Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Me temo que el Papa Francisco se ha equivocado. Acertado muchas veces, moderado, prudente, esta vez se ha equivocado de una forma bastante absurda. Lo ha hecho en uno de esos temas que está meridianamente claro para la inmensa mayoría y solo oscuro para algunos. Luego llegan las explicaciones, los desmentidos. El tema es la "cuestión rusa", podríamos llamarla así.
En RTVE.es
titulan " El papa Francisco indigna a
Ucrania al destacar el imperialismo ante los jóvenes católicos rusos" y nos explican el motivo de
esta indignación así:
El llamamiento del papa Francisco a la juventud rusa para que honre el legado del Imperio ruso ha sido recibido en Ucrania con decepción, aunque el Vaticano ha asegurado que el pontífice no alentó durante su discurso ideas "imperialistas" durante su intervención.
Estas palabras se pronunciaron el 25 de agosto cuando el pontífice se dirigió mediante una videoconferencia a los jóvenes católicos rusos que se habían reunido en San Petersburgo.
"Sois descendientes de la gran Rusia: la gran Rusia de santos, gobernantes, la gran Rusia de Pedro I, Catalina II, ese imperio, grande, ilustrado, de gran cultura y gran humanidad", dijo el papa, quien llamó a los destinatarios de su mensaje a "no ignorar nunca esta herencia" y les agradeció por su "forma de ser rusos".*
No es de extrañar que en Ucrania, que conocen mejor (y padecen) aquellas referencias histórica que el papa Francisco ha hecho, se hayan indignado. Las palabras, por mucho que se digan en la aclaración vaticana que "no alientan" al imperialismo ruso, lo cierto es que le dan indirectas bendiciones proclamándolo una gran gesta. El mensaje ha sido algo peor que indignante para los ucranianos; muchos católicos del mundo entero se habrán sonrojado al escuchar esa defensa de la "gran Rusia", el país que está situado a la izquierda y a la derecha de un mapa mundi. Y demos gracias a que se les compró Alaska, pues había una gran Rusia "americana". Quizá, el papa Francisco, como argentino, hubiera hablado ruso hoy si no se hubieran parado ampliando su imperio, pues no se trataba de otra cosa. Rusia, como Unión Soviética, llegó hasta el centro de Europa, pues es una de sus señas de identidad no retirarse por la buenas de aquella zona que pise. Los llamados entonces "países del Este" eran sicarios colocados para beneficio de la URSS que mandaba los tanques cuando había alguna sublevación popular, como ocurrió en distintos países. Pero Rusia los sigue considerando como suyos, que algún día volverán al seno de su imperio. Esa es la historia de Rusia y es su mentalidad.
Putin la ha recuperado y se ha basado en ella para mantener a su lado el apoyo popular ante la "grandeza perdida" y que ahora toca "reconquistar".
Lo de la "humanidad" rusa será la de los espíritus de bien, porque en Rusia se abolió la llamada servidumbre de la gleba en 1861. Hasta entonces, los campesinos eran propiedades ligadas al suelo, por lo tanto esclavos reglamentados, que cuando huían era considerado un delito muy grave.
Sobre la "gran Rusia" y su "santidad", la que se pone como "modelo" a los jóvenes católicos rusos, me gustaría simplemente dejar aquí unas líneas de la obra de Turgéniev Padres e hijos (1862), que nos deja algunas ideas interesantes al respecto:
Las alusiones a la política también fueron infructuosas. Un día el viejo habló del progreso y la inminente liberación de los siervos, y pensaba que despertaría el interés de su hijo, pero este dijo con tono indiferente:
—Ayer, al pasar junto a la cerca, oigo cómo unos niños campesinos, en vez de cantar alguna canción antigua, vocean: «Llega el tiempo propicio, el corazón siente el amor». Ahí tienes el progreso.
A veces Bazárov iba a la aldea y, con su tono burlón habitual, entablaba conversación con algún campesino.
—Bueno, hermano —le decía—, cuéntame cuál es tu visión de la vida: dicen que toda la fuerza y el futuro de Rusia está en vosotros, que sois el comienzo una nueva época en la historia, que nos daréis una lengua auténtica y leyes.
El campesino o bien no contestaba nada, o bien pronunciaba algunas palabras del estilo:
—Nosotros pudemos… También, porque, o sea… Por ejemplo, qué posibilidades tengamos.
—Explícame cómo es vuestro mundo —le interrumpía Bazárov—, ¿es ese mismo mundo que se sostiene sobre tres peces?
—Padrecito, es la tierra la que se sostiene sobre tres peces —le explicó el campesino poniendo una entonación tranquilizadora, patriarcal y benevolente—. Y a ese mundo nuestro se opone, como es sabido, la voluntad del amo, porque ustedes son nuestros padres. Y, cuanto más severo sea el señor, mejor para el campesino (cap. XXVII trad. Joaquín Fernández-Valdés Roig-Gironella)
El desprecio de esa nobleza rancia hacia los campesinos, propiedades junto a la tierra, se siguió manifestando. Para esto el apoyo de la iglesia, de los popes, para mantener a los campesinos bajo cuerda.
Hoy vemos que el Patriarca de Moscú bendice a Putin y sus acciones. A este le vemos con cara de no haber roto un plato, con un cirio en la mano, protegiendo la llama como si su extinción nos trajera la oscuridad al mundo. Rusia, en cambio, es la "santa" que alumbra y protege al mundo.
Se ha equivocado el papa Francisco. Tienen razón los ucranianos para sentirse dolidos por unas palabras que, signifiquen lo que signifiquen para el Papa, significan lo que significan para los que las han escuchado.
Da igual cuál fuera su intención. Lo importante es que los imperialistas que aplauden las acciones invasoras de Putin verán en ellas un respaldo claro a su política de acabar cubriendo el globo.
La tradición rusa es imperialista y lo ha sido antes, durante y después de la revolución bolchevique. Lo que hizo Stalin fue precisamente aprovechar los canales de servidumbre instaurados por esos "nobles ilustrados", que solo lo eran para ellos mismos, en más de un siglo, para cambiar el poder y seguir exigiendo la obediencia y la expansión hasta donde los límites lo permitan. Fueron los intereses de la nobleza y los terratenientes los que fabricaron los mitos nacionalistas de la "gran y santa" Rusia". Para "salvarte", Rusia te invade. La "santa Rusia" tenía muy poco de santa.
La Rusia ilustrada lo fue en dos formatos: la nobleza que se modernizó pero que no quería renunciar a sus privilegios manteniendo las distancias con el pueblo, al que consideraba ignorante, por un lado, y por otros los ilustrados que querían un cambio social real y que acababan en el exilio. Me temo que lo que ha citado el Papa va en el primer lote.
Hoy Rusia sigue con el mismo formato imperialista que tenía cuando había zares y después soviets. El Papa se ha equivocado. Los ucranianos tienen razón para sentirse dolidos e indignados.
* "El papa Francisco indigna a Ucrania al destacar el imperialismo ante los jóvenes católicos rusos" RTVE.es / AGENCIAS 29/08/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230829/papa-francisco-indiga-ucrania-imperialismo-jovenes-rusos/2454809.shtml
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