martes, 24 de agosto de 2021

Las reflexiones de Angela Merkel sobre Afganistán

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


Lo que está ocurriendo en Afganistán tiene dos dimensiones, la humanitaria —de un dramatismo sin precedentes y que urge resolver tomando inmediatas medidas para paliar el desastre— y la política —con la reflexión sobre los sucedido, es decir, sobre cómo se ha venido abajo un sistema creado durante veinte años de ocupación y control del país—. Esta segunda dimensión requiera de análisis reposado, mientras que la primera requiere de acción inmediata para tratar salvar vidas, que es de lo que se trata. La huida es ante el temor a la muerte, marcados por el colaboracionismo con extranjeros e "infieles".

Está claro que todo, en su conjunto, ha sido un gigantesco y garrafal error de cálculo, tanto sobre la solidez de lo que se había construido como sobre la velocidad con que se iba a revertir. El régimen instaurado durante veinte años se ha venido abajo antes que salgan del país las tropas que durante esas dos décadas daban una aparente sensación de seguridad.

Pese a las muchas advertencias desde hace años sobre este desastre —identificado con dos problemas iniciales, el de los colaboradores y el de las mujeres—, las autoridades exteriores no entraron en ello; no se acabaron de creer, como el propio Biden ha reconocido, que el edificio se derrumbaría teniendo un pie todavía en el felpudo. Las acusaciones enrabietadas de Biden —que ya analizamos aquí— no eran más que la otra cara de la frustración: ¿para qué hemos invertido en un Ejército, para qué les hemos formado y armado, si no han ofrecido resistencia alguna?

Una de las personas que antes ha puesto las preguntas sobre el tablero para tratar de realizar una autocrítica es Angela Merkel, que da con ellos prueba de su talla como estadista. Desde el principio, Merkel no ha eludido las preguntas ni la responsabilidad exterior. En la Deutsche Welle, leemos:

 

La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que ella y la comunidad internacional se equivocaron al evaluar la situación en Afganistán y estimar cómo podría evolucionar tras la salida de las tropas internacionales.

Merkel hizo estas declaraciones en una comparecencia ante los medios convocada de urgencia para evaluar la situación en Afganistán, donde Alemania está tratando a pesar del caos de evacuar a sus nacionales y los afganos que han colaborado durante años con sus tropas y el personal diplomático.

"Todos, y por eso también asumo mi responsabilidad, evaluamos erróneamente la situación. Toda la comunidad internacional dio por supuesto que podríamos seguir con la ayuda al desarrollo" en Afganistán, afirmó.

La canciller calificó los sucesos de los últimos días, que culminaron con la toma de Kabul por parte de los talibanes, de "amargos", "dramáticos" y "horribles". La intervención internacional más allá de las operaciones antiterroristas, agregó, ha sido "un esfuerzo sin éxito".

Perdidos esfuerzos por crear un Estado de derecho en Afganistán

Merkel consideró que la intervención de Estados Unidos y sus aliados durante casi 20 años en Afganistán ha logrado que actualmente no pueda prepararse desde el país un ataque terrorista como el del 11 de septiembre. Sin embargo, todos los esfuerzos internacionales para crear un Estado democrático y de derecho "no se ha logrado cómo nos lo habíamos propuesto".  Es una lección "amarga" para millones de afganos que apostaron por una "sociedad libre", "democracia", "educación" y "los derechos de las mujeres".*

 


Evidentemente, está implícito en sus palabras, la primera lección es para un occidente confiado en sus propias maneras y con una confianza ciega en lo que podríamos llamar "inversiones", que es la creencia en que todo es cuestión de dinero, prescindiendo de lo que podríamos llamar, ya que es una disciplina consolidada, "Psicología Cultural".

Cuando salieron a la luz las primeras imágenes comenté aquí que me llamaba la atención los niños acompañando a los talibanes en su entrada en los pueblos. Me parecía llamativo que se sumaran a los que entraban vencedores y no que reaccionaran como si se tratara de diablos que llegaban. El hecho es pequeño pero muy significativo porque expresa las relaciones con los vencedores y los vencidos. Hay que sumarse al que gana y despreciar al que pierde. Lo importante no es cómo piense, sino que ha ganado y hay que estar, por supervivencia, del lado del vencedor. Lo que los niños manifiestan sin tapujos, lo manifiestan más discretamente sus familias a través de signos, como eliminar todo lo que moleste a los ganadores para no provocarlos. Es la psicología del superviviente, el amoldarse siempre al que gana para poder seguir viviendo.

Por el contrario, la imagen del que se agolpa huyendo no es nada alentadora para el conjunto. Es la demostración de que el enemigo es poderoso. Las imágenes del aeropuerto de Kabul son la mejor propaganda para los talibanes; son una muestra de que les temen, que en este contexto cultural es la mayor aspiración. No se trata de amor, sino de temor, que es la baza que une y garantiza la obediencia.



Recuerdo un caso, en Egipto, en el que un hombre lloraba emocionado por la "victoria" de Al-Sisi y repetía que "debía ser presidente para siempre". Alguien le recordó que había dicho lo mismo cuando fue elegido presidente el islamista Mohamed Morsi. El increpado no veía contradicción alguna; lo que él quería es que no hubiera cambios, saber quién era su presidente, lo que este quería y adaptarse. De esta forma no habría sorpresas y sabría a qué atenerse siempre. Son los cambios los que traen los problemas. Más allá de la anécdota, este episodio refleja una forma de pensar y de estar en el mundo, allí donde los valores democráticos no tienen sentido alguno, ya que es algo que no se entiende ni se necesita. Saber qué va a ocurrir al día siguiente es lo más importante.

Los afganos no han entendido con la salida norteamericana que alguien les considerara "adultos", en el sentido de disponer de su propio destino. Las especulaciones occidentales sobre de qué han servido 20 años de inversiones carecen de sentido para la mayoría de ellos. Hay una minoría que puede haber mantenido aspiraciones democráticas, pero eso no forma parte de las preocupaciones del pueblo. Como ocurre en otros países de la zona, las élites intelectuales pueden tener aspiraciones democráticas y de reformas sociales, pero esto es muy limitado en países donde la educación no es lo más corriente, la pobreza es la verdadera ideología y se extiende la creencia que lo que ocurre es porque Dios lo quiere. Eso no ayuda a que haya una mentalidad de cambio o progreso, sino una mentalidad de supervivencia. Se trata de levantarse cada día y llegar al siguiente. Y eso depende mucho de cómo te relaciones con el poder.


Los talibanes son ahora el poder y si lo son es porque Dios lo ha querido. El buen gobernante islámico es el que hace cumplir la ley de Dios y esa es la tarjeta de visita de los talibanes, ellos están allí como muestra de la grandeza de Dios y para hacer cumplir sus mandatos claros. Es lo primero que han dicho, ahora se vive en un emirato islámico, con la Sharia como ley, tal como ellos lo interpretan; quien se opone a ellos, se opone a Dios, lo que te deja fuera del sistema y, con toda probabilidad, de la vida. Castigar no es un acto cruel, sino didáctico y justo, ejemplarizante.

Las preguntas de Merkel se deberían responder en otros países en los que, con niveles económicos y de desarrollo superiores —como Egipto— se da un nivel de reislamización mayor. El caso de Egipto es muy ilustrativo porque tuvo que ser un golpe militar —el "no-coup"— el que hizo salir a los islamistas Hermanos Musulmanes del poder (tenían un 70% de control del parlamento, entre los escaños de los HH.MM. y los salafistas— , para después asumir un retroceso islámico controlado desde el propio poder. No se trataba de ignorar lo islámico, sino de controlarlo. Pensamos en términos de ideología enfrentadas, ¡tremendo error occidentalizado!, cuando se trata de quién manda. Mientras el que está en el poder no viole las normas islámicas, podrá mantenerse y usar la fuerza para eliminar a sus rivales por el poder. ¿Por qué iba a ser distinto Afganistán respecto a lo que ocurre, otro ejemplo, en Turquía, donde Recep Tayyip Erdogan ha reislamizado la república y busca convertirse en la cabeza islámica de la zona? Si países con mayor presencia de laicismo, con formas más o menos de democracia están siendo reislamizados, ¿qué de extraño tiene lo que ocurre en Afganistán? La reislamización se gana en lo que hemos llamado muchas veces la carrera por la pureza del mensaje. Eso es lo esencial en la mayoría de los casos, en donde el gobernante se muestra "virtuoso" según el modelo. El pueblo le ve así y confía en su benevolencia, fruto de su actitud piadosa.



Los talibanes son la maquinaría correctora, los que llevarán a buen puerto, inspirados por Dios, a una vida piadosa, en la que no entran ideas como "progreso", "desarrollo", etc. porque no aparecen en ningún texto religioso. Eso no son más que manifestaciones de la "soberbia" humana que cree que con sus esfuerzos va a cambiar el plan de Dios para cada uno. Es sencillo y se lleva siglos repitiendo. Los talibanes se presentan como generosos, correctores y justos. No necesitan mucho más. ¿Cómo van a ser malos si se limitan a hacer cumplir la Ley de Dios?


El análisis que reclama Merkel es necesario. No se hizo caso de las advertencias sobre muchos aspectos. No se trata de que lo hecho estuviera mal, pues ha posibilitado educación, trabajo, etc. Solo que era frágil y momentánea. Quien manda, pone las reglas. Y el que manda siempre tiene razón, enseña la mentalidad de la supervivencia.

Van a ser las mujeres las que paguen esto, pues de ellas solo se espera su ocultación, que vuelvan al ser invisible e inaudible que está ordenado. Los hombres, en cambio, pueden realizar muchas muestras de sumisión ante el poder (una de ellas es encerrar a sus mujeres o que no salgan solas).

Merkel, al menos, no ha hecho como Biden, llamarlos cobardes y corruptos. Ella da por supuesto que muchos afganos apostaron seriamente por las libertades. Creo que tiene razón. Probablemente son los que ahora tratan de huir o permanecen escondidos ante un destino incierto pero previsible, poco alentador en cualquier caso.

Ahora se pone sobre la mesa si "hay que negociar" con los talibanes y sutilezas sobre el reconocimiento. Cuanto más se les dé, más lo entenderán como debilidad y mostrarán a los afganos que son tan poderosos que todas las grandes potencias se postran ante ellos. No es buen camino.

 


* "Merkel sobre Afganistán: “Es una lección amarga para afganos que apostaron por una sociedad libre”" Deustsche Welle 16/08/2021 https://www.dw.com/es/merkel-sobre-afganist%C3%A1n-es-una-lecci%C3%B3n-amarga-para-afganos-que-apostaron-por-una-sociedad-libre/a-58881240

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