Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Que cualquier político sensato debe tratar de que no vuelvan a ocurrir disturbios como los de esta semana en Reino Unido es una obviedad. También lo es decir que el tipo de soluciones que cada político tome lo definirán. Y David Cameron tiene una personalidad muy definida. Es un poco un Sarkozy a la inglesa, eficacia dinámica con un ligero toque a la americana. A veces, hasta la forma de caminar define a una persona. Están, por ejemplo, los andares de Obama, con un toque Grease, y están los andares de Cameron, como si siempre cruzara con el semáforo en ámbar, decididos y directos.
La imagen política de Cameron se construye sobre otras muchas imágenes porque estamos en el reino de la imagen: su imagen se crea con las de la policía entrando en grupos armados hasta los dientes para sacar a un adolescente de una casa de la que han echado la puerta abajo o con las imágenes en pantallas gigantescas repartidas por las ciudades para identificar a los saqueadores o con esa foto urgente de los jóvenes “correctos” recibidos en la residencia de Downing Street.
Cameron recibe a los jóvenes correctos |
Esta última imagen, esa foto de familia generacional, no puede ser superada ni por nuestros políticos: chicos y chicas de todos los colores y vestimentas —con capucha, con chándal o con traje—, elegantes y hip-hop, con repertorio de peinados; una visita testimonial de los jóvenes que piden que “no se hable en su nombre”, pero tampoco se sabe muy bien en nombre de quién hablan.
Habría que alejar de una vez por todas estas tonterías fotográficas de la política, todos estos gestos publicitarios, y tratar de afrontar los problemas desde la realidad de las causas y las consecuencias. Pero las pantallas mandan por ahora.
Cuando se trata de afrontar los problemas, Cameron es directo. Ha dicho que ha hablado con la Policía y estos han reconocido su “error”: pensar que se trataba de un problema de “orden público” cuando se trataba de un “problema criminal”:
"Los jefes de policía han sido francos conmigo acerca de lo que pasó. Inicialmente la policía trató la situación como si fuera una cuestión de orden público, cuando en realidad era esencialmente un asunto criminal".*
La misma Policía que afrontó los sobornos de los diarios de Murdoch como un asunto periodístico, reconoce ahora otro error de evaluación más. A la Policía le habían sentado mal las críticas iniciales de Cameron sobre su actuación. Esa frase debe entenderse como la forma en que Cameron tiene de mantener su opinión inicial: la policía se equivocó, pero ya ha confesado. Curiosa la forma que tiene Cameron de manejar los problemas.
Cameron ha hablado de “toques de queda”, de intervención del ejército para patrullar las calles, de que perseguirá a los culpables hasta el fondo de no sé dónde, de los cortes en las redes sociales, etc. Pero sobre todo mucha foto.
Cuando a David Cameron se le ha preguntado por dejar en suspenso los recortes policiales anunciados, el Primer Ministro ha dicho que ¡ni hablar!, que los recortes de personal en la Policía seguirán adelante. La solución está en dejar las oficinas con los indispensables y en poner a todos los agentes en la calle.
¡No me toquéis las libras!, parece decir, el que esto arda no va a hacer variar mis presupuestos. Y es que los políticos de hoy son sus presupuestos. “El presupuesto es el espejo del alma”, podríamos decir. Es donde se refleja realmente la voluntad de hacer y no hacer.
Las fotos que Cameron se ha hecho con los jóvenes debería habérselas hecho con los jóvenes que por todo el Reino Unido le solicitaban que no recortara los presupuestos destinados a la juventud. A lo mejor, no hubiera sido tan fácil buscarse un sobresueldo con los sobornos de Murdoch si los policías se hubieran visto mejor tratados en los presupuestos.
Hay problemas que se crean o agravan cuando no se han resuelto problemas anteriores. Mientras Cameron siga pensando que los problemas sociales son problemas de “criminalidad”, Cameron no habrá resuelto ningún problema. Solo lo habrá metido entre rejas, presupuestarias o de las otras.
Menos fotos y mejores presupuestos. Las fotos son para calmar a la opinión pública; los presupuestos para actuar sobre la realidad. El dinamismo no se demuestra andando, sino haciendo.
* "Cameron anuncia nuevas medidas para frenar los disturbios", El País 11/08 http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cameron/anuncia/nuevas/medidas/frenar/disturbios/elpepuint/20110811elpepuint_7/Tes
Manifestación de jóvenes con una "carta" pidiendo que no se hagan recortes |
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