Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La
peculiar forma de entender el poder y el estado en Egipto por parte de los que
gobiernan (y la mayoría de los que lo padecen) lleva a que cualquier problema
social se considere "de estado", algo que generalmente suele suponer
que una afirmación por parte del presidente en el sentido de "exigir"
una respuesta.
Hay
muchas cosas que se pueden hacer desde el poder, de hecho, ese es el sentido
del "poder", actuar y solucionar. Pero también se hace necesario
entender dónde están los límites de la intervención, dónde están los campos de
actuación posible. Por ejemplo, todo el mundo entiende que solucionar los
problemas del asfaltado de las carreteras si se producen accidentes mortales
por su mal estado. Se puede asignar un presupuesto, programar una acciones,
etc. y pasado un tiempo debería descender el número de accidentes y con él el
de muertes.
En Egyptian Streets, Marina Makary publica un artículo breve con los datos recientes sobre el divorcio en el país, algo que hemos tratado aquí en ocasiones en estos años. El artículo, poco más que una nota que reproducimos íntegramente, se titula "Egyptian Divorce Rates See 5.9% Increase in 2022" apareció el 16 de agosto y en él se recoge lo siguiente:
A report published on 15 May by the Central Agency for Public
Mobilization and Statistics (CAPMAS) revealed that there was one divorce every
two minutes in Egypt in 2022. Egypt saw a total of 269,800 divorces in 2022, a
5.9 percent increase from the 254,800 divorces witnessed in 2021.
Cairo and Alexandria had the highest number of divorces, with 57,000 and
26,300 respectively. They were followed by Giza, Sharqiya, and Qalioubiya with
24,100, 19,000, and 14,200 divorces each.
The CAPMAS report also unveiled that Egypt registered 1.8 new marriages
every minute, with the number of marriages increasing to 929,400 in 2022, an
increase of 5.6 percent from the 880,000 marriages registered in 2021.
In December 2022, Egyptian Minister of Social Solidarity, Nevine
El-Qabbaj, announced that divorce rates in Egypt had risen to 25 divorces per
100 marriages.
Together with Al-Azhar and the Coptic Orthodox Church, the Ministry of Social Solidarity has been working to reduce the number of divorces in the country through initiatives such as ‘Mawadda’ (Cordiality) to raise awareness on the value and importance of marriage.*
Los regímenes autoritarios suelen tener un problema con las relaciones efecto-causa y a veces colocan los bueyes detrás del carro. El empeño de "resolver" el "problema" de los divorcios no es otro que la idealización de la "familia" como unidad de referencia para el propio estado. Es decir: el dictador es el padre que manda y el pueblo son los hijos que obedecen, de los que unos salen más tranquilos que otros. La "familia" debe funcionar porque el "estado" debe funcionar. Sin embargo, no es eso lo que ocurre porque se mantiene el modelo estándar como referencia, funcione o no, de forma inmovilista. La familia ha cambiado porque han cambiado las relaciones entre sus miembros e ignorarlo es lo que crea más problemas.
Familia y poder van de la mano. Por eso una sociedad democrática debe abrir sus relaciones familiares aceptando a las personas que la integran... o disolviéndose, como ocurre a través del divorcio o de cualquier otra fórmula.
La creación de una familia autoritaria, basada en una autoridad central indiscutible, no es hoy aceptable porque no responde a la realidad social y cultural. Los intentos de imponerla están destinados a crear más tensiones y conflictos, ya que deben resolverlos de forma adecuada. El divorcio pasa a ser la única vía allí donde es factible.
La sociedad egipcia, por el contrario, ve el problema en el divorcio y no en lo que lleva a él: un sistema patriarcal y autoritario que, con el apoyo de la poligamia, permite al hombre tener varias familias y no le exige responsabilidad. Ha habido intentos de exigir al marido que declare si tiene otras familias para que la esposa esté enterada.
Los matrimonios forzados, decididos por la familia, son otra de las vías conflictivas. El matrimonio es una forma de movilidad social, de conectar y ascender en la escala a través de los hijos; ocurre especialmente con las hijas, a las que se les busca candidatos que se les meten en casa, les guste o no). Las familias tienen un peso decisivo y están presentes en las vidas de los nuevos matrimonios creando constantes tensiones.
Los casos que conozco muestran chantajes a las mujeres con los hijos, con las pensiones, etc. Las facilidades del marido para divorciarse o casarse de nuevo no tienen nada que ver con el suplicio que pasan las mujeres. Las mujeres divorciadas, además, quedan estigmatizadas frente la diferencia con el ex marido. Si se casan de nuevo pierden la custodia de los hijos que hayan tenido, porque el marido no admite que un hombre viva junto a sus hijos. Los intentos de movilizar a las autoridades religiosas, tanto musulmanas como coptas, tampoco han servido. Ya el nombre del programa creado para evitar divorcios, "Cordialidad", nos dice mucho sobre el enfoque.
No es una cuestión de mera "cordialidad", sino de que las mujeres de hoy ya no son las de antes, le guste o no al gobierno. Por ello, el "feminismo" es declarado en países musulmanes como parte de una conspiración occidental para destruir las bases de la familia tradicional, es decir, aquella en la que uno manda y los demás obedece.
Lo mismo explica las campañas de odio contra figuras que, como la fallecida Nawal el-Saadawi, reivindicaron los derechos de las mujeres y denunciaron el sistema normalizado de opresión. Hoy se las sigue odiando y cualquier publicación en las redes sociales desencadena reacciones en contra por parte de los furibundos defensores de la tradición. Cualquier cambio es recibido como un ataque por parte de quienes controlan la sociedad y el estado, que no son necesariamente los mismos.
Los intentos del gobierno, como se deduce del aumento de casos, no han servido de nada. Lo vemos cada vez en más sitios. La toma de conciencia de las mujeres sobre las manipulaciones que reciben se contesta con más dosis de tradicionalismo, es decir, de patriarcado activo. Se explica que algunos traten de evitar que se hable de derechos de las mujeres en las escuelas, considerándolo "ideología". No hay que ir muy lejos para comprobarlo. El modelo de familia tradicional se entiende como un antídoto. Sin embargo, todo modelo que condena a parte de los miembros de la familia a obedecer está condenado a producir frustraciones y más divorcios de los tolerables para el sistema.
* Marina Makar "Egyptian Divorce Rates See 5.9% Increase in 2022" Egyptian Streets 16/08/2023 https://egyptianstreets.com/2023/08/16/egyptian-divorce-rates-see-5-9-increase-in-2022/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.