miércoles, 9 de agosto de 2023

Los nuevos libros de texto rusos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La Historia es una disciplina muy compleja en muchos sentidos. Quizá la cita más célebre sobre la Historia es aquella que apuntaba a que la escriben los vencedores. Como tal, surge en el siglo XIX como un auténtico soporte de los nacionalismos que se disgregan de la unidad de los imperios, sometidos a dinastías que creaban sus propios discursos, sus versiones oficiales. El mundo se tiene que justificar y refundar porque ya no es aceptable la estructura preexistente. La Historia cuenta y la Historia explica, justifica.

La crisis de la "gran Historia" es la del propio mundo y su capacidad de entenderse a sí mismo. Cuando los fundamentos son sometidos a revisión crítica, el concepto estalla y de los pedazos surgen "historias" más modestas en sus pretensiones que se alejan cuanto pueden del poder y suelen ser críticos con él en muchas ocasiones. Otros, en cambio, siguen a su sombra. La historia se vuelve plural y quebradiza, con múltiples versiones alternativas, en constante reescritura y discusión.

Donde antes algunos se atrevían a pensar en un movimiento prescrito para la "Humanidad", ahora saltan pequeñas e interesantes disciplinas, que van de la Historia de las Mujeres a la de la vida cotidiana, pasando por una historia oral que había sido considerada poco fiable. Todos quieren instaurar su historia porque es lo que da entidad; es el discurso, el signo, quien da la forma. Precisamente porque esa Historia absoluta salta por los aires es posible hacer historias parciales de casi todo, lo que permite muchas perspectivas.

Hemos visto en estos días pasados, por ejemplo, el problema que se la plantea al "histórico" Egipto cuando tiene que conciliar su pasado faraónico con otras "historias" más "africanas" y se le plantea el problema de cómo ven unos y otros ese pasado desde un presente más abierto. Cada uno usa la historia en su beneficio y para crear un discurso que vertebre el conjunto, el sentido de todo, que imponga un orden determinado. Un discurso oficial histórico puede entrar en conflicto con el discurso popular de un programa de televisión en donde se muestra a una Cleopatra "negra". Eso les resulta "intolerable" a muchos, incluidas las autoridades egipcias.


La Historia se hace con las Academias y por los académicos, con las revistas científicas, pero también con las series televisivas, con películas y novelas. El salto de la leyenda a la historia es hoy el regreso a la cultura popular que crea sus propios mitos y desarrollos, reescribe conforme a los gustos de públicos y gobiernos. No he visto, por ejemplo, artículos académicos sobre el nuevo cine histórico chino hacia el exterior, con sus películas heroicas de enorme presupuesto para fortalecer el "orgullo patriótico chino", tal como Estados Unidos usó el cine para crear su imagen bélica durante y después de la II Guerra Mundial. 

En el diario Albawaba leemos una noticia que nos recuerda todo esto. Su titular es "Russia glorifies war in Ukraine through school history books" y nos lleva al problema de la Historia en la Educación. Hemos hablando de medios, de cine, de académicos, etc. pero ningún elemento es más sensible que la educación a la Historia. Si su finalidad es crear el sentimiento de grupo y de trascendencia a través de la idea de "nación" y de "destino histórico" o cualquier otra fórmula que explique el devenir, el sistema educativo es allí donde aprendemos lo que somos y a dónde pertenecemos. La explicación se hace básica en este sentido. El "libro de Historia" define límites y explica causas, nos identifica, nos une y nos distancia de otros.

En el texto de Albawaba se nos dice: 

ALBAWABA- As the new school year approaches, Moscow has introduced a series of history textbooks that present a revised version of Russia's invasion of Ukraine, aiming to shape the narrative for the younger generation.

This move is part of a broader effort by the Kremlin, under the leadership of Vladimir Putin, to exert tighter control over historical accounts taught in schools.

The trend of influencing historical narratives within educational institutions has gained significant momentum since Putin's decision to initiate a full-scale war on Ukraine in 2022.

This campaign has resulted in a renewed emphasis on presenting the invasion as a "special military operation" undertaken as part of Moscow's perceived historical mission.

The targeted audience for this narrative shift is young Russians, with the new history book tailored for 11th-grade students, typically around 17 years of age.*

El día en que Putin salga del Kremlin (en cualquier forma o estado), se llevara el fantasma de un Rusia que escribió y describió a su gusto. Desaparecerán con él esos libros de texto que los niños rusos habrán aceptado.

Recuerdo el caso de una joven deportista que llegó a otro país. Su sorpresa fue mayúscula porque lo que veía cada día no se parecía en nada a lo que le habían contado durante años sobre el país en el que se encontraba. Había conservado su mirada crítica y lo que esperaba ver cada día no aparecía nunca. Decidió desertar y no regresó a su país.

El nuevo libro de texto para el inicio del curso cambia el mundo para que siga siendo igual. Los rusos deberán amar y dar gracias por tener la suerte de vivir bajo un gobernante que todo lo hace bien y que quiere lo mejor para ellos y la Santa Rusia. Rezarán cada día, con las bendiciones del Patriarca de Moscú, otro gran aliado de la Historia, porque Putin siga allí.

El libro de Historia no puede estar equivocado porque sería un contrasentido. Está escrito y lo escrito es verdadero, no puede ser un engaño. La verdad se oficializa en las escuelas, donde se va a aprender verdades. Cuando los niños escuchen algo en casa que contradice lo que pone en sus libros, se lo recriminará a los mentirosos. ¡Está en mi libro!

Albawaba


Se nos dice que los niños y jóvenes aprenderán conceptos como "desmilitarización" y, uno esencial, "desnacificación", mediante el cual comprenderán el generoso esfuerzo de la patria con Putin al frente para mejorar a sus queridos vecinos.

En el texto se recoge destacado un tuit sobre el asunto:

A new Russian history textbook for schools exposes long-term plans of Russia. Next Russian generation will know that Ukraine is a “nazi state”, that bolsheviks granted independence to Finland, that the West has stolen all Russian assets and many other interesting things.

    pic.twitter.com/9qw4KlqzrQ

    — Olena Snigyr (@olena_snigyr) August 7, 2023 

Estos fenómenos se dan allí donde el poder no tiene apenas resistencia o donde la desvergüenza puede sorprende a todos con sus desafíos. La tentación de escribir / reescribir la historia para mantenerse en el poder es grande. Hoy lo hacen efímeramente los gabinetes de comunicación llegando a manipular a sus lectores convenciéndoles de casi cualquier cosa.

En mis zappings diarios paso por el llamado Canal Historia y siempre están hablando de extraterrestres por llegar y de aquellos otros que llegaron y construyeron pirámides o cualquier otro tipo de obra que nos sorprenda. Me intriga que se dedique tanto trabajo e inversión a contarnos estas cosas una y otra vez. Una sociedad ignorante es la mejor víctima para la manipulación. Ese es un principio universal que vemos todos los días en muchos puntos del globo.

Lo malo es cuando las democracias comienzan a compartir técnicas con las dictaduras. Podemos entender que un dictador nos engañe para mantenerse en el poder. Pero si las mentiras se convierten también en Historia oficial en las democracias solo queda el aislamiento mental, el refugiarse en un mundo cerrado en el que no se deje entrar todo esto que nos ofende la inteligencia.

Hace apenas unos días comentábamos aquí otro "género", el de los discursos golpistas del poder en Níger. Es el comienzo del mismo proceso: crear una realidad a través de los textos. El poder necesita decirnos todo, hasta los mínimos detales para poder controlar el mundo. Solo los cientos de miles de retratos de al-Sisi en Egipto y una Cleopatra blanca; es un victoria épica en una batalla; es un golpe de Estado que dice que no le decían la verdad al pueblo de Níger, pero que ahora sí. Son los libros escolares de Putin. Todo son variantes del mismo proceso de control por los discursos.

Cuando Putin salga, pasará como Con las salidas de Stalin o Hitler. Los libros desaparecerán, los planes de estudios cambiarán y los niños —muchas familias lo lamentarán— no podrán reaprovechar los libros de Historia rusa de sus hermanos mayores. "¿Pero ha cambiado tanto?", preguntarán algunos padres. 

* "Russia glorifies war in Ukraine through school history books" Albawaba 8/08/2023 https://www.albawaba.com/editors-choice/russia-introduces-new-history-textbooks-commending-military-actions-ukraine-1529701

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