sábado, 5 de agosto de 2023

Los pactos y la educación

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La necesidad de hacer encaje de bolillos para justificar los pactos de Vox con el PP está llevando a un auténtico galimatías para que unos y otros no sean acusados de alejarse de sus programas a la vez que intentan encajar las ideas en aquello que ponen sobre la mesa. El problema de los partidos moderados —de derecha e izquierda— al tener que negociar el poder con grupos más radicalizados —de derecha e izquierda— es un ejercicio de cuadratura del círculo que pasa, como decimos, por cambiar las cosas pero que no se note mucho y siempre el descontento (y el desorden) en el interior de los propios partidos.

Así le ocurrió al PSOE con los conflictos de los barones con Sánchez cuando a este se le subían a las barbas los socios de Podemos. Ahora el descubierto es por el lado de los nacionalistas, que enseguida gritan sus peticiones para contentar a sus bases y demostrar que ellos sí que cumplen, mientras que son acusados desde fuera.

Lo del PP con Vox lleva el mismo camino que allí donde acabaron ya mal. No sé porqué se empeñan en estos pactos laterales. La impresión que se da  es de mercadeo constante y que los grupos radicales sacan mucho más de lo que obtienen los moderados, que es solo el apoyo para conseguir el poder. Sin embargo, el poder está siempre en el que tiene la llave y ese es el que puede disolver un gobierno dejando caer una moción de censura en el momento en el que sienta presionado.

El error de Sánchez fue siempre suponer que él podría controlarlo todo, algo que evidentemente no ha sido así. El mismo error va a cometer el PP cuando los socios de Vox empiecen a salirle por peteneras.

Leo en RTVE.es el futuro de estos dos socios: 

En materia educativa, PP y Vox han acordado garantizar la "libertad de educación y la libre elección de centro escolar", así como reforzar la inspección educativa para "preservar la calidad de la enseñanza, sacando la ideología de las aulas". Asimismo, prometen crear un "Cheque escolar" para que los padres puedan elegir el centro educativo que deseen, implantar la enseñanza de 0 a 3 años de forma gratuita y el Bachillerato concertado.

Por otro lado, se reformará la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de Aragón, aunque no han especificado el contenido o alcance de la modificación, y se derogará por completa la Ley de Memoria Democrática de Aragón.*

 

Son ganas de liarla porque  ¿qué es "sacar la ideología de las aulas"? Llamar "ideología" a todo lo que no te gusta es un error que les pasará factura. La ultraderecha (y parte de la derecha) ha descubierto el valor del concepto marxista de "ideología" —una especie de pseudo verdad aceptada como verdad—y lo aplica a todo lo que no le gusta. Lo suyos es "verdad", lo del resto ideología. Es, en cierto sentido, el modelo "yihadista": lo mío lo quiere Dios, lo tuyo es obra del diablo.

Lo de reforzar la "inspección educativa" para hacer esto supone un nuevo avance hacia futuros conflictos. Si se dispone ya de libertad de elección de centros, esto supone la creación de dos bandos enfrentados: la España verdadera frente a la España ideológica (o no España). La supervisión política de las inspecciones serán guiadas por esa "no ideología" enfrentada a lo que considera "ideología". El escenario perfecto para los conflictos.

Es sorprendente que en todos estos años que llevamos de democracia hayamos llegado a un punto en el que declaramos incompatibles las Españas idealizadas que cada uno tiene en su mente. Mientras que la democracia busca garantizar la convivencia y el avance social de todos, nos empeñamos en esta especie de Liga de Campeones política que, agravada con nuestras divisiones territoriales y tendencias al separatismo se ve agravada.

En algún momento deberemos descubrir que esta forma de planteamiento es destructiva para todos Los nuevos escenarios de la política se desarrollan con pasos de gigante hacia la radicalización y el cambalache. Los que marcan las "ideologías" son los radicales; la moderación y la búsqueda abierta de soluciones son vistas como debilidades que requieren otro tipo de políticos. El centrismo en todas sus variantes (liberalismo, socialdemocracia, etc.) se ha hundido dejando paso a un tipo de acción política basado en la controversia, en la descalificación y negación del otro. Y sin embargo, la política es la convivencia, es el diálogo para que la sociedad progrese. Para eso, claro está, hay que poder llegar a un acuerdo social sobre qué es el progreso. Pero eso es lo que nos falla.

Los ataques contra el feminismo en sentido amplio se están convirtiendo en uno de los ejes contra eso que llaman "ideología". Hay muchas formas de feminismo, claro, pero un elemento claro: evitar la violencia acumulada, histórica, contra ellas y fomentar la igualdad en cualquier aspecto.

Los ataques contra esto provienen inicialmente de las ultraderechas religiosas (cristianas, musulmanas y judías, en lo que nos interesa, aunque hay más). Si sentamos a tres radicales, uno cristiano, otro musulmán y uno judío, solo se pondrán de acuerdo en que hay que controlar a la mujer, que es inferior, una posesión del varón porque Dios se la dio. Discreparán en muchas cosas, pero los tres estarán de acuerdo en esto. Los tres tienen un concepto autoritario de la familia, con el varón en la cima.

Deberíamos pensar un poco más en esto y en su origen. Se está desarrollando una generación a la que se están acercando con ese mensaje de que el hombre es el que manda y posee. Y eso es muy peligroso. Violaciones en grupo por parte de menores se siguen produciendo. Hay algo más; se pensó que la igualdad se iría imponiendo con el avance de las nuevas generaciones. Ahora vemos que no, que aumenta cada año la "verdad" de que la mujer debe obedecer al hombre. Y se ve cómo violencia nacida de esa ideología inexistente llamada "verdad"" por algunos.

El PP sabrá lo que hace en los futuros conflictos. Hay incluido largos párrafos contra el "machismo", un concepto más corto que el de "patriarcado", que le parece "ideológico" e incompatible con el "natural" de "familia", sobre la que se vuelcan todos parabienes. Una familia "feliz" es un remanso de paz. Habrá que definir la "felicidad" para ver si coindicen todos en ella.


De nuevo vemos la obsesión demográfica con el aumento de la natalidad, propio de Vox (y de la ultraderecha norteamericana, la auténtica fuente de inspiración), para contrarrestar a los inmigrantes y su fuerza reproductora.

Algunos tratan de quitar tensión y resaltan en sus titulares que el que Vox haya aceptado poner su firma en un documento que habla de "violencia machista", pero es hacer juegos de prestidigitación con una mano escamoteando con la otra. No irán muy lejos porque es una cuestión de su definición. Eso no saca al PP de donde se ha metido.

Que los pactos se centren en cuestiones educativas es bastante obvio. Hay que modificar las "ideologías" para que se conviertan en "verdades". Por ello hay que evitar que se extienda. Es la misma guerra que se da en las Autonomías contra la "ideología" de España, es decir, su existencia. Son guerras con distintos motivos, pero con los mismos métodos. En este caso, la cuestión educativa les sirve para unir varias causas, del modelo de familia al feminismo o el modelo territorial. Lo ocurrido con PSOE y Podemos se repetirá: el pequeño presumirá de que gracias a él el grande se comporta como debe. Ellos sabrán. El error es siempre infravalorar al pequeño pensando que será controlable.

Entre unos y otros están devaluando lo esencial, que es la convivencia, para lo que es esencial el diálogo, la moderación. Pero no parece que se vea esto en el horizonte. 

 

* "Sacar la "ideología" de las aulas o derogar la ley autonómica de memoria: claves del acuerdo PP-Vox en Aragón" 04/08/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230804/claves-acuerdo-pp-vox-aragon/2453471.shtml

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