Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No nos
entra en la cabeza el modelo norteamericano de "defensa" que ha
puesto en libertad a George Zimmerman, el vigilante que "se sintió amenazado"
por el joven Trayvon Martin porque era negro y con capucha, joven y armado con un paquete de caramelos y una lata de refreso. Un jurado compuesto
por seis mujeres, cinco "blancas" y una "hispana", según
sus clasificaciones cromáticas, ha decido que Zimmerman es "no
culpable", que es como decir que lo que pasa en el callejón queda entre el
verdugo y la víctima. En unas calles cada vez más solitarias por los riesgos
que implican no solo la delincuencia sino los vigilantes de los delincuentes es
cada vez más difícil que haya testigos que aclaren algo. La soledad lleva a la
impunidad: la palabra del vivo contra la del muerto. Sin testigos, siempre hay "duda razonable".
La BBC
plantea así el fondo ideológico de la cuestión:
La casa de una persona es su castillo, reza
la conseja popular. Y dentro de él esa persona tiene derecho a defenderse de
intrusos y agresores, incluso con fuerza letal, si lo considera necesario. Es
una vieja noción con ribetes medievales que ha pasado a la juridisprudencia [sic] anglosajona moderna como la
Doctrina del Castillo.
Pero últimamente en Estados Unidos nuevas
leyes han ampliado el tamaño del castillo en el que es legal defenderse, que ya
no se limita al hogar, sino que se ha extendido al sitio de trabajo, el
vehículo personal y a todo espacio público donde un individuo tenga derecho a
estar.*
"Donde
tenga derecho a estar" es equivalente a "donde tenga derecho a
sentirse molestado", que en el fondo es lo que establece la doctrina. La
denominada doctrina "Stand your ground" legaliza a su manera la
situación en la que uno se convierte en intérprete de una ley de forma
instantánea. Si esta es mi zona, yo
decido cuándo se aplica la ley. Aquí el que juega con blancas, gana
siempre. Siempre que se aplique en el sitio correcto, independiente de lo que
ocurra, la ley le declarará inocente. Es por tanto el espacio, el que determina la legitimidad del acto: si lo hago fuera
de "mis límites", paso a ser considerado el agresor y no el defensor.
La
doctrina "Stand your ground" es sobre todo una doctrina espacial, reivindica
el derecho a decidir sobre un espacio. Es, por tanto, una doctrina derivada de
la propiedad, que como bien señala la BBC se ve ampliada a otros lugares o
propiedades. El principio es el siguiente:
"Una persona que no esté envuelta en una
actividad ilegal y que es atacada en cualquier otro lugar donde él o ella tenga
derecho a estar no tiene la obligación de retirarse y tiene el derecho a
mantenerse en su lugar y responder con fuerza, incluso fuerza letal, si él o ella
razonablemente cree que es necesario hacerlo para prevenir la muerte o grave
daño físico a sí mismo o a otra persona o para prevenir la comisión de un
crimen violento".*
Es tal
la apertura de las causas y sobre todo tan
interpretable que deja todas las decisiones en manos de quien tiene el arma.
Si el joven Martin se hubiera defendido del ataque de Zimmerman para salvar su
vida habría sido condenado porque no estaba en el "lugar adecuado"; el único derecho que le quedaba era dejarse matar, ya que huir no le sirvió de nada.
El argumento de que pasaba por allí camino de su casa no habría sido creído y
la soledad se hubiera vuelto en su contra. El hecho de que a alguien le pueda
parecer peligrosa la presencia de un "vigilante" y se retire, ya puede ser
considerada una "conducta sospechosa" —huyes de algo— que active y
justifique su deseo, ratificado por la ley, de "defensa". Zimmerman persiguió a Trayvon
Martin desoyendo los consejos de la Policía.
El
segundo aspecto, que es el que ha hecho estallar las protestas, es el racial,
cuyo fundamente se recoge en la propia psique del vigilante al valorar los
"peligros" que supone encontrarse con una persona negra en las
calles. La "creencia" que la ley ampara no es más que la
sacralización del prejuicio, que es lo que esta muerte, que no ha sido
considerada un "crimen" sino un "derecho", consagra. El
mismo espíritu que mantiene la ley viva tiene que justificarse en sus
sentencias; es la lógica circular de la sin razón. La ley solo se puede
mantener viva dando la razón a los que la practiquen.
Hace una año, las calles de Estados Unidos se llenaron de personas de todos los estratos y colores que se pusieron capuchas para señalar que eso no era un delito y que no justificaba tu muerte a manos del primer visionario de la defensa que te encontraras. Hoy las
protestas que se levantan en muchos lugares muestran que
todavía queda mucho camino por recorrer, que el modelo "de frontera"
no es el que se debe utilizar en una sociedad moderna. Eso sí, por los caminos adecuados, no vaya a ser que alguien
considere que son de su propiedad y reivindique el derecho de disparar sobre
los que lo pisan de forma amenazante o con la vestimenta inadecuada.
*
"¿Cuándo es legal en Florida matar a alguien?" BBC 16/07/2013
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130715_eeuu_zimmerman_defensa_propia_cch.shtml
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