Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La BBC en español nos da cuenta de un nuevo fenómeno en Rusia: la compra de casitas y apartamentos frente al mar en las zonas devastadas de ciudades como Mariúpol. ¿Los sabrán los que ondean banderas rusas en Níger? Nos lo contaban en un reportaje de RTVE hace unos días y del que nos han dejado la siguiente sinopsis:
Desde que el presidente Bazoum fue derrocado
el 29 de julio, la venta de telas se ha disparado. Sobre todo, las de color
blanco, azul y rojo que forman la bandera de Rusia. Muchos nigerinos se
manifiestan ondeando la bandera rusa y con carteles de "Abajo Francia,
viva Putin".
Lo de manifestarse con banderas rusas no es algo nuevo. Los protestantes de Burkina Faso y Malí la usaron tras sus respectivos golpes de estado y desde entonces el Grupo Wagner ofrece, dicen, seguridad y cooperación militar en ambos países. La creciente influencia en el continente empieza a extenderse ahora a Níger, estos movimientos generan gran preocupación en Occidente.*
La
cuestión rusa no es baladí. Podría parecer que Ucrania está muy lejos de Níger
y que lo que pasa en cada sitio se queda en sus respectivos lugares, pero nada
más alejado de la realidad. A lo que estamos asistiendo es a un fenómeno nuevo
en campo de la lucha de las superpotencias por el territorio por alejado que
nos pueda parecer.
El
fenómeno de las casitas en Mariúpol, el cambio al idioma ruso de carteles,
calles, etc. es el viejo modelo de la "rusificación", llevada o acabo
a lo largo de la historia. Antes se hacía mediante desplazamientos, ahora se
hace como promociones turísticas ofreciendo a los que están en lugares fríos el
"Benidorm ucranias". Sirve para rusificar, pero también para
recuperar gastos y poner en marcha los negocios que se mueven a través de la
construcción que, con toda seguridad, como todo lo demás, estarán manejados por
los amigos de Putin. El sector de la construcción siempre ha tendido a buscar
buenas conexiones con el poder, que es quien administra el suelo. La Rusia de
Putin no iba a ser una excepción, máxime teniendo en cuenta su
institucionalización de la corrupción mafiosa.
De esta
manera, primero van las bombas, luego los ejércitos y finalmente los miembros
del sector de la construcción, que posibilitarán que aquello se pueble de rusos
deseosos de tener una segunda casia junto al mar, como siempre debió ser. Tiene
sus riesgos, claro, pero para eso cuentan con la garantía de la Santa Rusia, de
su relación especial con Dios, la Verdad y la Historia, todo ello garantía. Si
son jubilados, lo más que piden son unos años tranquilitos, poco más. Seguro
que el estado les da facilidades de pago y les asegura la pronta entrega de las
llaves. ¿Cabe mayor seguridad en la victoria final?
Nos
cuenta la BBC sobre los nuevos propietarios:
"He encontrado una propiedad. Mariúpol será una ciudad preciosa", le dijo a la BBC Vladimir, de la ciudad ártica rusa de Murmansk.
Tanto él como otras personas con las que habló la BBC no quisieron que se publicara su nombre completo.
Vladimir se encuentra entre las decenas de rusos que han estado buscando propiedades en los últimos meses en la ciudad ocupada en VKontakte, la red social más popular de Rusia.
Vladimir dice que ya ha vendido su piso en su ciudad natal y que pronto se mudará a la casa de Mariúpol con su familia.
"Lo principal es que está frente al mar", declaró a la BBC y añadió que apostó por comprarla porque los precios son bajos.**
¿Saben los rusos dónde se están metiendo? Probablemente se crean todo lo que les cuentan en los medios oficiales (apenas quedan otros). Los precios están bajos no es una frase muy patriótica, pero muestra bien los manejos de Putin, su nueva versión de las ocupaciones rusas del territorio. Recordemos que hubo que comprarle a los rusos Alaska. De no hacerlo probablemente hubieran llegado hasta la Patagonia sin demasiados problemas. El límite hacia América quedó fijado, pero no hacia Asia, donde disputa zonas con otros países, con contentos con lo que tienen.
Lo de Níger, en cambio, es otro modelo de negocio. El sector textil se está haciendo de oro, nos cuentan en RTVE.es, gracias a las compra de materiales con los colores de la bandera rusa. Es un signo hacia el interior (estoy con los militares) y doble hacia el exterior, "I love Rusia" y "I hate Occident", especialmente a Francia, cuya mentalidad en la zona se sigue personificando bajo el concepto de "gendarme". La bandera rusa simboliza el rechazo y la esperanza de negocio. Se empieza con la bandera y luego se extenderá. Eso esperan.
El
negocio de los rusos no son las banderas, sino la presencia del Grupo Wagner,
la privatización de la guerra y la
venta de protección en la mejor tradición norteamericana del film noir, donde los gánsteres vender
"protección". Pese al susto de hace unos días, el "negocio
Wagner" está asegurado, aunque haya que cambiar algún líder díscolo si es
necesario.
La idea
de que Rusia pueda estar como aval de los golpes de estado que se están
produciendo en África no es nueva. Las desastrosas políticas coloniales y
postcoloniales de las potencias como Francia, Reino Unido, etc. han desembocado
en unas fáciles manipulaciones en favor de un sentimiento pro ruso. Rusia actúa
como el "buen protector", el que te ama a pesar de tus errores, de
violaciones de derechos humanos (un invento occidental, como dijo al-Sisi en
Egipto). Para Putin un aliado es un amigo a muerte. Por eso tiene tantos
"buenos amigos dictadores".
Ahora muchos tendrán dudas entre comprar un piso con vistas al mar en Ucrania o irse de vacaciones a Níger o algún otro país donde te reciban ondeando banderas. Las sanciones en los lugares turísticos tradicionales obligan a estos cambios.
La ciudad de Mariúpol antes y después de los bombardeos (EFE)
*
"Crece la venta de banderas rusas en Níger tras el golpe de estado"
RTVE.es 9/08/2023
https://www.rtve.es/play/videos/modo-digital/crece-venta-banderas-rusas-niger/6949329/
** Adam
Robinson, Erwan Rivault y Olga Robinson "Los rusos que buscan su casa soñada
en los nuevos edificios de Mariúpol, la ciudad ucraniana destruida y ocupada
por Moscú" BBC 16/08/2023 Mundo
https://www.bbc.com/mundo/articles/cd1xjrdrr2wo
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