Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
controversia creada por las declaraciones del candidato Todd Akins sobre la
"legitimate rape" (la "violación legítima") va más allá de
la incidencia de su propia candidatura al Senado por Missouri sobre la campaña presidencial
de Mitt Romney. Va más allá de la grave cuestión del aborto y sus
consideraciones en la política republicana o demócrata norteamericana y es una
muestra de cómo la ideología tiene un efecto de ceguera sobre el conocimiento
científico. Akins puede estar en contra de lo que quiera; es muy libre. Pero
para lo que no tiene libertad es para transformar sus prejuicios dogmáticos en
conocimiento científico que siempre estará plagado de errores, pero que huye
precisamente de los que el dogma provoca.
La
diferencia clave está en que el dogma lucha por eliminar obstáculos extendiendo
la ceguera, mientras que la Ciencia trata de avanzar a través de la conciencia
de sus propias limitaciones. Si queremos entenderlo en términos de carácter, la
verdadera Ciencia se vuelve humilde y precavida, mientras que el dogma lucha
por imponer su soberbia de forma imprudente y arrogante y, si le dejas,
autoritaria. El dogma no necesita "saber más", pues es monolítico y
artrítico, mientras que la ciencia trata de ser escéptica y elástica.
La profesora Margaret Martonosi |
How can a science and technology leader like the United States allow
itself to be governed by people who try to ignore scientific fact? Given Akin's
"magical" theories regarding rape, abortion and pregnancy, I would
not want him having a say in the long-term plans of a single middle-school
science class, much less our nation as a whole.
How do we let him get away with this? And make
no mistake: We are likely to let him get away with this. Akin's
apologize-and-move-on method is quite effective in politics today. In politics,
the woeful reality is that folklore often trumps real science.*
La creencia en que se producen embarazos en función del
grado de consentimiento en el acto sexual es un absurdo de tal calibre que
asusta pensar en la mente de quien lo cree. Es vivir mentalmente en un mundo
animista en el que las células tienen conciencia y en el que hay unos espermatozoides
caballerosos y otros groseros, unos que quedan con el óvulo por teléfono y
traen flores y otros que se presentan sin avisar; es vivir en un peligroso
mundo que se convierte en más peligroso cuando la fuerza de una cámara
legislativa o un gobierno decide seguir esos criterios e imponerlos a la
realidad y a los demás.
Más allá de la pregunta "científica", CNN nos ofrece otro tipo de resonancias de las ideas de Akins. Se trata del testimonio de Shauna Prewitt, violada y embarazada con 21 años, que vuelve a contar el calvario jurídico y social que vivió por la percepción de este tipo de embarazos. Prewitt estudió Derecho para tratar de combatir esos prejuicios y evitar que pudiera seguir ocurriendo, difícil tarea. Señala:
Como bien señala, Shauna Prewitt, la ignorancia es el mayor enemigo. Y esa ignorancia desencadena injusticias y perpetúa el problema.
La pregunta de Martonosi sobre cómo puede un país como los Estados Unidos, con el mayor potencial científico, con gigantescas inversiones en investigación para intentar acercarse al mejor conocimiento posible, seguir basándose en la magia para tomar sus decisiones, no es trivial. Plantea una de las grandes contradicciones en el avance de nuestras sociedades, en cómo se siguen manteniendo los mitos y explicaciones mágicas porque son las que permiten un mayor control social.
Más allá de la pregunta "científica", CNN nos ofrece otro tipo de resonancias de las ideas de Akins. Se trata del testimonio de Shauna Prewitt, violada y embarazada con 21 años, que vuelve a contar el calvario jurídico y social que vivió por la percepción de este tipo de embarazos. Prewitt estudió Derecho para tratar de combatir esos prejuicios y evitar que pudiera seguir ocurriendo, difícil tarea. Señala:
As my history lesson said, I found myself on trial, facing the most
fierce judge and jury: ignorance.
Eight years after my rape, I find myself on trial against ignorance
again. Rep. Todd Akin's recent comments that "legitimate rape" rarely
results in pregnancy not only flout scientific fact but, for me, cut deeper. Akin
has de-legitimized my rape.
You see, nine months after my rape, I gave
birth to a beautiful little girl. You could say she was conceived in rape; she
was. But she is also so much more than her beginnings. I blissfully believed
that after I finally had decided to give birth to and to raise my daughter,
life would be all roses and endless days at the playground. I was wrong
again.**
Como bien señala, Shauna Prewitt, la ignorancia es el mayor enemigo. Y esa ignorancia desencadena injusticias y perpetúa el problema.
La pregunta de Martonosi sobre cómo puede un país como los Estados Unidos, con el mayor potencial científico, con gigantescas inversiones en investigación para intentar acercarse al mejor conocimiento posible, seguir basándose en la magia para tomar sus decisiones, no es trivial. Plantea una de las grandes contradicciones en el avance de nuestras sociedades, en cómo se siguen manteniendo los mitos y explicaciones mágicas porque son las que permiten un mayor control social.
Hace unos días pedíamos un mayor "atractivo" para
la Ciencia en nuestros programas televisivos y señalábamos la importancia
social que esto tiene más allá del puro compromiso de los canales públicos por
ofrecer "ciencia" en sus programaciones. No es una necesidad
"estética"; es una necesidad política y vital.
Nada hay más totalitario que la ignorancia. Y nada hay más
peligroso que el prejuicio disfrazado de argumento. La política tiende cada vez
más a esconder sus garras bajo la apariencia de "ciencia" para sacar
adelante sus propósitos. Los ignorantes
son el mejor público político, el elector perfecto; el que escucha alimentado
por los prejuicios que crecen en su interior y que son regados periódicamente
por los sofistas del dogma.
En estos días asistimos al debate sobre la cuestión de la
separación por sexos en la enseñanza. La cuestión se ha manejado correctamente
por nuestro Tribunal Supremo al decir que los colegios segregados no deben
recibir "subvenciones" pues establecen —sin que nadie les obligue—
una diferencia que nuestras propias leyes tratan de evitar, la discriminación. Conforme a las leyes actuales, es discriminar:
"Las administraciones
educativas regularán la admisión de alumnos en centros públicos, privados y
concertados de tal forma que se garantice el derecho a la educación, el acceso
en condiciones de igualdad y la libertad de elección de padres y tutores
(...)", reza este artículo, en cuyo apartado tercero precisa que "en
ningún caso habrá discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
Asimismo, dicha sentencia rechaza la interpretación "en algún modo
sostenida" del derecho a la creación de centros privados sostenidos con
fondos públicos y a intervenir en la selección de los alumnos.***
El argumento se mueve en el plano estrictamente jurídico, en
el de lo humano y las leyes que nos damos por propia voluntad. No hay nada de
científico en ello; solo doctrina que fundamentan nuestras leyes. No es una
"verdad", sino un deseo convertido en norma de convivencia.
En su momento fuimos muy críticos [ver entrada] con el
informe sobre genética y educación elaborado a instancias de la CEOE y que mantenía
otro tipo de segregaciones en la enseñanza amparándose en motivos de "ingeniería
social", vamos a llamarlo así. Para la CEOE —tiene su lógica— el mundo es
una empresa; ellos son los dirigentes y el resto del mundo la mano de obra a la
que hay que seleccionar para que todo vaya mejor; no hay que tirar el dinero
más que en sueldos de directivos, que es el mejor empleado de todos, supongo
que por su dotación genética privilegiada.
La segregación sexual en la enseñanza no es más que un
prejuicio universal basado en el control social. Es un obstáculo al desarrollo
personal y social de gran calibre. Los que padecimos la educación segregada en
este país no podemos considerarlo como un bien. Es el reflejo de una forma de
entender —los cerebros les importan un pimiento— las mentes, las mentalidades y
los comportamientos. Es desde el prejuicio mítico desde el que construye la teoría
social que busca el amparo de diferencias orgánicas.
La separación de hombres y mujeres solo tiene una función:
vender al hombre una imagen de la mujer y a la mujer una imagen del hombre. El "otro
segregado" pasa a ser una imagen construida paso a paso bajo la atenta
batuta de la institución que la maneja. Es el mayor caso de manipulación de la
historia de la Humanidad: a una mitad se le engaña sobre la otra. Hacer creer a
las mujeres y a los hombres de que deben estar separados porque sus cerebros
son distintos es de una maldad lujuriosa, en ambos sentidos de la palabra.
Crecer separados es marcar para toda la vida, determinar las relaciones
futuras, personales, sociales y laborales.
En su origen, la discriminaciones forman parte de las
herencias religiosas —cristianas, islámicas y judías— en la que la mujer es un
mal para el hombre, al que enloquecen y hacen perder la templanza; y el hombre
es un mal para la mujer hasta que adquiere el estatus de "acompañante",
en que pasa a ser "propiedad". La base es el modelo patriarcal, base
de la organización social, traducido a normas y costumbres.
En Túnez hay estos días un gran escándalo pues la propuesta de nueva constitución "islamista" tras la revolución define a la mujer como "complemento". Túnez tenía una legislación igualitaria y no "complementaria"; es un retroceso para la mujer. Acabamos de recibir la noticia de una ciudad laboral solo para mujeres en Arabia Saudí; es un ejemplo extremo de cómo la segregación puede llegar a límites en los que se imposibilita la convivencia real. Las mujeres deben estar, a todos los efectos, separadas de los hombres que no sean sus familiares, que son sus "responsables", sin que puedan salir a la calle. La negativa a que tengan carnet de conducir no es por su "cerebro", sino por su "movilidad"; han de estar siempre localizables, a la vista, sin la autonomía de movimientos. El gobierno saudí presenta como un avance que las mujeres puedan trabajar aunque tengan que hacerlo separadas de los hombres. Es una forma de verlo, porque lo que resulta inamovible es el núcleo de la separación. No necesitan recurrir al cerebro; les basta el dogma.
La fundamentación religiosa de la segregación forma parte de
ese dogma inamovible que solo se modifica con verdadera educación en la
convivencia, que es el camino que legalmente tenemos abierto porque nuestro
deseo era huir de la educación represiva y del machismo consiguiente que
controlaba esta sociedad. La fundamentación "científica" de la
segregación no es más que recurrir a la "magia" para conseguir lo que
se busca en última instancia: la financiación del dogma.
La crisis económica hace que muchos que abogaban por la
educación segregada hayan "cedido" en sus "principios" y
busquen colegios concertados para aliviar sus propias arcas domésticas. Esto es
razonable. Es la parte "empresarial" de la segregación la que pierde
sus clientes de pago y presiona para recibir la subvenciones que ayuden a este
gran negocio —no necesariamente económico— a seguir adelante. Si para ello hay
que hablar de las diferencias de los cerebros, se hablará.
Los que quieran enviar a sus hijos a colegios segregados,
tienen todo el derecho constitucional a hacerlo. Ya lo discutirán con ellos
cuando sean adultos. Lo que se está debatiendo aquí es la voluntad general de
hacer una sociedad sin barreras castrantes para las personas. Ni genes ni
cerebros: personas. Y eso no es una cuestión científica; es la voluntad
política de una sociedad de ser de una manera o de otra, abierta o cerrada,
segregadora o igualitaria.
En todo el mundo, millones de personas tratan de salir de la
discriminación educativa, no solo de la segregación. Se empieza segregando por
las diferencias en los cerebros y se acaban produciendo diferencias en las
mentes, que es de lo que se trata. La apuesta social española, que padeció los
efectos de una educación separada —y de la manipulación de esa educación— ha
sido clara y mayoritaria: no a la segregación, sí a la normalización de la
convivencia, al trabajo conjunto, a crecer como iguales en un mismo espacio
común. No podemos decir que somos iguales
si nos esforzamos en seguir creando diferencias.
Las afirmaciones sobre embarazos en "violaciones legítimas" en USA o los casos de los cerebros distintos, al igual que cualquier otra afirmación de este tipo, son formas de retroceso en el papel de la mujer. La segregación de mujeres en la educación solo se está utilizando allí donde son agredidas directamente; pero eso solo puede considerarse como un objetivo circunstancial cuyo resultado sea el acceso a la educación y la posterior integración al aumentar los niveles educativos. La segregación interesada siempre encuentra justificación para separar a los blancos de los negros, a las mujeres de los hombres y a los de una creencia religiosa de otra. Lo que se busca es siempre lo mismo: el mantenimiento del control social y de las barreras que benefician a unos o a otros. Es tan malo aquí como allí donde se practique. Política y socialmente malo para todos.
Las afirmaciones sobre embarazos en "violaciones legítimas" en USA o los casos de los cerebros distintos, al igual que cualquier otra afirmación de este tipo, son formas de retroceso en el papel de la mujer. La segregación de mujeres en la educación solo se está utilizando allí donde son agredidas directamente; pero eso solo puede considerarse como un objetivo circunstancial cuyo resultado sea el acceso a la educación y la posterior integración al aumentar los niveles educativos. La segregación interesada siempre encuentra justificación para separar a los blancos de los negros, a las mujeres de los hombres y a los de una creencia religiosa de otra. Lo que se busca es siempre lo mismo: el mantenimiento del control social y de las barreras que benefician a unos o a otros. Es tan malo aquí como allí donde se practique. Política y socialmente malo para todos.
No retorzamos ni la ley ni la ciencia. La "coeducación" no es una "ley científica", no lo necesita; es la plasmación de la voluntad de mejorar esta sociedad eliminando viejas barreras y prejuicios. No mandemos mensajes equívocos y engañosos de "ciencia" que otros aprovecharán para justificar sus segregaciones, mucho más duras y crueles disfrazándolas de libertades.
Hay algunos que se
quedaron en el Génesis. ¿Cerebros pequeños? Sí, los suyos.
* Margaret
Martonosi "Pull Akin off House science committee" CNN 23/08/2012
http://edition.cnn.com/2012/08/23/opinion/martonosi-akin-science/index.html?iid=article_sidebar
** "Raped, pregnant and ordeal not over" CNN 23/08/2012 http://edition.cnn.com/2012/08/22/opinion/prewitt-rapist-visitation-rights/index.html?iid=article_sidebar
** "Raped, pregnant and ordeal not over" CNN 23/08/2012 http://edition.cnn.com/2012/08/22/opinion/prewitt-rapist-visitation-rights/index.html?iid=article_sidebar
*** "El Supremo rechaza los conciertos a colegios de
educación diferenciada por sexo" Público 22/08/2012
http://www.publico.es/espana/441271/el-supremo-rechaza-los-conciertos-a-colegios-de-educacion-diferenciada-por-sexo
Dos "grandes cerebros": el ajedrecista Bobby Fisher y Susan Polgar, una de las grandes jugadoras |
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