Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Si los
golpes de estado tienen algo aprovechable es permitirnos comprender su retórica
específica, su género discursivo. Cada vez comprendemos mejor estas formas
textuales mediante las cuales se interpreta y se busca que interpreten unos
determinado sucesos, una explicación que sirva para justificar lo acontecido.
Un golpe es un acto y el comienzo de una serie de discursos cuya función es
buscar el apoyo necesario de la población, por un lado, y mantener a distancia
a los tentados a intervenir, por otro.
Al ultimátum que le dieron y que finalizó ayer, la Junta Militar golpista de Níger contesta con sus propios argumentos, definitorios del género señalado. RTVE.es nos ofrece una síntesis de lo manifestado:
La junta golpista en Níger ha afirmado este domingo
que la Comunidad de Estados de África Occidental (Cedeao) completó "la
planificación de la guerra" contra el país africano y ha subrayado
que dos países de África central empezaron con un predespliegue de sus
tropas.
En uno de los tres comunicados leídos por el coronel
mayor, Amadou Abdramane, portavoz de la junta golpista autodenominada Consejo
Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), a través de la
televisión pública, la junta ha avisado que "sigue con atención los
preparativos de esta guerra por delegación".
La junta golpista ha denunciado que la Cedeao
planificó la acción militar "pese a la desaprobación de la población
nigerina" y de los países del mismo bloque regional.
"El CNSP toma como testigo la opinión nacional e
internacional y afirma que cualquier Estado desde el cual toda acción militar
es dirigida contra Níger será considerado como cobeligerante", ha indicado
la junta en el comunicado, número 22.
Además, la junta militar golpista en Níger ha
acusado a "una potencia extranjera" de preparar "una
agresión" contra su país en coordinación con la Comunidad
Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao).
En otro de los comunicados leídos por Abdramane, la
junta golpista asegura que tiene "informaciones concordantes" sobre
los preparativos de "las fuerzas de una potencia extranjera" para una
agresión contra el país y "contra su pueblo" en coordinación con la
Cedeao y con "grupos armados terroristas". La junta no ha citado ni
ha dado detalles sobre la potencia extranjera a la que se refiere.
En el mismo comunicado, número 24, los golpistas acusan
a la Cedeao de "estar a sueldo" de esta potencia extranjera y
advierten contra "cualquier injerencia en los asuntos internos de
Níger" y de las "desastrosas consecuencias de esta aventura militar"
sobre la seguridad, estabilidad y unidad de esta región.
El CNSP ha afirmado que el ejército del país
"está dispuesto a defender la integridad y honor" del país africano,
al tiempo que lanzó un "vibrante llamamiento" a los jóvenes
del país para "estar preparados para defender a la patria".*
Las declaraciones de la Junta golpista son un muestrario de los juegos retóricos que acompañan a un golpe de estado de estas características. En estas líneas se recogen las amenazas y conspiraciones de potencias extranjeras, los mensajes de salvación, las amenazas apocalípticas contra los que intenten detenerles y, finalmente, la exaltación de los valores de defensa de la patria.
Todo este encendido patriotismo contrasta, en cambio, con algo que se señaló desde los primeros momentos: la presencia de banderas rusas al viento entre las fervorosas masas que salieron a apoyar el golpe militar. Nuevas informaciones nos cuentan que ya han sido contactados los mercenarios del Grupo Wagner.
Llamaban la atención esas banderas rusas desperdigadas en la multitud desde el inicio. ¿Esta Rusia detrás de todo esto? Es más que probable, la gente no suele tener banderas rusas en casa en los países africanos (y en casi ningún otro sitio). No ha causado, por tanto, tanta sorpresa la llamada al Grupo Wagner para su intervención, que es como tener un as en la manga, una advertencia para los que quieran intervenir en Níger. Hoy desestabilizamos aquí, mañana allí.
Si Putin está detrás de estos movimientos en el Sahel, los objetivos, como mínimo, serían dos: sembrar conflictos en otra parte del mundo, lo que llevaría a nuevas riadas de refugiados hacia los países vecinos y, especialmente, hacia el norte, hacia Europa. Todos los conflictos en África se resuelven con oleadas migratorias hacia el norte, con esas peligrosas travesías que las organizaciones de traficantes de los países que deben recorrer aprovechan y acaban creando problemas en la frontera sur de Europa. Por otro lado y no menos importante, Putin puede tener ocupado —es decir, enriqueciéndose y ganando poder— a los Wagner. Que Putin está detrás de los proyectos de los Wagner creo que no ofrece mucha duda. Una cosa son los enfrentamientos por los errores en Ucrania, de los que el líder de Wagner responsabiliza a las autoridades militares rusas, y otra cosa el negocio de los mercenarios por África creando simultáneamente orden y caos. De esta forma, Rusia sigue aumentando sus vínculos con más países que manifiestan su rechazo a Occidente y se ponen a su sombra y disposición.
Mucho me temo que los efectos de las sanciones y frenos a la Rusia invasora de Ucrania son como carambolas a varias bandas y Putin tiene diseñado un plan en la sombra. Mientras que muchos países le plantan cara, Rusia está aprovechando el descontento y la desconfianza hacia Occidente, a la nefasta política colonial y postcolonial seguida por países como Francia, por ejemplo, en la zona. La memoria de los pueblos es mucho más duradera, especialmente cuando se incentiva como hace Rusia. La política colonial rusa —un factor esencial— tenía un sentido de continuidad, se ampliaba, dejando un país al que hubo que comprar Alaska y que tuvo bajo su dominio a parte de Europa. Rusia seguía la estrategia de poner distancia entre sus fronteras y Moscú, expandiéndose allí donde podía crecer. Eso lo pagaron con creces los países limítrofes, que eran absorbidos o le sirven de barrera, como Bielorrusia con Lukashenko actualmente. La oposición bielorrusa acaba de acusar a Lukashenko de "provocar" a sus vecinos "para ver hasta dónde puede llegar", algo que se parece a la estrategia que se sigue en Níger, es decir, ir "infectando" países como si se tratara de una epidemia. Ellos se "levantan" y los Wagner los "cubren" después.
Las banderas rusas en África no son causalidades. El colonialismo tiene sus efectos en el tiempo cerrando posibilidades. Lo que no saben los países africanos que hoy agitan las banderas rusas es que quedarán bajo gobiernos más autoritarios, sin freno a la corrupción y dependientes para todo de la madre Rusia y del padre Putin. Pero solo importa el poder.
Ya estuviera Rusia desde el principio o se haya incorporado aprovechando la necesidad de apoyos de los golpistas, será quien le saque más provecho. Para Níger se abre una época de represión en nombre de esas "intervenciones" extranjeras que planean su destrucción, según los discursos oficiales de los golpistas.
Rusia siembra distracciones por el mapa planetario, empezando por el lugar más desprotegido, África. Hay que intentar descifrar sus planes por lo que nos afectarán a todos en diferentes niveles, del económico (control de producción y exportación de materias, por ejemplo) al migratorio (huidas masivas). Pero es Putin quien juega con blancas, según parece.
* "La junta golpista en Níger afirma que la Cedeao ha completado la "planificación de una guerra" contra el país" RTVE.es / EFE 7/08/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230807/golpistas-niger-cedeao-planificacion-guerra/2453554.shtml
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