Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No es
frecuente que El País y El Mundo coincidan en la descripción de
las personas, pero una lo ha logrado, Susana Díaz, del PSOE andaluz, que acaba
de hacer de una sola tacada una primarias sin rivales, que se han quedado en
las "pre-primarias", que es esa zona dudosa en la que si te ayudan
arrasas y si no lo hacen te quedas por el camino. El Mundo titula "Susana Díaz: Presidenta antes que candidata"*;
por su parte, El País lo hace así:
"La escaladora de ‘ochomil’", e incluye dos aclaraciones a
continuación por si alguien no entiende el símil: "Susana Díaz es una
escaladora política nata" y "Tiene más currículo en los despachos del
PSOE de Andalucía que en las instituciones"**. El País la llama "la
alpinista de Triana".
Los
semblantes que ambos periódicos realizan —será por ser de Madrid— coinciden
plenamente: entró de jovencita en el partido, tardó diez años en hacer la
carrera de Derecho, no ha hecho otra cosa que trepar por la organización. ¡Ah, y
otra cosa!: su especialidad política parece ser el apuñalamiento de los que la
ayudan a ascender. Será presidenta por la retirada anunciada de Griñán tras el verano. Era la única duda que quedaba.
El ABC tampoco se queda atrás y titula si
concesiones metafóricas: "Susana Díaz, la sucesora de Griñán: de
profesión, política; especialidad, aparato". En su texto afirma: "Susana
Díaz vino al mundo en una sede del PSOE"***. El Correo de Andalucía llamaba a esto "larga trayectoria orgánica". Parece que Susana Díaz
despierta la inspiración colectiva: pluralidad de formas para llegar a la misma
conclusión, casi periodismo junguiano. Como decían de un conocido, estaba allí y le construyeron la sede alrededor.
Dicen que unos la "odian" y otros la "admiran", que no es lo contrario; te pueden admirar por muchas cosas. No he visto comentarios amables hacia ella. En España se sospecha de quien todos hablan bien y se valora que todos hablen mal de ti. Lo consideran un mérito, como ocurre con algún ministro actual.
El País cierra así su semblante de Susana Díaz:
Algunos mantienen que Griñán ejerce con ella
de Pigmalión, aconsejándole lecturas y películas. Otros discrepan de esta tesis
y subrayan que no es Griñán el que la está cambiando, sino el cargo
institucional que ocupa.
Díaz es osada, pero no pierde nunca la
cabeza. Y es directa con sus interlocutores, los conozca o no; sean poderosos o
no. Puede llamarte a la segunda frase tesoro, cielo, corazón o canijo. Y otras
cosas.**
No se
especifican qué otras cosas puede
llamarte, pero reconocemos la figura estilística empleada por la autora del
artículo. Lo entendemos.
El Mundo, por su parte, señala:
Susana Díaz, de 39 años y
licenciada en Derecho tras diez años de carrera, es un prototipo de esa última
generación de políticos criada en las sedes de los partidos sin experiencia
laboral más allá de sus cargos orgánicos. En su versión andaluza, ha recibido
el apelativo de griñaninis (copyright
del periodista Francisco Robles).
Tan odiada por los críticos
andaluces como admirada por su presidente, Díaz ha tenido una carrera meteórica
de la mano de Griñán. Él ha visto en ella algo más que una killer del partido, reputación que se ha ganado a base de ascender
en el PSOE a costa de sacrificar a sus mentores. "No estoy en política
para hacer amigos", es una de sus frases habituales.*
La política local siempre ha gustado del realismo costumbrista,
de cierto regionalismo descriptivo de flora y fauna, de espacios y personajes.
Aquí no se cortan un pelo. Tener tan de cerca a los líderes y en espacios más
pequeños hace que la gente dé pelos y señales allí donde otros solo pueden
hacer trabajo grueso. Los conocen de cerca, sus carreras, méritos y víctimas; han
explorado los armarios y sus cadáveres. Los cadáveres políticos que se dejan en
los caminos son los que más hablan, aunque lo hagan bajito.
Todos parecen coincidir en que Griñán, según el modelo
español tan asentado, se deja bien atado todo. De esta forma puedes salir y
disponer de ciertas seguridades durante un tiempo. Nunca dejes que un crítico
de tu labor te suceda; no hablarán bien de ti.
Definida como "killer", ya no sabe uno cómo
entender las palabras de Griñán en el inicio del artículo de El Mundo: "Es una de las mayores
inteligencias políticas que he conocido en mi vida. Tengo mucha suerte de
contar con ella". Dado que Griñán se "retira", sus posibilidades
de no desaparecer por maniobras de su sucesora quedan reducidas, a menos que
trate de volver algún día o ella sienta que le roban protagonismo. Los diarios
dan todos ellos cuenta de los procesos de amor
odio, ascenso de ella y defenestración de sus padrinos, llevados a cabo por
Susana Díaz en su carrera. Forman parte de su currículum político, a falta de
otro.
Quizá la unanimidad periodística se deba a motivos no
achacables ni al centralismo ni al machismo, que son las armas más
socorridas en estos casos. Quizá la unanimidad de los diferentes puntos de
vista que los periódicos encarnan, en este caso, se deba a que interpretan que
la sociedad está pidiendo el cese de este modelo de promoción política y piden
otro tipo de movimientos que permitan que no caiga la bolita siempre en el mismo
número, algo que sucede con demasiada frecuencia.
La maneras son las mismas. A la generación que ha ocupado el
poder durante décadas, tanto el interno de los partidos como el de las
instituciones, le sigue apeteciendo dejar sucesores (se utiliza en la prensa el
término "delfín") elegidos dentro de procesos de formación en los que
los han seleccionado a su imagen y semejanza.
La sociedad está pidiendo otro tipo de políticos. De esta
manera, solo se consigue despertar el rechazo, el aburrimiento o —peor— que la
política es una actividad en la que hay que ascender mediante reglas internas
—reglas de las tribus y clanes— que nada tienen que ver con lo que la sociedad
necesita y demanda: personas con una preparación para enfrentarse a los
problemas que se le plantean a la sociedad. Acumular políticos que lo único que
conocen es el aparato y su forma de supervivencia en él es negativo para el
conjunto de la sociedad, a la que se le pide que refrende a los supervivientes de las luchas internas de los partidos. Te entrenan para una cosa y te destinan a otra. Lo que cuentan los diarios de que Griñán le recomienda
libros y películas para aumentar su cultura general es enternecedor.
Le deseo lo mejor en su vida política a Susana Díaz, que
honre a sus padres políticos, bendita la
rama que al tronco sale, etc., etc., pero más que su felicidad y ascenso de
sus "primeros ocho mil", como dice El País, me preocupan los millones
de andaluces que están limitados a ver cómo las tan cacareadas renovaciones se
quedan en operaciones sucesorias. Una vez más, se ha escamoteado cualquier debate o crítica. El ejemplo andaluz es solo uno más. De aquí no se
va nadie sin hacer un último gesto, de autoridad y generosidad: dejar sucesor,
que el líder de la joven camada reciba el pago por la fidelidad y servicios
prestados. Esa es la regla de oro de la política española: busca buena sombra y
ten paciencia.
Gran Bretaña celebra la llegada del tercero en la línea de
sucesión al trono. Un bebé gordito y con mucho pelo. Los padres, prudentes, no
han querido decir a quién se parece más. El tiempo lo dirá.
* "Susana Díaz: Presidenta antes que candidata" El
Mundo 24/07/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/23/andalucia/1374609853.html
** "La escaladora de ‘ochomil’" El País 21/07/2013
http://politica.elpais.com/politica/2013/07/21/actualidad/1374423752_157801.html
*** "Susana Díaz, la sucesora de Griñán: de profesión,
política; especialidad, aparato" ABC 24/07/2013
http://www.abc.es/espana/20130724/abci-susana-diaz-sucesora-grinan-201307241003.html
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