domingo, 1 de agosto de 2021

Las preguntas de la pandemia

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Como era de esperar, la pregunta aparece ya en titulares, como los de Antena3, "Por qué me he contagiado de coronavirus si estoy vacunado". La cuestión la llevamos advirtiendo desde hace tiempo, hay que tener cuidado con el uso de las palabras que generan expectativas poco claras.

Las alegrías explicativas, las metáforas, el uso incorrecto de determinados términos y explicaciones acaba generando desconcierto y frustración en los destinatarios finales de todos estos mensajes que se han ido elaborando. La imprecisión comunicativa o, peor, los juegos interesados (desde diversos ámbitos) acaban creando problemas de callejones sin salida, que es en el fondo lo que supone la pregunta señalada, cuya lógica responde a las expectativas creadas. De esto no se libran muchos expertos.

La pregunta por el porqué tiene su lógica. Se ha estado diciendo que las vacunas acababan con el problema. Hemos comentado aquí el despropósito de muchas personas que se vacunaban con el deseo de poder volver a hacer una "vida normal", que en términos de traducción popular significa "no tener que sufrir restricción". Desde esta perspectiva, la vacuna te convierte en "invulnerable". Una persona sin vacunar debe tener cuidado; una vacunada, no. Todo es como "antes". Los hechos te hacen enfrentare a una realidad muy diferente: me he contagiado pese a estar vacunado.

Los hechos nos arrastran a varias reacciones negativas: 1) las vacunas no funcionan y me han engañado; y 2) me han mentido los responsables. Es la forma de resolver esta contradicción entre lo ocurrido y lo que yo esperaba que ocurriera.

El artículo de Antena3 nos muestra con enorme claridad el mecanismo de preguntas y respuestas ante la sorprendente situación:

 

¿Por qué me he contagiado de coronavirus si ya estoy vacunado con la pauta completa? Esta pregunta se formula cada vez más en esta quinta ola de COVID cuyas cifras de contagio son elevadísimas. Aunque por regla general los inmunizados pasan una COVID leve con síntomas muy suaves y son muy pocos los pacientes que acaban hospitalizados algunos hay y se estima que en poco tiempo lleguen a superar a las personas no inmunizadas, y esto ¿por qué? 

José Manuel Jiménez, investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del King's College de Londres, y Manuel Franco, epidemiólogo y profesor de la Universidad de Alcalá de Madrid y de la Johns Hopkins defienden que esto es consecuencia de que la cobertura vacunal ha alcanzado una cota más que deseable y recuerdan que lo fundamental de los antídotos contra el Sars-CoV-2 no es evitar la transmisión sino evitar la gravedad del virus.

Menos ingresos y fallecidos

¿Son realmente las vacunas tan efectivas como nos cuentan los expertos? Para contestar a esta pregunta hay que tener presente que ninguno de los sueros que se administran actualmente es esterilizante, es decir, no previenen el contagio, su objetivo fundamental es impedir que las personas desarrollen una enfermedad grave y fallezcan.

"La efectividad de las vacunas hay que valorarla principalmente en la prevención de la enfermedad, los ingresos hospitalarios y las muertes. De hecho, lo que estamos viendo es que, aunque las personas vacunadas pueden infectarse, la infección suele ser asintomática o con síntomas leves", afirma el experto en infecciosas y doctor en Biociencias Moleculares por la Universidad Autónoma de Madrid. Con lo que su principal función "está más que cubierta", añade Franco.*

 


Las dos preguntas básicas del texto son 1) ¿Por qué me he contagiado de coronavirus si ya estoy vacunado con la pauta completa?, y 2) ¿Son realmente las vacunas tan efectivas como nos cuentan los expertos? Son de naturaleza muy distinta y plantean la primera la incredulidad —"he hecho todo lo que me han dicho y, sin embargo, he acabado contagiado"—, mientras que la segunda es un andanada doble ya que se dirige tanto a las vacunas como a los expertos. De lo que se duda es de los "expertos", ya que son ellos los que nos han dicho que las vacunas son eficaces y, sin embargo, no lo son. En esta pregunta se está cuestionando el sistema en su totalidad, el compuesto por las vacunas en sí y a los expertos que nos hablan de ella para que realicemos unas acciones determinadas. Esas acciones las realizamos porque, se nos asegura, tendremos unos beneficios determinados.

La respuesta de que "ninguna vacuna es eficaz al 100%" es evidentemente una salida poco convincente, pues no dice nada en sí. Es un juego de la fatalidad en donde te puede "tocar" hagas lo que hagas. Si es inevitable, pensarán algunos, actuaré de forma fatalista, que pase lo que tenga que pasar.

La explicación que se nos da en estos momentos es que la función de las vacunas —al contrario de lo que se ha ido diciendo— es minimizar los efectos de la enfermedad, tanto sobre las personas como sobre el sistema sanitario. "La efectividad de las vacunas hay que valorarla principalmente en la prevención de la enfermedad, los ingresos hospitalarios y las muertes", señala el experto consultado. Pero la idea de "efectividad", desde el punto de vista del que se la pone no es ese, sino la incapacidad de contagiarse y, por ello, la normalización de su vida, liberada de las prevenciones que tanto se la dificultan. En este sentido, se les ha estado hablando de "inmunidad", término que los propios expertos se encargan de enterrar con las nuevas observaciones sobre el significado y función de estar vacunado.



Si la inmunidad no es tal, la famosa "inmunidad de rebaño" tampoco puede serlo. Ha sido otro término que ha hecho fortuna, pero ha creado una imagen engañosa de lo que significa. Si yo me puedo contagiar de nuevo estando vacunado, ¿dónde queda la otra esperanza, la colectiva, la que se basa en el número? Esta vez, los expertos han tenido ampliar el esperanzador 70% inicial a cifras que oscilan entre el 85% y el 90%, que, —como veremos en poco tiempo— tendrán que modificar ante el aumento creciente de las variantes que surgen.

En el texto de Antena3 surgen más preguntas, pues una vez que comenzamos, es difícil eludir la lógica que las va uniendo. Esta vez es "¿Los vacunados pueden contagiar?". La pregunta es importante porque es la concreción de otra de las motivaciones para la vacunación. "Si yo estoy vacunado no contagiaré a otros" es una buena base motivacional. Mucha gente se ha vacunado por los que le rodean, ya que aparecían como víctimas de su propia forma de vida. El fatalismo del que pase lo que tenga que pasar es muy diferente si sabes que puede afectar a terceros a los que conoces. Muchas personas han decidido vacunarse para poder mantener los vínculos con sus familiares y amigos, para evitar contagiarles. La pregunta pasa a primer término ante los datos. Las respuestas que se dan en el texto son:

Los CDC de Estados Unidos han publicado un informe en el que se expone que tres cuartas partes de los contagios que se registraron en la ciudad de Cape Cod en eventos públicos eran personas ya vacunadas con la pauta completa. En su organismo se encontró una cantidad de virus similar al de los no inmunizados lo que sugiere que los vacunados pueden transmitir la variante delta, a diferencia de otras cepas. Pero entonces surge otra pregunta: si pueden contagiar ¿es efectivo pedir el certificado de vacunación en interiores?

Las personas vacunadas se pueden infectar y contagiar el virus. Ahora, la probabilidad que tienen de infectarse y transmitir el virus va a ser "considerablemente menor" que la de quien no lo está, con lo que "la vacunación sigue siendo una de las mejores armas que tenemos para limitar las infecciones y la circulación del virus", aclara Jiménez.*

 

Como vemos, el hábito de preguntar acaba llegando a situaciones en donde las contradicciones comienzan a ser más incómodas. La pregunta sobre la eficacia de los "pasaportes" es pertinente y se centra en el siguiente paso, por decirlo así, la separación entre vacunados y no vacunados. Si estando vacunado me puedo contagiar y contagiar a otros, ¿qué problema hay en que estemos juntos? Como hemos visto —y a pesar de lo que dice el experto—, el aumento de la vacunación no ha "limitado" las infecciones ni la circulación del virus, con cifras disparadas, con las UCI de nuevos llenas y con las asistencias al borde del colapso. Muchos de esos nuevos contagios son más leves, evidentemente porque la vacuna reduce la gravedad, que es lo que se busca.

Un nuevo problema se presenta con uno de los focos que más problemas ha dado, el de las residencias de mayores. En RTVE leemos:

 

Aunque la vacunación reduce los síntomas, estos siguen afectando especialmente a las personas de más edad. La quinta ola se refleja con dureza en las residencias. La semana pasada fallecieron 37 personas, tras un principio de mes sin fallecimientos. Además, los contagios en residencias de toda España se han más que multiplicado por ocho.**

 


Otro punto sobre el que se cantó victoria, cuando solo era una batalla. Los informativos hablaban hoy de la reducción de las visitas a las residencias además de las exigencias de certificaciones. Esto nos vuelve a llevar al problema anterior: si estar vacunados no impide contagiar a otros, ¿qué ocurre con las residencias, donde los casos acaban en una gravedad mucho mayor y, como se nos dice, en muertes?

¿Qué nos enseña todo esto? Varias cosas a todos. La primera y más importante: la remisión de la pandemia depende de lo que hagamos todos y no solo de unas vacunas. Se ha estado vendiendo una idea cómoda de pasividad. Se trataba de un par de pinchazos y ya está. Eso es erróneo, por lo que vemos. El error está tanto en los que han trasmitido esa idea como en los que erróneamente han querido creerla. La única forma realmente efectiva de frenar la expansión del virus (no de reducir su fuerza) es restringir los contactos y tomar las medidas básicas (distancia, mascarillas, higiene y ventilación).

En segundo lugar, las vacunas son muy importantes, aunque no eviten que nos contagiemos o contagiemos a otros. Siempre es mucho menos que si no estamos vacunados. Los ingresos son mayoritariamente de personas que no se han vacunado, mientras que ahora suponen el 5% entre los que ya están vacunados. La reducción de la fuerza del virus permite liberar recursos económicos, personales y hospitalarios para otros tipos de pacientes que también los necesitan. Cuando nos dicen que se cancelan operaciones, citas, etc. porque los recursos son ocupados por las consultas de COVID-19, hablamos de una situación real, con efectos reales sobre personas reales.




En tercer lugar, si el virus no se frena globalmente seguirán apareciendo variantes cuyos efectos son difícilmente previsibles pero que no serán sencillos de controlar por la pérdida de eficacia de lo hecho hasta el momento. Si resulta que la vacunación se tiene que enfrentar a un coronavirus lo suficientemente distinto a los anteriores, es probable, como estamos viendo con esta variante Delta, que el panorama cambie.

La existencia de huecos sin vacunar dentro de una población es un semillero de problemas, no solo porque se estén contagiando y recontagiando a otros, sino por las posibilidades de nuevas variantes.

Hay otro factor: el enfrentamiento social. No se puede ignorar que el hecho de que vayan quedando núcleos que se resistan a la vacunación crea, además de los problemas de la propia pandemia, un conflicto social y, en su caso, político.

La CNN nos cuenta los problemas de este tipo que se están ya produciendo:

 

John McCullough got a chilling look into the horrors of coronavirus while he worked as a contact tracer for a health department in Alexandria, Virginia.

So he did his part to keep himself and his community safe: mostly stayed home, wore his mask and had only a close group of people he interacted with.

He got vaccinated as soon as he could and was enjoying a return to the normalcy he had longed for. As Covid-19 vaccinations climbed in the spring and cases plummeted, local and state leaders did away with mandates and restrictions meant to curb the spread of the virus. Experts touted that Americans who got their shots could cautiously return to pre-pandemic activities. The Centers for Disease Control and Prevention announced fully vaccinated people could -- finally -- shed their masks.

"I was one of those people, the second the CDC said vaccinated people don't need masks outdoors or indoors, I was like 'Hallelujah,'" McCullough told CNN.

But with Covid-19 cases and hospitalizations now surging again and officials across the US suddenly reimposing restrictions after a summer of semi normalcy, McCullough and many other vaccinated Americans are becoming increasingly angry at those who are refusing the shot.

"I did what I had to do," McCullough told CNN. "Now, these people who are making this selfish decision are going to make me suffer the consequences."***

 


Cada poco tiempo —tanto en España como Estados Unidos— surgen noticias de conflictos, agresiones, enfrentamientos en locales públicos porque hay gente que se niega a cumplir las medidas. No está siendo suficientemente estudiado este mecanismo de negación acompañado de violencia reactiva. No hablo ya de los grupos políticos enfrentados, sino de personas que estallan contra quienes les piden que cumplan. Es previsible que el orden se invierta, es decir, que empiecen a ser las personas hartas de cumplir y de ver los incumplimientos ajenos los que reaccionen con cierta violencia.

La mejor política es siempre la sinceridad que evite preguntas molestas o desmoralizaciones posteriores. La duración en el tiempo de esto requiere que haya sentimiento de que se avanza poco antes que sienta que se retrocede mucho, como señalaban a la CNN algunos de los entrevistados.

La credibilidad es esencial y cambiar de criterios de forma constante no es lo mejor para esto. Los conflictos entre administración central y autonómicas, los choques institucionales y los conflictos entre jueces y políticos no es la mejor medida. El COVID19 tiene mucho de nuevo. No es un fenómeno conocido y requiere soluciones a una velocidad muchos mayor que aquella a la que la Ciencia está acostumbrada. Es un trabajo contra reloj.



Si no ayudamos entre todos tratando de frenar su avance, si no asumimos que es tarea de todos, si solo nos sentamos a esperar... difícilmente conseguiremos buenos resultados y pronto. El papel de los medios es especialmente importante y sigue habiendo mucho desconocimiento y efectismo en las informaciones que se transmiten. La tarea es esencial y no se trata de conseguir titulares, sino de contribuir a la mejor comprensión del fenómeno. Eso implica desarrollar las ideas para que lleguen a mucha gente que no tiene conocimientos científicos; eso es tarea divulgativa que debe hacerse con rigor, algo que no siempre se ve.

Pero es también hora de tener firmeza con los que lo niegan todo y pretenden ignorar las evidencias y las consecuencias. El final del artículo de la CNN nos sintetiza el problema de cómo asumir la responsabilidad común en esto:

 

"Personal liberty is really exaggerated in this country, to the point where people are just flat out being put in danger," McCullough said. "That people think that they have this authority, and this autonomy, to just put others at risk, is infuriating."

He said he worries about the virus continuing to mutate and eventually becoming much worse than the current circulating variants.

"It's not freedom that you make this decision that then impacts my freedom," he said. "That's not freedom one bit."***


Poca libertad queda, en efecto, al que se ve amenazado por el que incumple las normas de prevención. Desde allí el falso debate se está extendiendo por Europa sirviendo a múltiples intereses.

En Estados Unidos, esto ha llevado a un mapa de regiones en donde las vacunadas se reparten por ideologías, las acciones tomadas según sus gobernadores, etc. La confusión, efectivamente, es interesada. No debemos repetir aquí el error y dar pie a que las preguntas sigan haciéndose en cadena y nos lleven a esos callejones de los que hablamos. La mejor forma es, desde luego, la sinceridad y la buena información.

La pandemia es dinámica, cambiante, evolutiva. Gran parte de estos cambios se deben a nuestras acciones y omisiones, a nuestras carencias y a nuestros excesos de confianza. Dejemos que los científicos trabajen, pero no olvidemos que mucho está en nuestras manos, que somos nosotros los agentes de expansión de la pandemia. Esto no tiene "fecha" y, sin embargo, es lo que todos preguntamos. La "fecha", de nuevo, la pones tú con tu colaboración, con el compromiso planetario para cortarlo en todas partes. De la misma forma, eres tú quien puede retrasarla con cada incumplimiento, con cada nuevo contagio o recontagio, con cada acto innecesario.

 


* Miriam Vázquez Vázquez "¿Por qué me he contagiado de coronavirus si estoy vacunado? Los inmunizados hospitalizados superarán a los que no lo están" Antena3 Noticias 1/08/2021 https://www.antena3.com/noticias/sociedad/que-contagiado-coronavirus-estoy-vacunado-inmunizados-hospitalizados-superaran-que-estan_202108016106530bb051bb0001544d4e.html

** "La quinta ola entra en las residencias de mayores" RTVE.es https://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario-fin-de-semana/quinta-ola-coronavirus-entra-residencias-mayores/6029938/

*** "Some vaccinated Americans have lost their patience with those refusing the shot as Covid-19 cases surge and mandates return" CNN 31/07/2021 https://edition.cnn.com/2021/07/31/us/vaccinated-americans-frustrated-surge-mandates/index.html

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