociar en unos casos o denunciar directamente en otros.
Trump ha ido perdiendo amigos y la confianza de los amigos que temen verse
arrastrados hacia el sumidero al que se dirige.
Un
escándalo llama a otro escándalo. Los que quieren salvarse saben que es
importante ofrecer antes de que lo que ofrezcas no valga nada por la ley de la
oferta y la demanda. El precio es relativo y es beneficio disminuye.
Uno de
los alejamientos más dañinos para Trump proviene de una de sus fuentes de
poder, la Fox New, con cuyo núcleo duro ha estado en franca sintonía
retroalimentándose. Trump, espectador numero 1 de la cadena más trumpista.
El caso
está ahora en las páginas de The Washington Post. Se trata del presentador de
la Fox, Shepard Smith, uno de los miembros fundadores de la Fox. Smith ha
renunciado en su lucha con otros compañeros que le atacan por su floja defensa
de las actuaciones de Trump, cuando no de sus críticas. Señala el diario norteamericano:
Smith has often incurred the wrath of some
loyal Fox News viewers with his skeptical reporting and commentary on the
president, in stark contrast to its prime-time and morning hosts, who often
flatter the president. Trump has given frequent interviews to his most loyal
Fox News personalities but has never sat for one with Smith.
Smith’s criticism of Trump dates to the
beginning of Trump’s presidency. After a presidential news conference in early
2017, for example, he called some of Trump’s responses “absolutely crazy.” He
went on to defend rival news network CNN after Trump called its reporting “fake
news.”
“CNN’s reporting was not fake news,” Smith said
at the time. “Its journalists follow the same standards to which other news
organizations, including Fox News, adhere.”
More recently, he urged Fox News viewers to
read special counsel Robert S. Mueller III’s report of his investigation into
Russian meddling in the 2016 election, strongly suggesting that it didn’t
exonerate the president, as Trump and Attorney General William P. Barr had
claimed. “Everyone in America should read” it, he said on the air. “Everyone.”**
Los
trumpistas de la cadena y sus espectadores más fieles difícilmente podrán
aceptar esta línea, por lo que los ataques, incluidos los del presidente en sus
tuits han sido frecuentes, tal como cuenta The Washington Post en su reportaje.
No es
el único caso en la Fox. Recientemente otro conocido presentador, Neil Cavuto,
dirigió un claro mensaje: No estamos al servicio del presidente sino de nuestra
audiencia. El mensaje era contundente y muestra el deseo de no ser arrastrados
por el propio Trump hacia el fango ni a luchar a su lado en una trincheras de
guerra absurda e injusta.
A finales
de agosto de este año, la revista Newsweek titulaba "FOX NEWS
PERSONALITIES TELL TRUMP 'WE DON'T WORK FOR YOU' AFTER PRESIDENT'S LATEST
ATTACK ON NETWORK". El mensaje podría sorprender a más de uno, que
pensaban lo contrario. Pero la distinción es muy clara: la Fox sobrevivirá a Trump.
Es decir, debe saber cuándo soltar el lastre que les lleva al fondo del
barranco. Trump dará muchas cornadas, pero está junto al burladero esperando el
descabello.
Trump no perdona las que considera "deslealtades",
una de sus obsesiones, como persona insegura que es en su interior. Los ataques
a aquellos de quienes no les gustan sus comentarios (es decir, no le alaban)
suele ser rápidos y furibundos. La revista recogía el caso de Juan Williams
entre otros atacados:
In an op-ed for The Hill, Williams responded to
Trump's criticism, writing, "When Trump tweeted out last week that my
political analysis of him was 'nasty,' 'pathetic' and 'wrong,' it led to an
instant stream of vile comments via email and on my social media feeds.
And, yes, you're right. I'm a big boy. I can
ignore his bullying, even his followers' death threats."
However, Williams added that the president's
comments go "beyond Trump skewering me."
"What happened to me is a chilling example
of how this president does not respect the First Amendment rights of any
journalist," Williams wrote. "He long ago crossed a bright line by
labeling journalists the 'enemy of the American people.' During the 2016 campaign,
his supporters could be heard shouting 'Luggenpresse' — the Nazi-popularized
German word meaning 'Lying Press' — to American reporters."
Other Fox News personalities, including Chris
Wallace, Shepard Smith and John Roberts have also defended the network and
taken shots at the president during various broadcasts since Trump took office.***
Evidentemente, nadie sometido a este tipo de amenazas por
parte de Trump y sus seguidores se va a echar para atrás. Sus respuestas serán
más contundentes en la medida en que se sientan respaldados por la opinión
pública, otros compañeros y las leyes mismas.
Las amenazas son reales y hay que temerlas, como ocurrió con
los crímenes racistas de El Paso en el que el manifiesto del asesino contra los
"mejicanos" se parecía demasiado a las opiniones presidenciales.
El
secretario de Inmigración, la ex embajadora estadounidense en Ucrania y el
periodista de la Fox representan tres formas de distanciamiento de Trump. Se
bajan del carro del presidente con diferentes grados de discreción, conscientes
de que no va a ningún lado. No quieren ser piezas en un juego absurdo que está
cada vez más claro que Trump perderá. Cada nuevo revés le debilita y le fuerza
a cometer errores, como el de Ucrania.
Los Estados
Unidos no se pueden permitir la reelección de Trump; tampoco el resto de los
países... ni el planeta, si me apuran. Es previsible que le sea cada vez más
difícil encontrar repuestos para un
tiempo corto al que muchos no le verán continuidad. ¿Les merece la pena subirse
a un carro en el que hay cada vez más asientos libres?
Trump se creía invencible, por encima del bien y del mal. Ahora se puede volver todo contra él. Todo lo que ha despreciado y manipulado burdamente puede estallar en sus manos. Sería, de nuevo, una ironía que sea lo ocurrido en Ucrania lo que le arrastre finalmente y le deje en evidencia. Ya ha ocurrido con la llamada al presidente. Ahora con lo que puede destapar la trama de los socios de Giuliani y sus negocios corruptos en Ucrania.
A finales de septiembre titulamos "Lejos de Trump". Ahora es ya un hecho que nadie quiere correr el riesgo del impacto. El efecto contagioso de las huidas, como señalamos, favorece la competencia entre los que sacan a la luz las miserias. Son muchas, pero no sabemos si habrá para todos.
Mientras tanto, Trump sigue sus giras insultando a todo el mundo, amenazando a todos. Es el signo claro de su debilidad creciente.
*
"Demoledor testimonio de la exembajadora de EE.UU. en Ucrania" La
Vanguardia 12/10/2019
https://www.lavanguardia.com/internacional/20191012/47909394339/exembajadora-eeuu-ucrania-testimonio-relato.html
**
"Shepard Smith, Fox News veteran anchor and frequent Trump target,
abruptly resigns from the network" The Washington Post 11/10/2019
https://www.washingtonpost.com/lifestyle/style/shepard-smith-resigns-from-fox-news/2019/10/11/737953b8-ec61-11e9-85c0-85a098e47b37_story.html
***
"FOX NEWS PERSONALITIES TELL TRUMP 'WE DON'T WORK FOR YOU' AFTER
PRESIDENT'S LATEST ATTACK ON NETWORK" Newsweek 28/08/2019
https://www.newsweek.com/donald-trump-fox-news-we-dont-work-you-1456633
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