Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El uso
de las redes sociales para colgar mensajes que provoquen reacciones
conflictivas es cada vez más frecuente. Sus objetivos pueden ser muy diferentes
en su alcance, del desconcierto a desatar la violencia de todo grado.
Creo
que se pueden distinguir entre la violencia a distancia y la que busca
dificultar la convivencia enfrentando a los grupos. El grado de cohesión dentro
de los distintos estados es cada vez menor. En unos las fuerzas disgregadoras
se enfrentan a las centralizadoras, las diversas a las unitarias. En otros
lugares, esas diferencias son étnicas, pues los estados tienen varios pueblos
en su interior, siendo uno dominante. Esto es frecuente en países con diversos
grupos religiosos, en los que se esparcen bulos y falsas informaciones para
dificultar la convivencia. En otros la polarización política ha llegado a un
punto que se pueden hacer crecer rumores y falsedades contra unos y otros, como
en el caso de las falsedades sobre las elecciones en los Estados Unidos con
Donald Trump.
La
creación de rumores y falsedades crea un ambiente de confrontación creciente
que en cualquier momento puede estallar. Ayer hablábamos del poder de aquellos
que lanzan rumores sobre ventas o regalos. Miles de personas se desplazan y
compiten por lo inexistente. Pero allí donde hay un conflicto largo, estas
falsedades manipuladoras buscan directamente crean los enfrentamientos
llevándolos al límite. Saben cómo funciona este modelo de sociedad, saben
llevarlo al límite.
En la BBC, Akhil Ranjan, del BBC Global Disinformation Team, ha publicado el artículo titulado "Staged videos fuel religious hate and misogyny in India"* en el que da cuenta de diferentes falsedades destinadas a crear más conflictos de los ya existentes entre las comunidades hindú y musulmana. Se nos dice en su inicio:
In a video shared and watched by
millions of people in India, a man is seen attacking a person who is wearing a
black burka and holding a child. He then forcibly removes the burka to reveal a
man.
The message accompanying the clip
warns in Hindi that people should "be aware" of criminals using the
burka - a veil used by Muslim women around the world - to disguise themselves
and "kidnap children".
The video, published on YouTube
earlier this year, has been viewed more than 29 million times before it was
deleted.
But it did not show real events. It
was a dramatisation - a scripted performance with amateur actors.
Scripted videos, apparently created
for entertainment, are increasingly being shared on social media as true events
in India. Often accompanying the videos are false claims that stoke religious
hatred and misogyny.
India has witnessed growing tension
among religious communities, particularly between Hindus and Muslims, since
Prime Minister Narendra Modi's Hindu-nationalist Bharatiya Janata Party (BJP)
came to power in May 2014. Many of the false narratives that target these
communities also encourage moral policing against women.
This trend of dramatised videos has
reached multiple Indian languages, including Hindi, Tamil, Malayalam, Gujarati,
Marathi and Telugu. Sometimes, local media outlets have also mistaken staged
videos for news.*
El aviso de la BBC de que las imágenes no son verdaderas |
La actitud de las grandes empresas que controlan la comunicación es realmente difícil de explicar ante este tipo de sucesos. El artículo nos dice que muchos de estos vídeos contienen un mensaje de "advertencia" señalando que no son auténticos. Es un auténtico subterfugio pues apenas se pueden ver por la escasa duración o están situados en partes a las que no se llega. Son formas de cubrirse las espaldas. Pero el mal ya está hecho, es decir, se ha cubierto el objetivo de su producción y difusión, sembrar el odio.
Muchas veces los objetivos son políticos en un sentido amplio del término, que incluye los conflictos religiosos, étnico y polarizados. Otras veces buscan simplemente atraer visitas, ser compartidos por el mayor número de personas, aunque para ello tengan que apelar a todo tipo de conflictos sociales candentes.
18/08/2020 |
En el excelente reportaje de la BBC se entrevista a un responsable del un canal de éxito:
When the BBC asked Vikram Mishra,
the channel's owner, if he was aware that his videos were perceived as real, he
replied: "We all want to become a hit. I make videos that do well
according to the trends of society."
He said the videos are created only
for "entertainment and views, as our team of 12 people earn their
livelihood from our YouTube channel".*
Una cosa parece clara: la atención se presta a lo que se supone que es real. Es esto lo que permite interesarse, pero también es donde radica el peligro. La incapacidad de separar lo verdadero y lo falso se ha convertido en un grave problema psicológico y social. La mentira ha existido siempre, pero nunca había corrido tan deprisa ni con tantas "garantías". En unas decenas de años se preguntarán cómo pusimos en marcha un sistema que es imposible de parar en su difusión y consecuencias.
BBC mensaje falso. art. citado |
La respuesta es sencilla. Esto satisface a dos clases de grupos, a los que desean enfrentarse como sea y, en segundo lugar, a los que se enriquecen sin escrúpulos. Entre los que hacen del odio el centro de su vida y solo viven haciendo daño al otro y los que son capaces de disfrutar de un dinero ganado con mentiras y disfrutado con las manos bañadas en sangre, las redes son un negocio creciente. Racismo, misoginia, intolerancia... por todas partes, nos dicen los expertos, están creciendo.
Cuando empezaron a crearse redes fuera de los ámbitos educativos, los optimistas creíamos que sería la herramienta de difusión de la cultura, reduciendo diferencias. Parece que nos equivocamos y que unos mensajes tienen más éxito que otros.
27/02/2020 |
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