Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Si son
auténticas, malo; y sin son falsas, peor. Las fotografías de tres chinos difundidas
por Sina Weibo —el twitter chino— tal
como Dios los trajo al mundo, pero creciditos, tapando sus vergüenzas con dos
jóvenes que hacen el signo de la victoria en una "orgía", ha causado
una auténtica conmoción en el país al ser identificados como dirigentes políticos.
El titular de La Vanguardia, donde
leo la noticia, es rotundo: "La orgía de dirigentes políticos chinos
escandaliza el país". Como China es muy grande —lo siento, pero hay que
partir de lo obvio— esto implica un enorme escándalo. Nos cuenta el diario:
El Partido ha emitido un comunicado para calificar el asunto de
“calumnias maliciosas", anunciando una demanda contra los responsables de
esta "campaña de difamación". Sin embargo, el pasado lunes la web del
Diario del Pueblo, el periódico oficial del Partido Comunista Chino, anunció
que Wang había sido destituido de su cargo y puesto bajo investigación.
Las fotos que retraen [sic] tres hombres y dos mujeres desnudas en una
habitación de hotel en China están circulando sin parar en la red. Minsheng
Wang ha sido acusado de liderar un 'Sex Party' después de que su fotografía
fuera publicada junto con las fotos de la orgía, para realizar una comparación.
Entrevistado por el Diario del Pueblo,
Minsheng, dijo que las imágenes son falsas y retocadas y también explicó de
haber sido víctima de personas involucradas en escándalos de corrupción.
Algunos afirman que el escándalo es una distracción para desviar la atención
pública desde el juicio a la esposa de Bo Xilai, el exlíder político expulsado
por el Partido Comunista Chino.*
La
teoría de que para tapar la corrupción de Bo Xilai se destapa un caso de
exhibicionismo orgiástico con miembros del gobierno me parece demasiado
sofisticada. Seguro que a todos se les ocurre algo mejor. Y hay varias cosas que me
hace sospechar. ¿Por qué el signo de la victoria? ¿Por qué son impares? ¿Por
qué no se han quitado las gafas? Como orgía de corruptos funcionarios me
parece, incluso, un poco cutre; no es el Sands Macao, del que hablábamos ayer. ¿Es una orgía "recortada", una orgía
austera, un reflejo de la contracción de la economía china? Si la corrupción da para tan poco, desde luego, no merece la pena. A lo mejor no lo entendemos por diferencias culturales
insalvables.
Rebusco
en Internet y el único Minsheng Wang que me aparece es un taxonomista de
hormigas, un científico. Como dudo de que los taxonomistas de hormigas lleguen
muy lejos en la administración china, aunque de ellas se puede aprender mucho
sobre la organización social, deduzco que Minsheng Wang, presuntamente alguno
de esos tres hombres que lucen orgullosamente su epidermis, tiene que ser otro.
Me aparecen empresas, hasta un humorista, pero no el Berlusconi chino que
organizó el bunga-bunga. Sigo buscando.
Encuentro
finalmente una web que ofrece los rostros de los funcionarios comparándolos con
los alegres juerguistas y no se parecen apenas. Tienen un aire, todo lo más, y eso en
China no es nada. Pero si mandas por el móvil las fotos, todo el mundo se
parece un poco, claro. Y además, ¿cómo vas a saber a quiénes se parecen si no
conoces al original? Si veo una foto de políticos que conozco en cueros vivos, como en el caso de político norteamericano Anthony Weiner, por ejemplo, puedo decidir si son ellos o no, pero ¿cómo diablos voy a saber si son o no
personas desconocidas? Por lo que veo en la foto de La Vanguardia, podría ser una versión
china del reality alemán I Love Lloret —el que hizo amenazar al
consistorio con declarar persona non grata al productor—, un casting para Oh! Calcuta!, que por fin llega a China,
una despedida de soltero, una ola de calor... o vaya usted a saber.
¿En qué se parecen? |
En otra
web, Offbeat China, nos aclaran que no eran ellos, los de la foto, los políticos cuestionados:
[...] the official Weibo account of Lujiang,
announced that these photos, originated from cs.voc.com.cn, were of three pairs
of swingers from the city of Kunming in Yunan province and have nothing to do
the officials in Lujiang – it’s just that these swingers look very much like
the officials from Lujiang.**
La aclaración aparece con fecha de 9 de agosto, así que ya
han pasado unos cuantos días desde que quedó zanjado el tema, que reaparece en
nuestra prensa como serpiente de verano
o dragón chino de verano. Parece que llevamos algo de retraso.
En otra web sobre noticias de China, Tea Leaf Nation, se planteaba al hilo del escándalo la siguiente
acertada reflexión:
The proliferation of online rumors, and the
ease of creating them, cuts both ways. Those who would more tightly regulate
China’s Internet can point to these images as proof that netizens cannot be
trusted if left to their own devices. Those who would allow a more open Net can
argue that rumors flourish in the absence of free and transparent information;
in effect, that Chinese government has created the monster it is now trying to
tame.***
El congresista Anthony Weiner |
Una vez comprobadas las identidades, el "escándalo"
deja de ser la orgía política y pasa a serlo la orgía informativa. Los partidarios de una red abierta tienen sus
argumentos y los contrarios tendrán los suyos para ponerlos encima de la mesa.
Lo interesante del caso en China —en muchas partes del mundo circulan fotos
como estas sin demasiados problemas— es que nos muestra la omnipresencia del
gobierno en las mentes de todos. Podían haber encontrado parecidos con otras
personas, pero la sugestión funcionó en una dirección: el gobierno. Creemos lo
que queremos creer o a lo que estamos más predispuestos (y eso incluye a nuestros periódicos). Los que creyeron
reconocer a los funcionarios en aquellas fotos, estaban convencidos de ello. O quisieron creerlo, simplemente, porque cuando la política y la vida de los políticos no es lo bastante transparente se acumulan los rumores y se cree cualquier cosa.
No era "Photoshop", como dijo inicialmente el
gobierno, lento como siempre en sus reacciones y a la defensiva, por si acaso;
y tampoco eran los políticos señalados, a los que se identificó mal. Y es que
el desnudo despista. En un país bastante hermético todavía, lento en sus
informaciones y dudoso en sus contenidos, los rumores pasan a tener gran
protagonismo. Pero eso no significa que tengan que ser ciertos. La orgía
política se quedó en un intercambio de parejas.
Esperemos que los alegres juerguistas no paguen las
consecuencias.
* "La orgía de dirigentes políticos chinos escandaliza
el país" La Vanguardia
15/08/2012
http://www.lavanguardia.com/internacional/20120815/54337532947/orgia-dirigentes-politicos-chinos-escandaliza-pais.html
**
"Swinger party by government officials? Or distraction from Gu Kailai
trial? (Graphic content)" Offbeat
China 09/08/2012
http://offbeatchina.com/group-sex-by-government-officials-or-distraction-from-gu-kailai-trial-graphic-content
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